PHOENIX, Arizona – Murray Hooper, de 76 años, fue ejecutado con inyección letal este miércoles en la prisión estatal de Florence, condenado por el asesinato de dos personas en 1980.
Ejecutan a Murray Hooper con inyección letal en Arizona por dos asesinatos cometidos en 1980
“Ya está todo dicho. Que se haga”, pronunció Murray Hooper antes de que le administraran los medicamentos de la inyección letal. Murió aproximadamente 12 minutos después de que le fue administrada la inyección, alrededor de las 10:34. Según testigos, el procedimiento fue pacífico.
El declarado culpable se había negado a elegir un método de ejecución, por lo que se optó por defecto por la inyección letal. Su última comida fue de Kentucky Fried Chicken, macarrones con queso y helado napolitano.
“Ya está todo dicho. Que se haga”, pronunció antes de que le administraran los medicamentos. Murió aproximadamente 12 minutos después de que le fue administrada la inyección, alrededor de las 10:34. Según testigos, el procedimiento fue pacífico.
La de Hooper es la tercera ejecución desde mayo, cuando el estado reanudó los procedimientos tras casi ocho años de tenerlos en pausa por distintos motivos, como dificultad para obtener los fármacos de la inyección letal y las críticas de una ejecución fallida en 2014.
Hooper fue condenado por un doble asesinato ocurrido en diciembre de 1980
Hooper fue condenado por el asesinato de William Redmond y su suegra, Helen Phelps, tras un asalto en casa de ellos ocurrido en diciembre de 1980. Marilyn Redmond, esposa e hija de las víctimas mortales, respectivamente, también resultó herida en el hecho, pero sobrevivió y dio testimonio contra Hooper.
Frank Strada, subdirector del Departamento de Correcciones, Rehabilitación y Reingreso de Arizona, fue quien anunció la muerte del reo.
Defensa agotó incluso un recurso de última hora
La ejecución se dio un par de horas después de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la apelación de último minuto del acusado y su equipo de defensa, por la afirmación de que las autoridades ocultaron por mucho tiempo que Marilyn Redmond no lo había identificado en una rueda de prensa.
Las autoridades dijeron al respecto que esa afirmación se basó en un error que cometió un fiscal en una carta a la junta de clemencia del estado, e insisten en que no se le mostró la información completa a Marilyn Redmond, quien lo identificó en una rueda de reconocimiento en persona.
Además, la defensa buscaba que se permitieran pruebas de huellas dactilares y de ADN en evidencia de dos asesinatos ocurridos en la década de 1980, que condujeron a la sentencia a muerte del hombre.
Según los abogados del recluso, no hay ninguna evidencia física que vincule a su cliente con los asesinatos de William Redmond y su suegra, Helen Phelps.
Huellas dactilares, pruebas de ADN y testimonio de la sobreviviente
Aseguran que la condena llegó antes de que los sistemas computarizados de huellas dactilares y las pruebas de ADN estuvieran disponibles en los casos penales, y que usarlas ahora podría llevar a identificar a los verdaderos responsables.
Los abogados habían asegurado que Arizona no debería seguir adelante con la ejecución hasta que se realicen las pruebas y se revise la evidencia.
“Incluso si las pruebas forenses establecen lo que el demandante espera que hagan, eso por sí solo no invalidará las otras pruebas utilizadas para condenarlo”, respondió al respecto el juez federal de distrito Stephen McNamee, quien consideró erróneo que las pruebas mencionadas establecerían automáticamente la inocencia de Hooper.
El juez sentenció que la ausencia de huellas dactilares de Hooper en las pruebas no echaría por tierra declaraciones de testigos de que efectivamente participó en los asesinatos.
Según las autoridades, Marilyn Redmond, esposa e hija de las víctimas respectivamente recibió un disparo en la cabeza cuando Hooper y otros dos hombres entraron a su casa el 31 de diciembre de 1980. Ella testificó contra el acusado.
Pero los abogados dicen que la descripción que hizo Marilyn de los agresores cambió varias veces antes de que identificara a su cliente, quien asegura no estaba en Arizona en ese momento.
“Durante 40 años, el Sr. Hooper ha sostenido que fue condenado injustamente, y sentenciado a muerte con base en prácticas policiales corruptas y testimonios de testigos poco fiables”, dijo la defensa.
Nicole List, miembro de la defensa de Hooper, dijo que “este caso no sería nada sin la identificación poco confiable de Marilyn Redmond y cuatro informantes pagados”.
La fiscalía dice que la evidencia es "abrumadora"
Un juez de primera instancia concluyó que la evidencia que implicaba a Hooper era abrumadora. William Bracy y Edward McCall también fueron condenados por los mismos asesinatos, pero murieron antes de ser ejecutados.
Según las autoridades, Robert Cruz, un hombre con presuntos vínculos con el crimen organizado, contrató a Hooper, Bracy y McCall para matar a Redmond, quien era copropietario de una imprenta.
Se cree que Cruz lo hizo porque quería hacerse cargo del negocio, pero Redmond había rechazados sus ofertas para celebrar varios contratos de impresión con hoteles de Las Vegas.
En 1995, Cruz fue absuelto de los cargos de asesinato.
En Arizona hay 110 personas en el corredor de la muerte; 22 de ellos ya agotaron sus apelaciones.
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