TAMPA, Florida.- El próximo 22 de julio comenzará en Tampa un juicio que ha captado la atención nacional por su complejidad emocional, legal y médica. Brianna Moore, una joven estudiante de biología marina de 19 años, enfrenta cargos por homicidio agravado tras la muerte de su hija recién nacida en un baño del dormitorio universitario donde residía.
Una tragedia en el campus: el juicio de Brianna Moore por la muerte de su bebé recién nacida en la Universidad de Tampa
Brianna Moore afirmó no saber que estaba embarazada y que la bebé dejó de moverse poco después de nacer en el baño. La causa de muerte fue asfixia por compresión; el cuerpo fue hallado en una bolsa dentro de un contenedor.
La historia comenzó el 27 de abril de 2024, cuando Moore dio a luz en secreto en el baño compartido de McKay Hall, una de las residencias estudiantiles más antiguas de la Universidad de Tampa. Según su propio testimonio, no sabía que estaba embarazada y pensó que simplemente se sentía mal aquella mañana.
En medio del dolor físico, y según explicó luego a la policía, la bebé nació, lloró unos segundos y después dejó de moverse. Moore declaró que intentó limpiarse, se duchó, y envolvió al bebé en una toalla antes de salir del baño y tomar una siesta.
Casi 36 horas después, y tras varios reportes de sangre en el baño por parte de otras estudiantes, una bolsa blanca fue hallada en un contenedor de basura junto al dormitorio. En su interior, las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de una bebé envuelta en la toalla, sobre una caja de pizza. La escena fue acordonada y comenzó una investigación que revelaría un caso mucho más complejo de lo que parecía.
Un médico forense determinó que la causa de muerte fue asfixia por compresión del torso, con fracturas en las costillas. La clasificó como homicidio. Moore fue detenida ese mismo mes y ha permanecido en custodia desde entonces.
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Miranda Moore afirma que no sabía que estaba embarazada
Los investigadores reconstruyeron parte de los hechos con grabaciones de seguridad y testimonios de compañeras. Aunque Moore insistió en que no sabía de su embarazo, algunas estudiantes aseguraron haber notado una “barriga evidente” desde enero. Además, en entrevistas grabadas con detectives, Moore dijo que posiblemente estuvo en “negación” y que no había tenido su periodo menstrual desde marzo del año anterior.
Un aspecto clave del caso será la participación, aún incierta, de la neuropsicóloga Nicole Graham, quien diagnosticó a Moore con un embarazo críptico, una condición poco común en la que la mujer no reconoce su estado gestacional. Según Graham, Moore actuó desde una inmadurez emocional y habría entrado en un estado disociativo durante el parto. La fiscalía ha solicitado que su testimonio sea excluido por considerarlo un intento de provocar simpatía en el jurado.
Otro punto polémico será el uso de mensajes de texto recuperados del teléfono de Moore. En una conversación de septiembre de 2023, intercambió bromas irónicas sobre anticonceptivos con un joven en Mississippi, usando la expresión “Plan C” como sinónimo de matar al bebé. Su defensa sostiene que se trataba de un diálogo ajeno al embarazo, ocurrido meses antes.
Si es declarada culpable, Moore podría enfrentar hasta 30 años de prisión. Mientras tanto, el juicio se perfila como una prueba social y jurídica para entender cómo la juventud, la salud mental y el estigma pueden colisionar en los márgenes del sistema penal. La bebé fue nombrada Amara. Sus restos fueron recogidos por Moore, quien eligió personalmente la urna.
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