El instinto de la mexicana Guadalupe Lizbeth Ramírez le decía que su esposo Marcial Trejo estaba en el camión en el que murieron 53 migrantes la semana pasada en Texas. Por eso, tras conocer la noticia, buscó contacto en uno de los consulados.
Un pálpito le dijo que su esposo estaba muerto, y con una llamada lo confirmó: "Señora, tranquilícese, tenemos un nombre"
Cuando vio la noticia de los 53 migrantes muertos en un tráiler en San Antonio, Texas, la mexicana Guadalupe Lizbeth Ramírez tuvo una angustiante corazonada. "'Pero dígame una cosa, ¿encontraron algún documento con el nombre de mi esposo?'. Y me dice: 'sí'", cuenta que fue su desesperada llamada buscando información.
"Señora, tranquilícese, tenemos un nombre", le dijo por teléfono un funcionario del municipio de Jalpan, en el estado de Querétaro, cinco días después del accidente en la ciudad estadounidense de San Antonio.

“Me dicen: 'tiene que ir a Relaciones Exteriores a entregar papelería, para que le den informes'. Y por último yo le pregunto a la persona: 'pero dígame una cosa, ¿encontraron algún documento a nombre de él, de mi esposo?'. Y me dice: 'sí, encontramos su INE (identificación)'. Entonces yo lo di por hecho", cuenta Ramírez a la agencia Efe.
Sueño frustrado: darle a su hija un cumpleaños de 15 y una vida mejor
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Marcial Trejo es uno de los primeros mexicanos y el único de Querétaro con identidad confirmada de ese camión en el que viajaban más de 60 migrantes hacinados el lunes 27 de junio. En ese tráiler, la mayoría de los muertos, 27 de los 53, eran mexicanos.
Trejo tenía 38 años de edad, apenas a tres días de cumplir 39, y se dirigía a Estados Unidos buscando un mejor futuro.
Era originario de Pinal de Amoles, uno de los municipios más pobres y con mayor tasa de migración hacia Estados Unidos en Querétaro.
El pasado 19 de junio partió hacia Monterrey, la ciudad más grande del norte de México, con la intención de cruzar por el río Bravo, pues en noviembre su hija cumple 15 años, un festejo para el que quería ganar dinero.
Su viuda comenta que desde que él se graduó de la secundaria comenzó a buscar el famoso "sueño americano", pues desde entonces viajaba hacia Estados Unidos, donde pasaba largos períodos para luego regresar a su tierra natal.
“Partió de aquí el 19 de junio por la tarde, pues su objetivo... era tener una mejor calidad de vida, un hogar y salir adelante y, como nuestra hija está próxima a cumplir 15 años, en noviembre, ese era su gran sueño...”, expresa Ramírez.
Mensajes de WhatsApp
Desde que partió hacia el norte, Trejo se mantuvo en constante comunicación con su esposa, a través de mensajes de WhatsApp.
Pero el sábado 25 de junio fue su último contacto con él. El domingo ya no recibió noticias y el lunes fue su última conexión a las 5:45 am.
La siguiente información que le llegó a Guadalupe Ramírez fue por los noticieros, cuando comenzó a conocerse la trágica noticia del camión hallado en San Antonio.
"Fue lo primero que pensé, (que él estaba en ese camión), porque al momento que marcan el trayecto que tuvo el tráiler, y pues él estaba en ese lugar, tuve yo la corazonada de que él iba ahí. Yo empecé a buscar contactos del consulado, pero yo no me sentía capaz de hacerlo”, relata.
La odisea tras la muerte y el reconocimiento del cuerpo
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Instituto Nacional de Migración (INM) de México han prometido ayudar con la repatriación de los cuerpos y auxiliar a familiares de las víctimas.
Pero desde que recibió la noticia de que encontraron la identificación de su esposo, Ramírez dice que no ha recibido confirmación por parte de las autoridades mexicanas.
Comenta que el padre de su esposo, quien radica en Estados Unidos, fue quien viajó a la localidad del sur de Texas para identificar el cuerpo.
“De hecho, ahorita Relaciones Exteriores, Cancillería, no lo han confirmado, yo lo tengo confirmado porque fue su papá personalmente a San Antonio a reconocerlo”, afirma.





