Los reportes de agresiones sexuales dentro de las Fuerzas Armadas aumentaron un 13% en 2021

Según funcionarios militares, el aumento de casos se ha dado sobre todo en el Ejército, que ha visto una subida de un 26% de reportes, la mayor alza para ese cuerpo militar desde 2013, cuando fue de un 51%. Aunque lo consideran, no está del todo claro si el levantamiento de restricciones por la pandemia ha influido en la subida.

Por:
Univision y AP
La soldado del ejército Karina López sobrevivió a una agresión sexual en la base militar de Fort Hood en 2018. Dos años después, Vanessa Guillén, otra soldado latina, fue asesinada en la misma base. #Iamvanessaguillen es la crónica de la primera vez que Karina hizo público su trauma, luego de compartir su historia en redes sociales. Ver el documental completo sobre víctimas de violencia sexual en las fuerzas armadas.
Video #IamVanessaGuillén: ¿Qué ha pasado tras dos años del asesinato de la soldado hispana?

Los reportes de agresiones sexuales en las Fuerzas Armadas de EEUU aumentaron un 13% el año pasado, coioncidiendo con el momento en que las bases militares comenzaron a eliminar las restricciones por la pandemia y reabrieron los lugares públicos, informó The Associated Press.

Es de esperar que estas cifras generen cuestionamientos en el Congreso de EEUU, en donde se han criticado los esfuerzos del Departamento de Defensa para controlar los delitos y infracciones sexuales.

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Según funcionarios militares y de Defensa, que hablaron bajo anonimato con la agencia AP, el aumento general se ha dado sobre todo en el Ejército, que ha visto una subida de un 26% de reportes, la mayor alza para ese cuerpo militar desde 2013, cuando experimentó un aumento de reportes de un 51%.

En la Armada, los informes de agresiones sexuales subieron alrededor de un 9%, algo más de un 2% en la Fuerza Aérea y menos del 2% en el Cuerpo de Marines, detallaron los funcionarios. El reporte está previsto que se haga público este jueves.

Los funcionarios dijeron que las cifras son alarmantes y que ciertamente podrían tener un impacto en el reclutamiento. Para el Ejército, por ejemplo, esto podría ser especialmente problemático, pues están teniendo serios problemas para cumplir con sus objetivos de reclutamiento. De hecho, se espera que a finales de septiembre lo incumpla en unos 10,000 o entre un 18% y un 25%.

Este tipo de informes los realiza el Pentágono cada año. Como la agresión sexual es un delito que en muchas ocasiones no se denuncia, Defensa comenzó a realizar también una encuesta confidencial cada dos años para obtener una imagen más clara del problema. La encuesta de 2018 reveló que más de 20,000 efectivos dijeron haber experimentado algún tipo de agresión sexual, pero solo un tercio de ellos presentó una queja formal.

El más reciente informe, que se espera que se publique este jueves, estima que alrededor de 35,800 miembros del servicio sufrieron algún tipo de agresión o acoso sexual durante el año anterior, según la encuesta confidencial. Eso significa que solo uno de cada cinco miembros del servicio denunció.


Los funcionarios familiarizados con el informe dijeron que los encuestados también denunciaron aumentos en la hostilidad en el lugar de trabajo, así como más acoso sexual, que a veces puede conducir a otras agresiones sexuales o mala conducta.

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La encuesta reveló que alrededor del 8% de las mujeres y el 1.5% de los hombres en el servicio dijeron que habían experimentado algún tipo de contacto sexual no deseado.

Programas preventivos en las Fuerzas Armadas

El Pentágono y los servicios militares han luchado durante mucho tiempo para idear programas para prevenir las agresiones sexuales y alentar la denuncia. Si bien las Fuerzas Armadas han hecho avances para que sea más fácil y seguro que los miembros del servicio denuncien este tipo de conductas, han tenido mucho menos éxito en reducir las agresiones, que han aumentado casi todos los años desde 2006.

En la cúpula del Ejército dijeron que han visto mejoras con un programa de capacitación que reciben los soldados cuando se presentan en su primer lugar de destino. Se implementa de inmediato y enfatiza el entrenamiento sobre cómo responder. También dijeron que están mejorando los programas de evaluación que califican a los líderes de las unidades, incluida la selección aleatoria de compañeros y otras personas para realizar las evaluaciones.

¿Ha influido la pandemia?

El aumento general en todas las Fuerzas Armadas de los reportes de agresión o acoso sexual se produce después de dos años de incrementos relativamente bajos en los informes sobre conductas sexuales inadecuadas.

En el año presupuestario que finalizó en septiembre de 2020, los informes de agresiones y contactos sexuales no deseados aumentaron un 1%, en medio de las restricciones globales por la pandemia. El año anterior, los informes habían aumentado aproximadamente un 3 %, una mejora sustancial con respecto a 2018, que también experimentó un aumento del 13 %.

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Las restricciones generalizadas de viaje y movimiento para los militares continuaron durante el otoño de 2020 y principios de 2021, y muchos negocios, restaurantes y bares cerraron o tuvieron un servicio limitado. Las cosas comenzaron a abrirse a medida que se vacunaba a más personas en el verano y el otoño pasados, pero tampoco está claro si esa mayor libertad contribuyó al aumento de los informes de agresiones.

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Gigi Lucero ingresó al Ejército de Estados Unidos cuando tenía 18 años y su primera asignación fue en Fort Hood, Texas, donde le tocó enfrentar lo que ella califica como discriminación. “Me hacían muchos piropos de latina, me decían que si iba a cocinar, que si yo hablaba spanglish, que si en México se habla mexicano”, recuerda Gigi. En el Ejército ser mujer y latina puede significar una mayor vulnerabilidad al acoso y al abuso sexual.
<b>En video: Le dijo a su madre que era víctima de acoso sexual: lo que se sabe de la muerte de otra soldado hispana en Fort Hood.</b>
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Lucero asegura que fue agredida sexualmente mientras servía en Irak. Su unidad estaba conformada por 250 hombres y solo seis mujeres. Un día mientras descansaba, relata que alguien le cubrió la cabeza con una bolsa de dormir. “Me sofocaron y me besaron, no sé quién me besó y me tocaron las partes privadas”, recuerda. Ella reportó el abuso a sus superiores: “Me quejé, pero no dije que alguien me violó. Yo dije que alguien me estaba molestando”. Asegura que lo hizo por temor a represalias y también por falta de confianza en el sistema. Gigi Lucero se acaba de retirar tras 20 años de servicio activo, pero el trauma por el abuso del que dice que fue víctima, no la abandona: “Es muy difícil, aún estoy en terapia y uso medicamentos. Esto fue en 2003 y hasta el día de hoy no puedo respirar el olor de un taller mecánico, mi vida sexual no existe con mi esposo porque me asusto”.
La discriminación por concepto de raza y género es un patrón que reconoce la veterana e investigadora Pamela Campos-Palma. “Y no debería suceder ya que los hispanos son el grupo que más crece dentro del Ejército. Hoy representan el 16 por ciento del servicio activo”.
Según la investigadora “el sistema de justicia del Ejército no es real, no hay justicia. En 2018, 43% de las personas que dijeron que reportaron (abusos), también dijeron que había represalias, los castigaron”.
Dentro de los latinos en las fuerzas armadas, el porcentaje de mujeres ha aumentado con fuerza: de 1.6% en 1973 a 17.8% en la actualidad, según cifras del Departamento de Defensa. Sin embargo, esto no se ha traducido en una mayor seguridad para ellas. Nancy Rodríguez cuenta su propia experiencia: “Fui a la oficina de mi supervisor a ayudarle y cuando fui a recoger las cosas de su escritorio, se arrimó y me dio un beso”.
Perla González explica cómo fue que abusaron de ella: "Se esperó hasta que yo me había quedado dormida y sintió que era el momento para él". La soldado también dice por qué no lo reportó: "Nos meten en la mente que tu carrera es más importante que nada (...) te dices: 'Pues no quiero reportarlo porque me voy a meter en problemas'".
Tristeza Ordex, veterana de la Marina, se cuestiona la realidad que viven las mujeres en la vida militar: “Dicen que si eres una mujer tienes que pagar un precio para ser parte de este club. ¿Pero cuál precio tenemos que pagar si ya estamos pagando, entregándoles nuestras vidas? Teniendo que ir para Irak, para Afganistán, donde nos llamen, ese es el precio que yo quería pagar”.
La exmarine Nathalie Ocampo asegura: "Yo no conozco a ninguna amiga que estuvo en el Marine Corp conmigo que no ha sido discriminada, abusada, asaltada, violada". Según un informe del Departamento de Asuntos de Veteranos, 20% de las mujeres que solicitaron asistencia padecían de estrés postraumático relacionado con algún incidente sexual, aunque expertos sospechan que la cifra es más elevada, ya que sólo 1 de cada 3 miembros, reporta la agresión.
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Gigi Lucero ingresó al Ejército de Estados Unidos cuando tenía 18 años y su primera asignación fue en Fort Hood, Texas, donde le tocó enfrentar lo que ella califica como discriminación. “Me hacían muchos piropos de latina, me decían que si iba a cocinar, que si yo hablaba spanglish, que si en México se habla mexicano”, recuerda Gigi. En el Ejército ser mujer y latina puede significar una mayor vulnerabilidad al acoso y al abuso sexual.
Imagen Cortesía: Gigi Lucero
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