Uno de los momentos con más fuerza de la entrevista de Megyn Kelly a Newt Gingrich es cuando el antiguo líder de los republicanos en la Cámara de Representantes acusa a la presentadora de estar “obsesionada con el sexo” y ella mira hacia un lado como gesto de incredulidad. Es un movimiento sutil para expresar sorpresa ante el conservador casado en terceras nupcias y adúltero reconocido que persiguió a Bill Clinton por su relación sexual con Monica Lewinsky.
Megyn Kelly, la estrella de la campaña en defensa de las mujeres
La presentadora de Fox News se ha enfrentado a Trump y a sus portavoces por los derechos de las mujeres. Su pregunta en el primer debate republicano anticipó la campaña. Ha luchado contra el acoso sexual desde la universidad.


Tras ese pequeño movimiento, Kelly dice despacio y pronunciando con claridad y énfasis cada palabra “yo no estoy obsesionada con el sexo” en el comienzo de un intercambio en el que ella mantiene la calma y el tono de voz constante y él pierde los nervios.
Es un clásico 'momento Kelly', según lo definió unos meses antes de que empezara la campaña, en enero de 2015, Jim Rutenberg, el reportero de medios del New York Times. “Es cuando un invitado de Fox defiende una línea argumental que parece perfectamente coherente con la visión del mundo de Fox y Kelly agarra una parte y dice que no tiene sentido e incluso lo vuelve en contra de él”.
Líder de audiencia
La presentadora de Fox News tiene el programa más visto en la televisión a las nueve de la noche y consigue los mejores ratings de la cadena junto a Bill O’Reilly y a Sean Hannity.
El 6 de agosto de 2015, en Cleveland, durante el primer debate presidencial entre aspirantes republicanos, la presentadora de Fox News hizo una pregunta que ahora parece profética. El contenido, la respuesta y la reacción anticiparon entonces uno de los problemas de la campaña de Donald Trump y de su caída.
“Usted ha llamado a las mujeres que no le gustan cerdos gordos, perras, guarras y animales asquerosos. ¿Le suena al temperamento de un hombre que deberíamos elegir como presidente?”
Trump, nervioso, contestó: “Lo que he dicho es lo que he dicho, y sinceramente, Megyn, lo siento si te molesta. He sido muy amable contigo aunque podría no haberlo sido por la manera en la que me has tratado. Pero yo no te haría eso”.
Tras el debate, Trump dijo en una entrevista de radio otra de las frases que le perseguirían el resto de la campaña: “Podías ver cómo le salía sangre de los ojos, sangre saliendo de su lo que sea”.
La sugerencia de que la presentadora tenía la menstruación y que por eso estaba más agresiva fue sólo uno de los insultos que le ha dedicado desde entonces. “Enferma”, “loca”, “sobrevalorada” o “reportera de tercera” son algunas de las descripciones de Trump.
Notas Relacionadas
Kelly es conocida por presionar en sus preguntas tanto a republicanos como a demócratas: ha puesto en apuros igual a Karl Rove que a Donna Brazile.
En cualquier caso, la mayoría de los temas que trata están en línea con los intereses para la cadena para que trabaja. Ha sido criticada por dar voz a las conspiraciones sobre el fraude electoral o por defender la raza blanca de Santa Claus. Pero el asunto que más la ha diferenciado de otros presentadores y comentaristas de Fox News es la defensa de los derechos de las mujeres, ya antes de que se convirtieran en un asunto central de esta campaña presidencial.
Defensora de las mujeres
Su experiencia personal ha tenido un impacto en su actual figura pública.
Cuando tenía 15 años, su padre murió de un infarto y creció viendo cómo su madre tenía problemas de dinero para mantener sola a la familia. En la Universidad, en Nueva York, Kelly fue miembro de un panel dedicado a prevenir el acoso sexual y ahí le cogió el gusto al interrogatorio y decidió intentar ser fiscal. Llegó a trabajar como abogada hasta que en 2003 cambió el rumbo de su carrera en un canal local de Washington.
Uno de sus intercambios famosos con un entrevistado fue en 2011, cuando un comentarista conservador, Mike Gallagher, la criticó por cogerse unas semanas de baja maternal. En su primer día de trabajo tras la baja, lo entrevistó y le explicó: “Estados Unidos es el único país desarrollado que no tiene baja maternal pagada”.
Roger Ailes, el defenestrado jefe de Fox News por las acusaciones de acoso sexual, fue uno de los que más promocionó a Kelly.
Le aconsejaba que fuera más suave con los invitados y aprovechó la cercanía para acosarla, según ha denunciado la presentadora. Kelly advirtió a Fox News de la actitud de Ailes hace años, según varias fuentes de la investigación.
Gabriel Sherman, el periodista de New York y biógrafo de Ailes, asegura que Kelly se llevaba años quejando. Contó que Ailes hizo comentarios sexuales y la abrazó de manera inapropiada en su oficina y que denunció su actitud hacia ella y hacia otras mujeres contándolo a varios jefes de la empresa.
Durante esta campaña presidencial, Kelly también se ha enfrentado con su colega Sean Hannity, uno de los grandes defensores de Ailes y cuyo mensaje racista es uno de los más radicales de Fox News (esta semana se ofreció a pagar un avión a los Obama a Kenia, el país del que no es ni el presidente de Estados Unidos ni la primera dama).
Por sus buenos datos de audiencia, Kelly le quitó a Hannity su segmento horario y le empujó a uno más tardío. Ahora mes a mes ambos se pelean por el segundo puesto.
Más insultos
Los defensores de Trump se han lanzado de nuevo contra Kelly llamándola “fea por dentro”, “mentirosa y oportunista” o amenazándola.
Beauty is only skin deep. Megyn Kelly is ugly as hell on the inside.
— Juanita Broaddrick (@atensnut) October 26, 2016
“Mirad lo que le pasa después de las elecciones”, dijo anoche el responsable de redes sociales de Trump.
.@MegynKelly made a total fool out of herself tonight- attacking @realDonaldTrump. Watch what happens to her after this election is over.
— Dan Scavino Jr. (@DanScavino) October 26, 2016
Lo que pasa es que el contrato de Kelly termina y varias cadenas ya han mostrado interés por ficharla.