Nada garantiza que los cinco millones de indocumentados que salgan de EEUU puedan regresar, como asegura Trump

Durante su campaña el presidente electo advirtió que activará una fuerza de deportaciones, expulsará a dos millones de 'extranjeros criminales' y también a otros cuatro millones de indocumentados que se quedaron más allá del tiempo permitido por sus visas.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Donald Trump plantea un nuevo enfoque en la política exterior de EEUU.
Donald Trump plantea un nuevo enfoque en la política exterior de EEUU.
Imagen Getty Images

El plan de legalización esbozado por el presidente electo Donald Trump durante su campaña, que concedería a los indocumentados sin antecedentes criminales la posibilidad de que salgan del país y se sumen a la cola para conseguir una visa en un consulado estadounidense, por ahora no tiene ninguna garantía de éxito para quienes transiten por esta vía.

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La idea fue lanzada el 31 de agosto en Phoenix, Arizona, donde el empresario advirtió que no ofrecerá ningún tipo de amnistía a los inmigrantes indocumentados y deportará:


  • a unos dos millones de extranjeros que tienen antecedentes criminales,
  • también a otros cuatro millones que violaron los términos de sus visas,
  • del resto, unos cinco millones deberán iniciar un difícil y complejo camino de legalización que exigirá a los indocumentados viajar a sus países de origen y demostrar que son admisibles en Estados Unidos.

Pero no garantizó que todos volverán. “Tienen que venir legalmente y adecuadamente revisados”, dijo el magnate cuando presentó su plan migratorio. “Regrese a su casa y solicite volver como todos los demás”.
El candidato aseguró que el proceso se hará de manera eficiente y que ningún inmigrante podrá obtener estatus legal o convertirse en ciudadano ingresando ilegalmente al territorio estadounidense.

Abogados consultados por Univision Noticias mencionaron que cuando un extranjero pide una visa para entrar a Estados Unidos, debe probar que ninguna de las razones de “inadmisibilidad” entorpezcan el trámite. Entre ellas, citan por ejemplo que el extranjero no haya sido arrestado alguna vez o convicto por alguna ofensa o crimen, aún cuando haya sido objeto de un perdón o amnistía; se le haya negado la entrada al país alguna vez o haya sido objeto de una audiencia de deportación. E incluso la permanencia no autorizada. Y eso inhabilita a millones de indocumentados.

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Programa viejo
La salida de los inmigrantes indocumentados propuesta por Trump no es nueva. A mediados de 2006 asomaron en el Congreso proyectos similares tras el fracaso del debate de la reforma migratoria. La Cámara de Representantes había aprobado un plan que incluía deportaciones masivas y el Senado respondió con un proyecto que incluía una vía de legalización.

Una década más tarde nuevamente los republicanos colocan el tema sobre el tapete. A simple vista parece un asunto sencillo pero la solución está llena de trabas que, en muchos casos, “haría imposible que el indocumentado regrese a Estados Unidos”, dice Ezequiel Hernández, abogado especialista en inmigración y colaborador de Univision Noticias.

Uno de los impedimentos, indicó, es la Ley del Castigo que sanciona con tres años fuera a indocumentados que han permanecido más de 180 días de manera ilegal en el país, y la sanción aumenta a 10 años si la permanencia sin papeles pasa de los 365 días. Se estima que más del 95% de los 11 millones de indocumentados ha estado más de un año en el país sin autorización, por lo que la mayoría quedaría afectada por estos 10 años.

La única manera de salir del país sin que le caiga encima la Ley del Castigo es gestionando un Perdón 601-A que anula provisionalmente la Ley de los 10 años. Pero solo pueden hacerlo indocumentados que fueron pedidos por un familiar inmediato ciudadano o residente legal, y tiene un cupo de visa disponible que en algunos casos demora ocho o 10 años, dependiendo de la categoría (esposo, padre, hijo o hermano).

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“Si no fue pedido y no tiene un cupo de visa, no puede tramitar el perdón. Trump deberá trabajar un complejo y detallado reglamento para entender en qué consiste esta propuesta. Y explicar quién se encargará de ponerlo en ejecución y cómo. Estamos hablando de millones de personas”, dice Hernández.


Al comentar la idea de que todos los indocumentados deberán salir del país y luego volver con una visa, Torres dijo que “es una idea vieja propuesta de sectores extremistas de su partido”. Y agregó que “en las anteriores discusiones sobre inmigración se trató de un plan republicano para bloquear la reforma migratoria”.

La improbable ayuda del Congreso
Para Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, "la única manera de que los indocumentados pueden obtener un estatus legal con acceso a la ciudadanía es si el Congreso cambia la ley y permite que los 'sin papeles' lo soliciten y sean aprobados aquí, dentro del país”. Pero el Congreso tiene ahora mayoría republicana en ambas cámaras.

“Decir que todos aquellos que están aquí ilegalmente y quieran vivir en Estados Unidos tienen que regresar a su país y solicitar una visa como todo el mundo, no es más que un cruel engaño”, precisó.

Nota: Una versión inicial de esta historia se publicó a principios de septiembre, tras el discurso que Donald Trump pronunció en Phoenix, Arizona, donde dio a conocer su política inmigratoria.

En fotos: Los testarudos de la frontera, 26 años desafiando al muro

Un ciudadano mexicano de Tijuana escala la barda para regresar a su país el 26 de octubre de 1994. El primer muro fronterizo fue construido en 1990 en San Diego, California, en un intento por frenar el cruce de inmigrantes por esa zona. La pared entre San Diego y Tijuana, en el estado mexicano de Baja California, fue construida a lo largo de 20 kilómetros para abarcar desde el océano Pacífico hasta las montañas al este de ambas ciudades. 
<a href="http://www.univision.com/noticias/inmigracion/el-espinoso-asunto-de-los-muros-fronterizos-entre-estados-unidos-y-mexico">Vea aquí: El espinoso asunto de los muros fronterizos entre Estados Unidos y México.</a>
En esta imagen, de febrero de 1995, migrantes saltan sobre la barda que separa a México de Estados Unidos en el centro de Nogales, Arizona. La barrera, que fue llamada por algunos “El Muro de la Tortilla”, provocó en poco tiempo un cambio en el flujo migratorio a través de la zona de San Diego. Las rutas utilizadas para cruzar la frontera se desviaron hacia las montañas al este y a los desiertos del sur de Arizona.
Un campamento de inmigrantes junto a la frontrera en Tijuana, que esperan el mejor momento para intentar cruzar a Estados Unidos, el 6 de marzo de 1995. A lo largo de 15 años, entre 1990 y 2005, Estados Unidos construyó unas 11 bardas metálicas, generalmente de tramos cortos, para dificultar el cruce de indocumentados en áreas urbanas en las comunidades fronterizas.
Two Mexican migrants lie next to a fire for warmth in the freezing Tijuana night, waiting for the right moment to jump over the border fence into California in this photo taken November 26, 2000. 1.5 million illegal immigrants are caught annually by U.S. border patrol agents in this region alone. Mexican President-elect Vicente Fox, who will be sworn in on December 1, has appointed a border tsar to focus on better treatment of migrants by the United States. DA/RCS - RTRBGX9
CAMPO, CA - JULY 19: Volunteers look over the US-Mexico border fence to see how illegal border crossers may jump the fence before going on the nightly patrol by citizen volunteers searching for people crossing into the US illegally from Mexico on July 19, 2005 near Campo, California in eastern San Diego County. The California Border Watch, members of the Arizona Minutemen, and other volunteers carry guns for self-defense and phone the US Border Patrol to report any illegal immigrants they find. They are shadowed by migrant activist protesters opposed to their actions who have been taunting them at regular intervals day and night. The new patrols come as the U.S. Congress considers immigration policy and how to treat the estimated 11 million illegal immigrants already in the United States. (Photo by David McNew/Getty Images)
Robert Crooks, vigilante voluntario de la barda fronteriza en Campo, California, en 2005. Grupos civiles como ‘The California Border Watch’ se dedican a encontrar y a advertir a la patrulla fronteriza de la presencia de inmigrantes indocumentados.
Un hombre cruza de regreso a México por una abertura de la valla en la playa de San Diego, luego que una tormenta causara daños a la estructura el 3 de enero de 2006. Las barreras han sido construidas con diferentes estilos y materiales: muros para peatones edificados con planchas metálicas, otros con malla reforzada y unos más con tubos de acero de cinco centímetros de diámetro colocados uno al lado del otro. Algunas zonas solo tienen vallas contra vehículos, unas barreras metálicas de corta altura que no impiden el paso de peatones pero sí imposibilitan el cruce de automóviles.
Agentes de la patrulla fronteriza inspeccionan un corte reciente a la cerca en El Paso, Texas, 2007. La construcción de estos límites físicos también desató la inconformidad de múltiples propietarios de terrenos que se vieron afectados por la edificación de las vallas en sus propiedades e interpusieron demandas en contra del gobierno federal, que pagó millones de dólares en indemnizaciones.
Una familia mexicana comparte el almuerzo a través de la cerca fronteriza en Tijuana en 2007. El encuentro de migrantes con sus documentos en regla y sus familiares del lado mexicano a través de esta valla se hizo común a través del tiempo. La cerca divisoria entre Estados Unidos y México en la zona de Tijuana-San Diego tenía ya casi 20 años para el momento en que se tomó esta fotografía.
El 30 de abril de este año, un evento llamado ‘Abriendo la puerta a la esperanza’ permitió que algunas familias estadounidenses con miembros en México se juntaran y abrazaran por tres minutos, pasando temporalmente una puerta custodiada por la guardia fronteriza. Fue la tercera vez que la barda que separa a San Diego de Tijuana se abre para reunir familias temporalmente. El evento es promovido por la organización de defensa de inmigrantes ‘Ángeles de la frontera’.
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Un ciudadano mexicano de Tijuana escala la barda para regresar a su país el 26 de octubre de 1994. El primer muro fronterizo fue construido en 1990 en San Diego, California, en un intento por frenar el cruce de inmigrantes por esa zona. La pared entre San Diego y Tijuana, en el estado mexicano de Baja California, fue construida a lo largo de 20 kilómetros para abarcar desde el océano Pacífico hasta las montañas al este de ambas ciudades. Vea aquí: El espinoso asunto de los muros fronterizos entre Estados Unidos y México.
Imagen Reuters
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