Caesar Goodson, uno de los seis policías juzgados por separado por el caso del homicidio del afroamericano Freddie Gray hace un año, fue declarado "no culpable" de los siete cargos de los que fue acusado, incluido el más grave de homicidio en segundo grado.
El policía Caesar Goodson fue absuelto por la muerte del afroamericano Freddie Gray en Baltimore
El 12 de abril de 2015, Freddie Gray sufrió una fractura de vértebras cervicales mientras era trasladado hacia una estación policial tras ser detenido. Goodson, de 46 años, conducía la furgoneta en la que se transportó a Gray.

"El tribunal no ha hallado evidencias suficientes de que el acusado condujera de manera imprudente voluntariamente", aseguró el juez Barry Williams en su sentencia, seguida fuera del tribunal por activistas contra la brutalidad policial contra los negros.

Hace un mes, otro policía de Baltimore, Edward Nero, fue también absuelto en el mismo caso.
Goodson es el tercer policía de los seis implicados en la detención de Gray que no recibe sentencia condenatoria, después de que la fiscal general de la ciudad, Marilyn Mosby, prometiera "justicia" por una muerte que puso de relieve la desigualdad que sufren las comunidades negras pobres en la ciudad.
El 12 de abril de 2015, Freddie Gray, de 25 años, sufrió una fractura de vértebras cervicales mientras era trasladado hacia una estación policial tras ser detenido, aunque los hechos todavía no son claros. Goodson, de 46 años, conducía la furgoneta en la que se transportó a Gray.
La acusación consideraba que el joven afroamericano pudo haber sido sometido a la práctica conocida como el "paseo del cowboy", en la que los detenidos son trasladados sin cinturón de seguridad en la celda metálica del vehículo entre frenazos y giros bruscos para que resulten golpeados.
La Fiscalía sostiene, además, que la detención de Gray en uno de los barrios más deprimidos de Baltimore fue ilegal, ya que el joven no había cometido ningún delito.
Durante el proceso, la Fiscalía afirmó que Goodson violó su deber al no poner el cinturón de seguridad a Gray, al que otros agentes pusieron esposas en las muñecas y grilletes en las piernas, lo que le impedía agarrarse a ningún sitio para evitar golpearse contra las paredes metálicas del vehículo durante el viaje.
La muerte del joven, unos días después del incidente en el vehículo policial, dio lugar a motines, disturbios, saqueos y vandalismo.
El presidente Barack Obama condenó aquellas manifestaciones de violencia, aunque señalando las "cuestiones inquietantes" que quedaban en suspenso sobre la muerte de Gray.
Estados Unidos ha vivido varios momentos cargados de tensión racial en el último año y medio, especialmente desde la muerte en Ferguson en agosto de 2014 del joven afroamericano desarmado Michael Brown a manos de un agente blanco, que luego fue exonerado de todos los cargos.