Lo peor de la represión ha pasado en Nicaragua, pero siguen apareciendo muertos: ya son 38

Aunque la represión a quienes se manifiestan en Nicaragua contra el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha amainado en los últimos tres días en Nicaragua. Su estela macabra apenas empieza a conocerse y las listas de víctimas siguen sumando muertos.

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Por:
Wilfredo Miranda Aburto.
La policía los dejó en diferentes puntos de Managua con la cabeza rapada, golpeados, hambrientos y sin dinero. Las autoridades aseguran que todos los presos están en libertad algo que desmienten las organizaciones de derechos humanos.
Video Detenidos por protestas en Nicaragua fueron liberados rapados y golpeados

MANAGUA, Nicaragua.- El cuerpo de Ismael Pérez Vílchez yacía sin vida en la camilla del hospital Manolo Morales al momento que su madre lo encontró con el rostro desfigurado. Un proyectil de una AK-47 le había dinamitado la mandíbula. El hombre murió por el impacto, casi a los pies de sus verdugos: tres oficiales de la Policía Nacional que la mañana del domingo pasado abrieron fuego sin discreción hacia docenas de civiles desarmados en el barrio La Fuente en Managua. Ese día se registraron saqueos masivos a los comercios en la capital, en medio de los disturbios por las protestas contra la reforma a la seguridad social y la posterior represión de la policía y grupos afines al gobierno.

“Cuando llego, agarro a mi hijo y le digo: ‘Amor, ¿qué te hicieron? ¿Qué fue esto? Pero ya estaba muerto”, relata a Univision Noticias María Ramona Vílchez. La madre abrazaba con desespero a su hijo y lo apretaba contra su pecho. Pero su hijo ya no le hablaría más.

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La mañana de este miércoles, la mujer se presentó en la sede del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) a denunciar con un video en mano el asesinato de su hijo. En el clip puede verse cuando el oficial abrió fuego y, al fondo de la escena, Ismael, de 32 años, cae. Por un momento, todo el cuadro se paraliza. Varias personas corren hacia el caído al ver que los oficiales ni se inmutan. Lo acarrean más cerca del foco de la cámara. La mandíbula de Ismael cuelga y emana una cascada de sangre. “Mi hijo da tres pasos cuando le disparan. Cae a la par de los policías y no hacen nada humanamente por él”, reclama la madre que lucha por contener el llanto.

Aunque la represión oficial ha amainado los últimos tres días en Nicaragua a causa del diálogo que el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo busca a toda costa entablar, su estela macabra apenas empieza a conocerse y las listas de víctimas siguen sumando muertos.

El último informe del Cenidh, de este mismo jueves, confirma 38 asesinados durante los disturbios. Las protestas comenzaron hace una semana como un descontento hacia la reforma de la Seguridad Social decretada por el gobierno pero han evolucionado a un rechazo tajante a la represión y al gobierno de Ortega y Murillo.

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“La magnitud de los daños causados por esta represión criminal es incierta. Todavía no ha sido cuantificada en cuanto a muertos, desaparecidos, lesionados, los presos y personas que quedaron discapacitadas”, advierte Gonzalo Carrión, director jurídico del Cenidh.

Quedan desaparecidos

El movimiento universitario que ha liderado las protestas cifra en más de 280 compañeros detenidos. Este martes la Policía anunció que liberó “a todos los detenidos por las graves alteraciones al orden al público”, pero todavía quedan familiares que reclaman por desaparecidos. Marlene Sánchez Granada, una mujer baja y rellena, todavía no sabe el paradero de su hijo Enrique Sánchez, quien fue apresado en los disturbios el viernes 20 de abril.

“Me dijeron que no se encuentra en El Chipote (celdas de la Dirección de Auxilio Judicial) ni tampoco aquí en La Modelo”, dice Marlene, en referencia al Sistema Penitenciario Nacional, ubicado en el municipio de Tipitapa.

La tarde de este miércoles centenares de universitarios marcharon con dirección a las celdas de El Chipote, un sitio cuya mazmorras son señaladas por los organismos de derechos humanos como “centros de tortura”.

https://twitter.com/PiruloAr/status/989214698145972225

Una madre que sí corrió mejor suerte fue Rosa Amelia Loásiga. Aunque no supo del paradero de su hijo, Kevin Loásiga, de 17 años, durante cinco días, lo encontró en su casa luego de que fue liberado este martes de La Modelo. El adolescente describió tratos escabrosos por parte de la Policía Nacional: golpes en la cabeza, cacheteadas, escupitajos en la cara, hematomas en la espalda a causa de las patadas y una herida profunda en su ceja izquierda producto de un culatazo de una AK-47.

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“Me tuvieron dos días sin comer. No podíamos dormir, estaban baleados allí desmayándose, chavalos heridos. Hasta tenía caliente la cabeza de tantos cachimbazos (golpes)”, relata el estudiante de secundaria a Univision Noticias.

Llueven denuncias

Las oficinas de los dos organismos defensores de derechos humanos más serios en Nicaragua, el Cenidh y la CPDH (Comisión Permanente de Derechos Humanos) han tenido con mucho trabajo este martes y miércoles. Las denuncias sobre represión y el abuso policial les llueven.

La CPDH contabiliza más de 40 muertos, aunque se declaran en “etapa de documentación” al igual que el Cenidh, por lo que la cifra crece a medida que reciben denuncias.


Aunque no se conoce la cifra definitiva, el abogado Carrión recuerda que durante los tres gobiernos que antecedieron al de Daniel Ortega no hubo tantos asesinados en protestas sociales y universitarias como en la actualidad.

“Durante la ‘pesadilla neoliberal’, como les llaman Ortega y Murillo a los gobiernos anteriores, no hubo tantos asesinatos en protestas como ahora con ellos en cinco días”, dimensiona Carrión. “Esos gobiernos ‘de derecha’ no asesinaron ni a diez jóvenes en mil días”, agrega.

De los 38 asesinatos confirmados por el Cenidh, al menos en dos casos Carrión identificó “un elemento sospechoso”. “La condición para que le entreguen el cadáver del familiar es hacer constar a través de una carta que eximen a la Policía de cualquier responsabilidad y que no desean que realicen autopsia a los cuerpos”, denuncia el defensor de derechos humanos.

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Según Carrión, eso es grave y tiene que ver con "la impunidad” y con no “tener la prueba de muerte básica para el esclarecimiento de un delito”.

“Es otra atrocidad, otro delito de obstrucción de justicia. Además de que matan, conspiran contra la justicia. Hay una responsabilidad enorme del Estado”, critica el abogado, quien insta a las familias a acudir a los centros de defensa de los derechos humanos. Según él, esta decisión solo pueden tomarla autoridades de alto nivel.

Por la puerta del Cenidh entró la mañana de este miércoles María Ramona Vílchez, junto a la viuda de su hijo Ismael, y sus dos hijos pequeños. La madre asegura que su hijo fue asesinado por un oficial de apellido “Vallecillo”, aunque no tiene mayores detalles. La mujer relata que es irónico que su hijo haya muerto cuando “evitaba”, junto a los oficiales, el saqueo del supermercado.

“La policía lo mató. Allí está claro en los videos. Pido justicia. Estoy muy firme en mi reclamo. Esto no se va a quedar impune”, advierte la madre, mientras arrebata el celular al hijo mayor de Ismael, quien lleva varios minutos viendo a su padre morir, una y otra vez, en el video.

Una multitudinaria manifestación inundó las calles de Managua el 23 de abril. Activistas exigieron al gobierno de Daniel Ortega el fin de la represión. Departamento de Estado de EEUU ordenó la salida de militares y personal del estadounidense de Nicaragua.
Esta manifestación masiva resultó inédita en Nicaragua. Desde hace más de una década, cuando Ortega regresó al poder en 2007, ninguna protesta social había logrado disputarle el control de las calles al aparato oficial.
Algunos manifestantes enseñaron sus armas de fabricación casera con la que se enfrentan a la policía. El presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, aseguran que los universitarios son “pandilleros y vándalos”.
Parte de la multitud también exigió rendir cuentas al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo por la treintena de 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/les-dije-soy-el-pueblo-y-se-me-tiraron-encima-suman-cuatro-muertos-y-decenas-de-heridos-al-tercer-dia-de-protestas-en-nicaragua">asesinados en estos disturbios</a></b> a manos de la Policía Nacional y las turbas sandinistas.
La crisis desatada en Nicaragua desde la semana pasada se complica con denuncias de “militarización” que hacen algunos manifestantes y el rechazo del empresariado nicaragüense a acudir al diálogo. En la fotografía, estudiantes pelean con agentes de la policía antidisturbios cerca del Colegio Técnico de Nicaragua durante protestas contra las reformas del gobierno en el Instituto de Seguridad Social (INSS) en Managua.
Existe una gran disparidad en la cifra de muertes ocasionadas por la violencia, que oficialmente es de 10 personas (más el periodista Angel Gahona, cuya muerte quedó registrada en vivo cuando hacía una transmisión en Facebook Live), pero que grupos de derechos humanos hablan de hasta 24 fallecidos hasta la noche del sábado. En la fotografía, estudiantes se enfrentan con agentes de la policía antidisturbios.
Según el recuento oficial, esta ola de protestas y la correspondiente represión de policía y grupos civiles armados ha dejado ya 
<b>once muertos</b>. Sin embargo, según la Iniciativa Nicaragüense de Defensores de Derechos Humanos y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), 
<b>los fallecidos a primera hora de la tarde del sábado eran 24</b>. Las organizaciones independientes publicaron una lista con los nombres de las víctimas que, dijeron, remitirán a organismos internacionales de derechos humanos. En la fotografía, amigos y familiares lloran junto al ataúd de Álvaro Conrado (15), un estudiante de secundaria asesinado durante una protesta. 
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Uno de los puntos más tensos ha sido la Universidad Politécnica de Nicaragua, en Managua, en cuyas instalaciones un grupo de jóvenes se mantiene atrincherado y rodeado por fuerzas antimotines. En la fotografía, estudiantes esperan a los agentes de la policía antidisturbios en una barricada.
En un comunicado difundido la noche del sábado el Ejército aseguró que “en el marco de las misiones establecidas en la Constitución y las leyes estamos brindando protección y seguridad a las entidades y objetivos estratégicos vitales para el funcionamiento del país”. En la fotografía, los nicaragüenses que viven en Costa Rica se manifiestan en apoyo a los nicaragüenses que protestan contra las reformas de pensiones del gobierno durante una vigilia en la Plaza de la Democracia en San José.
La última muerte de la que se tuvo conocimiento fue la de Ángel Eduardo Gahona, director del noticiero El Meridiano en Bluefields y corresponsal de Canal 6 de Managua, controlado por el oficialismo, quien murió producto de un disparo en la cabeza mientras cubría la protesta contra las reformas de la Seguridad Social en las inmediaciones del parque central de esa ciudad caribeña del sur del país.
En los últimos días, muchas personas han denunciado la “militarización” del control de las protestas, asegurando que los soldados han sido enviados a reforzar a las fuerzas de policía que se han visto desbordadas. En la fotografía, estudiantes se esconden de balas de goma de agentes antidisturbios.
En la mañana del domingo se veían grupos de personas llamando a mantener las movilizaciones contra la decisión del gobierno de introducir modificaciones en la Seguridad Social que, según sus críticos, implica mayores cotizaciones y menor cobertura. En la fotografía, los “árboles de la vida” son enormes estructuras metálicas con los que la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo ha decorado la capital de Nicaragua en los últimos años. En esta crisis se han convertido en objetivo de los manifestantes, aunque no es claro si tienen valor político o significado esotérico.
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La aparición del presidente nicaragüense Daniel Ortega la tarde del sábado por primera vez desde que empezó la crisis no logró calmar los ánimos, en parte a que, pese a sus llamados al dialogo, el mandatario no se refirió a los muertos que ha dejado la ola de violencia, la mayoría de las cuales se le atribuye a la acción represiva de las fuerzas policiales. En la fotografía, estudiantes esperan a los agentes de la policía antidisturbios en una barricada cerca del Colegio Técnico de Nicaragua.
Ortega calificó a los manifestantes de “minorías” y los acusó de estar siendo manipulados por quienes buscan desestabilizar, reproduciendo la retórica que Murillo ha venido ofreciendo desde que estalló la crisis. En la fotografía, un estudiante se prepara para disparar con un arma casera a la policía antidisturbios.
Si bien las protestas comenzaron en rechazo a un paquete de reformas impositivas en el sistema de la seguridad social en un intento de sanear sus golpeadas finanzas, miles de manifestantes de todo el país han aprovechado la chispa que se prendió esta semana para mostrar su descontento con un gobierno de tintes autoritarios que lleva más de 10 años al frente del país y que en los últimos días ha sacado a la policía a reprimirlos. En la fotografía, estudiantes pelean con agentes de la policía antidisturbios.
Según dijo Ortega, “existen sectores políticos” que atentan contra la estabilidad del país promoviendo “estos hechos que no tienen nombre”. “Es cierto que hay jóvenes que llegan a protestar por lo que piensan es justo, pero también hay mucha manipulación en las redes sociales”, afirmó. En la fotografía, un hombre monta una bicicleta junto a neumáticos quemados cerca del Colegio Técnico de Nicaragua.
Medios locales informan que el ejército fue desplegado en Estelí, ciudad a 200 kilómetros de Managua que es uno de los focos de la protesta.
Las fuerzas antidisturbios emplearon bombas lacrimógenas y balas de hule de disolver los plantones pacíficos, y en algunos casos los manifestantes denunciaron el uso de armas de fuego.
Amnistía Internacional condenó la represión por parte del régimen Ortega. El organismo resaltó que los ataques del gobierno representan “un intento flagrante e inquietante” de restringir los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica.
El gobierno de Daniel Ortega asegura que está dispuesto a dialogar luego de varios
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/les-dije-soy-el-pueblo-y-se-me-tiraron-encima-suman-cuatro-muertos-y-decenas-de-heridos-al-tercer-dia-de-protestas-en-nicaragua?hootPostID=dd9730ff83de323dbbb0ea39eed2e0e1"> días de violentas manifestaciones</a>.
En su primera alocución pública, Murillo no hizo referencia a la brutal represión que han ejercido las fuerzas de orden público en contra de quienes protestan, ni a los ataques de miembros de la Juventud Sandinista (progobierno) que han salido a las calles para atacar a periodistas y manifestantes.
Los estudiantes de las universidades públicas lideran las protestas en Managua, lo que un hecho inusual bajo el gobierno Ortega-Murillo.
Miles de ciudadanos llevan varios días de 
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/al-menos-tres-muertos-tras-fuerte-represion-a-protestas-por-paquetazo-de-reformas-en-nicaragua">protesta contra el “paquetazo” de reformas a la Seguridad Social</a>, que elevan las tasas de pago a los trabajadores y empleadores e impone un impuesto del 5% a las pensiones para costear la atención médica de los jubilados.
Grupos oficialistas han agredido a los periodistas que cubrían las protestas. El fotoperiodista de la agencia Associated Press Alfredo Zuniga (en la foto) fue golpeado por un miembro de la juventud sandinista, resultó con una lesión en el cráneo y su cámara fue robada. Julio López, reportero del programa de radio Onda Local, fue trasladado de urgencia a un hospital de Managua al resultar herido de gravedad en la golpiza.
Testigos aseguran que los civiles represores son de la Juventud Sandinista, quienes viajan en motos con sus rostros ocultos detrás de cascos.
Darling Urbina protesta por el asesinato de su hijo Darwin Urbina, uno de los fallecidos en los disturbios. Urbina murió en un enfrentamiento con fuerzas afines al gobierno cerca de la Universidad Politécnica de Managua.
Ana Quiroz, activista de la Red de Mujeres contra la Violencia, fue herida por un grupo de enmascarados cuando protestaba contra la reforma a la Seguridad Social en Managua.
Un grupo de choque motorizado, identificado con el gobierno de Daniel Ortega, ha intervenido contra los manifestantes con palazos y pedradas. El lunes 16 de abril fueron anunciadas las reformas por Roberto López, presidente Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
El “paquetazo de reformas”, como le han llamado a la decisión gubernamental, también establece que los trabajadores deberán pagar 7% de su salario a la Seguridad Social.
La vicepresidenta y esposa del presidente Ortega, Rosario Murillo, condenó las muertes y las atribuyó a los propios manifestantes y calificó las acciones como “crímenes de odio”. Testigos y medios de comunicación han reportado que grupos civiles enmascarados afines al gobierno han agredido a los manifestantes.
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Una multitudinaria manifestación inundó las calles de Managua el 23 de abril. Activistas exigieron al gobierno de Daniel Ortega el fin de la represión. Departamento de Estado de EEUU ordenó la salida de militares y personal del estadounidense de Nicaragua.
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