Una vida a la sombra del 9/11: hijos de quienes enfermaron tras ayudar en la emergencia

Toda una generación de niños creció con padres enfermos y sin la capacidad de darles una infancia normal a causa de los atentados. Estas son las historias de un joven en México y una adolescente en Nueva York que no se conocen entre sí, pero que están conectados por aquella jornada trágica.

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Por:
Mónica Cordero.


Rafael Nicolás Hernández, tiene 25 años, es mexicano y nunca ha puesto un pie en Nueva York, ni ninguna otra parte de EEUU. Sin embargo, su vida está marcada trágicamente por los atentados del 11 de septiembre del 2001.

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Su padre, Rafael Hérnandez fue uno de los héroes del 9/11 y murió diez años después, con tan solo 49 años por los problemas de salud que se le generaron en aquel trabajo de rescate.

Hernández vivía indocumentado en la Gran Manzana cuando los terroristas de Al Qaeda estrellaron dos aviones comerciales contra las Torres Gemelas. INmediantamente, él se presentó como voluntario mostrando a las autoridades su identificación de bombero mexicano.

Antes de que los edificios colapsaran, Hernández rescató a personas en las torres, e incluso cargó a una mujer embarazada por 28 pisos. Luego pasó días buscando infructuosamente sobrevivientes y por tres meses estuvo limpiando los escombros en la Zona Cero con solo una mascarilla para protegerlo contra la gruesa capa de polvo tóxico.

A raíz de toda aquella exposición le diagnosticaron problemas respiratorios. En 2011 Hernández murió por agrandamiento del corazón, obesidad y apnea obstructiva.

Rafael Nicolás Hernández muestra una foto de su padre y la urna en la que están sus cenizas.
Rafael Nicolás Hernández muestra una foto de su padre y la urna en la que están sus cenizas.
Imagen Rafael Nicolás Hernández

Rafael Nicolás recuerda con dolor que el día antes de morir su padre conversaron por teléfono para contarle que iba a viajar a verlo. No se veían desde que él era un niño pequeño.

“Yo recuerdo que él siempre me llamaba por la mañana. Más o menos como a las ocho o nueve, hora de México. …Lo que recuerdo de esa conversación fue que yo le dije que ya no llorara, que ya nos íbamos a ver y él solamente me decía: ‘Vamos a hacer muchas locuras, muchas locuras de las que nos faltaron’”, contó a Univision Noticias.

La muerte de su padre lo forzó a dejar la secundaria en México. Con apenas 15 años, debió asumir parte de las responsabilidades económicas en su casa. Dejar sus estudios implicó abandonar el sueño que su papá tenía para él y su hermana.

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“Tanto mi papá como mi mamá me decían: ‘Dame un título y me muero tranquilo. Dame un título, algo con que te puedas defender y yo me muero tranquilo’", recordó.

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Rafael Nicolás tuvo que esperar a cumplir los 18 años para buscar un trabajo que le permitiera terminar la escuela secundaria. Trabajó dos años en un cine al tiempo que cursaba un programa acelerado para terminar la escuela.

El joven mexicano hoy se gana la vida arreglando computadoras y haciendo trabajos audiovisuales. Sueña con estudiar periodismo y comprar una casa propia.

Una infancia entre hospitales

Margelyn Torres, de 16 años, no había nacido cuando cayeron las Torres Gemelas que han marcado su vida.

Su infancia transcurrió entre salones y consultorios del hospital Bellevue, en Manhattan, y el hospital Elmhurst, en Queens, mientras acompañaba a su mamá, María Peñafiel, a las citas médicas para atender las secuelas de haber realizado labores de limpieza en la Zona Cero por ocho meses.

Peñafiel desarrolló asma, alergia, tos crónica, problemas estomacales y depresión debido a la exposición al polvo tóxico de la Zona Cero.

La pequeña Margelyn solía ver muchos dibujos y pinturas de los pacientes que recibían arteterapia que mostraban edificios en llamas y cuerpos en el suelo.

Hoy, con 16 años, recuerda cómo se sentaba a un lado en las terapias grupales donde los pacientes hablaban de sus experiencias traumáticas.

“Cuando era chiquita, escuchando esas cosas, pensaba que eran de película de terror. Ahora me siento orgullosa de haber escuchado y visto todo para entender qué había pasado”, aseguró a Univision Noticias.

Margelyn Torres vive ahora en Nueva York, la ciudad que marcó su infancia.
Margelyn Torres vive ahora en Nueva York, la ciudad que marcó su infancia.
Imagen Cortesía Margelyn Torres.

Margelyn remarca que cuando se habla de los atentados solo se habla de la labor de policías, bomberos y policías de Nueva York, pero no de los trabajadores que limpiaron la zona, como su mamá.

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Sin embargo, ella afirma que cuando se presenta el tema en conversaciones casuales ella prefiere quedarse callada y no compartir su historia familiar. Le molesta lo que percibe como la desinformación de muchas personas.

Un trauma intergeneracional

“[Hay] Una transmisión de trauma intergeneracional. El niño, igual que su padre o madre, no se siente validado, [se siente] impotente y eso afecta su autoestima. Siente ira sobre el sistema”, explicó a Univision Noticias Rosa Bramble, una trabajadora social que ha tratado casos de inmigrantes latinos que trabajaron en la limpieza de la Zona Cero desde el 2006,

Las consecuencias de los ataques terroristas se extienden a las familias de la comunidad, afirma Bramble, quien trabajó en un programa de la ciudad dedicado a los trabajadores que se extendió a sus familiares, pero cerró cuando se agotaron los fondos.

“Estos niños quedaron despojados de una niñez libre, feliz, con padres llenos de salud para jugar y estar presente en sus actividades escolares”, dijo Bramble, quien considera que no se ha dado suficiente seguimiento a este grupo.

La organización Tuesday’s Children que se formó los atentados del 2001 (que sucedieron un martes) ha dado seguimiento a las familias y sus niños de las víctimas de los atentados del 9/11 y del personal militar involucrado en la campaña militar en Afganistán.

Además, la especialista aclara que el programa del World Trade Center Health Program (WTCHP) solo se centra en pacientes, no en niños ni familiares.

Unas 112,665 personas estaban inscritas en el WTCHP que brinda seguimiento médico y tratamiento sin costo para afecciones de salud que han sido asociadas con los ataques terrorista del 9/11 en Nueva York, el Pentágono y Shanksville, Pennsylvania.

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Seis de cada diez de esos pacientes trabajaron en los servicios de rescate, recuperación, limpieza o servicios de apoyo durante y después del 11 de septiembre.

Completando el círculo

Anteriormente Margelyn Torres residía con su madre en Florida, pero ahora vive en Nueva York, donde ocurrieron los hechos que impactaron su vida desde niña.

Para ella hay una deuda pendiente aún con estos héroes del 9/11, como su mamá.

“En vez de estar hablando [de héroes] sería mejor ayudar a quienes sobrevivieron. Hoy hay mucha gente que está traumatizada y es duro para ellos encontrar un trabajo, es duro para ellos mantener una vida estable. Y no hay nadie para ayudarlos o darles apoyo”.

Margelyn anhela iniciar sus estudios universitarios para convertirse en médico cirujano o cirujano de trauma, motiva en parte por las experiencias de su infancia.

“Yo pasé mucho tiempo en el hospital. Obviamente, en el hospital uno ve muchas cosas. Uno ve las enfermedades. Uno ve los tratamientos. Uno ve como ayuda a una que un doctor esté ahí o que esté alguien para ayudar a esa persona".

"Eso a mi me dio mucha inspiración para poder hacer eso, para poder ayudar a los que no son afortunados como yo o como otros que pueden ir a un hospital”.

Al otro lado del continente, en México, Rafael Nicolás Hernández, se aferra a la memoria de su padre para que lo siga guiando por la vida.

"Cuando me siento solo, triste o algo así, yo voy lo cargo, lo abrazo y [le dijo] 'Papá ayúdame', 'Papá, ¿qué harías tú?'. Sé que él, a pesar de que ya no está físicamente, ya no está su cuerpo, siempre su esencia sigue ahí?".

Grúas trabajando en la construcción de la torre norte del World Trade Center de Nueva York, la primera en ser embestida por un avión repleto de gasolina el 
<a href="https://www.univision.com/noticias/20-anos-atentados-9-11" target="_blank">11 de septiembre de 2001</a>. Ese día perdieron la vida en el complejo 2,753 personas, entre ellos 343 bomberos de Nueva York, 23 policías de la ciudad y 37 agentes de la Autoridad Portuaria.
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<br>Si los edificios no hubieran colapsado la tragedia habría sido mucho menor. En estos 20 años los expertos han debatido sobre las causas de los derrumbes.
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Las torres gemelas en construcción en 1970. La edificación de las nuevas torres reuniría niveles sin precedentes de innovación en el diseño y destreza en la ingeniería.
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<br>El esqueleto de acero con una poderosa estructura central y otra exterior se hizo para que si una columna fallara el peso se distribuyese a las demás.
Esta fotografía de la torre norte en construcción en 1970 muestra el innovador diseño. Se agruparon las columnas de soporte de acero en el centro de la estructura, una manera de maximizar la cantidad de espacio abierto en cada piso. El sostén del edificio se completaba con la capa externa, una piel de acero que además daba el dibujo del exterior. 
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<a href="https://www.history.com/topics/landmarks/world-trade-center"><u>El complejo World Trade Center constaba de siete edificios y fue construido entre 1966 y 1973</u></a>. Costó unos 470 millones de dólares (más de 4,000 millones en dólares de hoy) y tenía capacidad para 50,000 trabajadores y 200,000 visitantes diarios en 10 millones de pies cuadrados de espacio.
Las autoridades portuarias de Nueva York y Nueva Jersey anunciaron el plan para construir el World Trade Center en 1962, solo unos meses después de que el presidente John Kennedy anunciara el objetivo de Estados Unidos de enviar astronautas a la Luna. 
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<br>El proyecto del World Trade Center 
<a href="https://www.history.com/news/world-trade-center-twin-towers-construction-facts"><u>formaba parte de esa oleada de optimismo y ambición estadounidenses</u></a>.
"Estos edificios eran increíblemente fuertes, especialmente con respecto a resistir cargas muertas y cargas de viento, pero también tenían una serie de vulnerabilidades", dijo durante 
<a href="https://news.stanford.edu/pr/01/wtcpostmortem125.html"><u>una presentación en la Universidad de Stanford</u></a> Ronald Hamburger, un ingeniero estructural que investigó el desastre.
Una de las torres ardiendo el 11 de septiembre de 2001. 
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<br>“Debido a su gran redundancia estructural (después del golpe de los aviones y la ruptura de las columnas externas), la carga se distribuyó a otras partes del edificio. Tenemos razones para creer que, sin el incendio, las estructuras podrían haberse mantenido en pie indefinidamente y ser reparados”, agregó Hamburger.
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"El acero nace del fuego", explicó Hamburger. "A medida que se calienta, se expande y pierde su rigidez. Por encima de los 1,000 grados Fahrenheit, pierde una cantidad significativa de su fuerza", continuó el experto.
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<br>La fotografía muestra la piel de acero de una de las torres en construción, en 1969.
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Las torres fueron diseñadas para balancearse con los vientos fuertes.
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<br>Los constructores del World Trade Center investigaron exhaustivamente el efecto del viento en las torres, para asegurarse de que un huracán u otro sistema meteorólgico no las afectara.
El portal ‘Arquitectos e Ingenieros por la verdad del 9/11’ promueve una teoría conspirativa que supone que los edificios no colapsaron por el choque de los aviones o los incendios. Según este grupo, 
<a href="https://www.c-span.org/video/?320748-5/washington-journal-architects-engineers-911-truth#"><u>las torres fueron derribadas por una demolición controlada</u></a>: un ‘autoatentado’ del gobierno 
<a href="https://www.univision.com/noticias/11-deseptiembre-tragedia-convertida-en-conspiracion"><u>para justificar el conflicto en Afganistán e Irak</u></a>.
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La teoría de la demolición controlada no ha tenido respaldo entre los expertos. “El calor extremo de los incendios podría haber causado que los pisos de acero se expandieran y arquearan, lo que podría haber causado que las columnas de soporte se doblaran”, asegura Hamburger. En la foto, panales de acero transportados para armar la estructura externa durante la construcción.
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El acero expuesto durante la construcción del edificio en 1969. El calor no derritió el metal de la estructura, pero la debilitó. “Cuando las vigas de los pisos más quemados cedieron y las columnas comenzaron a arquearse hacia afuera, los pisos por encima de ellas cayeron”, 
<a href="https://www.areametalurgia.com/post/por-qu%C3%A9-se-derrumbaron-las-torres-gemelas"><u>explica el portal ‘Area Académica de Metalurgia</u></a>’. De allí en adelante la estructura colapsó como piezas de dominó. 
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La magnitud de los incendios producidos por los choques de los aviones superaron cualquier previsión. “Los rascacielos están diseñados para sostenerse por sí mismos durante tres horas en caso de incendio, incluso si el sistema de rociadores no funciona. Este tiempo debe ser suficiente para evacuar a los ocupantes”, se lee en Área Académica de Metalurgia. 
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<br>En la foto una vista de Manhattan, con el World Trade Center aún en construcción.
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El avanzado diseño de World Trade Center permitió que a pesar de la destrucción inicial por los choques de los aviones los edificios se mantuvieran en pie. “Al menos no ha caído todavía, pero si no apagan el fuego, caerá”, dijo al Chicago Tribune el ingeniro W. Gene Corley cuando vio el primer choque. 
<a href="https://www.chicagotribune.com/nation-world/sns-worldtrade-collapse-ct-story.html"><u>Fue el experto en estructuras que dirigió la investigación federal sobre el colapso</u></a>.
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La construcción en 1970. “El World Trade Center no fue diseñado de manera defectuosa. Ningún diseñador anticipó, ni debería haber anticipado, ese cóctel molotov”, se lee en Área Metalurgia. 
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<br>Según Hamburger, en el futuro los diseñadores cuidarán más la resistencia a incendios extremos en los rascacielos. “En este momento, los ingenieros estructurales saben muy poco sobre el fuego", dijo el experto a finales de 2001.
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Según WSP, una de las empresas que trabajó en la construcción del nuevo edificio One World Trade Center que se levanta en la zona donde estaban las torres, este edificio es muy diferente. “Si bien está sostenido por columnas de acero externas, 
<a href="https://www.wsp.com/en-US/projects/one-world-trade-center"><u>su fuerza es un núcleo de hormigón macizo y extremadamente fuerte</u></a>”, se lee en el portal de la compañía. El diseño de este edificio también incluye nuevos estándares de emergencia.
“Las columnas de acero en las torres del World Trade Center perdieron fuerza rápidamente cuando el fuego alcanzó los 400 grados Fahrenheit. 
<a href="https://theconversation.com/how-building-design-changed-after-9-11-64580"><u>El hormigón calentado a esa temperatura, sin embargo, no sufre cambios físicos o químicos significativos</u></a>”, se lee en un artículo de The Conversation sobre los cambios en el diseño después del 11 de septiembre.
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<br>“El nuevo edificio del One World Trade Center se aprovecha de esto. En su núcleo hay enormes muros de hormigón armado de tres pies de espesor que recorren toda la altura del edificio”, agrega la publicación.
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Grúas trabajando en la construcción de la torre norte del World Trade Center de Nueva York, la primera en ser embestida por un avión repleto de gasolina el 11 de septiembre de 2001. Ese día perdieron la vida en el complejo 2,753 personas, entre ellos 343 bomberos de Nueva York, 23 policías de la ciudad y 37 agentes de la Autoridad Portuaria.

Si los edificios no hubieran colapsado la tragedia habría sido mucho menor. En estos 20 años los expertos han debatido sobre las causas de los derrumbes.
Imagen AP
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