Weezy es una perrita que le temía a prácticamente todo, hasta que conoció a su hermano humano. ¡Conoce su historia!
Nadie sabía cómo quitarle el miedo a esta perrita, hasta que nació su hermano humano
Nadie sabe cómo Weezy fue a parar a un refugio de animales, lo cierto es que manifestaba un gran miedo a todos y todo, no podía acercarse las personas y tampoco podía tener juguetes cerca…
La vida de Weezy iba a cambiar por completo, Sarah Mavro manejó dos horas para ir hasta el refugio y adoptarla, al llegar a su casa notó que los dientes de la perrita estaban en muy mal estado, por lo que solo le quedaron dos, los otros tuvieron que ser removidos (eso explica por qué siempre tiene la lengua de afuera).
Tardó 3 años en ladrar por primera vez, eso significó que ya se sentía en confianza y en un lugar seguro, y poco después llegó el pequeño Evan a la familia. Ahora Weezy no se despega de él y ama estar a su lado, es con el único que se siente más relajada. “Evan tiene solo 7 meses y ya lo ama más que a nosotros”, dijo Sarah, contenta de que Weezy haya encontrado a su mejor amigo y dejado atrás todo lo malo que ha vivido.
Si Weezy temía a las personas era porque alguien o varios le han hecho mucho daño. Y así como los seres humanos son capaces de agredir y generar miedo, también son capaces de dar amor sin pedir nada a cambio... como lo hizo esta bella familia.