LOS ÁNGELES, California. – La alcaldesa Karen Bass anunció este martes el fin del toque de queda nocturno en el centro de Los Ángeles, una medida que permaneció vigente durante más de una semana a raíz de las protestas desatadas por las recientes redadas migratorias de ICE.
Finaliza el toque de queda en Los Ángeles tras una semana de protestas, disturbios y saqueos
La alcaldesa Karen Bass anunció el fin del toque de queda en el centro de Los Ángeles luego de más de una semana de protestas contra redadas migratorias de ICE, disturbios, saqueos y afectaciones a negocios locales.
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UnivisionTras la orden del presidente Donald Trump de ampliar las detenciones y deportaciones en ciudades gobernadas por demócratas, expertos advierten los efectos que tendrán las ciudades, como Los Ángeles, a futuro. Para Miguel Tinker, catedrático de Ciencias Políticas, las redadas y operativos es “terrorismo de estado hacia una población que quiere controlar”.
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El toque de queda había sido impuesto el pasado 10 de junio, restringiendo la circulación de personas entre las 8:00 p.m. y las 6:00 a.m. en una zona de casi ocho millas cuadradas en el corazón de la ciudad. Durante los días siguientes, el horario se redujo progresivamente ante la baja de incidentes.
A lo largo de la semana, las manifestaciones contra las operaciones de las autoridades migratorias en el sur de California se mantuvieron en su mayoría pacíficas durante el día; sin embargo, las noches dieron paso a disturbios, saqueos a negocios locales y enfrentamientos con la policía.
Las autoridades reportaron la detención de 575 personas durante ocho días de manifestaciones, las cuales iniciaron el pasado 7 de junio; del total de detenidos, 14 fueron arrestadas por saqueo, además de otros cargos relacionados con la violación del toque de queda y la negativa a dispersarse.
Afectaciones a comercios y actividad económica
La ola de disturbios provocó pérdidas considerables para múltiples comercios en el centro de Los Ángeles. Varios dueños de tiendas, restaurantes y pequeños negocios denunciaron daños materiales, robos y la drástica reducción de clientes por temor a la violencia o las restricciones.
“La medida fue necesaria para proteger a los negocios y comunidades de actores maliciosos que buscan aprovecharse de situaciones de tensión social”, afirmó la alcaldesa Bass en un comunicado. No obstante, reconoció que la orden impactó la rutina diaria de residentes y empresarios.
El jefe de policía del LAPD, Jim McDonnell, aseguró que la fuerte presencia de las fuerzas de seguridad en el área continuará mientras persistan riesgos de disturbios. “Estamos comprometidos a defender tanto la seguridad pública como el derecho constitucional de reunión pacífica”, declaró.
Aunque la situación parece haber regresado a la calma, la alcaldesa no descartó reimponer el toque de queda si surgen nuevas amenazas derivadas de decisiones políticas provenientes de Washington o de acciones locales de ICE.
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