El exsenador republicano y antiguo candidato presidencial (1996) Bob Dole sirvió como un enlace al gobierno de Taiwán para establecer relaciones de alto nivel con el equipo del presidente electo Donald Trump, según reportes de medios.
Exsenador republicano facilitó la controvertida llamada de Trump con Taiwán
Según los reportes del diario The New York Times, Bob Dole habría recibido 140,000 dólares por facilitar los encuentros de mayo a octubre de este año entre consejeros del presidente electo y funcionarios de Taiwan.

Los esfuerzos culminaron en una llamada inusitada entre Trump y la presidenta de Taiwan, Tsai Ing-wen, el viernes pasado. Es la primera vez en casi 40 años que un presidente de Estados Unidos habla con un jefe de Estado de Taiwán, desde que en 1978 el entonces presidente Jimmy Carter asegurara que se mantendrían relaciones culturales y comerciales "de manera no oficial" con ese país.
El lunes, Dole le dijo a The Wall Street Journal que su firma de abogados "podría haber tenido alguna influencia en la llamada”. Un miembro del equipo de transición de Trump, que prefirió el anonimato, reportó al mismo diario que el exsenador republicano facilitó la conversación telefónica.
La noticia fue confirmada además este martes por The New York Times, que citó documentos sobre la relación entre ambas partes presentados ante el Departamento de Justicia. Según este medio, Dole habría recibido 140,000 dólares entre mayo y octubre de 2016 por haber facilitado encuentros entre consejeros de Trump y funcionarios taiwaneses.
Los documentos también sugieren que la llamada fue una maniobra de Taiwán, que busca acercarse a Estados Unidos a través de su nuevo presidente.
China, que desea reasentar su dominio sobre la isla de Taiwán, considera la llamada con Trump una afrenta. Pero la noticia sí fue bien recibida por los republicanos de línea dura que se ilusionan con un posible endurecimiento de las relaciones de EEUU con China y un acercamiento a Taiwan.
El sábado pasado, el ministerio de Exteriores de China se quejó de las imprudencias diplomáticas de Donald Trump tras haber aceptado la llamada de Taiwán. Desde entonces la prensa estatal china ha criticado duramente la decisión.