¿Puede Guatemala, el país que más migrantes envía a EEUU, ser refugio de hondureños y salvadoreños?

El gobierno de Jimmy Morales confirmó que negocia con Estados Unidos la posibilidad de convertirse en 'tercer país seguro' para otros migrantes centroamericanos, aunque reconoció no disponer de los recursos para albergarlos ni atenderlos. Un acuerdo de ese tipo, advierten los expertos, sería una "distorsión de la ley de asilo" y pondría en mayor peligro a quienes buscan refugio.

Lorena Arroyo
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Lorena Arroyo.
Autoridades del país centroamericano informaron que harán pruebas de ADN a los niños migrantes por acuerdo con Estados Unidos, para evitar que estén viajando robados, secuestrados o incluso alquilados. Guatemala confirmó también que evalúa la posibilidad de convertirse en el tercer país seguro.
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Guatemala ha sido en los últimos años el país centroamericano de donde más migrantes salen hacia Estados Unidos: solo en lo que va de este año fiscal (entre octubre de 2018 y mayo de 2019), 211,000 guatemaltecos han sido aprehendidos por la Patrulla Fronteriza, la mayoría de ellos familias con niños que buscan una alternativa a la pobreza y la falta de oportunidades de su país de origen.

Pero eso no ha impedido que el gobierno de Jimmy Morales esté negociando con Estados Unidos la posibilidad de convertirse en 'tercer país seguro', un estatus que en la práctica le convertiría en receptor de solicitantes de asilo de Honduras y El Salvador.

Aunque el rumor de un posible acuerdo llevaba circulando días, hizo falta un tuit del presidente Donald Trump para que el gobierno de Morales confirmara que estaba contemplando esa opción.


En la misma serie de tuits en la que amenazaba con llevar a cabo una redada masiva contra indocumentados en EEUU, Trump adelantó el lunes que su país se preparaba "para firmar un acuerdo de 'tercer país seguro'" con Guatemala.

Un día después, el ministro de Gobernación guatemalteco, Enrique Degenhart, dijo que, aunque su gobierno no ha aceptado recibir solicitantes de asilo de otros países, está en conversaciones con Estados Unidos para encontrar una "medida que sea favorable para ambos países".

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"Todavía no está definido ni los lugares (donde se ubicarán los solicitantes de asilo) ni los montos (de la cooperación de EE. UU); sin embargo, eso es parte de lo que vamos a resolver en el corto plazo", afirmó Degenhart en declaraciones a los medios, según informa el diario La Prensa.

Reconocida por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, la figura de 'tercer país seguro' supone que las personas que solicitan asilo en un país puedan recibir la misma protección que buscaban en su primer destino.

Este mismo mes, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador confirmó la intención del presidente Donald Trump de que México también acepte ese estatus, algo que hasta hace poco ese país había rechazado rotundamente.

Una migrante guatemalteca y su hijo se disponen a cruzar el Río Grande. En lo que va de año fiscal, 211,000 personas de ese país fueron detenidas por la Patrulla Fronteriza.
Una migrante guatemalteca y su hijo se disponen a cruzar el Río Grande. En lo que va de año fiscal, 211,000 personas de ese país fueron detenidas por la Patrulla Fronteriza.
Imagen JOSE LUIS GONZALEZ/REUTERS

No obstante, en el acuerdo al que llegaron hace dos semanas ambos gobiernos en las negociaciones surgidas de la amenaza de Trump de imponer aranceles a los productos mexicanos se contempla la posibilidad de evaluar esa opción para México si la nación no logra detener el flujo de migrantes centroamericanos a un nivel satisfactorio para Estados Unidos.


En sus declaraciones del martes, el ministro Degenhart reconoció que "Guatemala no tiene la totalidad de los recursos" para acoger a los solicitantes de asilo que debería recibir bajo ese acuerdo, pero calificó de positivo que Estados Unidos los vea como un país seguro. Además, aseguró que la negociación con Washington está avanzada y se podría concretar en "cortísimo plazo".

La posibilidad de que Guatemala pueda acabar como 'tercer país seguro' de Estados Unidos ha hecho ponerse las manos en la cabeza a expertos y organizaciones de defensa de los migrantes que creen que esa opción sería una "distorsión de la ley de asilo" y pondría en mayor peligro a quienes buscan refugio.

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"No encontrarán un país seguro"

"Guatemala es el mayor país expulsor de centroamericanos a EEUU porque no tiene las condiciones de bienestar para que las personas puedan vivir dentro del territorio", afirma el abogado guatemalteco Pedro Pablo Solares, que es experto en migración. " Defender que sea un país donde los centroamericanos que están escapando de sus propias realidades puedan pedir asilo es un error. Las personas aquí no encontrarán un país seguro, sino más bien un territorio totalmente inhóspito para ellos, que no tiene las capacidades para atender ninguna de las necesidades que puedan tener".

Según Solares, el país solo cuenta con dos albergues de recepción de migrantes controlados por el estado (en Ciudad de Guatemala y Quetzaltenango) que no tienen capacidad para más de cien personas en total y que en la actualidad están desbordados, por lo que cree que el gobierno de Morales podría estar negociando con Estados Unidos la habilitación de más lugares de acogida para los solicitantes de asilo, así como recursos para atenderlos.

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Si Estados Unidos y Guatemala llegaran a acuerdo, advierte el abogado, muy pocas personas tratarían de solicitar asilo en el país centroamericano, sino que intentarían llegar a Estados Unidos pero, en lugar de entregarse a la Patrulla Fronteriza, como hace la mayoría de quienes llegan a la frontera sur en la actualidad, lo harían tratando de pasar desapercibidos.

"Pondría a miles de personas en grave riesgo"

La posibilidad de que Guatemala se convierta en tercer país seguro para Estados Unidos fue fuertemente criticada por la ONG Refugees International. En un comunicado, su presidente, Eric Schwartz, advierte que eso sería "una distorsión sorprendente de la ley de asilo de EEUU que podría poner a miles de personas en grave riesgo".

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"Guatemala enfrenta una crisis de gobernabilidad y mucha de su gente está huyendo de las pandillas y la violencia sexual, entre otros peligros. Es inadmisible e inhumano para Estados Unidos obligar a Guatemala que se comprometa a ser un 'tercer país seguro' y por lo tanto que se convierta en un refugio para solicitantes de asilo centroamericanos que, a decir la verdad, no es nada de eso", dijo Schwartz en un comunicado.

Cientos de millones de dólares en ayuda podrían ser recortados a Guatemala, Honduras y El Salvador, esa fue la más reciente advertencia del presidente Donald Trump ya que, según él, los gobiernos de estos países no hacen nada para detener la inmigración masiva hacia EEUU. Quitar los auxilios sería acabar con programas sociales que benefician a la juventud y abandonar grandes obras de infraestructura, lo cual obliga a que miles de jóvenes salgan de sus naciones.
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Según Refugees International, el año pasado, Guatemala recibió 664 solicitudes de asilo y refugio, mientras que más de 100,000 guatemaltecos huyeron del país y otros 110,000 migrantes cruzaron su territorio en tránsito a otro lugar (la mayoría a Estados Unidos). "Bajo la figura de tercer país seguro, los países deben ser capaces de conducir resoluciones de asilo justas e individuales para los solicitantes", recuerda el presidente de la organización.

Para Schwartz, EEUU está tratando de "externalizar su política fronteriza a un país que no puede proteger a su propia gente deliberadamente (conociendo las consecuencias) poniendo en gran peligro a mujeres hombres y niños vulnerables".

El intento de convertir a México y Guatemala en 'tercer país seguro' se produce mientras el gobierno de Trump ha amenazado con desviar permanentemente cientos de millones de dólares de ayuda destinada a Centroamérica en represalia a estos países por no reducir el flujo de migrantes que buscan asilo en su frontera.

Este lunes, la Casa Blanca pidió al Congreso reprogramar 370 millones de dólares en ayuda a Honduras, El Salvador y Guatemala que ya habían sido aprobados para el año fiscal 2018 y suspender otros 180 millones de dólares más del año fiscal 2017 que no se habían gastado.


El analista Pedro Pablo Solares cree que esa amenazas de Trump "tienen un corte populista" ya que, asegura, muchos de los fondos que EEUU destina en cooperación a Centroamérica "se van a gastos de funcionamiento para el mantenimiento de las instalaciones y los sueldos" de sus funcionarios que trabajan sobre el terreno.

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"Yo he hecho largos recorridos por las comunidades que expulsan mayor migración y en todos esos territorios no nos encontramos con más de 2 ó 3 pequeños proyectos que han tenido colaboración conjunta por parte de Usaid (la agencia de cooperación estadounidense)", afirma.

Asimismo, Solares considera que el intento de Trump de convertir a Guatemala en 'tercer país seguro' hay que leerlo en clave de política interna estadounidense: "Los tiempos de estos acuerdos más que la preparación que pueda tener Guatemala para recibir a estos migrantes los está imponiendo la campaña electoral de EEUU con las propuestas del presidente Trump y en la cual la migración ha sido una punta de lanza en las ideas que lanza hacia su base electoral", opina.

<b>Ciudad Juárez, Chihuahua. Alrededor de 4,000 personas en la lista para solicitar asilo.</b> En este punto fronterizo lista de espera comenzó en octubre de 2018, cuando muchos ciudadanos cubanos comenzaron a dormir en la estrecha acera del internacional entre esta ciudad y El Paso, Texas. Los solicitantes de asilo fueron marcados con números escritos en tinta negra en sus brazos para determinar su posición en la fila. En la fotografía, migrantes cubanos escoltados por autoridades mexicanas cruzan el puente internacional Paso del Norte, entre Ciudad Juárez y El Paso.
Al principio las personas eran organizadas con pulseras de plástico, pero desechadas porque muchas personas las estaban vendiendo o falsificando. En esta foto del 29 de abril de 2019, migrantes mientras son registrados por funcionarios de inmigración mexicanos en el puente internacional Paso del Norte.
<b>Reynosa, Tamaulipas. 370 personas en la lista para solicitar asilo.</b> Los desafíos que enfrentan los migrantes en esta ciudad mexicana frente a McAllen, Texas, se ven agravados por la violencia desenfrenada. Los tiroteos entre cárteles y la policía ocurren a diario y el gobierno de EEUU advirtió a sus ciudadanos que no viajen allí. En la imágen, familias que esperan ser atendidos por las autoridades de EEUU esperan en el puente internacional entre Reynosa y McAllen.
En esta foto del 1 de mayo de 2019, la abogada de derechos humanos Jennifer Harbury, en el centro, mientra hablaba con solicitantes de asilo en un refugio en Reynosa. Ella dijo que al menos dos personas le contaron que fueron detenidas en el sótano de una oficina del gobierno mexicano por agentes de seguridad que exigieron sobornos para liberarlos.
<b>Piedras Negras, Coahuila. Alrededor de 360 personas en la lista para solicitar asilo.</b> Cuando los migrantes llegan a un refugio en esa ciudad, que colinda con Eagle Pass, Texas, se les da un número de teléfono al que deben enviar un mensaje de WhatsApp. El administrador de la lista es Héctor Menchaca, dueño de un restaurante local y enlace del gobierno mexicano con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EEUU. En la fotografía, un padre y sus dos hijos, esperando para solicitar asilo en Piedras Negras.
En la lista hay centroamericanos, mexicanos, brasileños y cameruneses. No se les dice qué tan lejos están de su oportunidad para para solicitar asilo, solo que esperarán dos o tres meses. Muchos no tienen paciencia, entre ellos los cuatro que se cree que se ahogaron en el río Grande hace dos semanas. En esta foto del 27 de marzo de 2019, Bernardino Blanco Romero, su esposa, Consuelo Salgado Cruz y cuatro niños, en un refugio en Piedras Negras. Esperan por solicitar asilo en EEUU y viajaron desde Guerrero, México.
<b>Nogales, Sonora. Alrededor de 1,000 personas en la lista para solicitar asilo.</b> Brenda Nieblas, cuya familia administra refugios para migrantes la ciudad colindante con Nogales, Arizona, mantiene la lista de los recién llegados. Nieblas contó que antes de la lista cientos de migrantes esperaban en el paso fronterizo para correr ante el llamado de las autoridades estadounidenses para atender a los solicitantes. En primer plano Carlos Quintero, de 10 años, mientras jugaba con otros niños en el refugio de inmigrantes Juan Bosco de Nogales
Al llegar a Nogales los migrantes son enviados a una estación de la Cruz Roja y luego son conectados con Nieblas, quien los coloca en la lista, los asigna a un refugio y les avisa cuando llega su momento. En esta imagen varias familias esperando por asilo en uno de los refugios.
<b>Tijuana, Baja california. Alrededor de 4,800 personas en la lista para solicitar asilo.</b> Esta ciudad, frente a San Ysidro, California, tiene experiencia con el sistema de numeración, establecido cuando en 2016 un grupo de haitianos tuvieron que esperar en por una oportunidad para refugiarse en EEUU.
<a href="https://www.gob.mx/inm/acciones-y-programas/grupos-beta-de-proteccion-a-migrantes"><u>Grupos Beta, una unidad de la agencia de inmigración de México</u></a>, da comida, transporte y ayuda a los migrantes. En la fotografía, una niña mexicana que espera solicitar asilo junto a su madre en Tijuana. Lleva escrito con marcador sus datos personales en la espalda porque su madre teme que podría perderla en el proceso con las autoridades de EEUU.
Los Grupos Beta también vigilan por la noche los desvencijados cuadernos donde se anotan las listas y los entregan a los voluntarios que durante el registrarán a los recién llegados. Esta imagen de migrantes intentando anotarse en la lista en Tijuana fue tomada en octubre de 2018.
<b>Mexicali, Baja California. Alrededor de 800 personas en la lista para solicitar asilo.</b> En esta ciudad de un millón de habitantes, frente a Calexico, California, la lista también es administrada por los Grupos Beta mexicanos. Vestidos con camisas de color naranja brillante van llamando a los migrantes que tienen los números a los que corresponde su turno en las oficinas estadounidenses. En la fotografía Araceli Avilés, propietaria del refugio Alfa y Omega, reparte sándwiches de atún a los migrantes en Mexicali.
<b>San Luis Río Colorado, Sonora. Alrededor de 900 personas en la lista para solicitar asilo.</b> En esta ciudad, frente a Yuma, Arizona, la lista es manejada por Darwin Mora, un solicitante de asilo de Venezuela (en la fotografía). Mora administra dos pizarras blancas con cientos de números, cada uno representando a una familia o adulto soltero. Cuando CBP le dice a las autoridades mexicanas cuánta gente quiere, le corresponde a Mora tenerlas listas.
Cada familia que cruza o cancela está marcada con una X. Mora contó que los funcionarios de EEUU pueden llamar cualquier día entre 8 a.m. y 10 p.m. Durante esas horas, nunca se aleja de las pizarras, que tienen escrito en la esquina inferior izquierda de cada casilla un número que representa la cantidad personas en la familia. Los recién llegados esperan al menos cinco meses, algunos viviendo en tiendas.
<b>Matamoros, Tamaulipas. Alrededor de 800 personas en la lista para solicitar asilo. </b>Al pie del puente que esta ciudad con Brownsville, Texas, se han pegado más de 20 hojas de papel en un tablero grande con los nombres escritos a máquina de los solicitantes. Los migrantes revisan el tablero diariamente para ver qué nombres han sido tachados con un marcador negro. En la fotografía William Linares, de 5 años, mientras comía de lo ofrecido por voluntarios en Matamoros. Viajó con su madre Suanny Gómez desde Honduras. Gómez dijo a la agencia AP que no tenía para pagar una tarifa por la solicitud de asilo, 
<a href="https://www.univision.com/noticias/politica/trump-quiere-cobrar-a-quienes-soliciten-asilo-y-dar-seis-meses-para-que-se-decidan-sus-casos">una de las propuestas del presidente Donald Trump. </a>
Algunos de los nombres tienen una línea junto a ellos con la palabra "río", lo que significa que es posible que cruzaran hacia EEUU atravesando sin autorización el Río Grande. Hay acusaciones de que algunos funcionarios del gobierno mexicano o los agentes de seguridad en Matamoros cobran para anotar a los migrantes o subirlos en la lista.
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Ciudad Juárez, Chihuahua. Alrededor de 4,000 personas en la lista para solicitar asilo. En este punto fronterizo lista de espera comenzó en octubre de 2018, cuando muchos ciudadanos cubanos comenzaron a dormir en la estrecha acera del internacional entre esta ciudad y El Paso, Texas. Los solicitantes de asilo fueron marcados con números escritos en tinta negra en sus brazos para determinar su posición en la fila. En la fotografía, migrantes cubanos escoltados por autoridades mexicanas cruzan el puente internacional Paso del Norte, entre Ciudad Juárez y El Paso.
Imagen Christian Torres/AP
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