"La pesadilla de los meteorólogos": por qué la dramática intensificación de huracanes como Laura preocupa a los científicos

Expertos en meteorología y cambio climático dicen que el aumento de la temperatura de los mares está causando la repentina intensificación de la fuerza de los huracanes. ¿Acaso Laura, Michael y Harvey son un signo de los tiempos que corren? (Read in English)

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Por:
David C Adams.
Josué Uriel González cuenta que estuvo a punto de fallecer por envenenamiento con monóxido de carbono, pero aunque logró sobrevivir, su primo no corrió con la misma suerte. Los dos vivían juntos en Lake Charles, Louisiana, y decidieron no evacuar tras el paso del huracán Laura. "A las 4:00 am se fue la luz y él prendió el generador", precisó González, originario de Honduras. Una familia de cinco miembros también murió por la misma causa. Más información aquí.
Video Su primo murió asfixiado y él se salvó por poco: suben los muertos por monóxido de carbono tras el paso de Laura

Mientras los meteorólogos observaban una tormenta tropical que comenzaba a desarrollarse en el Caribe a principios de esta semana, tenían bastante certeza de que podría convertirse en algo peor.

Sin embargo, sencillamente no podían pronosticar cuán intensa podría llegar a ser.

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Laura, que mantuvo a los meteorólogos haciendo diversos pronósticos durante varios días, se fortaleció repentinamente justo antes de tocar tierra, alcanzando la Categoría 4 con vientos sostenidos de 150 mph (241 kph) cuando chocó contra las costas de Luisiana y Texas con vientos devastadores, inundaciones generalizadas y una destructiva marejada ciclónica.

La dramática transformación de Laura fue el más reciente incidente en una preocupante tendencia de lo que los meteorólogos llaman "rápida intensificación" de grandes tormentas, un fenómeno que se vincula al cambio climático mundial y al aumento de la temperatura de los mares.

"Estamos sin trabajo y mi carro quedó todo aplastado", dijo Darío López, habitante de Lake Charles, una de las zonas que sufrió serios daños en sus edificaciones tras el paso de Laura. En Louisiana, una adolescente perdió la vida al caer un árbol encima de su vivienda. "Vamos a buscar alojamiento en moteles y hoteles para reubicar a las personas", dijo John Bel Edwards, gobernador del estado.
Video Destrucción, muerte y miles sin servicio eléctrico: los estragos del huracán Laura en el suroeste de Louisiana

Lo que alguna vez fue algo inusual, ahora se está volviendo más común. Apenas en los últimos dos años, los científicos han presenciado varios de estos incidentes en una rápida sucesión, incluyendo el huracán Harvey en 2017 y el Michael en 2018.

"Las tormentas que se intensifican rápidamente como los huracanes Laura, Michael y Harvey son peligrosas porque pueden tomar desprevenidos a los meteorólogos y al público", advirtió Jeff Masters, meteorólogo y colaborador de Yale Climate Connections, un servicio de noticias en línea que ofrece la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad de Yale.

La intensidad del huracán Laura aumentó en 65 mph (105 kph) en apenas 24 horas el 26 de agosto. Eso la pone a la par del huracán Karl de 2010 en cuanto a la tasa de intensificación más rápida registrada en el Golfo de México, según Masters.

Los registros históricos muestran que desde 1950, ocho tormentas se han intensificado en al menos 40 mph (64 kph) en las 24 horas antes de tocar tierra. Tres de esas tormentas, abajo en letras negritas, se produjeron en los últimos cuatro años: Laura, Michael y Harvey.

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"Es la pesadilla de los meteorólogos. Cuando te vas a dormir, dejas una tormenta tropical y cuando te despiertas, te encuentras una Categoría 4", dijo Kerry Emanuel, científico de huracanes del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).

Notas Relacionadas


Laura no fue el peor escenario, pues azotó una región relativamente despoblada de la costa y hubo tiempo suficiente para evacuar a los residentes en autobuses antes de que llegaran los vientos. "Tuvimos suerte", dice Emanuel.

Para ser justos con los pronosticadores, no es razonable esperar una precisión absoluta, dijo Emanuel, quien está trabajando en un proyecto para incorporar más modelos de probabilidades de la fuerza de los vientos con el fin de ayudar a los propietarios de viviendas a tomar decisiones en cuanto a la evacuación.

"No importa cuánto perfecciones tus modelos, no podrás predecir más allá de cierto horizonte temporal. Incluso aunque midieras cada molécula en la atmósfera, no lo lograrías", dijo.

Laura azotó la costa del Golfo de México con viento y lluvia, desató un temible muro de agua de mar y mató al menos a seis personas. Esta foto muestra cómo los edificios y las casas se inundaron después tras el paso del huracán en Cameron, Louisiana, la zona cero de la destrucción.
El fenómeno destrozó techos y dejó barrios enteros en ruinas. Edificios y viviendas resultaron dañados tras el huracán, cerca de Lake Charles.
La mayoría de las casas que permanecieron intactas todavía tenían tejas faltantes, ventanas rotas y patios llenos de escombros.
Esta foto muestra un vecindario en Lake Charles que quedó sumergido bajos el agua.
El huracán mantuvo su fuerza durante horas después de tocar tierra y abrió un camino destructivo cientos de millas tierra adentro.
Una casa dañada después del huracán Laura el jueves 27 de agosto de 2020, cerca de Lake Charles.
Muchas casas en Lake Charles quedaron sin techos o tejados.
De acuerdo con las autoridades, los habitantes evacuaron a tiempo antes de la llegada del huracán.
La evaluación completa de los daños causados por la tormenta de categoría 4 posiblemente tome días.
El hangar de un avión es destruido el jueves 27 de agosto de 2020, después de que el huracán Laura atravesó el área cerca de Lake Charles, Louisiana.
Este edificio de apartamentos resultó con daños severos. La mitad de la vivienda qued´ó al descubierto.
Una persona examina los daños en su vivienda después de que el huracán Laura pasara por el área cerca de Lake Charles, Louisiana.
Una planta de químicos comenzó a incendiarse después del paso de Laura por Lake Charles. Esta imagen muestra el humo que salía de la fábrica, dedicada a elaborar productos de limpieza a base de coro.
Los reportes iniciales ofrecían esperanza de que Laura, a pesar de haber dejado vecindarios completos en ruinas y a más de 875,000 personas sin electricidad, no fue la amenaza aniquiladora que los meteorólogos temían.
Una instalación de almacenamiento de botes quedó totalmente destruida en el área cerca de Lake Charles.
Los vientos máximos sostenidos de 241 km/h (150 mph) colocan a Laura como uno de los sistemas de mayor fuerza de los que se tenga registro en Estados Unidos.
No fue sino hasta después de 11 horas de que tocó tierra, que finalmente se debilitó a tormenta tropical en su camino hacia el norte, donde dejó daños en Arkansas.
El hangar de tres avionetas quedó destruido en Lake Charles, Louisiana.
La tormenta entró por las zonas bajas de Louisiana y castigó Lake Charles, una ciudad industrial y de casinos de 80,000 habitantes.
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Laura azotó la costa del Golfo de México con viento y lluvia, desató un temible muro de agua de mar y mató al menos a seis personas. Esta foto muestra cómo los edificios y las casas se inundaron después tras el paso del huracán en Cameron, Louisiana, la zona cero de la destrucción.
Imagen David J. Phillip/AP

Como una bomba

Bob Bunting, científico atmosférico, dice que el término 'intensificación rápida'"realmente no capta lo que está sucediendo". Prefiere llamarlo "desarrollo explosivo", describiéndolo como "como la explosión de una bomba".

La transformación se puede observar en imágenes de satélite que muestran cómo las tormentas desarrollan la espiral compacta tan característica de los huracanes. "También tienen ojos muy pequeños, a menudo de apenas 10 a 20 millas (16 a 32 km) de ancho", añadió.

El astronauta estadounidense Chriss Cassidy tomó varias fotografías del huracán Laura desde la Estación Espacial Internacional, las últimas publicadas la tarde del miércoles, cuando el fenómeno alcanzó vientos máximos de 140 millas por hora. 
<a href="https://www.univision.com/noticias/medio-ambiente/laura-se-transforma-en-un-poderoso-huracan-categoria-4"><u>Siga aquí nuestra cobertura minuto a minuto del huracán Laura</u></a>
Un huracán de categoría 4 puede provocar daños tan catastróficos que los cortes de electricidad podrían durar semanas y posiblemente meses.
Las zonas afectadas por un fenómeno meteorológico de esta magnitud podrían quedar inhabitables por semanas o meses, de acuerdo con los expertos.
Esta imagen fue publicada el miércoles por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) a las 2:40 pm, hora del este. Las autoridades creen que la marejada ciclónica impulsada por Laura podría penetrar hasta 30 millas (48 km) tierra adentro en un tramo de costa de más de 450 millas de largo (724 km).
El ojo del huracán Laura visto desde un satélite de NASA. Más de un millón de personas ha recibido órdenes de evacuación en la zona donde los expertos temen que el fenómeno cause estragos, justo en los límites que unen a Texas y Louisiana.
“Manténgase a salvo”, escribió Cassidy junto a estas fotografías. Las autoridades organizaron una evacuación masiva con protocolos especiales debido a la pandemia de 
<a href="https://www.univision.com/temas/coronavirus">coronavirus</a>.
El huracán Laura en su camino hacia la costa del Golfo de México la tarde del miércoles.
Esta fotografía tomada por la ventanilla de la Estación Espacial Internacional fue publicada por Cassidy el 25 de agosto. El huracán Laura escaló de categoría 1 a 4 en tan solo 15 horas.
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El astronauta estadounidense Chriss Cassidy tomó varias fotografías del huracán Laura desde la Estación Espacial Internacional, las últimas publicadas la tarde del miércoles, cuando el fenómeno alcanzó vientos máximos de 140 millas por hora. Siga aquí nuestra cobertura minuto a minuto del huracán Laura
Imagen @Astro_SEAL/Twitter

Lo compara con un patinador olímpico que hace un giro y contrae sus brazos para girar más rápidamente. "La misma cantidad de energía se concentra en un área cada vez más pequeña. Con un huracán sucede lo mismo. Conforme gira más rápidamente, su ojo se contrae", dijo.

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El principal factor contribuyente es el agua más cálida que, según los científicos, es de donde las tormentas obtienen su energía. "Esa agua es como combustible de cohetes para los huracanes", dijo Bunting.

Debido al cambio climático provocado por los gases de efecto invernadero atrapados en la atmósfera superior, los científicos dicen que los océanos absorben cada vez más energía solar. Alrededor del 93% de ese exceso de energía se almacena en los océanos, dijo Bob Corell, oceanógrafo y exsubdirector de Geociencias de la Fundación Nacional para la Ciencia.

"La mayor parte se concentra en la superficie y unos cientos de metros por debajo", dijo. "De forma sistemática, estas mayores masas de agua se están calentando cada vez más. Podemos medir eso", añadió.

Cuando una tormenta pasa sobre aguas más cálidas en el verano, la evaporación provoca humedad en el aire, lo que permite que la energía térmica se transfiera del mar al aire y sea absorbida por los vientos de la tormenta.

Bunting lo compara con el agua hirviendo en una estufa y cómo el calor que se genera se transforma en vapor de agua. "Cuando un huracán pasa así sobre el agua, el océano libera hacia la atmósfera la energía almacenada. Es física básica, la transferencia de calor de una forma de energía a otra. Pasa de energía potencial a energía cinética", dijo.

Las temperaturas actuales en el Golfo de México son entre uno y dos grados superiores al promedio para esta época del año, o alrededor de 30 a 31 grados centígrados, según la NHC. "Eso es mucho. Eso es verdaderamente cálido", dijo Mark DeMaria, Jefe de Tecnología y Ciencia del Centro Nacional de Huracanes (CNH).

Pero las condiciones ambientales que afectaron a Laura esta semana crearon más incertidumbre de la habitual, pues inicialmente se pronosticó que pasaría sobre La Española y sobre toda Cuba, lo cual se esperaba que la debilitara. Sin embargo, terminó encaminándose más al sur sobre mar abierto, lo que le permitió mantener su fuerza.

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"Sabíamos que existían las condiciones adecuadas para su desarrollo, el Golfo estaba más cálido que el promedio habitual y la atmósfera superior era bastante propicia", le dijo a Univision. Pero la tormenta tardó en organizarse conforme dejaba atrás Cuba en su camino hacia el Golfo. "No se intensificó inmediatamente", dijo.

Es por eso que los meteorólogos fueron cautelosos, intentando averiguar si se desarrollaría mientras se dirigía hacia el norte. El CNH se decidió por el pronóstico de que se convertiría en una tormenta de Categoría 3 con vientos de más de 110 mph (177 kph), pero se vio obligado revisar rápidamente su pronóstico conforme la tormenta se acercaba a la costa y finalmente tocó tierra como el huracán más intenso en la historia de Louisiana y el quinto más intenso que se haya registrado en el territorio continental de Estados Unidos.

La buena noticia, dice DeMaria, es que, gracias a algunas herramientas nuevas y sofisticadas en su arsenal, está mejorando la capacidad del Centro Nacional de Huracanes para detectar las condiciones para una rápida intensificación. Apenas en los últimos cinco años la precisión ha mejorado gracias a una combinación de tecnologías, incluyendo una supercomputadora capaz de procesar datos matemáticos y nuevas imágenes de satélite GOES-R infrarrojas que pueden medir la temperatura de la superficie del mar.

Los instrumentos robóticos lanzados al océano, conocidos como 'flotadores oceánicos Argo', pueden flotar a la deriva con las corrientes oceánicas y sumergirse bajo el agua a unos cientos de metros para tomar medidas.

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Esto es importante porque, especialmente en el Golfo de México, la profundidad del agua cálida puede variar enormemente.

El Programa Argo es parte de los sistemas de observación oceánica de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Aproximadamente cada 10 días, un flotador Argo se sumerge a aproximadamente 1.2 millas de profundidad, se desplaza con las corrientes oceánicas y luego sale a la superficie para transmitir datos en tiempo real a través de satélite.
El Programa Argo es parte de los sistemas de observación oceánica de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Aproximadamente cada 10 días, un flotador Argo se sumerge a aproximadamente 1.2 millas de profundidad, se desplaza con las corrientes oceánicas y luego sale a la superficie para transmitir datos en tiempo real a través de satélite.
Imagen NOAA

Se están desplegando 'planeadores oceánicos' experimentales semisumergibles no tripulados para explorar las aguas en la trayectoria de las tormentas con el propósito de obtener mejores registros de datos sobre las condiciones.

"Han confluido muchas cosas", dijo. Pero aún queda mucho por saber sobre el núcleo interno de los huracanes y cómo se desarrollan. "Todavía no somos muy buenos en eso", confesó DeMaria.

California sigue luchando contra una de las temporadas de 
<a href="https://www.univision.com/temas/incendios">incendios</a> más devastadoras que ha tenido en los últimos años.
Dos de los incendios que arden en varios condados del norte de 
<a href="https://www.univision.com/temas/california">California</a> ya se han ubicado entre los cinco más grandes de la historia del estado.
Los confines de los condados se han borrado por las llamas que se expanden rápidamente debido a la ola de calor, los fuertes vientos, y las tormentas eléctricas.
Más de 700,000 acres han sido calcinados por las llamas.
Seis personas han fallecido y más de 100,000 individuos evacuados por las voraces llamas que siguen propagándose en vastas zonas.
El incendio LNU Lightning Complex se ha convertido en el segundo más grande en la historia del estado, y en la mañana del sábado se había extendido por 314,207 acres en los condados de Napa, Lake, Solano y Sonoma.
El incendio SCU Lightning Complex ha consumido 291,968 acres y se ubica en la tercera posición de los incendios más grandes en la historia de California.
Más de 20 incendios que iniciaron de modo separado conforman el SCU Lightning Complex que se ha convertido en el tercero más grande de la historia del estado.
El SCU Lightning Complex ha afectado a los condados de Santa Clara, Alameda, Contra Costa, San Joaquin, y Stanislaus.
El tercer incendio más grande actualmente es el CZU Lightning en los condados de Santa Cruz y San Mateo ha quemado 63,000 acres y está contenido en un 5 por ciento. Ha quemado 97 estructuras y amenaza a casi 24.000 más.
Los incendios han afectado la calidad del aire de gran parte del estado y la columna de humo que ha generado puede verse incluso a través de imágenes satelitales.
El incendio River en el condado de Monterey ha consumido 42,583 acres, frente a los 10,000 acres del miércoles, y está contenido en un 12 por ciento.
En el sur de California el incendio Lake sigue ardiendo al norte del condado de Los Ángeles. Este ha calcinado 30,763 acres y ha sido contenido en un 53%.
La temporada de incendios de este año se ha intensificado debido a una fuerte ola de calor acompañada de más de 20,000 rayos generados por tormentas eléctricas que han dado inicio a incendios de gran magnitud.
El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo este viernes que más de 500 incendios de diversos tamaños se han reportado en el estado.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia por posibilidad de incendios generados por tormentas eléctricas en California.
El paso de la depresión post tropical Genevieve que “se mueve gradualmente hacia el norte” aumenta la probabilidad de rayos y relámpagos en todo el estado.
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California sigue luchando contra una de las temporadas de incendios más devastadoras que ha tenido en los últimos años.
Imagen Getty Images/AP
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