Organizaciones criminales dedicadas al robo masivo de negocios están reclutando a indocumentados recién llegados, que supuestamente participan en esa actividad ilícita para pagar las cuotas de los coyotes que los trajeron a este país, afirma un reporte del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
ICE asegura que indocumentados ahora roban tiendas para pagar cuotas de coyotes
Algunos inmigrantes de Centro y Sudamérica han llegado a este país con la promesa de tener un empleo, pero terminan trabajando para bandas que saquean establecimientos, según la agencia.

“Casos recientes revelan que víctimas de América Central y del Sur son traficadas a Estados Unidos para ser miembros de Grupos de Ladrones Organizados (identificados con las siglas OTG)”, advierte un informe reciente elaborado por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una dependencia de ICE, y la Asociación de Especialistas Certificados en Antilavado de Dinero (ACAMS).
“Los (migrantes) traficados roban hasta pagar sus ‘cuotas de coyote’ y otras deudas”, agrega.

Al saldar las tarifas algunos migrantes siguen trabajando para esos grupos delictivos, robando artículos en tiendas departamentales y negocios de todo el país, ya por un pago en efectivo, según ICE.
Para estos indocumentados todo comienza con una promesa de que trabajarán en EEUU; sin embargo, al llegar les imponen tarifas de transporte “muy altas” que no pueden pagar inmediatamente. Entonces, “los ladrones traficados viajan por todo el país, robando para pagar sus deudas”, indica el reporte.
En distintos casos penales se ha revelado que los coyotes están cobrando alrededor de 10,000 dólares.
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Pérdidas de $70,000 millones
La supuesta participación de indocumentados es lo más nuevo en esa actividad criminal que sigue extendiéndose en este país. Las autoridades alertan que esas bandas se han vuelto “más descaradas y violentas” al ingresar a los establecimientos para llevarse aparatos electrónicos, ropa de diseñador, zapatillas deportivas, herramientas, autopartes, productos farmacéuticos, alimentos y un largo etcétera.
Los atracos en grupo significaron pérdidas de casi 70,000 millones de dólares en 2019, según un informe reciente de la Asociación de Líderes de la Industria Minorista (RILA) y la Coalición Buy Safe America. Esto representa alrededor del 1.5% de las ventas minoristas totales.
Se estima que a los gobiernos federal y estatales les cuesta casi $15,000 millones en ingresos fiscales perdidos. Por otro lado, cada familia estadounidense paga en promedio más de $500 anuales en costos adicionales debido esos hurtos, menciona el reporte de ICE y ACAMS.
Las cámaras de vigilancia de negocios han capturado el modus operandi de estos rateros, algunos de los cuales llegaron armados, golpearon a empleados que trataron de detenerlos, uno de ellos roció extinguidor para evitar que lo atraparan y otros se fueron con carritos llenos de artículos.
New ICE @HSI_HQ and @ACAMS_AML guide helps law enforcement and anti-financial crime professionals fight organized retail crime groups by identifying red flags associated with their illicit financial activities. #ORC #MoneyLaundering pic.twitter.com/ChUcqUqhft
— ICE (@ICEgov) June 5, 2022
En una encuesta de RILA y la Coalición Buy Safe America, casi el 76% de los encargados de negocios que fueron entrevistados dijeron que delincuentes advirtieron a los empleados que usaría un arma durante un robo y el 40% respondió que sí cumplieron sus amenazas golpeando a trabajadores.
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Un jefe, un lavador de dinero y los rateros
“Los grupos de ladrones organizados se han vuelto más descarados y violentos, causando un efecto destructivo en la economía”, dijo Steve K. Francis, director interino de HSI, en un comunicado.
ICE anunció esta semana que ha lanzado la operación Boiling Point (Punto de Ebullición), para colaborar con agencias del orden de distintos niveles de gobierno para combatir a los rateros organizados.
Oficiales de HSI iniciaron 59 investigaciones de este tipo en el año fiscal 2021, lo que representó un aumento del 211% respecto a los 19 casos que abrieron en el período anterior. En los últimos meses, la agencia detuvo a 61 personas, interpuso 55 acusaciones y confiscó $9.2 millones en bienes.
Las autoridades explican que estos robos requieren de una planeación detallada y de una estructura jerárquica: viajan por todo el país en vehículos rentados para saquear tiendas, se dividen las tareas para vigilar, agredir o alejar a quienes traten de quitarles lo que tomaron y entregan la mercancía a personas que la ofrecen a bajo costo en páginas de internet y en las redes sociales.
La Policía les ha decomisado bolsas forradas con aluminio para que los sensores de seguridad no detecten que se llevan artículos sin pagar, así como ropa modificada para esconder los productos. También usan secadoras de cabello y encendedores para quitar las calcomanías antirrobo, para evitar sospechas. Los investigadores han notado que suelen llegar con una lista de artículos específicos, como si fueran a realizar una compra legítima.
Las organizaciones más grandes envían los artículos al extranjero. HSI las identifica por tres niveles: en el uno coloca a quien cometen robos localmente; en el dos a esos que operan en un estado o entidades vecinas; y en el tres a los que atracan en todo el país y les venden a mayoristas.

Una red criminal típica tiene la siguiente estructura: un líder que puede dirigir a varios grupos a la vez y tener conexiones delictivas en el extranjero; un lavador de dinero con varias empresas ficticias para ocultar las ganancias ilícitas; vendedores que reciben la mercancía y ofrecen en establecimientos propios y en plataformas de internet; el limpiador, que es la persona que le quita a los productos cualquier indicio de que fue robado; y los ladrones, quienes acuden a los negocios para tomar el botín, mientras otros distraen a vendedores y vigilantes.
Los jefes de grupos más sofisticados han sido vinculados a organizaciones de coyotes que traen a inmigrantes para robar, según ICE. “Pueden estar involucrados en otros delitos, incluidos el tráfico de narcóticos, el tráfico de personas, el lavado de dinero e incluso el terrorismo”, advierte la dependencia.
Solo el robo a contenedores representa una pérdida anual de entre $15,000 millones y $35,000 millones, según estimaciones de la industria. En esos casos realizan los saqueos en puertos, paradas de camiones, zonas donde se detienen los trenes y en cualquier otro lugar de tránsito de mercancía.
Las ciudades donde más ocurren esos incidentes son Los Ángeles, California; Dallas, Texas; Memphis, Tennessee; Chicago, Illinois; y Atlanta, Georgia.
3 arrested and $1.8M in stolen electronics seized by ICE @HSIHouston and @HoustonPolice during investigation of suspected $65M transnational organized retail crime scheme to smuggle electronics overseas and launder illicit proceeds: https://t.co/Fumunebc2F pic.twitter.com/2j1IDiqTju
— ICE (@ICEgov) June 3, 2022
La policía advierte que también participan en el robo de convertidores catalíticos de autos, porque contienen metales preciosos de alto valor, como platino, paladio y rodio. Eso ha generado un aumento de la demanda y del valor de esa autoparte.
En mayo, agentes del HSI y del Departamento de Policía de Houston, Texas, arrestaron a tres personas que tenían en su poder alrededor de 1,900 dispositivos electrónicos robados valorados en $1.8 millones. Se cree que ellos son parte de una organización que obtuvo de manera ilícita al menos $65 millones enviando celulares y otros dispositivos al extranjero.
Usaron 14 cuentas bancarias de ocho instituciones como parte de su esquema criminal. Otros cinco detenidos también fueron acusados de robo de identidad, falsificación, posesión de drogas, fraude en agravio de un anciano y por tener documentos falsos.
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