HOUSTON, Texas. – El lunes 23 de junio, durante la madrugada, Margarita Ávila, una jardinera de 50 años y madre de 9 hijos, salió de la detención de ICE en el norte de Houston, pero no en las condiciones que hubiera querido.
A sus 50 años, Margarita Ávila volvió a casa de sus padres en Belice tras ser deportada
El lunes el 23 de junio, más de tres meses después haber sido detenida por ICE, la jardinera Margarita Ávila llegó a Ciudad de Belice. A pesar de tener que dejar en EEUU a su esposo y 9 hijos, dos de ellos menores de edad, aceptó firmar su deportación porque temía morir en prisión.

La montaron a un carro para un viaje por carretera de unas 10 horas hasta Florida, desde donde la enviaron en un vuelo a Ciudad de Belice, en Belice, el país donde nació, según contó a Univision Lisbet Ávila, su hija mayor.
“Para las 12:45 pm ya ella estaba en Belice y tuvo ahí creo que dos horas que la cuestionaron y luego fue puesta en libertad”, detalló la hija.
Por qué deportaron a Margarita Ávila
Aunque la señora Margarita tenía todas las razones para seguir peleando su caso de inmigración dentro de Estados Unidos, contó a Univision en una entrevista desde la prisión que se vio forzada a firmar la deportación porque temía que podía morir en ese encierro.
Denunció que su salud empeoraba y las condiciones bajo las que estaba en el centro de detención de CoreCivic — frío extremo, falta de medicamentos y mala alimentación— la hicieron temer por su vida.
Ella estuvo esperando dos meses una cita con una oficial de inmigración que revisaría su caso para determinar si la dejaban salir con una fianza y pelear su caso desde la libertad, pero a última hora supo, por medio de su abogado, que a la funcionaria ni siquiera se le pasó por la mente entrevistarla.
Esa realidad la puso contra la pared, le derrumbó sus esperanzas y la forzó a pedir que la deportaran.
Margarita Ávila se reencuentra con sus padres tras la deportación
Después de que pasó la entrevista con inmigración en el aeropuerto de Ciudad de Belice, Margarita salió por la puerta de llegadas internacionales y se fundió en un abrazo con sus padres. No los había visto en más de una década y hubo lágrimas.
“Yo sé que está contenta de ver a sus padres porque no ha visto a su familia desde el 2012, pero también está triste que no está junto con nosotros”, dijo Lisbet.
Tras el recibimiento, todos partieron hacia un área rural donde viven los padres de Margarita y donde ella va a estar en principio, mientras deciden cómo va a ser su estancia en ese país.
El reto de la separación familiar para los Ávila
Los hijos menores de la jardinera, que tienen 11 y 13 años, se van a ir a Belice a vivir con ella, mientras que el esposo y padre de sus 9 hijos aún no tiene claro si se va también, pero empezó a hacer arreglos con la compañía de cortar pasto que tenían y con su casa, dijo Lisbet.
“Para mis hermanitos es bien difícil porque ellos se van a ir a un lugar que no conocen, aquí nacieron, aquí han estado toda su vida, la familia que conocen somos nosotros, entonces ellos van a tener que ir para allá y comenzar de nuevo y aprender otro país”, comentó.
Lisbet, como hija mayor y a nombre de sus ocho hermanos, ha hecho todo lo posible por llamar la atención al caso de su mamá desde el 12 de marzo, cuando oficiales del precinto 4 del condado Harris se la llevaron presa por una “falsa denuncia”, como alega ella y el abogado que lleva el caso.
Todos los esfuerzos que hizo para que ICE liberara a Margarita y pudiera estar con su familia, especialmente con los hijos más pequeños, no tuvieron el desenlace esperado.
Pero Lisbet no se rinde. Aunque su mamá no está en EEUU, con ellos, asegura va a “seguir peleando para traerla de regreso” y va a luchar por todas las injusticias que están pasando con la comunidad latina.
“Yo sé que cuando (los latinos) nos enojemos suficiente, las cosas van a cambiar. Todos tienen que dejar de tener miedo… Hay que salir a las calles y demostrar que unidos somos más poderosos que lo que nosotros pensamos”, dijo.
Qué sigue para la jardinera Margarita
El abogado David Paz, quien ha llevado el caso de la señora Margarita, dijo a Univision que sí hay esperanza de que ella pueda regresar al país de forma legal, pero va a tomar tiempo.
Paz asegura que hay dos opciones en este caso.
“La primera sería (a través de) uno de sus hijos mayores que es ciudadano y ha metido la petición I-130 para ella… Se tendría que meter un perdón para que pudiera volver a aplicar dentro del tiempo de los 10 años que uno tiene que normalmente esperar después de una deportación”, dijo.
La otra manera, un poco más tardada, sería con una petición de visa U, que es para personas que han sido víctimas de delito, explicó.
“En este caso nosotros tendríamos que conseguir una carta de certificación por el fiscal o la agencia de policía que tomó el caso. Estamos alegando que ella fue víctima de un delito, y el delito sería que alguien metió un reporte falso a la policía”, agregó.
Cómo llegó la jardinera a las manos de ICE
Margarita terminó en manos de ICE tras ser arrestada el 12 de marzo en Spring, Texas, mientras estaba en su trabajo de arreglar jardines y cortar pasto.
Durante años ella había estado haciendo ese oficio para mantener a su familia y nunca había tenido problemas con nadie, a decir de familiares. Pero ese día hubo un incidente con una empleada del correo.
Tras un confuso altercado, que fue captado en video, la trabajadora la denunció por agresión y se la llevaron presa, sin escuchar las versiones de testigos sobre lo ocurrido, según denunció su abogado.
Aunque días después la fiscalía desestimó el caso penal, ICE ya había tomado custodia de ella por un antiguo caso de deportación y la tuvo presa varios meses en una prisión de CoreCivic al norte de Houston.
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