Berks, el controversial centro para familias indocumentadas que se coló en la campaña en Pennsylvania

Criticado y sancionado, el único centro de detención de familias de inmigrantes fuera de Texas, fue parte del mensaje de Bernie Sanders para las primarias del estado más importante del 'supermartes del Noreste'

Juliana Jiménez
Por:
Juliana Jiménez.
Jamie Gonzales, 26, y su hijo José Manuel, 4, de El Salvador, después de entregarse a ICE, en la frontera entre México y Mission, Texas, septiembre 8, 2014.
Jamie Gonzales, 26, y su hijo José Manuel, 4, de El Salvador, después de entregarse a ICE, en la frontera entre México y Mission, Texas, septiembre 8, 2014.
Imagen John Moore/Getty Images

Gladys Dubom viajó nueve días en bus desde La Virtud, Honduras, hasta México.

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Atravesó 1,500 millas y tres fronteras, El Salvador, Guatemala y México, con su hija Katherine de 3 años y un grupo de 10 mujeres, niños y bebés.

Nada de eso se compara con el año que pasó detenida en el Centro de Detención de Familias de Berks, en Pensilvania, el único en su tipo fuera de Texas.

“Hasta llegar aquí no fue tan malo, fue mucho peor el centro”, dijo Dubom. “No tiene idea de cuánto se sufre ahí adentro”.

El siempre polémico Berks entró en la campaña electoral en ese estado que realiza sus primarias este "supermartes del Noreste" junto a Maryland, Delaware, Rhode Island y Connecticuit.


El precandidato demócrata Bernie Sanders se unió a abogados de inmigración y a activistas locales y nacionales para pedir el cierre el centro.

El jueves pasado Sanders organizó un mitin en Reading, la ciudad más cercana a Berks y aunque no conocía los detalles de casos específicos como el de Dubom, el senador afirmó que "esto es parte de un sistema de justicia criminal averiado ... Voy a hacer todo lo posible por parar las deportaciones y cerrar los centros de detención privados".

Lucrarse con los inmigrantes

La campaña de Sanders dice haberse interesado en el tema cuando vieron “que la comunidad, con el liderazgo del alcalde, y la población latina, se estaba enfrentando a que las corporaciones se lucren de las familias inmigrantes”, le explicó a Univision Noticias César Vargas, estratega de audiencia latina para la campaña.

La licencia del centro para operar fue revocada en febrero de este año , ya que a pesar de estar licenciado solo para resguardar niños también tiene detenidos adultos. Como la decisión fue apelada el centro ha continuado operando desde entonces.

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El domingo la actriz Rosario Dawson, representante de la campaña de Sanders, también visitó Reading para pedir el cierre de Berks.

Las denuncias vas desde la negación oportuna de atención médica y la separación de las familias, hasta denuncias de abusos sexuales, como el caso de un guardia que la semana pasada fue condenado a 23 meses de prisión acusado de violar repetidamente a una muchacha.

"Terror institucional"


“Francamente me parece irrazonable y sin conciencia tener este centro cerca de nuestra comunidad”, le dijo Valentín Rodríguez, Jr., el alcalde de West Reading, a Univision Noticias.

“Para nosotros [cerrar Berks] es crítico, y Pensilvania va a ser un estado crítico”, añadió Vargas, refiriéndose a la importancia que tendrá el estado en las venideras elecciones presidenciales.

“Qué mejor lugar que Reading para mostrar cómo, cuando una comunidad se une, podemos enfrentarnos a las corporaciones y lograr que se cierre un centro de detención que le hace tanto daño a la comunidad”.

Make the Road, una organización que ayuda a inmigrantes, tomó parte en la organización del mitin con Sanders.

Es una fuente de terror institucional para nosotros”, le dijo Adanjesús Marín, director de Make the Road Pensilvania a Univision Noticias.

“Nuestros niños ven el centro y es un recordatorio de cómo están atrapados dentro de un sistema migratorio arruinado. Ha tenido un efecto de ‘enfriamiento’ en la comunidad”, dijo Marín.

Adanjesús Marín, director de Make the Road Pensilvania, en un evento para pedir el cierre de Berks, abril 24, 2016.
Adanjesús Marín, director de Make the Road Pensilvania, en un evento para pedir el cierre de Berks, abril 24, 2016.
Imagen Juliana Jiménez / Univision


Según Bridget Cambria, abogada de inmigración que maneja casos en Berks, el condado maneja el centro, mientras ICE (siglas en inglés de la Oficina de Inmigración y Aduanas) regula las operaciones y contrata a empresas privadas como GEO Group para el manejo de las instalaciones.

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Mantener a una persona en Berks le cuesta al condado alrededor de $300 al día, explica Cambria, quien fue guardia por un año en el centro antes de estudiar derecho. En el caso de Dubom, quien estuvo detenida un año, eso equivaldría a $109,500.

Pobreza al extremo

En Reading el 58% de la población es hispana, de acuerdo al Censo del 2010. En 2012 fue catalogada como la ciudad más pobre del país, y llegó a tener una de las tasas de deserción de secundaria más altas.

En 2014, había logrado subir hasta el septimo puesto en el índice de pobreza nacional.

A partir de los ‘70s el cambio de una economía industrial, manufacturera, a una de consumo y tecnología devastó a estados como Pensilvania, Michigan y Ohio, en especial a pueblos como Reading, donde las fábricas y silos abandonados rodean la ciudad.

Fabricas y silos en los alrededores de Reading, Pensilvania, abril 23, 2016.
Fabricas y silos en los alrededores de Reading, Pensilvania, abril 23, 2016.
Imagen Juliana Jiménez / Univision


Son estados como estos donde el discurso proteccionista del precandidato republicano Donald Trump y de Sanders resuenan más fuerte. Sin embargo, su rival demócrata Hillary Clinton le lleva una ventaja de 16 puntos a Sanders en las encuestas.

Presos de la rutina

La mayoría de los detenidos en estos centros son mujeres y niños como Dubom y Katherine que llegan huyendo de la violencia y el horror de las pandillas y el narcotráfico en El Salvador, Honduras y Guatemala.

Como a años luz de eso, y a 10 minutos de Reading, está Berks, entre colinas de pastos pulcros y casas pastoriles de porche y chimenea. Árboles de hojas rojas y flores rosadas delimitan las propiedades. A cada milla aparece o una torre de agua, o un alquiler de tractores, o un granero abandonado bordeando la carretera.

Las afueras de Reading, Pensilvania, abril 24, 2016.
Las afueras de Reading, Pensilvania, abril 24, 2016.
Imagen Juliana Jiménez / Univision


Al borde de una de esas colinas, por donde huyen los venados, se encuentran las instalaciones de Berks, edificios gubernamentales genéricos de ladrillo naranja, donde la fotografía está estrictamente prohibida.

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“Al principio cuando llegamos nos trataron bien, eran amables, nos preguntaron si nos queríamos bañar, o comer”, le contó Dubom a Univision Noticias por teléfono. “ Pero ya luego con el tiempo las cosas se pusieron peor. Nos trataban mal, nos gritaban”.

El día a día era “no más dormir y comer, y estar en el cuarto con las niñas”, dijo Dubom. “Nos preguntaban que cuándo nos íbamos a ir del centro”.

Dubom cuenta cómo todos los días las madres limpiaban cada una sus propios cuartos, donde dormían hasta tres familias. Salían una vez al mes, de a tres o cuatro a la vez, sin sus hijos, con dos o tres guardias. Las llevaban a un centro comercial, o a un McDonald’s.

Las comidas eran “terriblemente feas” y las porciones generosas. Excepto una vez al mes, cuando el almuerzo era pollo frito, y la ración era escasa.

Descuido y negligencia

Estando en Berks, la hija de Dubom comenzó a vomitar sangre, un problema que había tenido en Honduras pero que había desaparecido

Un médico del centro la vio y le recetó tomar mucha agua. Los días pasaban, y Katherine, pálida, empezó a bajar de peso.

Después de cuatro días sin mejorar, llevaron a Katherine al hospital, donde estuvo internada una noche.

“Solo había un doctor que era bueno. Los demás eran bien malos”.

Finalmente, un juez oyó el caso de Dubom. A Katherine, quien en Honduras fue secuestrada por cuatro días, le otorgaron asilo.

A Dubom la dejaron salir, aunque sin papeles, y se fue con su hija donde su hermano en Baltimore. Tres meses después recibió su permiso de trabajo.

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Desde que salió de Berks Katherine no ha vuelto a vomitar sangre.

Por ahora, el centro continúa operando, y ni ICE ni el Departamento de Seguridad Nacional ni el condado han dado una fecha de cierre.

"Para nosotros es muy importante que la campaña de Bernie se haya interesado por nuestra lucha... Nosotros no buscamos a ningún candidato, ellos nos buscaron a nosotros. ... Eso dice mucho de esa campaña", dijo Marín.

El tema de los centros de detención familiares cobra relevancia nacional al igual que lo hace la importancia del voto latino.

Pero para Dubom la preocupación central es la suerte de sus excompañeros de detención y por eso pide a los guardias del centro “que no sean ingratos".

"Que les pongan un poco más de atención a la gente si no los van a dejar irse”.


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