Elvira Farías, la residente de Shafter que fue hallada culpable en diciembre de haber matado a golpes a su hijo recién nacido, fue condenada a una pena de 25 años de prisión a cadena perpetua por ese crimen.
Madre de bebé asesinado a golpes podría pasar el resto de su vida en prisión
El cuerpo del niño fue abandonado a pocos pasos de la Estación Shafter del Departamento de Bomberos del Condado de Kern, que es un lugar designado para la entrega segura de bebés no deseados.

Farías de 25 años de edad, había sido declara culpable en diciembre por un jurado del condado de Kern de asesinato en primer grado y de agresión a un niño menor de ocho años resultando en su muerte. La defensa de Farias estuvo inicialmente basada en un alegato de inocencia por razón de locura. Sin embargo, los abogados de Farias retiraron formalmente esa defensa.
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Kenneth C. Twisselman II, juez de la Corte Superior del condado de Kern en Bakersfield, condenó el martes a Farías a una pena no menor de 25 años hasta cadena perpetua por el asesinato ocurrido en 2015, cuando la convicta tenía 19 años de edad. Según el expediente del caso, en el momento de la muerte de su bebé Farías se encontraba en libertad condicional por una condena relacionada con drogas.
El 9 de junio de 2015 la policía de Shafter respondió a una llamada al 911 en relación a una mujer que había sido encontrada herida en un parque. Una vez en la escena, los miembros del personal de emergencias encontraron a Farías sangrando y determinaron que había dado a luz poco tiempo antes, iniciando la búsqueda del niño en los alrededores del área donde la mujer había sido encontrada.
Horas más tarde un oficial de la policía de Shafter descubrió los restos del bebé envuelto en una toalla y escondido entre los arbustos detrás de un edificio ubicado en James Street. Según el expediente del caso, pruebas de ADN practicadas sobre el cuerpo de la víctima determinaron que el niño era el hijo biológico de Farias y que había nacido dentro de las 48 horas anteriores a su muerte.
Una autopsia posterior determinó que la muerte del niño había sido un homicidio, causado por un traumatismo contundente en la cabeza y la sección media. El recién nacido mostraba una fractura de cráneo, múltiples costillas rotas y lesiones dentro de la boca.
El cuerpo del niño fue abandonado a pocos pasos de la Estación Shafter del Departamento de Bomberos del Condado de Kern, que es un lugar designado para la entrega segura de bebés por una ley de 2001 que permite que un padre entregue de manera segura a un recién nacido a un empleado en cualquier departamento de emergencia de un hospital, estación de bomberos u otros refugios seguros designados en el estado dentro de los tres días posteriores al nacimiento del niño.