La Patrulla Fronteriza llama "anécdotas" las denuncias de solicitantes de asilo secuestrados mientras esperan en México

El comisionado interino de la Patrulla Fronteriza, Mark Morgan, dijo este jueves en una conferencia de prensa que la cantidad de personas bajo custodia de CBP ha bajado a cerca de 3,500 por día, desde las casi 20,000 de mediados del año. Ello en parte porque los protocolos puestos en marcha en enero de este año bajo la política de ‘tolerancia cero’ del gobierno, han "cambiado totalmente la dinámica".

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Por:
Patricia Vélez Santiago.
Una de las cortes instaladas en carpas está en Laredo, Texas. Hasta allí acudió un migrante para su audiencia. Tras comparecer ante el juez, el hondureño manifestó que piensa devolverse a su país. Por su parte, el secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, aseguró que este procedimiento "desmotivará a personas que no tienen razones válidas" para ir a EEUU.
Video "No dejan que uno opine mucho": migrante narra su audiencia por videoconferencia en la frontera

Migrantes que solicitaron asilo en Estados Unidos y fueron obligados a esperar la resolución de su caso en México han denunciado haber sido víctimas de asaltos y secuestros desde que fueron implementados los Protocolos de Protección de Migrantes (MMP). Pero la Patrulla Fronteriza intentó este martes desestimar estos casos catalogándolos de "anecdóticos", al asegurar que visitó recientemente refugios en México donde la seguridad estaba "bien".

También achacó los casos de violencia registrados por inmigrantes en México al hecho de que algunos han sido víctimas de cárteles o coyotes a los que han recurrido para tratar de ingresar "ilegalmente" a suelo estadounidense.

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El comisionado interino de la Patrulla Fronteriza (CBP en inglés), Mark Morgan, dijo este jueves en una conferencia de prensa que la cantidad de personas bajo custodia de CBP ha bajado a cerca de 3,500 por día, desde las casi 20,000 de mediados del a˜ño. Ello en parte porque los MMP, puestos en marcha en enero de este año bajo la política de ‘tolerancia cero’ del gobierno, han "cambiado totalmente la dinámica" usando el término game-changer en inglés.

"Ha sido un gran factor en que nuestras instalaciones no estén sobrepobladas con 20,000 individuos, al igual que el declive en los números de detenciones. Así que, desde la perspectiva del cumplimiento de la ley, como el comisionado interino de CBP, los MMP han sido absolutamente exitosos", dijo Morgan en la Casa Blanca.

Pero, en la frontera, la situación de acuerdo con migrantes, organizaciones y abogados, dista considerablemente del tono optimista de Morgan.

Recientemente, Rebecca Gendelman, del equipo legal de la organización Human Rights First, dijo a Univision Noticias que algunos migrantes prefieren no asistir a sus audiencias en las cortes carpa instaladas por el gobierno de Trump porque temen ser víctimas de secuestros, robos, extorsiones o violaciones sexuales. En la primera semana de noviembre, por ejemplo, a una de las salas solo llegaron cuatro de las 31 personas que estaban citadas. A otra, solo llegaron 15 de 63.

Un informe de esa organización asegura que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés) ha devuelto a individuos que previamente fueron blanco de delincuentes en México, incluyendo a una mujer transgénero de El Salvador que había sido secuestrada y violada, y un activista político de Nicaragua que fue secuestrado y vio cómo otro rehén era torturado tras haber intentado escapar.

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"Más de mil niños, familias y adultos están durmiendo en las calles frente al puerto de entrada de Matamoros, sin acceso adecuado a agua, demasiado atemorizados de entrar a la ciudad debido a la extrema violencia del lugar. Una enfermera estadounidense, que visitaba como voluntaria, dijo a investigadores de Human Right First que muchos de los niños sufrían de diarrea y deshidratación", lee el reporte.

Un grupo de migrantes lava su ropa en el Río Bravo, cerca de un campamento en Matamoros, México, donde esperan la resolución de sus casos de asilo en EEUU. Esta imagen fue tomada el 13 de septiembre del 2019.
Un grupo de migrantes lava su ropa en el Río Bravo, cerca de un campamento en Matamoros, México, donde esperan la resolución de sus casos de asilo en EEUU. Esta imagen fue tomada el 13 de septiembre del 2019.
Imagen HENRY ROMERO/REUTERS

CBP asegura haber visitado refugios en México

Al comisionado interino de CBP se le preguntó sobre un caso en específico de una madre que fue secuestrada junto a su hija tras haber sido devueltas a México por Estados Unidos. Luego, de acuerdo con la periodista, a ambas les fue concedido asilo en Estados Unidos. ¿Cómo es posible que una madre que tenía un reclamo de asilo creíble fue sujeta a esa violencia innecesaria?, preguntó la reportera.

Morgan dijo que funcionarios del Departamento de Estado y CBP visitaron hace unas dos semanas dos refugios en México, uno operado por el gobierno y otro por una organización religiosa.

"En dos de los refugios, los refugios principales que visitamos (...) había presencia de agentes de seguridad de forma persistente, había atención médica adecuada, comida adecuada y la seguridad estaba bien (okay)", dijo Morgan. "En cualquier momento, si alguien bajo el proceso de los PPM que está esperando en México y teme por su seguridad, lo que tiene que hacer es ir a un puerto de entrada y hacer su reclamo, y se les permitirá hacer ese proceso", dijo en otro momento sin detallar el proceso.

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Luego achacó los hechos de violencia denunciados por estos migrantes a que están saliendo del "ambiente de los refugios".

"Están entrando en contacto nuevamente con los cárteles porque están cansados de esperar. Y ahí es que hemos escuchado que se ha dado ese abuso y explotación. Estamos viendo una tasa de reincidencia del 9 por ciento en esos individuos bajo los PPM que están entrando otra vez en contacto con los cárteles para entrar ilegalmente a Estados Unidos", afirmó Morgan, quien agregó que las detenciones de migrantes bajaron un 14 por ciento en octubre frente a septiembre, a poco más de 42,000 detenciones.

Mira también:

<b>María, una guatemalteca de 27 años,</b> fue regresada a México con sus tres hijos. Quiere ir a Estados Unidos para que sus niños tengan un mejor futuro y porque asegura que necesita protección porque era golpeada por su esposo. Ella asegura que tiene miedo de estar en México porque fue secuestrada y aunque escapó, amenazaron a su madre con que hallarían a la hija y la matarían. No ha logrado conseguir abogado que le apoye con su petición de asilo solo por estar en México. Si perdiera su caso no volvería a Guatemala, sino que se movería a Chiapas porque lo considera más seguro.
La abogada de inmigración en San Diego Maricela Amezola dice que 
<b>actualmente no tiene ningún caso de MPP,</b> aunque asegura que podría tomar algunos sin costo alguno si los argumentos para pedir el asilo fueran contundentes. Explica que tiene pocos abogados en su despacho y que por eso no puede enviarlos un día entero a Tijuana a ayudar a los migrantes bajo los Protocolos de Protección de Migrantes (MPP). Cree que las posibilidades de que un caso de asilo prospere sin abogado son muy remotas, sobre todo por la complejidad de los cambios en la legislación de parte del gobierno de Donald Trump.
Una vista del pasillo en forma de caracol en El Chaparral, el punto fronterizo por el que decenas de migrantes centroamericanos retornados a México 
<b>deben pasar cada vez que tienen su cita con un juez de inmigración en Estados Unidos.</b> Una vez ante los oficiales de Estados Unidos, son recibidos y traslados en buses a las salas de corte.
La carta en la que una organización le notifica a una inmigrante retornada a México que no podrán representarla ante el juez de inmigración: 
<b>"Nuestro equipo legal determinó que NO TIENE la capacidad para aceptar su caso en este momento",</b> se lee en el correo. La negativa se explica porque esta organización, Jewish Family Services, solo tiene un abogado y dos representantes autenticados por el Departamento de Justicia. Entre ellos tres evalúan cuáles y cuántos casos pueden asumir considerando, por ejeplo, que la vida de las personas corra peligro por ser víctimas de la violencia o por razones médicas. Esta es la única organización en la frontera de California que está tomando casos de migrantes devueltos a México bajo los MPP.
El pastor Gustavo Banda Aceves dirige el albergue Embajadores de Jesús en Tijuana, donde casi 90% de los migrantes que allí duermen fueron devueltos a México para los MPP. Explica que la desesperación de los centramericanos por ver una solución en sus casos es tal que hace que muchos de ellos desistan y se devuelvan a sus países. Por eso y las dificultades para conseguir abogados, asegura, 
<b>"la gente no quiere intentarlo más".</b>
Brenda Esmeralda Ruiz, una salvadoreña, ha estado a punto de desistir varias veces, pero el pastor Banda le ha dicho que no se rinda, que siga buscando un abogado que la represente y pelee su caso en Estados Unidos. Ella huyó de su país porque su esposo la golpeaba frecuentemente y la acosaba, hasta que un día se cansó. Salir de El Salvador fue la mejor solución que encontró para poner fin a ese círculo de violencia. Cuando tomó la decisión le pidió a un amigo que la acompañara y se fueron hasta Tapachula. De ahí se montó en la bestia hasta Mexicali y de allí siguió hasta Tijuana. Hasta ahora solo ha tenido una corte. En ella el juez le pidió considerar volver con un abogado.
Diana Vidal, otra salvadoreña de 32 años, también está en Tijuana. Huyó porque tanto las pandillas como la policía acosaron a sus hijos y los obligaban a cumplir órdenes. Cuando ella puso la denuncia en la Fiscalía, la policía comenzó a golpear a los adolescentes e incluso la amenazaron de muerte. Y una noche llegaron miembros de la pandilla Máquina, una de las menos numerosas y quienes controlaban la zona en la que ellos vivían, y les dieron 30 minutos para tomar unas pocas cosas y marcharse de la casa. Así hicieron. Ahora tienen algunos meses en Tijuana. Dice frustrada que ha hablado con cinco abogados y que ninguno ha aceptado su caso. 
<b>"El juez me dijo que tenía 87% de probabilidades de entrar (a Estados Unidos) con un abogado",</b> dice. "El problema es que ninguno quiere venir aquí porque dicen que están saturados".
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"Los inmigrantes vienen con la ilusión de que si no tienen dinero les asignarán un abogado, pero se decepcionan porque eso no ocurre", dice el pastor Alberto Rivera, que dirige el albergue Ágape, también en Tijuana. Cuenta que ve cómo los migrantes llegan con una hoja que les dan en Estados Unidos con una lista de posibles abogados probono y organizaciones sin fines de lucro: "Pero 
<b>ellos llaman y llaman y cuando les contestan les dicen que están saturados". </b>Hasta albergues como Ágape llegan personas que les dan asesoría legal, pero que en muchos casos no son abogados, explica: "Les dicen cómo llenar los documentos, pero 
<b>en algunos casos ha habido dificultades porque han llenado formularios de forma errónea".</b>
Un padre guatemalteco muestra los mensajes de texto con el que grupos criminales amenazaron a su familia e intentaron secuestrar a la hija adolescente desde su propio colegio. Ellos aseguran que su familia en Estados Unidos puede ayudarles a pagar un abogado que los represente, pero hasta ahora no han podido conseguir a ninguno que tome su caso.
Ahora esta familia espera en México el día de su corte. Entre sus miembros hay un bebé de apenas meses que la madre lleva entre brazos. Ella cuenta que mientras estuvieron en custodia de la Patrulla Fronteriza su hijo se enfermó por el frío; la llevaron a una clínica donde una doctora atendió al menor, pero cuando tocó pagar la cuenta, el funcionario que la trasladó se quejó por la cantidad alejando que ella no era estadounidense.
Daniela Díaz, una salvadoreña también esperando en Tijuana. Asegura que ha llamado a todos los números que le han dado en la lista de abogados y que hasta ahora ninguno si quiera le ha devuelto la llamada pese a que ha dejado mensajes de voz. "Esto me pasa cada vez que llamo", dice mientras escucha una de las grabadoras de una de las organizaciones con las que intentaba comunicarse.
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María, una guatemalteca de 27 años, fue regresada a México con sus tres hijos. Quiere ir a Estados Unidos para que sus niños tengan un mejor futuro y porque asegura que necesita protección porque era golpeada por su esposo. Ella asegura que tiene miedo de estar en México porque fue secuestrada y aunque escapó, amenazaron a su madre con que hallarían a la hija y la matarían. No ha logrado conseguir abogado que le apoye con su petición de asilo solo por estar en México. Si perdiera su caso no volvería a Guatemala, sino que se movería a Chiapas porque lo considera más seguro.
Imagen Almudena Toral/Univision
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