Trump apoda 'Mr. Magoo' al fiscal Sessions la misma semana que Melania anuncia campaña antibullying

En privado, el presidente Donald Trump tiene apodos para muchas personas y uno de los que ha entrado en sus burlas es el fiscal general Jeff Sessions, a quien llama 'Mr. Magoo', según fuentes cercanas al mandatario citadas por el diario The Washington Post.

Mr. Magoo es un célebre personaje de caricaturas, que encarna a un hombre anciano, torpe y miope. La comparación hecha por Trump se conoce justo la misma semana que la primera dama, Melania Trump, anunció –nuevamente– el lanzamiento de una campaña para reducir el acoso en redes sociales, problema que catalogó como "un demonio del mundo". Y al promover la iniciativa, frente a gobernadores de 50 estados, pidió a los políticos –sin mencionar a su esposo– que contribuyan con la difusión de buenos valores en internet y mencionó la "bondad, la compasión y el respeto".

Según las fuentes citadas por el Post, el presidente con frecuencia se queja de que siempre se ha rodeado de buenos defensores, pero asegura que en el caso de Sessions se equivocó, pues ni lo defiende ni lo siente como un colaborador leal. Trump incluso ha llegado a catalogar al fiscal general como "débil" y ha criticado su liderazgo al frente del Departamento de Justicia.

Su desconfianza hacia Sessions lo ha llevado a alimentar reportes de medios sobre sus presiones el verano pasado para sustituir del fiscal, algo que es investigado por el fiscal especial que investiga el 'Rusiagate', Robert Mueller. Con sus indagaciones, el fiscal buscaría determinar si los esfuerzos del presidente por remover a su fiscal se han convertido en un patrón que ya cumple meses de intentos por obstruir la justicia.

Insultos para todos

En esta ocasión se conoció que el calificativo de Trump es para el fiscal general. Pero desde la campaña electoral y ya como presidente de Estados Unidos, ha utilizado Twitter o sus espacios públicos y privados –casi cualquier escenario– para regar insultos contra todos. Lo ha hecho contra políticos y rivales, contra medios de comunicación y periodistas, contra países y ciudadanos, e incluso contra quienes lo denuncian o lo confrontan, sin importar si son mujeres.

Así, por ejemplo, recién en enero catalogó como "huecos de mierda" a Haití y El Salvador cuando se discutían las protecciones migratorias que Estados Unidos brinda a ciertos ciudadanos. "¿Por qué tenemos a estas personas que vienen de países que son un hueco de mierda?", se preguntó en una reunión según dijeron varios medios. Luego sugirió que debían procurar atraer a ciudadanos de países como Noruega.

Meses antes, en su primer discurso para anunciar su candidatura presidencial, llamó "violadores" y "criminales" a los mexicanos. En una generalización a los ciudadanos de ese país, dijo que "cuando México envía a su gente, no envían a los mejores. Envían gente con muchos problemas". Para Trump –entonces y ahora– los inmigrantes mexicanos que cruzan la frontera sin documentos "traen drogas, crimen, son violadores y supongo que algunos son buenas personas". Eso dijo el 16 de junio de 2015.

Contra los medios de comunicación lo hace casi a diario. Solo basta ver su cuenta de Twitter. Cuando se refiere a los diarios The Washington Post y The New York Times, o a la cadena de televisión CNN permanentemente les coloca por delante el adjetivo de "deshonestos", "fallidos", asegura que las fuentes que citan y lo que escriben y transmiten son "noticias falsas".

Pero, por ejemplo, para FoxNews siempre hay felicitaciones y agradecimientos. Recomienda al resto de medios seguir el ejemplo de este canal.

También contra las mujeres ha tenido sus descargas viscerales. A su rival en la contienda presidencial, Hillary Clinton, la llamaba "corrupta" o "torcida" cada vez que se refería a ella... y todavía lo hace. A la actriz y modelo venezolana Alicia Machado la llamó "señorita cerdita". Para la animadora y comediante Rosie O'Donnell, quien tiene décadas de enfrentamientos con Trump, hay toda clase de insultos: van desde "vaga", que tiene "un rostro gordo y feo", hasta que "es una persona desagradable por dentro y por fuera". Y a la senadora demócrata Elizabeth Warren suele llamarla 'Pocahontas'.