¿Qué significa este gancho de ropa que se difunde en redes y ocupó una página entera del diario The New York Times?

Este símbolo ubicado en un fondo verde brillante está compartiéndose en redes sociales y llegó a varios países en donde se vende el diario en papel. Te explicamos de qué se trata.

Por:
Univision
"Adiós", dice la campaña de Amnistía Internacional.
"Adiós", dice la campaña de Amnistía Internacional.
Imagen Social Media

Una página entera del periódico The New York Times salió completamente cubierta de color verde brillante en donde se ve la palabra 'Adiós' en español y acompañado de la ilustración de un gancho de ropa. Del diario en papel, el cartel pronto saltó masivamente a las redes sociales.

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El anuncio, publicado en un periódico que según estimaciones llega a 134 países, fue acompañado con la siguiente proclama este martes: "Las complicaciones derivadas de abortos inseguros son una de las principales causas de muertes maternas en Argentina. El 8 de agosto, los senadores en Argentina podrían elegir cambiar esto si votan a través de un proyecto de ley para despenalizar el aborto. El mundo está mirando".


El anuncio es una campaña de la organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional para apoyar el proyecto de ley que propone la despenalización del aborto en Argentina.

El proyecto ha movilizado a buena parte de la sociedad y se ha vuelto una discusión clave que realmente está siendo mirada en toda la región y, afirma Amnistía Internacional, el mundo. La propuesta ya fue aprobada en la Cámara Baja pero ha llegado al Senado en donde se enfrenta a una gran resistencia por parte de los legisladores más conservadores.

¿Por qué el verde? ¿Por qué el gancho de ropa?

El diseño de este anuncio es un provocativo mensaje en favor de despenalizar el aborto en Argentina.

Por un lado, la campaña en favor de la legalización de la interrupción del embarazo es de color verde. Se puede ver en las masivas manifestaciones miles de mujeres con el distintivo pañuelo verde o con prensad, maquillajes o banderas de ese color.

Por otro lado el gancho de ropa es un símbolo asociado desde siempre a la realización de abortos clandestinos y potencialmente mortales.

"Este gancho de ropa (...) resaltará las consecuencias mortales de la ley actual, y les recordará a los senadores que tienen el poder de salvar muchas vidas votando para despenalizar el aborto", indica la organización.

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Queremos enviar un mensaje a los senadores de Argentina que el mundo está observando para ver si harán lo correcto por las mujeres y terminar con el grave sufrimiento causado por la criminalización del aborto.

"Publicamos un anuncio de página completa en @nytimes (...) El mundo está mirando. @SenadoArgentina #AbortoLegalYa #QueSeaLey", dice Amnistía Internacional desde sus redes sociales.

La eterna discusión

Los que están a favor de esta ley argumentan entre otras cosas que las mujeres que no quieren seguir con un embarazo abortarán igual, no importa si es legal o no.

La legalidad daría un marco de salud pública que garantizaría que la vida de la mujer no corra riesgo, algo que sucede si se practica un aborto clandestino.

Las mujeres pobres son las que están más expuestas a abortos potencialmente mortales debido a que no tienen el dinero para pagar una intervención con un profesional.

Señalan que una despenalización no es un "aliento" a que haya más abortos sino que apunta a que los que ya suceden tengan garantías sanitarias.


Los que están en contra de la ley dicen que están a favor "de las dos vidas", salvar al embrión y a la madre. ¿Cómo? Prohibiendo el aborto.

Consideran que las mujeres no deberían interrumpir el embarazo teniendo la opción de dar en adopción al niño al final de la gestación.

El tema es que los que se oponen aún no explican cómo la prohibición del aborto hará que las mujeres que quieren interrumpir el embarazo no lo hagan, tal y como está sucediendo ahora.

Hoy en día en Argentina, el acceso al aborto solo es legal cuando la vida o la salud de la persona embarazada está en peligro o cuando el embarazo es el resultado de una violación. "Pero en la práctica a muchas gestantes se les niega el procedimiento de salud y se las obliga a buscar alternativas peligrosas", dice Amnistía Internacional.

Univision Noticias visitó El Salvador y República Dominicana, dos de los seis países de la región en los cuales se les prohíbe a las mujeres tener abortos, aún cuando sus vidas estén en peligro. Tratamos de entender cómo las leyes no logran restringir estos procedimientos, solo incitan su clandestinidad.
Video Las más pobres son las víctimas de la prohibición absoluta del aborto en países de América Latina


" Los senadores en Argentina tienen la oportunidad de detener una legislación que ha castigado a las mujeres por sus decisiones reproductivas y las ha condenado al sufrimiento. Este podría ser el comienzo de una sociedad más humana y compasiva que reconozca los derechos humanos de las mujeres embarazadas", dice la organización.

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Amnistía Internacional detalla que "en los últimos 60 años, más de 30 países han cambiado sus leyes para permitir un mayor acceso al aborto". Y el debate en Argentina también "es un rayo de esperanza para el resto de América Latina".

" Esto representaría un hito histórico para que Argentina demuestre que habla en serio sobre la igualdad de género, y que sirva de ejemplo para el resto de las Américas sobre cómo es una sociedad progresista y humana", dijo Erika Guevara-Rosas, directora de la oficina de Amnistía Internacional en ese país.

Los grandes protagonistas de la campaña por la legalización del aborto fueron los jóvenes que tomaron como propio el reclamo por la despenalización del aborto que el movimiento de mujeres hace décadas lleva adelante en Argentina. "Es un momento muy histórico y muy grande para nuestro país porque hace muchas décadas se viene pidiendo que se despenalice el aborto. Y entendemos que muchos de los avances son gracias a las pibas y los pibes que estamos saliendo a la calle. Mucha juventud, que entienden muchas cosas, que pueden destruir paradigmas mucho más rápido", dice orgullosa Lucila, de 19 años.
"Siento un gran orgullo por toda esta cantidad de mujeres jóvenes, por la fuerza y la posición que tienen", dice Eva de 60 años, una sindicalista con perspectiva de género. "Llevo cuatro décadas y media esperando ver este día. Soy de una generación que creció creyendo en la cigüeña, 
<b>no se nos hablaba de sexo ni de la anticoncepción pero si quedabas embarazada y eras soltera, te echaban de tu casa, te cuestionaban, te maltrataban socialmente"</b>.
Pero no todas las jóvenes piensan igual. Yo escuché el corazón de mi bebé a las siete semanas de gestación y ellos proponen que hasta las 14 semanas se pueda abortar", dice Malena (20) con lágrimas en los ojos. "Cuando escuché a mi bebé, supe que era otro corazón aparte que latía adentro mío. Por eso no tiene derecho a destruir otra vida. ¡Qué se hagan cargo de sus responsabilidades, porque el bebé no tienen la culpa!".
La Plaza del Congreso estuvo dividida entre la convocatoria "de los pañuelos verdes" por el despenalización del aborto y las asociaciones antiaborto que invocan el derecho del niño por nacer porque consideran que la vida empieza desde la concepción. Entre sus argumentos, quienes defienden el derecho de la mujer a decidir han tomado el discurso a favor de la educación sexual integral y la distribución gratuita de métodos anticonceptivos para la planificación familiar y evitar los abortos.
"¿Entonces por qué dentro de las instituciones religiosas no permiten que se hable de sexualidad ni distribuyen métodos anticonceptivos gratuitos, que son una ley nacional? En las escuelas públicas queda a criterio de los profesores si dar educación sexual o no y se aplica poco. Pero en las escuelas privadas si hablas del tema te echan", dice este grupo de mujeres que trabaja con jóvenes en situación de derechos vulnerados.
Entre los detractores por la legalización del aborto, estuvo el diputado Gioja que tiene un hijo con Síndrome de Down. "No quiero pensar qué hubiese pasado por mi cabeza si hace 41 años alguien me hubiese venido a decir 'mirá la ley te autoriza, si querés ese chico no nace'.” José Ignacio, de 19 años, está de acuerdo. "Legalizar el aborto no haría que las cifras disminuyan. En países como Islandia, el síndrome de Down desapareció desde la ley de aborto, porque las mujeres deciden terminar sus embarazos. Si consideramos la terminología legal y que una persona es desde el momento de la concepción, esto es un asesinato".
"A la gente que se hace llamar pro-vida les pido empatía con las mujeres y las madres, además hay que dejar que las mujeres elijan sobre su cuerpos. Y sobre todo, no todas las mujeres están en la misma igualdad de recursos para acceder a abortos seguros o poder criar a alguien como les gustaría", dice Nicolás de 17 años.
Laly dirige un centro para víctimas sobrevivientes de abuso sexual y está en contra de la legalización del aborto. "Es muy difícil para una nena abusada llevar adelante un embarazo, sin duda. Pero conozco casos muy especiales. A una nena de 10 años violada el estado le hizo un aborto, ella llegó al hogar ya con el aborto realizado. Es muy fuerte porque la nena aún tienen pesadillas y se siente mal. Y no puede estar en lugares donde hay bebes, tuvo tres intentos de suicidio. ¿Por qué? Porque ella piensa en su bebé, porque no eligió sacárselo de su vientre". Le preocupa lo que sucederá a partir de la ley de legalización del aborto.
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Los grandes protagonistas de la campaña por la legalización del aborto fueron los jóvenes que tomaron como propio el reclamo por la despenalización del aborto que el movimiento de mujeres hace décadas lleva adelante en Argentina. "Es un momento muy histórico y muy grande para nuestro país porque hace muchas décadas se viene pidiendo que se despenalice el aborto. Y entendemos que muchos de los avances son gracias a las pibas y los pibes que estamos saliendo a la calle. Mucha juventud, que entienden muchas cosas, que pueden destruir paradigmas mucho más rápido", dice orgullosa Lucila, de 19 años.
Imagen Macarena Gagliani
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