Por su carácter insular y tropical, este maravilloso archipiélago tiene tal biodiversidad y exuberancia vegetal que hace que, a donde quiera que vayas, te sobre qué actividades para hacer en Puerto Rico. Sólo en materia de playas la Isla tiene una colección de 1,200, además de 224 ríos y 553 quebradas. Estos sirven de marco lo mismo para los viajes más románticos o las vacaciones de familia más inmemorables que para sumergir en una profunda catarsis a los viajeros solitarios.
10 planes para disfrutar de la naturaleza en Puerto Rico
Diez actividades para hacer en Puerto Rico al natural, en calma o en acción, siempre de cara al Caribe dorado y azul, o a la montaña verde exuberante de vegetación... es decir, aquí tienes tu guía de todo lo que puedes ver y hacer en la naturaleza en Puerto Rico.

Pero Puerto Rico también es bosque, monte... y a los miles de kilómetros de costa -uniendo cada isla- se les suma un interminable collar de montañas con sus propios ambientes, vistiendo el 40% de la Isla con su elegancia. Es decir que a Puerto Rico -donde nunca hace frío- puedes ir a caminar, bucear, rodar, acampar, escalar y hasta volar, arropado siempre por ambientes verdaderamente mágicos.
Mécete en un columpio sobre la bahía

La naturaleza se vive de mil formas en Puerto Rico y una es disfrutándola desde sus columpios: los hay sobre árboles gigantescos, en árboles suspendidos sobre sus riachuelos y playas, en las orillas de sus montañas… En La Ceiba hay uno que se ha convertido en el favorito de algunos fotógrafos por la impresionante vista que tiene sobre las aguas del mar. Si te animas, pudes tomar un bus o un taxi desde San Juan, también hay tour organizados.
Y, como Puerto Rico tiene muchos puentes peatonales colgantes, algunos aprovechan para tomase fotos en ellos, como si se estuvieran meciendo en ellos. ¿Te animas?

La naturaleza es el imán deportes extremos y en el parque natural de aventuras Toro Verde (State Rte 155, Orocovis, Orocovis), esto se lleva a su máximo potencial, aquí está la tirolina más alta y larga del mundo: “El Monstruo”. Tiene el record Guinness por sus dos kilómetros y medio de largo y sus 350 metros de altura en su parte más elevada. Los que se lanzan alcanzan velocidades de 150km/hora en su salto. Una experiencia única que te los lanza volando por encima de bosques naturales y ríos serpenteantes.
Y ya que de volar se trata, el parque acaba de añadir bicicletas suspendidas en un cable sobre las alturas… bien podrían llamarse las bici voladoras, porque sin lugar a dudas, conducirlas es una experiencia de altura y una excelente actividad para hacer en la naturaleza en Puerto Rico.

¿Te gustaría dormir en un lugar inhóspito alejado de la civilización por completo? En Isla Mona -45 millas al oeste mar adentro desde la isla mayor – te sentirás el rey (o reina) de la selva: no tiene un solo hotel, ni un restaurante… ¡ni habitantes!. Pero no te asustes que no estarás tan solo: A esta reserva natural de seis millas de largo pueden entrar 100 personas al día -hay que gestionar permiso con meses de antelación- quienes se distribuyen en dos playas y hacen caminatas de costa a costa, entran a sugerentes cuevas, practican snorkelling, bucean en agus nítidas, cristalinas y encuentran mil cosas qué hacer en la naturaleza. Pero debe quedar claro: tendrás que llevar tu propia comida y agua y regresar con el 100 % de la basura producida.
Otra peculiaridad: a Isla Mona no puedes viajar por tu cuenta sino con una agencia autorizada, que garanticen el frágil equilibrio natural. Con su ayuda puedes acampar hasta tres días en tiendas muy confortables toda vez que te guían por los secretos de la isla, incluyendo petroglifos de aborígenes tainos y un faro centenario. Al final regresarás con la satisfacción de haber acampado, bajo las estrellas, en una isla desierta del Caribe.

Por increíble que parezca, a la isla Culebra se llega como a la Isla de la Fantasía de la TV en los ´80: en avioneta o ferry (no así crucero)…Y eso que la separa de la isla mayor de Puerto Rico apenas 17 millas. Pero la isla misma está escasamente poblada y desarrollada -1300 habitantes- lo cual, lejos que espantar al turismo, lo atrae. La isla mide 30 km²- y está plena en escenarios donde el romanticismo es “al natural”, por lo que cualquier momento importante de tu historia de amor: pedida de mano, boda, luna de miel, aniversario… encaja aquí a la perfección. Hay varios organizadores de este tipo de eventos, entre los que siempre sale a relucir Green Eyed Girl Vieques, por su atención al más mínimo detalle.
¿Te imaginas en una playa desierta, como la llamada Carlos Rosario, o acaso en pleno buceo en una barrera de coral, colocándole el anillo a tu novia bajo las aguas sin darle tiempo a reaccionar? Si no te le atreves a llevar ese momento al fondo marino, prueba suerte con la casi infalible fórmula de ir juntos a recostarse en la arena tibia de la playa Punta Melones, mientras el globo incandescente se hunde en un ocaso de fuego al atardecer… Y para bodas o aniversatios, dos de las más buscadas son la playa Flamenco, con sus arenas fulgurantes como oro en polvo y playa Tamarindo, por sus aguas turquesas con peces de colores, tortugas y mantarrayas. Ideal para sellar tu amor con un beso en un escenario sin igual. ¿Podría haber algo mejor que hacer en la naturaleza en Puerto Rico?

Entre la infinidad de sitios de buceo que tiene Puerto Rico, el más famoso de ellos es un muro submarino llamado La Parguera. Se trata de 22 millas con aguas de muy buena visibilidad donde moran pulpos, rayas, inofensivos tiburones, miríadas de peces multicolor y un singular coral negro. La experiencia es tan fascinante, que incluso si solo estás unas horas en la isla, como cuando llegas a ella por crucero, éstos incluyen un tour para que puedas bucear por esta zona, como lo hace Royal Caribbean.
El muro de La Parguera comienza a 60 pies de profundidad y llega hasta los 200, como un alto y largo edificio con cuevitas y protuberancias coralinas con superficie de cerebro y de cactus flexibles, es el hogar de miles de especies que te mirarán de reojo desde su fortaleza, o saldrán confiadamente a posar su mirada en tus antiparras, atraídos por ese exótico "intruso" con tubo de oxígeno en la espalda. Allí curiosearás el submundo del mar atravesando cañones e incluso largas trincheras, cada una con su propio ecosistema, vecindarios subacuáticos donde todos viven en guardia.

Una excelente opción para hacer en la naturaleza en Puerto Rico es escaparte al municipio de Utuado y ver por ti mismo el yacimiento arqueológico más importante de las Antillas: el Parque Ceremonial Indígena Caguana. Construido por los indios taínos aproximadamente el 110 d.C., es el ejemplo más representativo de la ingeniería primitiva. Al caminar por sus pasarelas adoquinadas podrás observar aves en diez cortes indígenas, cada una con el nombre de un cacique (cacique) taíno. Y, para seguir de una sorpresa tras otra, continúe el camino que desciende hasta el río Tanamá. Quedarás atónito con los paisajes que crean las colinas de piedra caliza.
Y ya que estás en Utado, visita el Río Caonillas en donde se encuentra el cañón blanco. Sus paisajes son fastuosos y es completamente diferente a los demás ríos del país, por su color blanco y son rematados, al fondo, por el Cerro Morales. Sin duda una de las mejores maneras de disfrutar la naturaleza en Puerto Rico.

Desde la ciudad de San Juan parte la excursión hacia playa Escambrón (a unos 5 minutos, dependiendo del tráfico), en donde podrás ser una especie de Superman o Wonderwoman de las aguas, sin necesidad de tubos de oxígeno ni sumergirte demasiado: son excursiones de snorkeling en las que saltarás a aguas cálidas y poco profundas para nadar en paralelo con tortugas marinas… pero sin gasta mucha energía. Pues lo harás con un hidrojet.
Lo novedoso será un sistema de hidrojet que tomarás con las manos como quien coge el volante de una moto, y acelerarás manteniendo la respiración el tiempo que gustes. La ventaja está en que no tendrás que hacer el menor esfuerzo, aguantarás mejor el aire y al ir a mayor velocidad, recorrerás más distancia sin tener que salir varias veces a respirar. Así, disfrutarás -mano a mano- el vuelo lánguido y submarino de esos seres con caparazón que llevan su propio castillo a cuestas.

Hay cinco bahías en el mundo donde se da con regularidad el fenómeno de la bioluminiscencia en las aguas, un fitoplancton marino que en ciertas condiciones, produce una luz azul eléctrico bajo la noche. De esas cinco bahías, tres están en Puerto Rico y hay varios tours que te permiten recorrerla en kayak.
Cuando remas tranquilo en un kayak, basta con mover las aguas con la mano, con el remo o apenas avanzar con el kayak, para que el movimiento la encienda de azul. Si avanzas y dejas la mano en el agua, la verás como ardiendo en un fuego azul que no quema. Si tomas un balde -que el guía lleva con él- y te hechas agua en la cabeza, verás como si una cascada de luz te bañara sin explicación. La mejor excursión -acaso del mundo en su tipo- es la que parte desde Puerto Mosquito en la isla Vieques. Lo ideal es buscar los días de luna nueva para que no haya otra fuente de luz. La otra excursión -casi al nivel de la anterior- es en la bahía Fajardo. Todas magníficas maneras de disfrutar maravillosas cosas que puedes hacer en la naturaleza en Puerto Rico.

El café no es solo una infusión, sino también una cultura, acompañada en general de un paisaje montañoso y verde, precisamente por eso, Puerto Rico tiene una sólida historia cafetera…y a una ruta cafetera que permite a los visitantes explorar el mundo de la cafeína. Si se te apetece unas vacaciones con aroma a café… visita la Hacienda Buena Vista (Km 17.3, PR-123, Ponce).
Fue construida en 1833 y aún conserva métodos y artefactos ancestrales, de ahí que visitarla no es solo un viaje a la naturaleza y a una industria, sino también al pasado. En la hacienda usan la energía de una turbina hidráulica de madera para la producción, una técnica de aprovechar la fuerza de un río. Unos 40.000 visitantes al año pasan por la ella para entrar a la antigua casa estilo colonial campestre de la familia Vives, al cuartel de esclavos y ver un molino de maíz, pero sobretodo sus cafetales y hacer un recorrido por su denso bosque húmedo.

Como en un viaje al Planeta de los simios, la Isla de los Monos -Cayo Santiago- es un territorio primate, quienes son amos y señores de esta pequeña isla protegida por el Estado, centro de estudios científicos pero también visitable en el día desde Punta Santiago, cerca del pueblo de Humacao.