Brandy McGowan, de 32 años, fue detenida tras ser inmovilizada con la descarga de una pistola taser luego de que amenazó con un cuchillo y un ladrillo a clientes de un Walmart y no atendiera a dos policías que le pedían bajara el arma en Summerfield, condado de Marion, Florida.
Policía inmoviliza con pistola taser a mujer que amenazó con cuchillo a clientes de Walmart
Brandy McGowan, de 32 años, cayó a suelo como una tabla empuñando un cuchillo con el que amenazó a clientes de un Walmart, tras ser inmovilizada por la policía con la descarga de una pistola taser, en Summerfield, condado de Marion, Florida.
McGowan fue detenida por un cargo de asalto agravado con un arma mortal.
El agente Christopher Witte y el detective de delitos contra la propiedad, Pamela Thomas, respondieron al llamado de la tienda aproximadamente a la 1:30 p. m. del miércoles 30 de marzo, por un informe de una mujer que amenazaba a los clientes y al personal de la tienda con un ladrillo y un cuchillo y hablaba incoherencias.
El incidente ocurrió en la tienda Wlamart de South US Highway 441 en Summerfield, a unas 62 millas de Orlando.
El video de la cámara corporal difundido por la oficina del alguacil del condado de Marion, muestra como transcurrió el operativo en que que McGowan, quien viste una camiseta sin mangas y shorts blancos, ignora el llamado de bajar el arma de Witte y Thomas.
“Suelta el cuchillo… suelta el cuchillo. ¡Suelta el cuchillo ahora!”, se escucha decir al agente mientras la mujer permanece parada en la sección de ropa, empuñando una navaja de bolsillo, y no atiende las indicaciones.
“Déjalo ahora. Bájalo”, insiste el agente pero McGowan parece no entender.
Tras varios llamados, Witte usó su pistola de descarga taser, que en un instante paralizó a McGowan, quien cayó como tabla al suelo. A lo que inmediatamente se ve a los agentes entrar en acción para desarmarla y detenerla.
Fue gracias al apoyo de refuerzos que llegaron un par de minutos después, que el agente Witte pudo cambiar su arma de cargo por una no letal toser.
"¡Maldita sea, Dios! Están secuestrándome?", se escucha decir a McGowan, mientras los agentes la giran boca abajo y la esposan.
Tras el arresto, se supo que ella ingirió aproximadamente unos cuatro gramos de metanfetamina, por lo que antes de ser llevada a la cárcel fue ingresada a un hospital para ser evaluada y monitores su desintoxicación.
Los registros en línea indican que la mujer residente de Webster tiene múltiples antecedentes penales en varios condados de Florida.
Las infracciones de McGowan van de cargos de robo, daños a la propiedad a asalto agravado con un arma mortal, secuestro y agresión, así como una serie de delitos relacionados con drogas y prostitución.
Tras dejar el hospital fue remitida a la cárcel del Condado de Marion, donde permanece.
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