Una investigación policial de cinco años concluyó con el arresto del jefe de una organización de traficantes de personas que operaba en la frontera norte. Las autoridades alegan que el grupo tenía un método peculiar de transportar a inmigrantes sin ser detectados: usaron choferes de Uber.
Usaron choferes de Uber para transportar migrantes en la frontera: el coyote está preso
Agentes federales espiaron a un grupo de traficantes de personas que ocultaba sus actividades haciéndolas pasar por servicios normales de dicha empresa de viajes compartidos. El líder de la banda enfrenta ahora un castigo de hasta 10 años de prisión.

Rajinder Pal Singh, alias ‘Jaspal Gill’, fue detenido hace unos días y lo acusaron penalmente por dirigir un esquema de tráfico de inmigrantes de India en la zona limítrofe entre Washington y Canadá.
Este hombre de 48 años y originario de California se encargaba de coordinar los recorridos en la aplicación de viajes compartidos. Pero esos registros de Uber terminaron hundiéndolo penalmente.
Al revisar la base de datos, los detectives descubrieron que los cómplices de Singh transportaban desde sitios cercanos a la frontera a personas que recién habían cruzado ilegalmente al país y las llevaron al aeropuerto Sea-Tac, a moteles en Seattle y a casas de seguridad de la banda.
Los indocumentados pagaron hasta 11,500 dólares para ser traídos a EEUU, describe la acusación.
La investigación estima que entre julio de 2018 y abril de 2022, al menos 17 cuentas de Uber vinculadas a esta red de coyotes acumularon más de 75,000 dólares en cargos por servicios de transporte.
Las autoridades no han revelado cuántos choferes de Uber fueron cómplices de Singh.
Los investigadores señalan que esas cuentas de Uber estaban registradas a teléfonos prepagos, para ocultar quién estaba a cargo del esquema. Además, Singh compraba tarjetas de regalo de la aplicación para pagar los viajes en los que recogían a los indocumentados.
En un comunicado enviado a Univision Noticias, Uber afirmó que todas las cuentas de los sospechosos fueron desactivadas, que colaboraron ampliamente con las autoridades en este caso y tiene un equipo de expolicías y asistentes legales que "están listos para ayudar a los agentes del orden con su investigación".
“Estamos agradecidos por el esfuerzo y la dedicación de los agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional que manejaron este caso", dijo un vocero de la empresa. "La trata de personas es un problema global y Uber agradece que pudiéramos hacer nuestra parte para apoyar la investigación policial y proporcionar información que ayudó a conducir a un arresto y potencialmente salvó la vida de innumerables víctimas”, agregó.
Notas Relacionadas
Así los espiaron
Desde 2018, agentes de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) comenzaron a seguir los movimientos de estos criminales en el condado de Whatcom, en Washington.
La investigación notó que estos coyotes tuvieron poca actividad durante la pandemia, cuando se prohibieron los viajes fronterizos no esenciales, pero el esquema volvió a activarse cuando levantaron las restricciones.
En una declaración jurada del agente David J. Spitzer, de HSI, se describe el operativo que tuvo bajo vigilancia a estos coyotes. Pusieron una cámara afuera de la casa del jefe de la banda para registrar la entrada de los inmigrantes recogidos por los choferes de Uber.

También obtuvieron videos de vigilancia en una tienda del norte de California, donde Singh compraba tarjetas para pagar los viajes.

Casi todos los recorridos se realizaban en la madrugada. Uno de estos se registró a las 2:10 am del 3 de diciembre de 2018. Un Camry con matrícula del estado Washington, que tenía un dispositivo de rastreo satelital colocado por un agente del HSI, se detuvo brevemente cerca de la frontera y luego se dirigió al aeropuerto Sea-Tac, a 115 millas de distancia.
“Una vez que el Camry llegó al aeropuerto, el agente especial Loic Gunn observó a cuatro ocupantes, dos hombres y una mujer de aparente ascendencia india y un niño pequeño, que salían del vehículo cerca del punto para bajar pasajeros de American Airlines”, describe el agente Spitzer.
Cuando la policía registró la casa de Singh en Elk Grove, California, encontraron alrededor de 30,000 dólares en efectivo y documentos de identidad falsos.
Si es declarado culpable, Singh enfrentaría un castigo de hasta 10 años de prisión y una multa de 250,000 dólares, según la Fiscalía federal.























