El sábado, el venezolano John Chacín le dio un abrazo largo a su esposa en Caracas después de cuatro meses de haber estado aislado de su familia, tras su traslado y reclusión en el Centro de Confinamiento para Terroristas (Cecot) en El Salvador. Su hermano Eudomar Chacín sigue en Estados Unidos. Recién el martes por la noche se vieron por primera vez en una videollamada. Lloraron juntos y John le contó del "infierno que vivió en persona".
"'Vamos para la isla', les decían y ahí les pegaban": las torturas que vivieron los venezolanos aislados del mundo en el Cecot
En cuatro meses de encierro en el Cecot, John Chacín contó a su familia de golpes que les daban en cuartos fuera de las celdas, de insultos y del abuso sexual del que fue víctima al menos uno de los venezolanos encerrrados con él. Acumuló tanto trauma, que asegura que nunca más quiere volver a pisar Estados Unidos. Por ahora, su hermano Eudomar Chacín nos cuenta lo que John vivió.

"Todos los días le pegaban. Le daban en la cabeza, le daban en la espalda, en los glúteos. Le daban mucho en los glúteos con una especie de rolo de madera", cuenta Eudomar Chacín al teléfono. John le contó que apenas llegando al módulo del Cecot los guardias le dieron un golpe contra el suelo que le creó un hematoma en la frente. "Al mismo tiempo que les pegaban les decían cosas, los ofendían, les decían que no iban a salir de allí nunca".
Las golpizas eran recurrentes. En ocasiones, a otros venezolanos los llevaron a un espacio del Cecot que los guardias llamaban "la isla" o aislamiento, eran cuartos pequeños y oscuros fuera de las celdas comunes en las que los venezolanos eran golpeados por varios minutos entre varios custodios. "Les decían: 'Vamos para la isla' y ahí les pegaban". La existencia de este espacio ha sido denunciada por más venezolanos liberados del Cecot.
El viernes, John Chacín, de 35 años, llegó a Venezuela en un vuelo directo desde El Salvador. El ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Diosdado Cabello, repitió en la transmisión en vivo del canal estatal que el gobierno de Nicolás Maduro había pagado "un alto precio" por traerlos de vuelta a su país. Sin saberlo, estos 252 venezolanos fueron una pieza en negociaciones entre Estados Unidos, Venezuela y El Salvador para un intercambio de prisioneros: 10 estadounidenses o residentes permanentes encarcelados en Venezuela también fueron liberados y llegaron a Texas. Uno de ellos cumplía el primero de 30 años de prisión por un triple homicidio que había cometido en España en 2016.
Un vocero del Departamento de Estado respondió en un correo a Univision Noticias que "Estados Unidos tuvo la oportunidad de asegurar la liberación de todos los estadounidenses detenidos en Venezuela" y que "muchos habían reportado haber sufrido torturas y duras condiciones" en ese país.
"Los virales"
Como a otros 251 venezolanos, el gobierno de Donald Trump consideró a John Chacín miembro de la pandilla venezolana Tren de Aragua por varios tatuajes: una flor y un reloj, entre ellos. El 15 de marzo, el mandatario invocó la Ley de Enemigos Extranjeros y aseguró que la banda criminal "perpetraba" una "invasión". Sobre esa base, John y el resto de venezolanos —la mayoría sin antecedentes criminales en ningún país— fueron montados en aviones con destino a El Salvador.
El 23 de marzo, ocho días después del traslado de John al Cecot, su hermano Eudomar comenzó a publicar videos en redes sociales dirigidos al presidente de El Salvador, Nayib Bukele: "Mi hermano, John Chacín, es inocente, y nunca hizo vida en los Estados Unidos (...) Es inocente y no pertenece a ninguna banda criminal. Señor Bukele, usted está entrando en un mundo de oscuridad por tener secuestrada, en cautiverio, a sangre inocente". Él y su hermana publicaron más mensajes.

Después de dos meses de golpes, los videos se viralizaron y llevaron a John a una celda diferente del Cecot: los pocos que estaban en ella eran llamados por sus carceleros 'los virales'. "'Estos son los virales. Déjenlos ahí', decían. No les pegaron más", narra Eudomar Chacín. "Sí los ofendían, les hacían maltrato verbal, pero físicamente ya no les pegaron más".
Entre 'los virales', a John lo conocían como 'el tatuador'. A eso se había dedicado antes de ser acusado sin pruebas por el gobierno de Donald Trump de ser miembro del Tren de Aragua.
"Está sin ropa, está sin nada"
John Chacín llegó a Venezuela "muy, pero muy afectado psicológicamente". Su familia buscará apoyarlo con terapia. Contó a su familia de al menos un venezolano que sufrió abuso sexual de parte de los guardias de la prisión.
John Chacín tampoco tiene teléfono, ni ropa: "Está sin nada", cuenta Eudomar al teléfono.
Lo primero es consecuencia del maltrato por meses de parte de los guardias del Cecot. Lo segundo, lo perdió cuando el gobierno de Estados Unidos lo mantuvo en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Texas para luego montarlo en un avión de camino a El Salvador en lugar de Venezuela.

"Él entró a Estados Unidos por una cita con CBP One el 8 de octubre de 2024 y en noviembre aceptó su deportación", contó a Univision Noticias el abogado de inmigración en su caso, Mich González, de la organización Santuario del Sur. "Lo dejaron ahí (detenido en Texas) hasta marzo solamente para desaparecerlo al Cecot. No tiene sentido. Él estaba cumpliendo con la deportación. Él no estaba peleando contra eso".
Pese a todo lo que habían vivido los venezolanos tras cuatro meses en Cecot, el regreso no fue fácil. John contó a su hermano que ya montados en el avión, a punto de despegar, dos camionetas del gobierno de El Salvador se atravesaron frente a la aeronave para frenarla. Después de 40 minutos detenidos, sofocados del calor, despegaron: "Pensó que lo iban a meter de nuevo en el Cecot", dijo su hermano.
Apenas el martes, John llegó a Maracaibo, a la ciudad de la que escapó tras ser perseguido por su postura política. Piensa instalarse en Caracas, donde está su esposa. Mientras lloraba le dijo a su hermana que nunca más saldría de Venezuela.
Han pasado pocos días de su llegada al país. La familia aún analiza los pasos legales que dará. Evalúan la opción de una demanda por la tortura y los daños que John sufrió desde su detención en octubre, su envío a la cárcel de pandilleros y su regreso a Venezuela, pese a lo improbable que eso parecía por las promesas de sus carceleros de que "nunca saldrían del Cecot".
Este jueves, se conoció a través de un reporte de The New York Times que uno de los venezolanos enviados al Cecot introdujo la primera demanda contra el gobierno de Estados Unidos por su detención y envío a El Salvador.
Si quieres contactar a la autora de esta historia, puedes escribirle a pclarembaux@televisaunivision.com