Por Antonieta Cádiz
Pennsylvania y Maryland, los estados que inquietan a los republicanos este 'supermartes del Noreste'
Con lo compleja que se ha puesto la competencia por la nominación presidencial republicana, algunos esperan que en estos territorios liberales se incline la balanza entre Donald Trump, Ted Cruz y John Kasich.

Aunque los republicanos no están en su terreno en los estados liberales del norte de los Estados Unidos, su apuesta por ganar las primarias del próximo 26 de abril es esencial en la compleja carrera por la nominación del partido.
Los estados de Maryland y Pennsylvania son claves en este juego de ajedrez, donde cada pieza cuenta para lograr los 1,237 delegados necesarios antes de la convención de julio en la que se elegirá al nominado presidencial.
Ted Cruz ya ha dado esa posibilidad por perdida. “Nadie obtendrá los 1,237 delegados. Donald Trump sabe eso. Tendremos una convención peleada”, dijo el senador, quien este domingo forjó una alianza con su rival John Kasich para negarle al magnate acumular delegados en los próximas contiendas.
Pero Donald Trump asegura justamente lo contrario e incluso ha tomado un tono más conciliatorio con sus rivales luego de su aplastante triunfo en Nueva York.
“Este partido se debe unir. Si nos unimos, este partido tendrá una tremenda victoria, ganaremos en lugares donde otras personas no tienen oportunidad”, aseguró.
Según el encuestador John Zogby “Trump salió de Nueva York muy fortalecido, pero dentro del partido republicano habrá un esfuerzo para detenerlo dentro de la convención”.
El estratega republicano Alfonso Aguilar señaló que el millonario debe tomar un tono conciliatorio “pero otra cosa es que la gente lo crea, no se vería auténtico, después de haber insultado a todo el mundo”.
Los estados en carrera el próximo martes: Maryland, Pennsylvania , Connecticut, Delaware y Rhode Island, no están acostumbrados al protagonismo y ahora están bajo el foco.
En anillo liberal del norte
Todos son estados ubicados en el noreste del país, donde su electorado es más cercano a lo que se vio en Nueva York.
Son áreas donde los demócratas han cimentado una buena base de apoyo y que se tornan azules en el mapa electoral, con excepciones como Pennsylvania.
En particular Maryland y Pennsylvania son claves en esta ronda por el número de delegados en juego: 71 y 38, respectivamente.
Una encuesta Gallup realizada en febrero de este año identificó como los cuatro temas principales para los votantes economía, terrorismo, trabajos y salud.
Zogby explicó que aunque este sector es más liberal, no difieren en sus prioridades con el resto del país.
“La economía es un tema esencial en ambos estados. Inmigración no está entre los principales de la lista”, explicó Zogby.
“En Maryland en particular hay ansiedad por cambios culturales y raciales que también son importantes en la opinión del electorado”, agregó.
Una victoria contundente de Trump le daría el “momento necesario” para capturar otras áreas como California.
Pero las sumas y restas de delegados no son tan simples y un triunfo contundente en el anillo liberal del país no es tan fácil.
El partido y su sistema
Hasta ahora ninguno de los candidatos republicanos ha alcanzado la mayoría de los delegados necesarios para llegar a la nominación. Trump acumula 845 delegados, Cruz lleva 559 y el gobernador John Kasich alcanzó 148.
Según la encuesta de Franklin y Marshall, Trump lidera Pennsylvania con 40% de las preferencias, seguido por Cruz con 26% y Kasich con 24%.
En Maryland la encuesta Public Policy Polling posiciona a Trump con 43%, Kasich con 29% y Cruz con 24%.
Pero además de las preferencias de los votantes, hay otro factor esencial sobre todo en Pennsylvania y es cómo se eligen a los delegados, un área donde Trump ha tenido problemas en el pasado.
En el partido republicano, aunque el estado entrega 71 delegados, sólo 17 se asignan al ganador de la primaria, el resto es elegido directamente y no está ligado a ningún candidato en la convención.
Una carta sumamente valiosa, sobre todo si el millonario no logra asegurar la nominación antes de julio.
En Maryland, en tanto, los republicanos utilizan un sistema híbrido, donde los delegados son distribuidos al ganador de cada distrito del Congreso, tres por cada uno, y otros 14 son asignados a nivel estatal, llegando a 38 en total.
En terreno en Pennsylvania
Los tres candidatos han realizado eventos públicos en el estado. Cruz ha sido uno de los más activos. Habló en Pennsylvania Leadership Conference esta semana y este viernes estará en Scranton y Allentown.
Cruz incluso reclutó a la ex precandidata republicana Carly Fiorina para que lo represente en algunos eventos en el estado.
Trump no ha tenido un despliegue geográfico tan significativo, pero sí medial. Esta semana salieron al aire dos comerciales de campaña en los estados Indiana y Pennsylvania equivalentes a $2.5 millones de dólares.
Esta semana el millonario realizó un evento en Pensilvania Farm Show Complex and Expo Center.
Además, reportes locales indican que dos de los representantes del estado en el Congreso federal Tom Marino y Lou Barletta, están asistiendo a Trump en la batalla por delegados.
Kasich por su lado visitó Filadelfia donde celebró un evento en la Universidad Penn State. Una parada en el restaurante “The Original Oyster House” en Pittsburg también fueron parte del recorrido.
En terreno en Maryland
En el campo republicano Cruz realizó eventos públicos en Maryland el 18 de abril pasado en Towson y el 21 de abril en Frederick.
Su campaña no respondió a consultas sobre oficinas en el estado y personal en terreno.
Kasich se enfocó en Maryland la semana pasada con eventos en Savage y Annapolis.
Trump, por su parte, hará una parada en Hagerstown, MD, este fin de semana, donde tendrá un evento en Rider Jet Center. A mediados de abril su campaña abrió una oficina en Salisbury.
Lea más:
- Ted Cruz y John Kasich hacen un pacto para frenar a Donald Trump
- Guía gráfica: primarias del 26 de abril
- La última trinchera de Cruz para detener a Trump está en Indiana
- Republicanos deberán esperar hasta Cleveland para ver qué pasará con las reglas sobre los delegados
- Mientras Trump planea su transformación, Clinton le recuerda sus pecados