Ya superada la formalidad del Colegio Electoral nombrando oficialmente presidente electo a Joe Biden (pese a que el presidente Donald Trump sigue en su estado de negación de aceptar la derrota) todos los esfuerzos de demócratas y republicanos se enfocan en la segunda vuelta para los dos puestos en el Senado por Georgia, con los que se definirá quién controla la mayoría en esa cámara.
El dinero que pide Trump para los senadores republicanos de Georgia no necesariamente llegará a sus campañas
Los que donan a la campaña de Trump para “defender” los puestos republicanos en el Senado por Georgia, en realidad lo están destinando a otros comités políticos que no están en la obligación de usar esos fondos para lo que originalmente eran solicitados en los mensajes de recaudación.
Este martes Biden viaja a Georgia para impulsar las candidaturas de los aspirantes demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock. El fin de semana el presidente Trump estuvo en el estado mostrando su respaldo a los aspirantes a la reelección David Perdue y Kelly Loeffler.
Y mientras la campaña de Trump bombardea con mensajes de texto y correos electrónicos solicitando fondos para financiar el esfuerzo de mantener a Perdue y Loeffler en el Senado (y con ellos la mayoría en la Cámara Alta), en realidad parece estar aprovechando la circunstancia para seguir acumulando recursos para el nuevo super PAC del mandatario, 'Save America', con el que parece que mantendrá su actividad política una vez salga de la Casa Blanca.
Los fondos para Georgia los pide ‘Trump Make America Great Again Committee’, que se define como un comité de recaudación conjunto integrado por ‘Donald J Trump para presidente’, ‘Save America’ y el Comité Nacional Republicano (RNC).
La letra pequeña de la solicitud explica la fórmula que usarán para distribuir lo recaudado entre los diferentes comités: “El 75% de cada contribución (irá) primero a ‘Save America’, hasta $5,000/$5,000, luego a ‘DJTP Recount Account’, hasta un máximo de $2,800/$5,000. 25% de cada contribución a la cuenta de Operaciones del RCN, hasta un máximo de $35,500/$15,000”.
En términos prácticos, eso significa que el donante que, atraído por la convocatoria de “defender” los puestos republicanos en el Senado, dona dineros para ese esfuerzo, en realidad lo está destinando a otros comités políticos que no están en la obligación de usar esos fondos para lo que le pedían en los mensajes.
Las intenciones de Trump
Eso está generando tensiones dentro del Partido Republicano, según un reportaje que publica Político, en el que se afirma que algunos empiezan a expresar preocupación porque Trump esté financiando su maquinaria política sin que esta esté necesariamente alineada con la del GOP.
Además, el hecho de que el presidente insista en sus infundadas denuncias del fraude del que asegura haber sido víctima (pese a que ni las autoridades estatales, ni las cortes, ni la Corte Suprema vean ninguna evidencia que respalde su queja) es visto por algunos como un piedra en el techo de los esfuerzos republicanos para ganar en Georgia.
Trump sigue fustigando al gobernador republicano de Georgia y criticando su sistema electoral, algo que algunos consideran contraproducente ya que podría disuadir a muchos republicanos de acudir a votar en persona en enero o aprovechar la votación anticipada que ya está en marcha.
“La realidad es que Donald Trump no le importa el futuro del Partido Republica, así que si él pude recaudar dinero con las segundas vueltas de Georgia pero quedarse con él para sus propios propósitos, él lo va a hacer”, aseguró el estratega republicano Doug Heye, citado en el trabajo de Politico.
Los beneficios de ‘Save America’
Algo similar ocurre con el esfuerzo de Trump y los suyos a la hora de solicitar fondos para combatir el infundado “fraude electoral” que insisten en denunciar.
A pesar de que la campaña Trump ha enviado centenares de mensajes solicitando dinero para un Fondo Oficial para Defender las Elecciones que cubriría los honorarios legales generados por intentos de impugnación, los fondos irán mayoritariamente a una cuenta para financiar las actividades políticas del presidente tras su salida de la Casa Blanca.
También en este caso, la letra pequeña indica que el 75% de cada contribución irá destinado a 'Save America', un comité de acción política definido por la Comisión Electoral Federal como un "leadership PAC", una modalidad que no está sujeta a las restricciones más estrictas que rigen a las cuentas de recaudación de los candidatos.
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Ese tipo de comités de acción política permite destinar sus fondos a gastos personales. Por eso, además de financiar proyectos personales a partir del 20 de enero del 2021, los fondos podrían servir para amortizar deuda incurrida durante la campaña electoral y fortalecer los ahorros del Partido Republicano.
Los fondos de 'Save America' podrían usarse para actos de campaña de Trump cuando deje la Casa Blanca en propiedades de las empresas del mandatario o hasta para cubrir cuentas de abogados que lo representen en las varias causas que hay abiertas en su contra por casos previos a su presidencia.
"Trump puede continuar sus litigios inútiles para sacarle dinero a sus seguidores y usarlo durante los próximos años para mejorar su estilo de vida mientras juega con una posible candidatura en 2024", dijo a la AP Paul S. Ryan, un abogado especialista en financiamiento electoral con la organización Common Cause.
Eso puede generar molestias, y potenciales demandas, por parte de quienes han donado dinero en la creencia de que será dedicado a ese esfuerzo de "desmontar el fraude" que promete la campaña.
La estrategia de Biden en Georgia
En contraste, el presidente electo Joe Biden ha recaudado $10 millones para Ossof y Warnock a través de una campaña que pide donaciones para organizaciones de base directamente involucradas con ambos candidatos al Senado. La semana pasada Biden envió un correo electrónico solicitando contribuciones de $25 que serían divididas entre los aspirantes demócratas y el Comité Nacional del partido.
De acuerdo con datos del sitio de monitoreo de medio AdImpact, los demócratas están invirtiendo $131 millones en anuncios de TV en el estado, frente a los $86 millones de los republicanos.
Pese al nivel de gastos en publicidad, los republicanos no lucen rezagados en la recaudación. Según datos del sitio web OpenSecrets, especializado en monitorear las finanzas de campañas electorales, el Fondo del Liderazgo del Senado y el Comité Nacional Republica no han recaudado más que sus contrapartes demócratas: el Mayoría del Senado PAC y el Comité de Campaña Senatorial Demócrata.
Los dos grupos republicanos tenían unos $97,6 millones en arcas ante los $19,6 de los demócratas. Parte de ese dinero, se da por descontado, se usará para dar un impulso final a las campañas en las últimas semanas antes del voto del 5 de enero. Sobre todo, en unas carreras que han visto multiplicarse la llegada de dineros recaudados fuera del estado y de los comités de campaña de los candidatos.
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Georgia es un estado tradicionalmente conservador. Trump fue el primer republicano que lo pierde en unas presidenciales desde 1992, cuando se impuso Bill Clinton.
La historia muestra que en las segundas vueltas, que se producen cuando ninguno de los candidatos logra superar el 50% de los votos, los aspirantes demócratas no pueden concretar el triunfo. En 1992, y pese al arrastre de la victoria de Clinton y de haber quedado él a la cabeza en la primera vuelta, el demócrata Wyche Fowler terminó perdiendo en la segunda ante el republicano Paul Coverdell por poco más de 1% de los votos.
Independientemente del resultado final en Georgia y de cuánto aporte el PAC de Trump al esfuerzo de campaña y más allá del improbable avance de su estrategia legal para revertir la victoria de Biden, la estrategia del mandatario de aprovechar las coyunturas políticas hasta ahora le deja decenas de millones de dólares en fondos para financiar sus próximos planes.






