Un miliciano que detenía migrantes en la frontera y era buscado por la policía fue hallado muerto

El cadáver de Kevin Lyndel Massey fue hallado en el noreste de Texas varios meses después de que huyó de las autoridades. Se cree que él mismo se quitó la vida. Los videos de sus arrestos de indocumentados eran publicados en Facebook.

Por:
Univision
El miliciano Kevin Lyndel Massey era buscado por las autoridades desde mayo de 2019 por violar las condiciones de su libertad bajo palabra.
El miliciano Kevin Lyndel Massey era buscado por las autoridades desde mayo de 2019 por violar las condiciones de su libertad bajo palabra.
Imagen US Marshals

Un simpatizante de ultraderecha, que un tiempo se dedicó a arrestar indocumentados en la frontera de Texas y llevaba varios meses huyendo de las autoridades federales por cargos de posesión de armas, fue encontrado sin vida tras un aparentemente suicidio, reveló el diario Dallas Morning News.

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Kevin Lyndel Massey, de 53 años, describía en su cuenta de Facebook cómo detenía a punta de pistola a los migrantes que encontraba tratando de cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos. Explicaba que les ataba las manos con cintas de plástico. Según señala una acusación penal en su contra de 2016, él advirtió que continuaría haciéndolo hasta que las autoridades “sellen la frontera” o realicen “alguna forma de guerra civil”.

Este paramilitar quedó fuera del radar de la Policía en mayo de 2019, varios meses después de que salió libre bajo palabra por una condena por posesión de armas. Cuando su búsqueda se volvió una prioridad para los US Marshals, se advirtió que se trataba de un hombre “armado y peligroso”.

“Massey, condenado por delitos de armas de fuego en 2016, supuestamente se fugó de su liberación supervisada y ha amenazado con “luchar” con la policía”, alertaba en agosto un tuit de los US Marshals.


Su cadáver fue encontrado antes de Navidad en una pequeña zona boscosa en el condado de Van Zandt, en el noreste de Texas. Agentes del Sheriff respondieron una llamada al 911 respecto a una persona “inconsciente” en Wills Point. Su identidad fue confirmada con sus huellas dactilares, según el Sheriff.

El caso sigue bajo investigación del FBI, los US Marshals y alguaciles de Van Zandt. Aún no se publican los resultados de su autopsia, pero los detectives creen que él mismo se quitó la vida.

El funeral de Massey se programó para el viernes pasado, de acuerdo con el Dallas Morning News.


Alias ‘Massey’ y ‘KC’ era electricista y aficionado a los rifles de guerra. En una ocasión, la Policía le decomisó 20 artefactos explosivos y armas. El FBI lo catalogó como un terrorista nacional con “tendencias violentas” y una “ira alarmante”. Hace cuatro años fue condenado a 41 meses de prisión por posesión ilegal de un arma de fuego. Salió libre antes de cumplir ese castigo.

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Sus comentarios en las redes sociales lo exhibían como un simpatizante de la extrema derecha. Él se unió en 2014 a un grupo paramilitar llamado Rusty’s Rangers en Brownsville.

Una acusación federal señala que en 2014 este hombre se ponía indumentaria militar y acompañaba a otros para detener a migrantes que intentaban cruzar hacia EEUU.

Se agrupaban en el llamado ‘Campamento Lonestar’ ubicado en una zona rural y desde ahí coordinaban sus patrullajes en la frontera. Solía filmar sus actividades buscando indocumentados y publicarlas en una página de Facebook. Los llamaba “arrestos ciudadanos” y aseguraba tener la autoridad para hacerlos.

El 20 de abril de 2019 los grupos de milicianos volvieron a cobrar notoriedad porque el FBI arrestó a Larry Mitchel Hopkins, quien era el líder de una organización de este tipo, por cargos de posesión ilegal de armas de fuego. Sucedió poco después de que se publicó un video en el que sus partidarios aparecían deteniendo a migrantes centroamericanos para entregarlos a la Patrulla Fronteriza en Nuevo México.

Hopkins se declaró culpable en una corte federal el 3 de enero. Tiene antecedentes penales en Michigan por posesión de un arma de fuego cargada y condenas en Oregon por hacerse pasar por un oficial de policía y poseer un arma. Por ese nuevo caso federal enfrenta una condena de hasta 10 años de prisión.

Johnny Horton (cuyo nombre real es Larry Mitchell Hopkins), el comandante de los United Constitutional Patriots, dirige una milicia desde su motorhome. Su tropa, conformada por veteranos de guerra, patrulla la frontera y detiene a inmigrantes antes de entregárselos a la Patrulla Fronteriza.
Video Un día con una milicia pro-Trump que patrulla la frontera en Nuevo México
A lo largo del muro en el sector El Paso, en Texas, pueden verse decenas de pantalones, camisas y prendas de ropa interior que van dejando los migrantes a su paso.
La montaña del Cristo Redentor en Sunland Park, Nuevo México, forma un muro fronterizo natural entre México y Estados Unidos. A pesar de su difícil geografía y el frío de la primavera, muchos inmigrantes usan sus senderos para cruzar.
Más de 40 personas se entregaron a la Patrulla Fronteriza en dos horas. Eran en su mayoría padres y madres con sus hijos en brazos, incluso bebés, que vinieron a Estados Unidos buscando mejores oportunidades de empleo.
Al no haber muros en la montaña del Cristo Redentor, la zona es vigilada permanentemente por la Patrulla Fronteriza y por sensores de movimiento. No es este el punto por el que ocurre el grueso de los cruces de indocumentados en el sector El Paso.
El arresto de un grupo de inmigrantes indocumentados en Texas, visto desde una vía.
"No habla inglés, solo español", se lee en el sobre que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) entregó a la familia hondureña Vindel una vez que fueron liberados. Eran un padre y una madre con sus dos hijos. Los adultos fueron dejados en libertad, pero con un grillete en sus tobillos y deben presentarse en los próximos días con un oficial de ICE en su nueva dirección.
Aunque la Patrulla Fronteriza no tiene cifras exactas de cuántos coyotes han sido detenidos en los últimos años, aseguran que continuamente comparten información de inteligencia con las autoridades mexicanas. Explican que los traficantes de personas no cruzan a Estados Unidos pero sí guían a los migrantes hasta el río, por lo que debe ser el gobierno vecino quien efectúe las detenciones.
De un lado, el izquierdo, Ciudad Juárez, México; del otro, Sunland Park, Nuevo México.
Un niño guatemalteco ve al oficial de la Patrulla Fronteriza mientras él le hace preguntas a su padre.
Un agente de la Patrulla Fronteriza acompaña a un grupo de inmigrantes indocumentados hasta una de las puertas de acceso a Estados Unidos, donde los espera otro equipo para trasladarlos al centro donde le hacen las primeras entrevistas para luego remitirlos a ICE.
La frontera del sector El Paso está resguardada en buena parte por una verja metálica doble. Y no toda tiene muros construidos por el hombre, solo 83 millas. Otra parte tiene barreras naturales, como montañas.
A través de los sensores y las cámaras a lo largo de la frontera, la Patrulla Fronteriza detectó que un grupo de seis inmigrantes indocumentados intentaban cruzar a Estados Unidos con una escalera improvisada para escalar el muro fronterizo en el sector El Paso. La vigilancia del lugar se activó incluso con un helicóptero.
Una vez que los migrantes centroamericanos se entregan a la Patrulla Fronteriza son interrogados sobre su identidad. Este lunes, uno de los agentes aseguró que un joven había falsificado un acta de nacimiento para disminuir su edad a 17 años y ser tratado como menor.
Los oficiales de la Patrulla Fronteriza en El Paso aseguran que nunca habían visto cifras tan altas de inmigrantes arrestados en este sector. Enero y febrero de 2019 fueron dos meses en los que repuntó el dato, con más de 1,000% de variación en relación con los mismos meses de 2018.
Un tramo del muro fronterizo en el sector El Paso es levantado para sustituir el anterior, que se ve justo enfrente, y que fue instalado hace más de 10 años.
En la verja de El Paso es común ver zonas en las que los inmigrantes cortaron la estructura para poder entrar a Estados Unidos sin entregarse a la Patrulla Fronteriza. Los agentes aseguran que quienes se encargan de hacer los cortes son los coyotes.
El agente Frank Pino asegura que durante sus patrullajes de este año ha sido común encontrar grupos numerosos de inmigrantes indocumentados que quieren entregarse para pedir asilo. El grueso de las personas se rinde en el tramo que va de Ysletas a El Paso, ambos en Texas.
En un tramo de la zona de Santa Teresa, en Nuevo México, el muro de acero se acaba y el camino queda abierto y es aprovechado por los inmigrantes indocumentados para cruzar. En la imagen, una patrulla fronteriza vigila el área.
Un oficial de la Patrulla Fronteriza abre la puerta para salir del cinturón que vigiló.
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A lo largo del muro en el sector El Paso, en Texas, pueden verse decenas de pantalones, camisas y prendas de ropa interior que van dejando los migrantes a su paso.
Imagen Almudena Toral/Univision
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