Cerca de 100,000 arrestos de inmigrantes en la frontera: el mayor número desde 2007

A pesar de los intentos del presidente Donald Trump por frenar la llegada de inmigrantes indocumentados a la frontera, los números no paran y prometen seguir creciendo para mayo. La crisis de migrantes centroamericanos sigue profundizándose en el sur de Estados Unidos, sin importar las políticas implementadas por el gobierno.

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Por:
Patricia Clarembaux.
En el segundo sector más activo de la frontera de EEUU y México, decenas de familias se entregan diariamente a las autoridades migratorias en una zona cruzada por el muro fronterizo.
Video Así recibe la patrulla fronteriza a migrantes que se entregan en la frontera de El Paso

Las cifras de arrestos en la frontera sur de Estados Unidos alcanzaron en abril su nivel máximo desde 2007: un total de 98,977 inmigrantes fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza (CBP) y los ciudadanos guatemaltecos y hondureños siguen a la cabeza de estas aprehensiones.

"CBP está viviendo una situación sin precedentes e insostenible", escribe la agencia federal en su cuenta de Twitter, una frase que se ha escuchado repetir a sus voceros en los últimos meses para asegurar que sus centros de procesamientos están abarrotados de inmigrantes y que han debido mover a la frontera a sus funcionarios de finanzas o recursos humanos, por ejemplo, para procesar al creciente flujo de personas provenientes de Centroamérica que llegan diariamente a la frontera.

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El número de abril representa un incremento de poco más de 6% en relación con el mes de marzo.

La cifra de arrestos de este mes es la más alta que se ha registrado desde abril de 2007, cuando fueron aprehendidas 104,465 personas.

Y los sectores más concurridos tanto en llegada de niños no acompañados como de familias, siguen siendo el Valle del Río Grande y El Paso, ambos en Texas.

Los datos muestras además que 10,167 personas fueron declaradas inadmisibles. Son aquellos que se presentan en los puertos de entrada buscando ingresar legalmente o pidiendo protección humanitaria, pero son devueltos por no cumplir con los requisitos.

Más familias, más menores

Los números de familias y de menores no acompañados —desde recién nacidos hasta los 17 años— que salen de su país en busca de mejores oportunidades laborales y de seguridad son cada vez mayores. Al comparar lo que va de año fiscal 2019 con el mismo periodo de 2018, el incremento de niños llegando solos a la frontera es de 73% y el de familias es de 400%.

Y en lo que va de año fiscal, la progresión en la detención de unidades familiares va como se ve en la gráfica a continuación:


Agentes de la Patrulla Fronteriza han explicado a Univision Noticias que las características de los migrantes que han llegado a la frontera en los últimos dos años han cambiado. En periodos anteriores se trataba de hombres solos provenientes de México que huían de las autoridades una vez que pisaban suelo estadounidense. Y no es que ahora los adultos solos no están cruzando la frontera, sino que ya ellos no conforman la mayoría de quienes están llegando para pedir asilo.

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Los migrantes que están siendo hallados por las autoridades en la frontera ahora son centroamericanos que no le huyen a la Patrulla Fronteriza, sino que los buscan una vez que cruzan el Río Grande y se entregan para pedir asilo en grupos grandes, hasta de 400 adultos y niños o más. Y el mayor flujo, según los números, sigue siendo de familias con niños que viajan principalmente desde Guatemala, Honduras y El Salvador.

Los que vienen Vs. las políticas

En estos tiempos en los que el presidente Donald Trump impulsa una agenda de "tolerancia cero" contra los inmigrantes que intenten cruzar ilegalmente a Estados Unidos, llegar con niños de la mano se ha convertido en uno de los mejores salvoconductos para decenas de centroamericanos que huyen de sus países. Pero a medida que aumentan los números, el gobierno ha buscado impulsar políticas para restringir la migración actual, entre ellas, la separación de familias, que fue bloqueada por distintas cortes; mayores obstáculos para solicitar asilo, el principal alivio migratorio que solicitan quienes vienen desde los países del Triángulo Norte; o la política de retornar a los migrantes a México para que esperen su fecha en corte. A eso se suma el despliegue de miles de soldados en la frontera.

Sin embargo, a juzgar por las cifras de arrestos que se ven mes a mes, las políticas de Trump no están logrando su cometido, pues decenas de cientos de centramericanos siguen llegando a Estados Unidos. Y para poder procesarlos, CBP ha debido incluso montar tiendas de campaña estilo militar en El Paso y el Valle del Río Grande en los que recluirlos ante el abarrotamiento de las celdas en sus centros instalados en esas zonas.

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De hecho, agentes de la Patrulla Fronteriza han declarado a distintos medios que en mayo —normalmente uno de los meses de más arrestos— los números de aprehensiones se siguen moviendo hacia arriba. Solo el sábado, CBP hizo 5,075 arrestos, el número más alto alcanzado en un solo día desde que las cifras comenzaron a escalar en 2017.

A lo largo del muro en el sector El Paso, en Texas, pueden verse decenas de pantalones, camisas y prendas de ropa interior que van dejando los migrantes a su paso.
La montaña del Cristo Redentor en Sunland Park, Nuevo México, forma un muro fronterizo natural entre México y Estados Unidos. A pesar de su difícil geografía y el frío de la primavera, muchos inmigrantes usan sus senderos para cruzar.
Más de 40 personas se entregaron a la Patrulla Fronteriza en dos horas. Eran en su mayoría padres y madres con sus hijos en brazos, incluso bebés, que vinieron a Estados Unidos buscando mejores oportunidades de empleo.
Al no haber muros en la montaña del Cristo Redentor, la zona es vigilada permanentemente por la Patrulla Fronteriza y por sensores de movimiento. No es este el punto por el que ocurre el grueso de los cruces de indocumentados en el sector El Paso.
El arresto de un grupo de inmigrantes indocumentados en Texas, visto desde una vía.
"No habla inglés, solo español", se lee en el sobre que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) entregó a la familia hondureña Vindel una vez que fueron liberados. Eran un padre y una madre con sus dos hijos. Los adultos fueron dejados en libertad, pero con un grillete en sus tobillos y deben presentarse en los próximos días con un oficial de ICE en su nueva dirección.
Aunque la Patrulla Fronteriza no tiene cifras exactas de cuántos coyotes han sido detenidos en los últimos años, aseguran que continuamente comparten información de inteligencia con las autoridades mexicanas. Explican que los traficantes de personas no cruzan a Estados Unidos pero sí guían a los migrantes hasta el río, por lo que debe ser el gobierno vecino quien efectúe las detenciones.
De un lado, el izquierdo, Ciudad Juárez, México; del otro, Sunland Park, Nuevo México.
Un niño guatemalteco ve al oficial de la Patrulla Fronteriza mientras él le hace preguntas a su padre.
Un agente de la Patrulla Fronteriza acompaña a un grupo de inmigrantes indocumentados hasta una de las puertas de acceso a Estados Unidos, donde los espera otro equipo para trasladarlos al centro donde le hacen las primeras entrevistas para luego remitirlos a ICE.
La frontera del sector El Paso está resguardada en buena parte por una verja metálica doble. Y no toda tiene muros construidos por el hombre, solo 83 millas. Otra parte tiene barreras naturales, como montañas.
A través de los sensores y las cámaras a lo largo de la frontera, la Patrulla Fronteriza detectó que un grupo de seis inmigrantes indocumentados intentaban cruzar a Estados Unidos con una escalera improvisada para escalar el muro fronterizo en el sector El Paso. La vigilancia del lugar se activó incluso con un helicóptero.
Una vez que los migrantes centroamericanos se entregan a la Patrulla Fronteriza son interrogados sobre su identidad. Este lunes, uno de los agentes aseguró que un joven había falsificado un acta de nacimiento para disminuir su edad a 17 años y ser tratado como menor.
Los oficiales de la Patrulla Fronteriza en El Paso aseguran que nunca habían visto cifras tan altas de inmigrantes arrestados en este sector. Enero y febrero de 2019 fueron dos meses en los que repuntó el dato, con más de 1,000% de variación en relación con los mismos meses de 2018.
Un tramo del muro fronterizo en el sector El Paso es levantado para sustituir el anterior, que se ve justo enfrente, y que fue instalado hace más de 10 años.
En la verja de El Paso es común ver zonas en las que los inmigrantes cortaron la estructura para poder entrar a Estados Unidos sin entregarse a la Patrulla Fronteriza. Los agentes aseguran que quienes se encargan de hacer los cortes son los coyotes.
El agente Frank Pino asegura que durante sus patrullajes de este año ha sido común encontrar grupos numerosos de inmigrantes indocumentados que quieren entregarse para pedir asilo. El grueso de las personas se rinde en el tramo que va de Ysletas a El Paso, ambos en Texas.
En un tramo de la zona de Santa Teresa, en Nuevo México, el muro de acero se acaba y el camino queda abierto y es aprovechado por los inmigrantes indocumentados para cruzar. En la imagen, una patrulla fronteriza vigila el área.
Un oficial de la Patrulla Fronteriza abre la puerta para salir del cinturón que vigiló.
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A lo largo del muro en el sector El Paso, en Texas, pueden verse decenas de pantalones, camisas y prendas de ropa interior que van dejando los migrantes a su paso.
Imagen Almudena Toral/Univision
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