Prisiones privadas de inmigrantes donan dinero a la campaña de Trump

Archivos financieros de las campañas muestran las donaciones realizadas por las dos mayores compañías que gestionan las cárceles privadas para inmigrantes.

Por:
Univision y AP
Luego de que fuera avalada la medida AB-32, líderes sociales y miembros de la comunidad se dieron cita frente al centro de detención de Adelanto para exigir la liberación de todos los detenidos que permanecen allí.
Video Activistas celebran la aprobación de ley que busca el cierre las prisiones privadas en California

Ejecutivos de dos de las empresas de prisiones privadas más grandes del país han estado donando grandes sumas al presidente Donald Trump y a los candidatos republicanos para las elecciones de noviembre, que una de las corporaciones cree darán paso a un repunte en los precios de sus acciones.

Las fortunas de las prisiones privadas están cada vez más ligadas a la política en una era en la que el gobierno de Trump ha estado enviando allí a decenas de miles de inmigrantes y personas que piden asilo. Entre CoreCivic y el GEO Group han conseguido contratos por 1,300 millones de dólares el año pasado con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (conocido por sus siglas en inglés, ICE). El ICE representa el 30% de sus ingresos.

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El candidato presidencial demócrata Joe Biden se ha comprometido a poner fin al uso de prisiones privadas en respuesta a presiones de Bernie Sanders y de otros sectores liberales, que dicen que los arrestos en instalaciones con fines de lucro alientan injusticias raciales y políticas que dan lugar a más detenciones.

El compromiso asumido por Biden representa un gran giro respecto a cuando era vicepresidente bajo el gobierno de Barack Obama, que abrió centros de detención de familias en Texas operados por las dos firmas y deportó a más de 3 millones de personas.

GEO y CoreCivic firmaron recientemente contratos a largo plazo con el gobierno de Trump que involucran a varios centros de detención de inmigrantes en Texas y California. Esos contratos serán difíciles de anular si Biden llega a la presidencia.

Además están invirtiendo fuertes sumas de dinero para tratar de que ganen los republicanos.

George Zoley, fundador y CEO del GEO Group, donó 514,800 dólares a los republicanos y apenas 10,000 dólares a los demócratas en el actual ciclo electoral, según revelan los archivos financieros de las campañas.

De acuerdo con el Center for Responsive Politics, una organización sin fines de lucro, personas y grupos vinculados con GEO donaron más de 1,7 millones de dólares, mayormente a los republicanos.

El CEO de CoreCivic Damon Hininger donó 26,300 dólares a los republicanos en estas elecciones. Allegados a su empresa aportaron otros 228,000 dólares a las campañas hasta ahora, la mayor parte a los republicanos.

“Todo interrogante o inferencia acerca de si CoreCivic prefiere al Partido Republicano porque es mejor para nuestro negocio está errado y pinta una imagen falsa de nuestra empresa”, sostuvo el portavoz de la firma Ryan Gustin.

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El vocero del GEO Group Pablo Páez dijo que las contribuciones políticas “no deben ser presentadas como un apoyo a todas las políticas y posiciones adoptadas por cada candidato”.

“Los servicios que ofrecemos hoy son de la misma calidad y servicios profesionales que bajo los ocho años del gobierno de Obama”, afirmó Páez.

Hablando con inversionistas la semana pasada Zoley pronosticó que las acciones de GEO -que se desmoronaron este año tras subir mucho al principio del gobierno de Trump- se recuperarán después de las elecciones de fin de año. El GEO Group dice que Zoley no aludía a un ganador en particular, sino al hecho de que la elección dará a la empresa y a sus accionistas más certeza acerca del rumbo a tomar.

CoreCivic y GEO les dijeron a sus accionistas la semana pasada que renovaron contratos de 10 años con tres centros de detención de Texas: Uno en Houston y dos en las afueras de Austin y San Antonio. Ambas empresas habían sellado acuerdos en diciembre para mantener abiertos centros de detención en California y para que el GEO Group abra tres nuevas cárceles para inmigrantes.

En ambos estados, el ICE y las empresas lograron rechazar la oposición de sectores locales y evitaron una ley de California que prohíbe la apertura de nuevas prisiones privadas. Los acuerdos de California fueron finalizados días antes de que entrase en vigor la ley, que GEO y Trump están cuestionando en los tribunales.

Al hablar de los contratos de CoreCivic, Hininger dijo a los accionistas que el ICE y el Servicio de Marshals se preparaban para un futuro “no solo con la pandemia, sino también pensando en el 2021 y en lo que pueda pasar con el Congreso y la Casa Blanca”.

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“Se están preparando y trabajando con nosotros”, manifestó.

El ICE no respondió a pedidos de comentarios.

La mayoría de los 200 centros de detención de inmigrantes del gobierno federal son manejados por contratistas privados que alojan a personas que piden asilo y a otros inmigrantes acusados de distintas infracciones administrativas o que esperan ser deportados. Según la Unión Americana de Libertades Civiles y Human Rights Watch, empresas privadas manejan el 80% de las camas que hay en el sistema de inmigración.

El GEO Group y CoreCivic son los dos principales contratistas privados.

El sistema de prisiones privadas del servicio de inmigración ha ido creciendo bajo gobiernos de los dos partidos en las últimas cuatro décadas. Pero los demócratas están dándole la espalda a estas prisiones y las empresas se muestran cada vez más cerca de los republicanos.

Ejecutivos del GEO Group han hecho donaciones de seis dígitos a la campaña de Trump y al comité electoral y han gastado millones para cabildear al gobierno. También organizaron un retiro en el resort de Trump en Doral, Florida.

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Las acciones de CoreCivic y de GEO subieron tras la asunción de Trump, ante la expectativa de que su gobierno aumentaría las detenciones de inmigrantes, lo que sí hizo. El ICE tuvo bajo su custodia a 50,000 inmigrantes la mayor parte del año pasado. Trump, por otro lado, hizo a un lado el plan del gobierno de Obama de dejar de usar cárceles privadas.

Las acciones de las dos firmas, sin embargo, perdieron dos tercios de su valor desde el 2017, el primer año de Trump en el gobierno. Fueron acusadas de maltratar a los detenidos y los empleados, sobre todo durante la pandemia del coronavirus, y de reducir costos haciendo trabajar a los reos pagándoles poco o sin paga directamente. Las dos niegan esas acusaciones.

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Una campaña de activistas hizo que seis bancos grandes dejasen de hacer préstamos a las dos empresas. Y después de alcanzar cifras récord de detenciones, el ICE tiene solo 20,000 personas bajo su custodia en estos momentos porque el gobierno está deportando rápidamente a los inmigrantes al amparo de una declaración de emergencia por el coronavirus.

A las empresas les está costando conseguir préstamos. Pero Joe Gomes, analista de Noble Capital Markets, dijo que ambas siguen siendo vitales para los gobiernos nacional y estatales, que no están en condiciones de manejar los centros de detención.

Las compañías, por otro lado, se comprometieron a pagar cierta suma incluso si no todas sus camas están ocupadas.

“La historia real es distinta a lo que mucha gente piensa”, dijo Gomes. “Bajo el gobierno de Obama, tanto a CoreCivic como a GEO les fue bien”.

Un detenido descansa sus manos en la ventana de su celda, ubicada en el 'área de segregación' del centro de detención de ICE en Adelanto, a unas 80 al noroeste de Los Ángeles en California.
Roberto Galán, un inmigrante salvadoreño de 33 años, detenido en Adelanto, posa para una fotografía.
Los internos llevan diferentes colores en sus trajes según sus características. Si viste de rojo significa que es un detenido de ‘alto riesgo’, que ha cometido un delito grave y pasó tiempo en una prisión estatal o federal. Si viste de naranja, indica que cometió un delito menor. Un traje azul muestra que el interno no tiene condenas penales o delitos menores en su registro.
Una mujer descansa en su celda. El centro de detención para inmigrantes es administrado por Geo Group Inc, una empresa privada multinacional, la segunda compañía de prisiones más grande del país.
Los detenidos pueden ejercitarse en el área de recreación del centro de detención, en dónde más de 1,800 inmigrantes esperan audiencias o deportación después de ser arrestados por agentes de ICE.
Un detenido lee acostado en la cama de su celda y junto a él hay una silla de ruedas. El centro de detención cumple con las regulaciones de ley para estadounidenses con discapacidades.
David Marin, un oficial senior de ICE basado en los Ángeles, fotografiado en la entrada del centro de detención de inmigrantes de Adelanto. Explicó a Reuters que poco había cambiado en las operaciones diarias de este centro de detención desde que Trump asumió el cargo. "No ha habido cambios importantes desde el cambio en la administración", agregó. "Todavía nos estamos enfocando en detener a extranjeros criminales, ese es nuestro compromiso con la seguridad pública".
Una mujer descansa en la cama de su celda. Alrededor de 240 de los detenidos en Adelanto son mujeres.
Los internos tiene derecho a hacer llamadas telefónicas desde el centro de detención, pero no pueden recibirlas. La página informativa sobre este centro de detención, en el sitio oficial de ICE, explica los pasos a seguir para que un detenido reciba un mensaje y regrese la llamada.
Varios internos juegan dominó. Los detenidos en Adelanto tienen acceso a una biblioteca de derecho, una clínica médica, servicios religiosos y una zona de recreación donde se puede jugar al fútbol y al baloncesto.
Un detenido de traje azul lleva los alimentos que le corresponden.
Dos inmigrantes detenidos en Adelanto comparten los audífonos para escuchar la televisión. El centro de detención tiene seis salas de juicio donde los jueces federales de inmigración llevan a cabo audiencias de remoción en persona o por video conferencia.
Inmigrantes detenidos de ICE hacen fila en el área de comidas, para obtener sus alimentos.
La comida consta básicamente de arroz, frijoles refritos y vegetales.
Los objetos personales de los detenidos son identificados, protegidos en bolsas de plástico y se guardan en el área de admisión del centro de detención.
Un grupo de mujeres comparte en un dormitorio compartido del centro de detención
Esposas y otros implementos de los custodios cuelgan de la pared en la entrada del centro de detención de Adelanto.
La puerta de entrada al cuarto médico para mujeres en Adelanto.
Una de las áreas comunes donde los detenidos pueden estar fuera de las celdas.
Un detenido dibuja flores con un marcador en una tarjeta de cumpleaños.
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Un detenido descansa sus manos en la ventana de su celda, ubicada en el 'área de segregación' del centro de detención de ICE en Adelanto, a unas 80 al noroeste de Los Ángeles en California.
Imagen LUCY NICHOLSON/Reuters
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