ALLEN, Texas.- El día del tiroteo en los Allen Outlets, Juan Contreras, testigo de la masacre, recuerda: “Yo escuché ruidos de bala y me quedé pensando ¿Será o no será?”.
Los otros héroes del tiroteo en Allen: comerciantes y guardias de seguridad resguardaron a paseantes
El sábado 6 de mayo del 2023 era un día muy concurrido en los Allen Outlets. Ese día un sospechoso armado abrió fuego sin distinción y mató a 8 personas e hirió a 7 más. Bomberos y policías salvaron la vida de muchos, pero también hay otros héroes: los comerciantes y guardias de seguridad que resguardaron a sus clientes.
Desafortunadamente, sí eran balas que sonaron como a las 3:36 de la tarde, mismas que le quitaron la vida a 8 personas, quienes fueron abatidas por un sospechoso armado quien después también perdió la vida.
Juan asegura que como medida de seguridad cerró su negocio y en medio del caos tomó una decisión: “Me di cuenta que la gente necesitaba un refugio y metí a la gente que cabía aquí”, cuenta.
Tú tomaste una postura de protectora, pero ¿En qué momento dimensionaste lo que estaba pasando?, se le preguntó.
“Me di cuenta inmediatamente desde que escuché los disparos y miré a la gente correr”, dice.
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Christian Le Cour: el guardia de seguridad que murió salvando a otros
Entre las 8 víctimas abatidas, se encuentra Christian LeCour, de 20 años, originario de Nevada. Él era guardia de seguridad y sus compañeros de trabajo, lo recuerdan con cariño como un joven callado y amable.
“Él vino aquí un día antes y tuve una plática con él, directamente, vinieron los dos de seguridad y yo les decía ¿Por qué no traen pistola?, cuenta Juan Conteras, “Yo recuerdo como que presentía: ‘Ustedes deberían traer un permiso de portar arma”.
La policía de Allen informó que Chris actuó como un verdadero héroe “evacuó a un individuo a un lugar seguro y le dispararon mientras permanecía valientemente para ayudar a los demás”.
Después de la tragedia, nada es igual, dicen comerciantes y clientes
Un año después las tiendas abrieron, pero en la memoria de la comunidad de Allen: queda el triste recuerdo de las víctimas.
“Cada vez que uno va a lugares públicos, anda más pendiente. No es lo mismo, uno piensa donde saldría si hay un tiroteo”, dice Jennifer Romano, trabajó en los Outlets Allen.
Para algunos empleados de este centro comercial, si bien esta es una herida abierta que aún no sana. El mejor homenaje que se les puede hacer a las víctimas es recordarlas y no dejar que el miedo gane la batalla.
“La vida sigue, tenemos que seguir adelante, echándole ganas”, dice Juan Contreras.
Este centro comercial era el punto de reunión de familias, l os dueños de algunos negocios dicen que sus ventas, desde la tragedia, bajaron hasta en un 60%, no todos están listos para volver al epicentro de una masacre.
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