Trump vs. Obama en economía. El cuadro no es tan rosado como lo pinta el presidente

El presidente presume de la fortaleza de la economía y aunque algunas cifras lucen bien, cuando entramos en detalle vemos que está tomando más crédito del que debería.

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Por:
Fernando Peinado.
El presidente durante la cumbre del G-20 en Hamburgo, Alemania, en julio.
El presidente durante la cumbre del G-20 en Hamburgo, Alemania, en julio.
Imagen Getty

El presidente Donald Trump lleva ocho meses y medio de un gobierno plagado de problemas: el estancamiento de su agenda legislativa, graves tensiones sociales y la sombra de una investigación por posible cooperación con Rusia para ganar la presidencia. Pero si hay un tema que sigue reportando noticias positivas es la economía.

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Trump obtiene sus mejores notas en las encuestas por su gestión de la economía.

Por ejemplo, en este sondeo de Reuters/Ipsos publicado este miércoles, Trump recibe dos de sus mejores evaluación en el manejo de los empleos (46% de aprobación, 46% de desaprobación) y de la economía (44% de aprobación, 48% de desaprobación). Trump solo obtiene una calificación más positiva en su respuesta al terrorismo de Estado Islámico.

Encuesta de Reuters/Ipsos publicada este miércoles sobre la marcha del país.
Encuesta de Reuters/Ipsos publicada este miércoles sobre la marcha del país.
Imagen Reuters/Ipsos

El presidente se vanagloria una y otra vez de la buena marcha de la economía pero a menudo exagera sus méritos. Muchos economistas siguen creyendo que el vigor económico se debe en buena parte a la herencia de Barack Obama y que aún es pronto para juzgar a Trump. Aparte de eliminar algunas regulaciones por orden ejecutiva, Trump no ha promovido ninguna gran reforma legislativa que impacte en la economía. Ahora promueve un recorte de impuestos que en buena parte explica el optimismo en la Bolsa.

"¡La Bolsa está en su máximo HISTÓRICO!, ¡el desempleo en el mínimo en 16 años! ¡El entusiasmo de los negocios y fábricas está en su máximo en décadas!", tuiteó este jueves el presidente, que a menudo publica tuits autocongratulatorios sobre su gestión económica.


Este viernes su gestión tendrá una nueva prueba con el reporte de creación de empleo de septiembre. Con antelación a ese examen, analizamos aquí algunos de los números clave de su mandato.

Trabajos

Los ocho meses de gobierno de Trump han sido hasta ahora muy buenos para la creación de empleo y la reducción de la tasa de desempleo.

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En enero, Trump heredó una tasa de desempleo del 4.8%, que ha caído hasta el 4.4% de agosto, aproximándose a su menor nivel desde el año 2001, cuando bajó al 4.2%. El reproche que se le puede a hacer a Trump es que este descenso es simplemente la continuidad de un largo ciclo de reducción del desempleo que comienza en 2009, cuando Obama toma las riendas del país en medio de la Gran Recesión, con la tasa al 10%.

Si comparamos la creación de trabajos durante los primeros seis meses completos de mandato de Trump y la que se produjo durante los mismos meses del último año de Obama, sale ganando el demócrata.

Obama creó en promedio 203,000 empleos al mes; Trump, 169,000.

El menor ritmo de creación de empleo podría deberse a que la economía ha llegado al nivel de pleno empleo, la situación en la que los desempleados optan por seguir en esa situación de modo voluntario.

Pero la situación dista de ser ideal. EEUU tiene unos niveles de participación en la fuerza laboral muy bajos (es decir, hay mucha gente capaz de trabajar que no busca empleo) y un número alto de trabajadores a tiempo parcial que preferirían trabajar a tiempo completo.

Crecimiento

Tenemos dos mediciones en el período Trump sobre la salud del Producto Interno Bruto (PIB o GDP en inglés), que mide el valor total de los bienes y servicios que producen los individuos y compañías estadounidenses. El dato del crecimiento del PIB en el primer trimestre fue malo, con un bajo 1.2%, pero entre abril y junio la economía creció a un sólido 3.1%.

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Aquí Trump ha intentado confundir a los estadoundenses diciendo que la economía no creció durante el período de Obama nunca a ese ritmo.

"Acabamos de anunciar que hemos llegado al 3% del PIB, acaba de publicarse", dijo el presidente en un discurso en agosto en Springfield, Missouri.

"Año tras año, como saben, el último gobierno, durante un período de ocho años, nunca superó el 3%. Así que realmente estamos en camino. Si conseguimos sostener el 3% de crecimiento, eso supone que se crearán 12 millones de nuevos empleos y una actividad de $10 billones a lo largo de la próxima década. Esos son buenos números".

Pero Trump está mezclando en esa declaración dos mediciones, la de crecimiento trimestre a trimestre, y el crecimiento año a año. No es verdad que la economía nunca creciera al 3% durante Obama. Como vemos en este gráfico, la economía creció con Obama trimestre a trimestre hasta un máximo del 5.2%. (El Buró de Análisis Económico, BEA por sus siglas inglesas, da este dato a una tasa anualizada, es decir calcula cómo sería el crecimiento anual si el ritmo del trimestre se mantiene durante el resto del año).


Es verdad que año a año EEUU nunca creció al 3% con Obama (su récord de crecimiento anual fue del 2.9% en 2015) pero no tendremos un dato similar del período Trump hasta 2018, cuando el Buró de Análisis Económico haga público el crecimiento de la economía en 2017.

Los años de Obama fueron de crecimiento lento, si se compara con períodos recientes de la historia estadounidense. Todos los presidentes desde Franklin Delano Roosevelt han conseguido que la economía crezca a más del 3%.

Este es el récord de crecimiento anual durante cada mandato de sus predecesores, según los datos de la BEA:

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  • Franklin Roosevelt: 18.9% (1942)
  • Harry Truman: 8.7% (1950)
  • Dwight Eisenhower: 7.1% (1955)
  • John F. Kennedy: 6.1% (1962)
  • Lyndon Johnson: 6.6% (1966)
  • Richard Nixon: 5.6% (1973)
  • Gerald Ford: 5.4% (1976)
  • Jimmy Carter: 5.6% (1978)
  • Ronald Reagan: 7.3% (1984)
  • George H. W. Bush: 3.7% (1989)
  • Bill Clinton: 4.7% (1999)
  • George W. Bush: 3.8% (2004)

Salarios

Una de las grandes incógnitas económicas del momento es por qué no crecen los salarios si la economía está a pleno empleo. La familia media estadounidense ganó al término del mandato de Obama $54,000 al año, prácticamente lo mismo que hace 20 años cuando restamos el efecto de la inflación.

Al igual que pasó con Obama, los salarios han seguido estancados con Trump.

En agosto, la ganancia media por hora de todos los empleados no agrícolas en términos reales (ajustando la inflación) cayó un 0.3% de julio a agosto. De agosto de 2016 a agosto de 2017 esa misma medida se incrementó en 0.6% (de $10.71 a $10.77), según el BEA.

Bolsa

La bolsa está batiendo sucesivos récords con Trump. Eso indica que hay optimismo sobre la marcha de la economía. Aquí es clave tener en cuenta que muchas corporaciones anticipan que los republicanos del Congreso aprobarán el recorte de impuestos que ha prometido el presidente.

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De acuerdo con MarketWatch, desde su victoria contra Hillary Clinton en noviembre y hasta el cierre de este miércoles, el Dow Jones ha subido un 24%, el S&P 500 un 19%, el Nasdaq un 26%, y el índice popular de pequeñas compañías Russell 2000 un 26%.

El Dow ha registrado este año 44 récords al cierre de sesión, el año con mayores finales de récord desde 2013, cuando registró 52. El S&P 500 ha tenido 41 récords de cierre, cerca de los 53 de 2014, el Nasdaq ha tenido 52 hasta ahora, cerca de los 61 de 1999.

El problema es que con cada nuevo récord crece la preocupación por un sobrecalentamiento del mercado. Cuando la bolsa sube tan rápido suele deberse a euforias que no tienen soporte en la situación real de la economía y las corporaciones que cotizan en el mercado.

Un severo intercambio de miradas entre los experimentados en encuentros multilaterales Ángela Merkel y Vladimir Putin.
Una mano de la primera ministra Theresa May se acerca al rostro del presidente estadounidense Donald Trump.
La expresiva Ángela Merkel tapa su cara con sus manos, mientras conversa con el presidente Donald Trump en un receso del evento.
El cómodo saludo de los experimentados líderes Ángela Merkel y Vladimir Putin, dos viejos participantes en las reuniones multilaterales.
Emmanuel Macron baja del lugar que ocupaba para la fotografía oficial para buscar un nuevo puesto junto al presidente de EEUU, Donald Trump.
Todos siguen la caminata del presidente francés Emmanuel Macron, quien rodea al último de la fila, Donald Trump.
La primera dama de EEUU, Melania Trump, cruza su mirada con Vladimir Putin, al estrechar sus manos.
El Presidente de EEUU, Donald Trump muy atento a la conversación con el Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante la sesión de trabajo.
Cordialidad entre colegas con ideas diferentes, el saludo de Ángela Merkel y Theresa May.
Emmanuel Macron, siempre de buen humor, ríe junto a Justin Trudeau mientras posan para la fotografía oficial.
Las parejas presidenciales de Francia y EEUU conversan gustosamente en la primera fila en la que coincidieron en un concierto.
Otro encuentro relajado entre el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el presidente francés Emmanuel Macron.
El saludo de Ángela Merkel a Justin Trudeau, querido por todos.
Donald Trump da una palmada en la espalda a Emmanuel Macron, antes del comienzo de una sesión de trabajo.
La canciller Ángela Merkel busca apoyo para mantenerse en la pose de la fotografía oficial de los líderes con sus parejas.
Donald Trump mira interesadamente la forma como Emmanuel Macron anuda su corbata, durante la foto oficial de la reunión.
La anfitriona del evento, Ángela Merkel junto a la pareja presidencial francesa, al finalizar un concierto al que asistió el grupo de líderes mundiales.
Otro encuentro entre Merkel y Putin, un poco menos relajado, el presidente ruso puntualiza una idea y la canciller alemana escucha atentamente.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, no puede dejar de mirar la escena entre Emmanuel Macron y Donald Trump, durante la toma de la foto oficial.
Enmanuel Macron bromea con Justin Trudeau y su esposa Sophie Gregoire.
Un detalle del recibimiento de la anfitriona Ángela Merkel al primer ministro canadiense Justin Trudeau.
Un efusivo recibimiento de Ángela Merkel a otra de las líderes mujeres presentes en el evento, la primera ministra de Noruega, Erna Solberg.
La canciller alemana escucha atentamente la conversación entre entre Emmanuel Macron y Donald Trump.
Donald Trump y su esposa Melania aplauden a la anfitriona de la reunión, Ángela Merkel.
Melania Trump conversa con Vladimir Putin, quienes quedaron juntos en los puestos para cenar.
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Un severo intercambio de miradas entre los experimentados en encuentros multilaterales Ángela Merkel y Vladimir Putin.
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