"Dio su vida por la libertad": habla el padre de soldado hispano asesinado en Afganistán

El pasado sábado, el sargento Gutiérrez junto al también el sargento de primera clase Antonio Rey Rodríguez de Las Cruces, Nuevo México, perdieron la vida en un operativo en la provincia de Nangarhar en Afganistán. Otros seis soldados también resultaron heridos en el ataque.

Por:
Univision
Dos soldados estadounidenses de origen hispano murieron y otros más resultaron heridos tras un ataque ocurrido este sábado 8 de febrero en un operativo en la provincia de Nangarhar en Afganistán, informó el ejército de EE.UU. Las víctimas, ambas de 28 años, fueron identificadas como el sargento de primera clase Javier Jaguar Gutiérrez de San Antonio, Texas, y el sargento de primera clase Antonio Rey Rodríguez de Las Cruces, Nuevo México.
Video Trump viaja a base militar para rendir tributo a soldados hispanos que murieron en Afganistán

SAN ANTONIO, Texas – Cuando el sargento Javier J. Gutiérrez se enlistó en el Ejercito de los Estados Unidos supo que el precio más caro a pagar era su vida. A su vez, su padre, Javier S. Gutiérrez, conocía de antemano que una vez su hijo fue enviado al oriente medio podía recibir la llamada más triste jamás recibida. Eso ocurrió.

"Nos duele, todavía estamos tratando de entender lo sucedido… Estamos muy orgullosos de nuestro hijo. Fue muy atento y, definitivamente, dio su vida por la libertad”, enalteció el padre orgulloso por los logros de su hijo.

PUBLICIDAD

El pasado sábado, el sargento Gutiérrez junto al también el sargento de primera clase Antonio Rey Rodríguez de Las Cruces, Nuevo México, perdieron la vida en un operativo en la provincia de Nangarhar en Afganistán. Otros seis soldados también resultaron heridos en el ataque.

Pero la historia de Gutiérrez, de 28 años, comenzó con el imaginario de un niño. Desde la Escuela Secundaria Burbank en San Antonio, cuando imaginaba llevar en su cabeza una boina color verde.

“Era un llamado que él tenia; que yo sabía. Desde que estaba en la escuela secundaria él lo imaginaba e iba a unirse al servicio”, dijo Gutiérrez padre en entrevista con medios locales.

El incidente comenzó cuando "un individuo con uniforme afgano abrió fuego contra la tropa estadounidense y afgana con una ametralladora", dijo en un comunicado el portavoz de las fuerzas estadounidenses y afganas, el coronel Sonny Leggett.

Al sargento asignado al 3er Batallón, 7° Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportadas), en la base de la Fuerza Aérea en Eglin, Florida le sobreviven su esposa y cuatro hijos.

Fue promovido póstumamente del rango de sargento de personal y galardonado con la Estrella de Bronce y el Corazón Púrpura, dijo en un comunicado, el teniente coronel Loren Bymer del Comando de Operaciones Especiales del Ejército de EE.UU.

Recientemente, el presidente Trump y el vicepresidente Mike Pence viajaron hasta la Base Dover de la Fuerza Aérea después de un mitin en New Hampshire para participar en una "ceremonia de transferencia digna" para honrar a los dos soldados hispanos que murieron tras un ataque en Afganistán.

Por otro lado, el Distrito Escolar Independiente de Harlandale dijo que la muerte del sargento es "una pérdida propia".

"Se ha informado que el sargento de primera clase, Javier J. Gutiérrez, que asistió a Stonewall Flanders Elementary, Leal Middle School y Harlandale High School, falleció mientras servía a su país en el extranjero en el ejército del país. Nuestro más sentido pésame a sus amigos y familiares", señalaron en declaraciones escritas.

Héctor Barajas fue llevado a EEUU cuando era un niño de 7 años y en 1992 obtuvo la residencia legal. Cuando cumplió 18 años, se alistó en el Ejército donde sirvió durante seis años. Salió con honores, pero luego fue condenado porque iba en un carro desde el que le dispararon a otro vehículo.
Nadie resultó herido en el incidente y Héctor Barajas cumplió poco más de dos años de prisión tras declararse culpable. Sin embargo, fue deportado inmediatamente después de su liberación en 2004. El día de la independencia de EEUU lo celebró en la barda fronteriza de Tijuana. "El 4 de julio es una fiesta que celebramos en los EEUU", dijo el veterano deportado. "Donde yo estoy viviendo actualmente no cambia mi sentido de hogar, el patriotismo y mi lealtad".
Héctor Barajas fundó la Casa del Veterano Deportado, también conocida como 'el búnker', en la ciudad mexicana de Tijuana. Allí se proveen recursos básicos a los veteranos deportados y promueven cambios en las políticas para detener la deportación a ex militares estadounidenses.
Los veteranos deportados no tienen derecho a todas las compensaciones que les corresponderían si vivieran en los EEUU, aunque tienen las mismas dificultades que los veteranos nacidos en Estados Unidos: quedar desempleados o padecer de ‘síndrome de estrés postraumático’ y no recibir la atención médica adecuada. En ‘el búnker’ los veteranoss encuentran comunidad, comidas y un refugio temporal.
El exmarine Mauricio Hernández sirvió en Afganistán. El 4 de julio visitó la Casa del Veterano Deportado, fundada por Héctor Barajas en Tijuana. Cada año, 5,000 inmigrantes con residencia legal permanente se alistan en el Ejército de EEUU, esperanzados con la posibilidad de obtener la ciudadanía durante o después de su servicio.
Los residentes legales permanentes que salen antes de tiempo del servicio militar o que son condenados por un crimen después de servir pueden ser deportados. Junto a varios compañeros veteranos deportados, el ex Marine Edwin Salgado celebró el 4 de julio junto a la barda fronteriza en Tijuana.
La deportación de veteranos inmigrantes comenzó en 1996 cuando las leyes migratorias de los Estados Unidos cambiaron y la experiencia del servicio militar ya no se consideraba en los casos de deportación. Acompañado de un retrato de John Fitzgerald Kennedy, el ex marine Alex Gómez descansa la Casa del Veterano Deportado.
El veterano deportado Mario Rodríguez se unió a la celebración del 4 de julio en Tijuana.
Mauricio Hernández juega con su hija Emily en la Casa del Veterano Deportado de Tijuana. Hernández sirvió en el Ejército de EEUU en Afganistán.
El fundador del ‘búnker’, Héctor Barajas, protege su uniforme de gala y lo utiliza durante la celebración del 4 de julio.
Los veteranos deportados que celebraron la independencia de EEUU junto a la barda fronteriza en Tijuana encendieron fuegos artificiales, tal como en cualquier rincón de los EEUU. Héctor Barajas fue indultado por el gobernador de California en abril de 2017, razón por la que espera obtener la ciudadanía estadounidense y regresar a los EEUU junto a su hija.
Los veteranos Héctor Barajas y Álex Gómez contemplan la ciudad de Tijuana, donde viven después de ser deportados de los EEUU.
1 / 12
Héctor Barajas fue llevado a EEUU cuando era un niño de 7 años y en 1992 obtuvo la residencia legal. Cuando cumplió 18 años, se alistó en el Ejército donde sirvió durante seis años. Salió con honores, pero luego fue condenado porque iba en un carro desde el que le dispararon a otro vehículo.
Imagen Almudena Toral