"Soy un bully": el mensaje que debió vestir un niño como castigo por insultar a compañeros

A una madre en Texas se le ocurrió este inusual método para enseñarle a su hijo una lección. Cuando lo publicó en Facebook los comentarios negativos le llovieron. Aunque cada caso es distinto, los expertos recomiendan no humillar a los niños para corregir cualquier tipo de comportamiento inadecuado. ¿Lo mejor? Encontrar la raíz del comportamiento.

Juliana Jiménez
Por:
Juliana Jiménez.
Cuando esta madre de Texas se enteró que su hijo había estado intimidando a otros niños, quiso darle una lección. Asegura que su método funcionó, aunque no se libró de numerosas críticas.
Video Una madre obliga a su hijo a vestir una camisa con el mensaje soy un 'bully' como castigo

Una madre en Splendora, Texas, recibió noticias de que su hijo que estudia quinto grado estaba intimidando e insultando a otros niños, llamándolos "idiotas" y "estúpidos". A ella se le ocurrió un castigo inusual.

"Hice lo que tenía que hacer para que no progresara", le dijo Star, quien no quiso dar su apellido, a la cadena local ABC13. La madre consultó con tres maestros y un consejero de la escuela de su hijo sobre su idea: hacer que el niño vistiera una camisa que dijera "Soy un bully" con un dibujo de una cara triste. La escuela le dio luz verde.

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Star publicó una foto de esto en su Facebook y habló con las familias de los niños afectados para que su hijo se disculpara personalmente con cada uno. Pero luego decidió eliminar la publicación porque empezó a recibir comentarios negativos que la acusaban precisamente de lo mismo que había pecado su hijo, de acoso o bullying.

La escuela dijo en un comunicado que un consejero estuvo revisando al niño durante el día que vistió la camiseta y que en los próximos días iba a contactar a la madre para asegurarse que la situación no hubiera escalado. Star se defendió de las críticas y dijo que su hijo había cambiado inmediatamente de comportamiento, que ya era mucho más amable con sus hermanos, y que le había dicho, "aprendí que no me gustó cómo me sentí y no quiero que nadie más se sienta así por mi culpa", según reportó ABC13. Y eso, según la madre, era exactamente lo que ella quería que él aprendiera.

Pero, ¿es esa realmente la mejor manera de reaccionar como padre frente a un hijo que está haciendo bullying?

Cada caso es distinto, pero es importante poner atención a cómo nosotros reaccionamos a los niños cuando hacen algo incorrecto y no caer en un comportamiento que ellos pudieran modelar, como gritarles o sobre todo pegarles, lo cual nunca funciona, según recomienda el Instituto de la Mente Infantil (CMI por sus siglas en inglés).

Tanto la Academia Americana de Pediatría, como multiples estudios a través de décadas nos dicen que pegarle, gritarle o humillar a los niños para corregirlos es contraproducente, los aisla, les baja el autoestima, crea ansiedad y patrones de comportamiento que no son saludables, como el bullying.

El CMI enfatiza que como padre lo más importante es mantener la calma, abrir un canal de diálogo con el niño, y así poder saber de dónde viene este comportamiento.

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Los niños que hacen bullying muchas veces tienen el autoestima baja, sufren de ansiedad, buscan atención y sienten que el bullying les da poder. Es importante hacerles saber de manera firme pero siempre respetuosa que este comportamiento es incorrecto, que hiere a otros y que a la larga los llevará a estar más solos.

Lo siguiente es hacerles saber que son amados y demostrarles mucho cariño en casa, para que no haya una carencia que después quierán compensar de manera agresiva con otros compañeros. Si el comportamiento sigue fuera de control, lo mejor es buscar ayuda profesional con un consejero de la escuela, un pediatra o psicólogo infantil.

<b>Es activa y no pasiva</b>
<br>El rol del maestro en el aprendizaje profundo no se trata de impartir conocimientos, como si los estudiantes fueran recipientes vacíos por rellenar, sino de 
<b>ser un guía</b> que ayuda al chico a alcanzar su máximo potencial.
<b>Surge a partir de los intereses del alumno</b>
<br>Una de las claves del éxito del 
<i>Deeper Learning</i> es seguir las pasiones del estudiante y crear proyectos interdisciplinarios que entusiasmen al chico, donde se conecten no solamente sus intereses sino que también 
<b>se fortalece su conexión con su comunidad. </b>Aquí los chicos no duermen en clase ni están obsesionados con encontrar maneras de faltar a clase.
<b>Aprenden a comunicarse</b>
<br>Este método se trata de crear conexiones genuinas con los demás. Los estudiantes aprenden y practican el escuchar activamente, escribir con claridad, y hacer presentaciones persuasivas.
<b>La colaboración es clave</b>
<br>Los estudiantes trabajan de la mano con sus compañeros, y para esto es necesario fomentar la empatía y la compasión. Ellos asumen posiciones de liderazgo, resuelven conflictos y manejan proyectos.
<b>Los conecta con sus comunidades</b>
<br>Los niños también aprenden de manera práctica: en pasantías que empiezan desde la secundaria. Allí, y en las aulas, crean conexiones interdisciplinarias donde se puede mezclar el arte con la matemática, la historia con la ciencia, o la física y el baile, por nombrar algunos.
<b>Enseña a pensar críticamente</b>
<br>Aprenden a cuestionar y a resolver problemas por sí mismos, a considerar una variedad de enfoques y caminos para producir soluciones innovadoras que se adapten a cada situación, tal como ellos deberán hacerlo en su futuro.
<b>Los niños descubren y aprenden a través de proyectos</b>
<br>Los alumnos escogen y dirigen sus propios proyectos (
<i>student-led projects</i>). En el ‘aprendizaje más profundo’ no se trata de impartir conocimientos como si los estudiantes fueran recipientes vacíos por rellenar, sino de actuar como guía para ayuda al chico a alcanzar su máximo potencial.
<b>Enseñan su trabajo en exhibiciones</b>
<br>Ningún aprendizaje está completo si no se puede compartir. Los niños comparten sus logros y aprendizajes con sus compañeros y con adultos expertos en su campo. La maestra Kelly Odonne de South Plantation High School en Florida nos explica: “Hacen presentaciones (en mi caso hacen experimentos) y demuestran sus pasos y lo que quieren aprender mientras están haciendo la investigación por internet, con los libros, con los maestros, para ir entendiendo cuáles son sus preguntas, sus curiosidades”.
<b>Los niños aprenden a aprender</b>
<br>El aprendizaje ocurre durante toda la vida, así que los chicos usan el 
<i>‘feedback’ </i>(retroalimentación) que les dan los maestros para monitorear y dirigir su propio aprendizaje, dentro y fuera del aula. Así, aprenden a reaccionar rápidamente a los resultados y adaptarse adecuadamente.
<b>Los chicos mantienen su propio rigor académico</b>
<br>Al ser parte de proyectos, ser líderes, colaborar y crear juntos, los estudiantes constantemente están fortaleciendo un sentido de pertenencia, confianza en sí mismos y así mantener viva la motivación para persistir en su trabajo escolar. 
<b>“Ya no es aburrido, ya los chicos no duermen en clase</b>”, dijo Odonne, maestra de ciencias y consejera de secundaria.
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Es activa y no pasiva
El rol del maestro en el aprendizaje profundo no se trata de impartir conocimientos, como si los estudiantes fueran recipientes vacíos por rellenar, sino de ser un guía que ayuda al chico a alcanzar su máximo potencial.
Imagen Cliff Owen/AP
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