Que las mujeres conozcan sus cuerpos: la cruzada de la ginecóloga Jen Gunter

Tiene tres décadas de experiencia en la medicina y es autora del libro 'The Vagina Bible' ('La biblia de la vagina') que pronto podrá conseguirse en español: "Esta es mi respuesta a quienes me han escuchado dar información y han pensado: '¿Cómo es posible que yo no supiera esto?'. Desinformar a las mujeres sobre sus cuerpos no le ayuda a nadie. Estoy aquí para ayudar a acabar con eso". Univision Noticias conversó con ella.

Eulimar Nuñez
Por:
Eulimar Núñez.
La doctora Jen Gunter con su libro éxito en ventas.
La doctora Jen Gunter con su libro éxito en ventas.
Imagen Chloe Jackman

Su nombre es Jen Gunter y su misión es desmentir las falsas creencias que abundan en internet: ofrecer educación sexual, hablar sin tapujos en defensa de la ciencia y traducirle la medicina al público de forma constante y a través de múltiples plataformas: su cuenta de Twitter, sus columnas en el diario The New York Times (una llamada 'The Cycle' y otra donde contesta preguntas del público), su programa 'Jensplaining' en la televisión pública canadiense CBC –ella nació en Winnipeg– y su libro éxito en ventas 'The Vagina Bible' ( 'La biblia de la vagina', separando el mito de la medicina) en el que ofrece respuestas claras y contundentes sobre preguntas comunes que nos hacemos todas las mujeres sobre nuestros cuerpos.


A Gunter le preocupa mucho la desinformación sobre temas de salud y sus terribles consecuencias, "desde las teorías conspirativas médicas como las antivacunas –cuando los doctores sabemos que la gente se muere de sarampión y que se trata de una enfermedad real que se erradicó– a las relacionadas por ejemplo con el uso de tampones: hay quienes dicen que tienen toxinas".

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Según ella, el objetivo general es asustar a las mujeres sobre distintas cosas de sus cuerpos. "Hay un parecido entre el lenguaje del bienestar y estos productos mal llamados de salud: usan las mismas palabras –limpia, natural, pura– para aprovecharse de ese miedo. Como desde el comienzo de los tiempos las mujeres hemos sido juzgadas por esta supuesta "pureza" de nuestros cuerpos, cuando vemos estos mensajes se quedan con nosotras por mucho tiempo y nos afectan de manera distinta que a los hombres. Es muy interesante ver que en los productos de hombres no se usan esos términos. Ni puro ni limpio, nada de eso", dice en entrevista con Univision Noticias.

Su libro es una guía clara, educativa y bien investigada que alerta sobre los peligros de caer en la trampa de pensar que necesitamos ajo, huevos de jade, vapor o productos especiales de higiene personal femenino "como si la vagina (que ha tenido la capacidad de estrecharse y dilatarse para dar a luz a un bebé, mucho antes de que se inventara la sutura) es de alguna forma tan frágil que siempre está cerca de la catástrofe", escribe la doctora en la introducción. El texto además ofrece recomendaciones para tener mejor sexo de forma más inteligente y segura, destruye mitos sobre la ropa interior y ofrece herramientas para mejorar la comunicación con tu doctor, entre muchos otros temas.


Aquí otros fragmentos de la conversación con la doctora Gunter, que tiene 33 años de experiencia en la medicina (24 de ellos como ginecóloga).

La editorial Kensington está planeando distribuir versiones en español de "The Vagina Bible".

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Ve también:

"Las mujeres de Alabama resisten" se lee en la pared de la habitación de Julia Walker, en Montgomery, Alabama. "Los legisladores de mi estado y la gobernadora Kay Ivey aprobaron recientemente una de las peores restricciones al aborto y por eso quiero destacar la hipocresía de decir que se trata de un estado 
<i>prolife,</i> 'que está a favor de la vida', cuando tiene una de las peores cifras de mortalidad infantil y ni siquiera ha expandido el Medicaid".
Travis Jackson es escolta en la clínica de Montgomery. Es veterano y tiene años trabajando como voluntario, en defensa de que las mujeres puedan decidir si desean llevar a término o no un embarazo. Dice que ha visto cómo los manifestantes 
<a href="https://www.facebook.com/RealAmericaWithJorgeRamos/videos/660338521150736/" target="_blank">"les gritan obscenidades a las mujeres".</a> Poco a poco se han ido volviendo más violentos y ahora nos preocupa que las pacientes sean perseguidas cuando se dirigen a sus vehículos. 
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La entrada de la única clínica que practica abortos en la capital de Alabama: Reproductive Health Services. Afuera, dos manifestantes que aseguran haber manejado más de tres horas para acudir al centro de salud a protestar.
Ella es Mia Raven, fundadora de la 'Power House' un centro comunitario justo al lado de la clínica donde ella también trabaja: se encarga de todo lo que no es médico, de la parte administrativa. "Estas prohibiciones confunden a la gente. Las personas creen que ya no podrán acceder al cuidado que necesitan. 
<b>No vas a detener los abortos al prohibirlos, lo único que esta ley conseguirá es restringir el acceso a los abortos seguros y las mujeres se van a morir. La gente cree que exagero cuando lo digo, pero no: las embarazadas harán lo que tengan que hacer si están desesperadas".</b>
En la clínica de Montgomery solo se practican abortos los días viernes. Una patrulla de policía se estaciona afuera, a modo de prevenir incidentes violentos.
Helmi Helkin, líder del grupo de escoltas en la West Alabama Clinic, la única clínica en Tuscaloosa y una de las tres existentes en el estado.
La doctora Yashica Robinson, una ginecóloga con 14 años de experiencia que también ejerce como obstetra asistiendo un promedio de 20 partos al mes en otro hospital. Ella ha alzado su voz para explicar “cuán necesarios” son los servicios que provee destacando el mismo argumento de organizaciones de derechos humanos, abogados y demás expertos en salud reproductiva: 
<b>“las prohibiciones al aborto no impiden que ocurran. lo único que hacen es volverlos menos seguros.</b> Si alguien necesita uno, por la razón que sea, lo buscará, incluso fuera del sistema de salud”.
En el estado de Alabama hay un período de espera de 48 horas para quien necesite acceder al procedimiento”, explica la enfermera Lashonda Clemons-Pinchon. La ley exige a las enfermeras como ella ofrecer una sesión de consejería a quienes asistan a una primera cita en la clínica: les da a conocer sus opciones y les entrega un folleto con recursos de ayuda (como cupones de comida, por ejemplo) en caso de que decidan continuar con el embarazo. “No estoy lidiando con personas que no pueden decidir por sí mismas. Esta es probablemente una de las decisiones más complicadas que les tocará tomar en sus vidas, de modo que 
<b>cuando llegan al consultorio, ya tienen claro lo que necesitan hacer”.</b>
La Cámara de Representantes del estado de Alabama, sede de múltiples protestas desde que la legislación se aprobó.
El reverendo William Barber II, otra de las voces que se han alzado para condenar la restrictiva prohibición aprobada en el estado, que aún no está vigente, gracias a las demandas que la ACLU y Planned Parenthood le han interpuesto en corte.
"Un aborto me salvó la vida", dice esta joven que viajó desde Tenessee hasta Montgomery para protestar en contra de la legislación. Asegura que cuando se sometió al procedimiento lo hizo en medio de una relación abusiva que finalmente pudo abandonar.
"Estoy peleando por mi cuerpo y mis derechos", dice la pancarta de esta otra manifestante.
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"Las mujeres de Alabama resisten" se lee en la pared de la habitación de Julia Walker, en Montgomery, Alabama. "Los legisladores de mi estado y la gobernadora Kay Ivey aprobaron recientemente una de las peores restricciones al aborto y por eso quiero destacar la hipocresía de decir que se trata de un estado prolife, 'que está a favor de la vida', cuando tiene una de las peores cifras de mortalidad infantil y ni siquiera ha expandido el Medicaid".
Imagen Ana María Rodríguez
La ginecóloga Yashica Robinson provee abortos en una de las tres clínicas que quedan operativas en el estado Alabama. Estuvimos allí, durante un día de consultas, para conocer las restricciones actuales, entender los peligros de prohibir aún más el acceso y conversar con pacientes que acudían a someterse al procedimiento. “No puedo volver a ser mamá, no dos veces, no sola”, nos dijo una.
Video “Cada quien debe decidir si necesita o no un aborto, sin ninguna interferencia política”
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