El caso del violento ritual para dejar de ser pandillero que acabó con su vida

Un hombre que aceptó que lo golpearan brutalmente como una condición para salir de los Latin Kings, fue encontrado sin vida en una calle de la ciudad de Brooksville, informaron las autoridades.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Según organizaciones no gubernamentales salvadoreñas como Crisosal, al menos 80 detenidos han fallecido sin condena durante los más de seis meses que comenzó la operación para combatir a las pandillas con la que se han arrestado a casi 55,000 personas. Sigue las últimas noticias en Univision.
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Recibir una paliza de 13 segundos es el típico ritual de iniciación en una pandilla. Quien pide permiso para abandonar el grupo puede ser sometido a un proceso similar como advertencia de que no toleraran que se vuelva un informante de la policía ni que revele sus actividades delictivas.

La Policía de Florida afirma que esa violenta regla cobró la vida de un hombre que había solicitado salir de la pandilla Latin Kings, una de las más grandes y violentas del país.

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La víctima fue encontrada sin vida al filo del mediodía del pasado 13 de julio en la ciudad de Brooksville. Un repartidor llamó al 911 para informar que había una persona tirada en el suelo cerca de la esquina de las calles Silent Breeze y Wolf. Dijo que no había reaccionado cuando hizo sonar el claxon de su vehículo.

Paramédicos que llegaron al lugar lo declararon muerto. Su cadáver estaba en el pavimento junto a la puerta trasera del lado del pasajero de su auto, un Volkswagen Jetta modelo 2021.

Tras realizarle la autopsia, el médico forense determinó que había sido un homicidio. Las autoridades no han relevado la identidad de la víctima.

Los detectives de la oficina de Alguaciles del condado Hernando descubrieron que el hombre fue un miembro activo de los Latin Kings y que aceptó una golpiza para desvincularse de estos.

“La investigación reveló que la víctima quería dejar la pandilla y murió durante la ‘golpiza’ y el ‘despojo de su membresía’ necesarios para dejar la pandilla”, señala un comunicado de la agencia.

Cinco arrestos

El viernes, los alguaciles del condado Hernando informaron que ya habían detenido a cinco hombres sospechosos por ese crimen. Se trata de Shayne A. White-Gracteroly, de 31 años; Jimmy Nguyen, de 29; Reynol Gonzalez, de 25; Hector Robles, de 46; y Reynaldo Fonseca, de 31.

La Fiscalía los acusa de los siguientes cargos: asesinato en tercer grado, agresión agravada y conspiración para cometer una agresión agravada.

Tres sospechosos permanecen en la cárcel del condado Hernando en espera de su juicio y a otros dos les permitieron salir libres tras pagar una fianza.


Fundada en la década de 1950 en Chicago, Illinois, la pandilla Latin Kings es considerada una de las más longevas y extensas de Estados Unidos. Tiene alrededor de 30,000 miembros en más de 40 estados. Opera en barrios, pero también en cárceles. Sus principales actividades criminales son tráfico de drogas, robo a propiedades, robo de identidad y lavado de dinero.

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El grupo tiene un violento código de conducta que, en los casos que considera severos, ordena que sus miembros castigados reciban brutales golpizas de hasta cinco minutos de duración o incluso ordena asesinarlos. No está claro cual es la norma específica para quienes piden salir de sus filas.

El Centro Nacional de Pandillas, una entidad del Departamento de Justicia (DOJ), explica que las principales razones por las que pandilleros dejan ese estilo de vida son conseguir un trabajo estable, por necesidades familiares o por violencia que experimentaron dentro de la banda.

“Similar al proceso de ingreso a una pandilla, salirse de esta se describe mejor como algo gradual, que se lleva a cabo durante un período prolongado de tiempo. Esto es comprensible, después de todo, ya que implica desvincularse y romper lazos sociales con amigos y/o familiares que están involucrados en pandillas y puede implicar muchos intentos, tanto cognitivos como conductuales”, señala el centro.

Este proceso puede interrumpirse o anularse debido a influencias externas, como la percepción de rivales o policías de que la persona sigue siendo un pandillero activo, indica la dependencia.

Pero “la evidencia disponible demuestra que la mayoría de las personas declararon que abandonaron la pandilla sin temor o la experiencia de las consecuencias físicas de la pandilla”, concluye el centro.

No se sabe con precisión cuántas mujeres han jurado lealtad a la MS-13, aunque expertos creen que cada vez son más y afirman que ahora participan en actividades violentas, asesinatos, tiroteos, robos, secuestros y ataques.
Algunas de ellas ingresan a través de sus parejas, pero luego se van adaptando a la convivencia, se involucran en crímenes y ya no pueden salir.
La desigualdad social, la violencia sexual, el maltrato infantil, la deserción escolar y el fácil acceso a las drogas, son algunos factores que también influyen para que ellas entren a la MS-13.
“Buscan un grupo que les ofrezca protección, afecto, recursos e identidad”, cita un informe sobre las mujeres en las maras en Centroamérica que elaboró el grupo Interpeace.
Embarazarse o tener hijos es la principal razón de su salida de la organización. En la imagen, Rumalda Fernández, integrante de la MS-13, cuidaba a sus hijos en una cárcel de Honduras.
Otras salen muertas de las maras. En la foto se observa el cadáver de una mujer que falleció debido a la guerra entre pandillas en Guatemala.
Cada vez más mujeres son señaladas en acusaciones criminales contra la Mara Salvatrucha. A veces solo aparece una entre decenas de hombres arrestados.
Ingrid Estela Hernández es una mujer de la MS-13 que está en la lista de los pandilleros más buscados del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
Maggie Sankikian era la única mujer entre decenas de integrantes y asociados de la Mara que fueron acusados por cometer múltiples delitos en Los Ángeles. Ella ya cumple una sentencia de 18 años en una prisión estatal por narcotráfico.
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No se sabe con precisión cuántas mujeres han jurado lealtad a la MS-13, aunque expertos creen que cada vez son más y afirman que ahora participan en actividades violentas, asesinatos, tiroteos, robos, secuestros y ataques.
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