El agente "más corrupto" de la DEA dice que otros policías robaron millones de dólares de operativos encubiertos

El exagente antinarcóticos acusó a colegas de la DEA de unírsele para robar millones de dólares de operaciones encubiertas de lavado de dinero de carteles para financiarse una década de viajes de lujo al extranjero, comidas en restaurantes finos y fiestas desenfrenadas. Las autoridades están investigando a decenas de agentes en servicio y retirados.

Por:
AP
El exagente de la DEA José Irizarry, sentenciado a 12 años de prisión por lavado de dinero y fraude bancario, contó a la agencia AP cómo desvió millones de dólares de operaciones antinarcóticos. "Era primero la fiesta y luego el trabajo. La única forma de hacer nuestro trabajo era tener informantes y los buenos informantes juegan de ambos lados", confesó. El hombre dijo a las autoridades que no actuaba solo e implicó a decenas de personas, entre las que están agentes federales y fiscales. Lee aquí más información sobre las declaraciones del agente "más corrupto" de la DEA.
Video Lujos, fiestas y prostitución: exagente de la DEA condenado a 12 años de prisión acusa a colegas de unírsele para robar

José Irizarry acepta que es conocido como el agente más corrupto en la historia de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA) y admite que se “convirtió en otro hombre” al conspirar con carteles colombianos para crearse un estilo de vida lujoso con autos deportivos, joyas de Tiffanny y amantes en todo el mundo.

Sin embargo, durante las últimas horas que pasó en libertad y que usó para contar su historia a The Associated Press, Irizarry dice que no caerá solo: acusó a colegas de la DEA de unírsele para robar millones de dólares de operaciones encubiertas de lavado de dinero del narcotráfico para financiarse una década de viajes de lujo al extranjero, comidas en restaurantes finos, los mejores asientos en eventos deportivos y fiestas desenfrenadas, al estilo de una fraternidad universitaria.

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Según Irizarry, docenas de otros agentes federales, fiscales, informantes y, en algunos casos, los mismos contrabandistas de los carteles estaban completamente metidos en este paseo por tres continentes sin consecuencias, como parte del llamado 'Team America' (Equipo Estados Unidos) que recolectaba el dinero proveniente del lavado de dinero en ciudades que elegía para poder irse de fiesta o coincidir con partidos de fútbol del Real Madrid o de torneos de tenis de Rafael Nadal.

Eso incluyó paradas a lo largo de los trayectos en salas VIP de clubes de striptease, el distrito rojo de Ámsterdam y a bordo de un yate colombiano que zarpó repleto de alcohol, música a todo volúmen más de una docena de prostitutas.

Esta foto obtenida por The Associated Press muestra a José Irizarry en Cartagena, Colombia, en 2017.
Esta foto obtenida por The Associated Press muestra a José Irizarry en Cartagena, Colombia, en 2017.
Imagen AP


“Teníamos vía libre para hacer lo que quisiéramos”, dijo Irizarry, de 48 años, a la agencia AP en una serie de entrevistas concedidas antes de comenzar una sentencia federal de 12 años en prisión. “Hacíamos recolectas de dinero en los lugares a los que queríamos ir. Y una vez ahí, todo era alcohol y chicas”.

Toda esta parranda partía, dijo Irizarry, de la idea compartida entre agentes de la DEA alrededor del mundo de que en realidad no hay nada que puedan hacer para golpear el mundo del narcotráfico. Si acaso, su preocupación era elaborar casos para intentar detener el flujo de cocaína y opioides ilegales hacia Estados Unidos que ha causado más de 100.000 muertes por sobredosis al año.

“No puedes ganar una guerra imposible de ganar. La DEA sabe esto y los agentes saben esto”, dijo Irizarry. “Hay tanta droga que sale de Colombia. Y hay tanto dinero. Sabemos que no hacemos ninguna diferencia”.

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“La guerra contra las drogas es un juego... Era un juego muy divertido que estábamos jugando”.

Investigando a decenas de agentes

Irizarry ha sido atacado por algunos excompañeros que dicen que con sus acusaciones sólo busca reducir su sentencia. La historia del agente la contó a la AP durante varios días y hasta horas antes de perder la libertad, en conversaciones en las que a veces mostraba arrepentimiento, amargura e incluso lágrimas.

Las entrevistas se realizaron en la zona histórica de su nativa San Juan, la capital de Puerto Rico. Lo que dijo fue prácticamente lo mismo que declaró al FBI y que quedó registrado en largos interrogatorios y documentos judiciales sellados obtenidos por la AP después de que en 2020 se declaró culpable de 19 cargos de corrupción, incluido lavado de dinero y fraude bancario.

Pero después de años de retratar a Irizarry como un agente deshonesto que actuó solo, los investigadores del Departamento de Justicia de los Estados Unidos han realizado un cambio de dirección abrupto en los últimos meses y han seguido el mapa que trazó en su confesión.

Las autoridades han interrogado a cerca de dos docenas de agentes en servicio y en retiro de la DEA, además de fiscales señalados por Irizarry de haber ignorado deliberadamente sus flagrantes abusos, y a veces, de sumarse a ellos.

Sin llamar mucho la atención, la investigación se ha centrado en un exsocio de Irizarry en la DEA, quien se daba una vida de lujos, y en varios colegas de confianza asignados al combate al lavado de dinero internacional.

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Además, al menos tres fiscales federales actuales y anteriores han sido cuestionados por asistir a fiestas estridentes con el grupo de Irizarry, incluida una fiscal de alto nivel en Miami, otro que apareció en el programa de televisión “The Bachelorette”, y una exfiscal de Ohio que había sido confirmada para servir este año como Fiscal Federal en Cleveland, antes de retirarse abruptamente por razones familiares no especificadas.

José Irizarry fue sentenciado a más de 12 años en una prisión federal por conspirar para lavar dinero con un cartel colombiano.
José Irizarry fue sentenciado a más de 12 años en una prisión federal por conspirar para lavar dinero con un cartel colombiano.
Imagen Carlos Giusti/AP


La creciente investigación se produce en momentos en que la principal autoridad antinarcóticos de Estados Unidos ha sido sacudida por repetidos escándalos de mala conducta entre sus filas, conformadas por 4,600 agentes.

Los señalamientos van desde un agente que recibió sobornos de traficantes hasta otro acusado de filtrar información confidencial a los blancos de la agencia.

Pero la mancha más grande es Irizarry, cuya enorme traición a la insignia está en el corazón de una revisión externa en curso sobre las extensas operaciones extranjeras de la DEA en 69 países.

El agente, alguna vez sobresaliente, ha acusado a excolegas del Grupo 4 de la DEA, con sede en Miami, de llenar sus bolsillos y falsificar informes para juntar fondos utilizado para viajes al extranjero a lo largo de casi una década, hasta su renuncia en 2018. Acusó a un agente de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos de aceptar un soborno de 20,000 dólares.

Recientemente, la Oficina del Inspector General de Estados Unidos entrevistó a Irizarry en prisión sobre otros empleados federales y señalamientos de conductas indebidas en operaciones de interdicción maritima.

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“Todo era demasiado extravagante para que creyeran que esto realmente sucedía”, dijo Irizarry sobre la incredulidad de los investigadores. “La acusación pinta una imagen mía, el agente corrupto que realizó toda esta conspiración. Pero no habla del resto de la DEA. Yo no era el autor intelectual”.

La jueza federal en Tampa, quien condenó a Irizarry el año pasado, pareció estar de acuerdo y dijo que otros agentes corrompidos por “el atractivo del dinero fácil” necesitan ser investigados.

“Esto tiene que detenerse”, dijo la indignada jueza Charlene Honeywell a los fiscales, y agregó que Irizarry fue “el que fue atrapado, pero es evidente para este tribunal que hay otros”.

El Departamento de Justicia declinó hacer comentarios. Un portavoz de la DEA dijo: "José Irizarry es un delincuente que violó su juramento como agente federal de procuración de justicia y violó la confianza del pueblo estadounidense. Durante los últimos 16 meses, la DEA ha trabajado vigorosamente para fortalecer aún más nuestra disciplina y políticas de contratación para garantizar la integridad y eficacia de nuestro trabajo esencial”.

Uno de los compañeros de Irizarry

La AP pudo corroborar sólo algunas de las acusaciones hechas por Irizarry a través de la revisión de miles de informes confidenciales de las autoridades y docenas de entrevistas con aquellos familiarizados con las acusaciones del agente y la investigación criminal en curso, incluidos varios que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados para discutirlo.

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La investigación se centra en parte en George Zoumberos, uno de los excompañeros de Irizarry que viajó alrededor del mundo para investigar el lavado de dinero. Irizarry dijo a la AP que Zoumberos disfrutó de un acceso sin restricciones a los llamados fondos de la comisión, y usó incorrectamente ese dinero para compras personales y viajes no justificados, utilizando nombres de personas que no existían en informes de la DEA para justificar los excesos.

Zoumberos continuó como agente de la DEA incluso después de que fue arrestado y detenido brevemente por acusaciones de agresión sexual durante un viaje a Madrid en 2018. Renunció después de ser despojado de su arma, insignia y autorización de seguridad, y tras invocar a finales de 2019 sus derechos de la Quinta Enmienda a permanecer en silencio cuando el mismo fiscal que acusó a Irizarry lo llamó a testificar ante un gran jurado federal en Tampa.

Las autoridades están tan enfocadas en Zoumberos que también citaron a su hermano, un fotógrafo de bodas de Florida que a veces viajaba con agentes de la DEA, e incluso le otorgaron inmunidad para motivarlo a cooperar. Pero Michael Zoumberos también se negó a testificar y ha sido encarcelado fuera de Tampa desde marzo por “desacato civil” —una táctica de presión extremadamente rara que subraya la creciente tensión por la investigación.

“No hice nada malo, pero no voy a hablar de mi hermano”, dijo Michael Zoumberos a la AP en una entrevista en la cárcel. “Básicamente estoy detenido como prisionero político del FBI. Quieren obligarme a cooperar”.

Esta foto proporcionada por la DEA muestra dólares confiscados en la Operación 'White Wash' o Lavado Blanco en 2016. La investigación permitió la detención de más de 100 personas y el decomiso de más de 100 millones de dólares y más de una tonelada de cocaína.
Esta foto proporcionada por la DEA muestra dólares confiscados en la Operación 'White Wash' o Lavado Blanco en 2016. La investigación permitió la detención de más de 100 personas y el decomiso de más de 100 millones de dólares y más de una tonelada de cocaína.
Imagen AP


Algunos agentes actuales y anteriores de la DEA dicen que las afirmaciones de Irizarry son exageradas o completamente fabricadas. Un exagente de Inmigración y Aduanas se rió de la afirmación de Irizarry de que recibió un soborno de 20.000 dólares, y dijo que fue él quien encendió las primeras luces rojas sobre Irizarry. Y el abogado de los hermanos Zoumberos asegura que los fiscales parecen determinados en levantar más acusaciones debido a la vergüenza del escándalo de Irizarry.

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“Todos a los que relacionan con José son ajenos a sus robos”, dijo el abogado Raymond Mansolillo. “Están buscando un crimen que se ajuste a este caso en lugar de un crimen que realmente tuvo lugar. Pero pase lo que pase van a acusar a alguien porque no quieren salir de todo esto después de cinco años y que sólo hayan acusado a José”.

Lo que hace más indignante la mala conducta que Irizarry describe es que todo tuvo lugar inmediatamente después de un informe del Inspector General, de 2015, que criticó ferozmente a los agentes de la DEA por participar en “fiestas sexuales” con prostitutas contratadas por cárteles colombianos. Eso provocó la suspensión de varios agentes y el retiro de Michele Leonhart, la administradora de la DEA en ese momento.

Parte central de la investigación de Irizarry son las relaciones demasiado acogedoras que los agentes desarrollaron con los informantes y los controles poco estrictos en las operaciones encubiertas de la DEA para lavar de dinero de drogas que pocos estadounidenses saben que existen, pero que generan una enorme cantidad de dinero.

"Nadie está vigilando"

Cada año, la DEA lava decenas de millones de dólares en representación de los carteles de las drogas más violentos del mundo a través de empresas fantasmas. La agencia ha defendido el uso de tales operaciones y señala investigaciones en el extranjero de larga duración como la llamada Operación “White Wash” (Lavado Blanco), que resultó en más de 100 arrestos y la incautación de más de 100 millones de dólares y una tonelada de cocaína.

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Pero la DEA también ha enfrentado críticas por dejar fluir grandes cantidades de dinero, lo que permite que los carteles continúen ejerciendo sus actividades. También por no monitorear y rastrear de cerca las operaciones encubiertas, lo cual dificulta la evaluación de los resultados.

Un informe del Inspector General del Departamento de Justicia de 2020 culpó a la DEA por no presentar informes anuales —desde al menos 2006— al Congreso sobre estas operaciones, conocidas como Operaciones Exentas del Fiscal General. Ese reproche, junto con la vergüenza causada por la confesión de Irizarry, llevó a la nueva administradora de la DEA, Anne Milgram, a ordenar una revisión externa de las operaciones extranjeras de la agencia, la cual está en curso.

“En la gran mayoría de estas operaciones, nadie está vigilando”, dijo Bonnie Klapper, una exfiscal federal en Nueva York y crítica abierta del lavado de dinero de la DEA. “En la operación de Irizarry, a nadie le importó cuánto dinero estaban lavando. A nadie le importó que no estuvieran armando casos. Nadie se ocupaba de la casa. No había controles”.

Rob Feitel, otro exfiscal federal, dijo que la supervisión laxa de la DEA facilitó la desviación de fondos para todo tipo de fines no aprobados. Y mientras las incautaciones de dinero mantuvieran las estadísticas altas —un estándar bajo dado el abundante suministro—, se hicieron pocos cuestionamientos.

“Los otros agentes no son estúpidos. Sabían que no había controles y muchos de ellos podrían haber hecho lo que Irizarry hizo”, dijo Feitel, quien representa a un exagente de la DEA bajo escrutinio en la investigación. “La línea que separa a Irizarry de los otros es que él lo hizo con ambas manos y lo hizo una y otra vez. No solo tocó el agua, se metió por completo”.

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Irizarry, un policía aéreo encubierto y agente de la Patrulla Fronteriza antes de unirse a la DEA en 2009, dijo que aprendió los trucos de su trabajo cuando era novato de la DEA de los policías veteranos, muchos de los cuales trazaron sus orígenes a la ciudad de Nueva York en la década de 1990, cuando la cocaína inundó las calles estadounidenses. Irizarry pasa del inglés al español con absoluta naturalidad, algo que perfeccionó tras años de trabajar entre los violentos traficantes de drogas y los fiscales de universidades de élite

Irizarry se crió sin un padre y tal vez por eso gravitó en torno a Diego Marín, un informante estadounidense de mucho tiempo conocido por los investigadores como el “Rey del Contrabando” de Colombia por supuestamente lavar el dinero de drogas mediante electrodomésticos y otros bienes importados. Irizarry dice que Marín le enseñó mejor que cualquier agente podría haberlo hecho los matices del intercambio de pesos del mercado negro utilizado por los narcotraficantes a lo largo del mundo.

Irizarry aprovechó ese conocimiento para darse una vida de lujo que los fiscales dicen fue financiada con nueve millones de dólares que él y sus otros conspiradores colombianos desviaron de las investigaciones de lavado de dinero.

Aún más, Irizarry presentó informes falsos y ordenó al personal de la DEA que transfiriera el dinero programado para las operaciones encubiertas a las cuentas internacionales que él y sus asociados controlaban. Informantes frecuentes que recibieron una comisión considerable de cada transferencia de efectivo autorizada por la DEA también intervinieron para financiar parte de las parrandas en lo que equivalió a sobornos ilegales.

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Los hábitos de gasto de Irizarry rápidamente comenzaron a imitar los gustos ostentosos de los narcotraficantes que tenía asignados como blancos, con derroches que incluyeron un anillo de diamantes Tiffany de 30.000 dólares para su esposa, autos deportivos de lujo y una casa de 767.000 dólares en la ciudad colombiana de Cartagena. Viajaba en primera clase a Europa con equipaje de Louis Vuitton y un reloj de oro Hublot.

“Era muy bueno en lo que hacía, pero me convertí en alguien que no era... Me convertí en un hombre diferente”, dijo Irizarry. “Me enredé en el estilo de vida. Con los informantes y las fiestas”.

Viajes de placer ocultos como operativos

Irizarry sostiene que hasta el 90% de los viajes de trabajo del grupo fueron “falsos”, dictados por eventos deportivos y juerga, no trabajo real. Y dice que el dinero del gobierno de Estados Unidos que usó estaba justificado en los informes como “relacionado con el caso —pero ese es un término muy vago”.

Como ejemplo claro: un viaje en agosto de 2014 a Madrid para las finales de la Supercopa de España que fue cargado como un gasto de la Operación Lavado Blanco.

Pero aparte de las llamadas de cortesía a algunos policías españoles amistosos, había poco trabajo por hacer. En cambio, dijo Irizarry, los agentes pasaron su tiempo en cenas en restaurantes costosos —acumularon una cuenta de 1.000 dólares en uno— y en asientos de cancha para el partido de campeonato entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

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Al grupo de agentes se unió en el partido Michael J. Garofola, entonces fiscal federal de Miami y exconcursante en “The Bachelorette”, quien publicó una foto con los pulgares hacia arriba en Instagram parado junto a Irizarry y otro agente —todos vestidos con camisetas blancas del Real Madrid.

“Empapándome al máximo de la cultura española antes de decir adiós”, publicó unos días después fuera de un pub.

Garofola también se unió a agentes, informantes de cárteles y otros en la capital dominicana de Santo Domingo en 2014 para una noche en un club de striptease llamado Doll House. En un memorando al tribunal buscando reducir su sentencia, Irizarry recordó estar en la sala VIP con otro agente y Garofola, acumulando una cuenta de 2.300 dólares pagada por un violento emisario de Marín con un apodo igual de amenazante: Iguana.

Garofola afirma que los viajes incluían asuntos oficiales. También dijo que asumía que todo se pagaba con fondos de la DEA y que no tenía motivos para sospechar lo contrario.

“Hubo cosas sobre esos viajes que me hicieron preguntarme por qué estaba allí”, dijo Garofola a la AP. “Pero Irizarry me utilizó totalmente para ratificar este comportamiento. Yo era nuevo y verde y estaba ansioso por trabajar en casos de lavado de dinero. Me utilizó tan sólo por estar allí”.

Cuando Irizarry fue premiado con una transferencia a Cartagena, en 2015, la fiesta continuó. La piscina en la azotea del agente, con amplias vistas al océano, se convirtió en una parada obligatoria para los agentes y fiscales visitantes de los Estados Unidos.

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Alguien a quien Irizarry recuerda haber visto es a Marisa Darden, una fiscal de Cleveland que viajó a Colombia en septiembre de 2017 y fue identificada por Irizarry por estar con dos agentes de la DEA a quienes observó tomando éxtasis en una reunión. Irizarry dice que no vio a Darden consumir drogas.

Las autoridades federales han tomado un gran interés en esa fiesta, e interrogaron a Irizarry al respecto este verano. Al menos un agente de la DEA que asistió ha sido puesto en licencia administrativa.

Darden se convirtió en socia en un bufete de abogados de altos vuelos en Cleveland, y el año pasado fue nominada por el presidente Joe Biden para ser la primera fiscal federal negra en el norte de Ohio. Pero poco después de que fuera confirmada por el Senado, Darden se retiró abruptamente en mayo y citó solo “la importancia de priorizar a la familia”.

Darden se rehusó a responder preguntas de la AP, pero su abogado dijo en un comunicado que ella “cooperó plenamente” con la investigación federal sobre “la presunta actividad ilegal por parte de agentes federales”, una investigación distinta de la verificación de antecedentes del FBI que enfrentó en el proceso de confirmación.

“No hay evidencia de que ella participara en ninguna actividad ilegal”, escribió James Wooley, abogado de Darden, en un correo electrónico a la AP.

El senador estadounidense Sherrod Brown, el demócrata de Ohio que impulsó a Darden para el puesto, no estaba al tanto de las acusaciones durante el proceso de nominación, dijo su oficina, y si hubiera sabido “habría retirado su apoyo”.

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Otra fiscal federal nombrada por Irizarry y entrevistada como parte de la investigación por agentes federales fue Monique Botero, quien recientemente fue promovida para encabezar la División de Narcóticos en la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en Miami. Irizarry dijo a los investigadores, y a la AP, que Botero se unió a un grupo de agentes, informantes y prostitutas en una fiesta en un yate de lujo.

Si bien los abogados de Botero reconocen que ella estaba en el yate en septiembre de 2015, en lo que ella pensó que era un crucero organizado por la policía local, dicen que no vio ninguna actividad ilegal, ni informantes ni prostitutas.

“Irizarry ha admitido que mintió a todos los que lo rodeaban por varias razones perversas. Estas mentiras sobre Monique son parte de un patrón similar”, dijo su abogado, Benjamin Greenberg. “Es terrible que Monique esté siendo calumniada y difamada por alguien tan deshonesto como Irizarry".

La caída de Irizarry fue tan repentina como inevitable: el aumento de un lujoso estilo de vida que levantó demasiadas cejas, incluso entre colegas dispuestos a ignorar también las reglas. Eventualmente, fue traicionado por uno de sus confidentes más cercanos, un informante venezolano-estadounidense que confesó desviar fondos de las operaciones encubiertas y realizar pagos en efectivo al agente que avalaba su trabajo dentro de la misma agencia antidrogas.

“El problema de José es que llevó las cosas al punto de la estupidez y arruinó la fiesta para todos los demás”, dijo un abogado defensor que viajó con Irizarry y otros agentes. “Pero no hay duda de que no actuó solo”.

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Desde su arresto, Irizarry ha escrito un libro —autopublicado— titulado 'Getting Back On Track' (Regresando al camino correcto), como parte de un intento de responsabilizarse por sus errores y seguir un camino más simple y honrado después de causar tanta vergüenza a sí mismo y a su familia.

Recientemente, su esposa nacida en Colombia —quien se salvó de la cárcel por un cargo de lavado de dinero a cambio de la confesión de Irizarry—, le dijo que quería el divorcio.

Eso se añade a la desesperación de Irizarry de que él todavía es el único en pagar un precio tan alto por un patrón de mala conducta que dice que la DEA permitió que se desarrollara. Hasta la fecha, los fiscales aún no han acusado a ningún otro agente, y varios excolegas se han retirado silenciosamente en lugar de soportar la desgracia de ser despedidos.

“Les he dicho a ellos todo lo que sé”, dijo Irizarry. “Todo lo que tienen que hacer es buscar”.

Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias 'El Mencho' y jefe del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue agregado a la lista de los narcotraficantes más buscados en mayo de 2016.
Desde 2011, la Agencia para el Control de Drogas (DEA) comenzó a seguir de cerca a este criminal michoacano por la rápida expansión de su organización delictiva con sede en el estado de Jalisco.
Oseguera Cervantes se volvió el nuevo rostro que los gobiernos de México y Estados Unidos le han puesto al narcotráfico tras la recaptura y extradición del líder del Cartel de Sinaloa, Joaquín 'El Chapo' Guzmán.
La extrema violencia con la que opera esta organización criminal desde sus inicios le ha permitido extender sus tentáculos en zonas claves de México para el narcotráfico: zonas fértiles, ciudades importantes, puertos y accesos fronterizos a Estados Unidos.
Su hijo Rubén Oseguera González, alias ‘El Menchito’ y quien consideran fue el segundo al mando del cartel, fue extraditado el 20 de febrero de 2020 por cargos de 
<b>conspiración para importar droga hacia EEUU. </b>Un juez le negó el derecho a fianza y sigue preso esperando su juicio.
A su hija Jessica Johanna Oseguera González, alias 'La Negra', la arrestaron cuando acudía a una audiencia de su hermano en una corte federal en Washington DC el 26 de febrero de 2020. A ella la condenaron a 30 meses de prisión por participar en operaciones financieras con cinco empresas que habrían lavado dinero para el CJNG. Su fecha de liberación se programó para el 13 de abril de 2022.
<b>En video: Ejército de México trabaja a toda marcha para desactivar minas antipersona en Michoacán: así es su labor</b>
Ella viajaba con regularidad de Guadalajara, donde ha vivido desde 2001, a Estados Unidos. De 2005 a 2020 entró 33 veces a este país. Hace tres años fue a esquiar a una montaña de Colorado y en la aduana reportó que traía unos 10,000 dólares en efectivo, de acuerdo con documentos judiciales.
Una de las compañías fichadas por EEUU que administraba Jessica Johana Oseguera es la marca de tequila Onze Black, que estuvo a punto de exportar su mercancía a Europa.
A través de un efectivo esquema de distribución de droga y lavado de dinero en Los Ángeles, Chicago y Miami, el grupo ha logrado amasar una fortuna. Un ejemplo de ello es esta mansión decomisada a uno de sus operadores y que el gobierno de México vendía por más de 300,000 dólares.
En Internet, el cartel ha publicado videos de ejecuciones, ataques, torturas a sus enemigos y hasta una grabación en la que hacen estallar a un hombre con dinamita.
Entre los múltiples crímenes atribuidos a sus sicarios está el caso del famoso youtuber 'El Pirata de Culiacán', quien ofendió públicamente a 'El Mencho' en un video grabado unos días antes de recibir 18 balazos en 2017.
Esa violencia extrema aplicada en cada una de sus operaciones, como el asesinato de estos agentes federales mexicanos, les ha permitido extender sus dominios incluso a todos los continentes en solo una década.
Uno de sus enemigos más fuertes es el Cartel de Sinaloa, contra el cual disputa la ciudad fronteriza de Tijuana, una de las principales vías de acceso hacia EEUU para los contrabandistas de droga.
Se cree que 'El Mencho' estuvo detrás del secuestro de dos hijos de 'El Chapo' Guzmán cuando se encontraban en un restaurante de Puerto Vallarta, Jalisco, en agosto de 2016, unos meses después de la última recaptura del exjefe del Cartel de Sinaloa.
Los sicarios de ese grupo delictivo protagonizan enfrentamientos con pistoleros de varias organizaciones criminales en México, como el Cartel de Santa Rosa de Lima, dedicado al robo de combustible en Guanajuato.
En Michoacán, la tierra natal de Oseguera Cervantes, se han enfrascado en una batalla sin cuartel contra los gatilleros de Carteles Unidos y Los Viagras. Esos enfrentamientos lo han convertido en uno de los estados más peligrosos de México.
En un bullicioso paseo en Aguililla, Michoacán, el cartel exhibió en una grabación sus trofeos de guerra: dos vehículos blindados de fabricación casera, semejantes a tanques, de los que presumen como "otro regalito" arrebatado al cartel rival de Los Viagras.
Esta imagen corresponde a un video que se viralizó en las redes sociales aparecen tantos como 75 integrantes del CJNG al lado de 19 vehículos acorazados, incluyendo ‘camionetas monstruo’. La DEA verificó su autenticidad y lo consideró una muestra de que el Cartel de Jalisco estaba “lleno de poder”.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), 'El Mencho' ha logrado a punta de balazos y sobornos la expansión del cartel en 23 de los 31 estados de México, así como en varias ciudades de EEUU.
Sus métodos de contrabando de droga a EEUU son similares al del cartel de Sinaloa: producir o recibir droga en México, cruzarla en vehículos por la frontera, distribuirla a distintas ciudades de este país y enviar las ganancias en efectivo o por medio de transacciones ilícitas.
De acuerdo a Wesley Tabor, agente especial de la DEA, el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación es uno de los narcotraficantes más buscados del mundo. Sin embargo, reveló que debido a su disciplina y estilo de vida es difícil rastrearlo. A diferencia de 'El Chapo' no parece tener vida social y no se le ve en la ciudad. El agente dice que parte de su ascenso es su forma extremadamente sanguinaria de operar.
La DEA asegura que ‘El Mencho’ es el criminal más poderoso del mundo, con una fortuna de alrededor de 1,000 millones de dólares y un ejército de sicarios que protegen sus territorios.
El capo tiene familiares que radican en California, lejos de la violencia que ha generado su cartel. En la imagen una vivienda en California donde vivía su hermano Marín.
El CJNG hizo su brutal aparición en Veracruz en 2011. Se autonombró como 'Los Matazetas' y sus sicarios abandonaron en una zona turística de Boca del Río dos camionetas con los cuerpos de 35 personas, incluyendo mujeres.
Su origen real fue como un brazo armado del cartel de Sinaloa que se independizó tras una división interna en el verano de 2013.
El grupo empezó a ver su mejor época bajo el mando de 'El Mencho', quien ha evitado su captura no solo por los sicarios que lo acompañan, sino por la protección que le brindan policías y funcionarios corruptos en su bastión, Jalisco.
Esa zona cuenta con un extenso territorio donde se siembra amapola y marihuana, hay laboratorios clandestinos, además tiene dos importantes puertos donde recibe precursores químicos para elaborar drogas sintéticas.
Además, en su bastión se encuentra Guadalajara, la tercera ciudad más grande de México y cuya pujante economía le permite ocultar sus operaciones de lavado de dinero.
La DEA cree que ahora el jefe del CJNG se oculta en las montañas de tres estados en el oeste mexicano que están bajo el control de su organización: Colima, Jalisco y Michoacán.
EEUU considera el cartel liderado por 'El Mencho' como una de las cinco principales amenazas que enfrenta el país. Por eso ofrecen hasta 10 millones de dólares por información que lleve a su captura.
La oficina de la DEA en Los Ángeles lidera la investigación para poner tras las rejas al capo mexicano. Lleva ocho años reuniendo pruebas contra este y siguiendo pistas que lleven a su captura.
Esta fotografía de 'El Mencho' hace parte de la evidencia de la DEA: cuando fue arrestado en 1986 en San Francisco, California, por delitos relacionados con drogas.
Tres años después, Oseguera Cervantes fue detenido nuevamente y posteriormente lo deportaron a México.
Al regresar a su país, comenzó el ascenso de la carrera criminal del narcotraficante, ahora considerado el enemigo público número uno en ambos lados de la frontera.
Al etiquetarla como una de las "organizaciones del narcotráfico más prolíficas" del mundo, el Departamento del Tesoro reveló en octubre de 2016 que el CJNG y una organización cómplice, 'Los Cuinis', eran dueños de múltiples negocios, inmobiliarias, hoteles, restaurantes y hasta periódicos en México.
En mayo de 2019, el gobierno estadounidense sancionó financieramente al exgobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda (a la izquierda), acusándolo de recibir sobornos del cartel de 'El Mencho'.
Uno de los exsocios del CJNG era Raúl Flores Hernández, alias 'El Tío' y quien ha estado involucrado en el tráfico de cocaína desde finales de la década de 1970.
En septiembre de 2016, el Sheriff de Los Ángeles decomisó un arsenal al CJNG, el cual incluía ocho rifles de asalto y un rifle calibre 50, capaz de derribar un helicóptero. La incautación se realizó en la ciudad de Oxnard, en el sur de California.
La agencia policial también incautó 9,000 dólares en efectivo, que presuntamente correspondían al pago por el suministro de las armas a dicha organización criminal.
Varios distribuidores y operadores del CJNG han sido detenidos en años recientes en este lado de la frontera. En mayo de 2019, agentes federales arrestaron a 24 personas que tenían vínculos con dicha organización criminal y que operaban en Oklahoma.
En marzo de 2020 finalizó la operación llamada Project Python, con el arresto de más de 700 miembros del cartel en Estados Unidos. También les incautaron varios kilos de droga, armas y 22 millones de dólares en efectivo y propiedades.
A principios de junio de 2020, el gobierno de México le asestó un duro golpe a la fortuna de 'El Mencho': congeló casi 2,000 cuentas bancarias ligadas al capo en ese país, por medio de EEUU.
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Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias 'El Mencho' y jefe del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue agregado a la lista de los narcotraficantes más buscados en mayo de 2016.
Imagen Isaias Alvarado/ Univision
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