Millón y medio de niños en edad escolar no tienen un hogar fijo en EEUU

La cantidad de estudiantes desamparados aumentó en los últimos tres años, indica un estudio del Centro Nacional de Educación para Personas sin Hogar (NCHE). California, Nueva York y Florida son los estados que encabezan la lista.

Por:
Jorge Macías.
Un joven desamparado duerme en el césped del Parque MacArthur de Los Ángeles.
Un joven desamparado duerme en el césped del Parque MacArthur de Los Ángeles.
Imagen Jorge Macías

Poco más de un millón y medio de niños y jóvenes estudiantes de EEUU no tienen un hogar fijo y viven en las calles, debajo de los puentes de autopistas, en el interior de automóviles o en casas de amigos, indica un informe del Centro Nacional de Educación para Personas sin Hogar (NCHE).

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En los últimos tres años, el incremento ha sido entre alumnos de quinto, sexto, undécimo y duodécimo grados. El aumento promedio fue de entre 20% y 23%.

La falta de vivienda asequible es una de las causas principales de la problemática que ha orillado a familias a vivir sin un techo fijo, además de la inseguridad laboral, violencia doméstica y la crisis de opioides.

El informe señala que los 10 estados con mayor número de estudiantes desamparados son: California (246,296); Nueva York (139,959); Florida 72,042; Illinois (50,949); Michigan (39,092); Georgia 38,474 Missouri (32,133); Kentucky (27,603); Arizona (24,770) y Colorado (23,014).

“Los niños sin hogar están en una etapa crucial y debido a que no pueden darse el lujo de enfocarse en la escuela, a menudo se quedan retrasados”, declaró Amanda Clifford, del National Youth Forum on Homelessness (NYFH), a la BBC.

Rechazo a jóvenes LGBT

Y, de acuerdo con el Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), la falta de un hogar afecta de manera desproporcionada a estudiantes jóvenes y jóvenes adultos de la comunidad LGBT. La gran mayoría terminó viviendo en la calle, debido a que no son aceptados por sus familias.

“Los resultados de esta encuesta demuestran que muchos jóvenes LGBT corren un alto riesgo de quedarse sin hogar, a menudo como resultado del rechazo y abuso familiar”, afirmó Laura E. Durso, coautora del estudio y becaria de política pública en el Instituto Williams. “Los análisis ofrecen información crítica sobre los desafíos que enfrentan estos jóvenes cuando buscan ayuda durante un momento muy difícil en sus vidas”.

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El reporte, elaborado por las fundaciones The Pallet Fund y True Collors Fund señala que la mayoría de las agencias que trabajaron con jóvenes LGBT dijeron que el 30% de ellos se identificaron como homosexuales o lesbianas; un 9% como bisexuales y el 1%, transgénero.


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“El problema es grande, más de lo que uno imagina”, consideró Richard Zaldívar, presidente del proyecto The Wall Las Memorias, una organización comunitaria de Los Ángeles dedicada a proporcionar servicios de salud y bienestar a latinos LGBT. “Son numerosas las razones por las que los jóvenes gay viven debajo de los puentes; muchos son echados a la calle por sus familias; otros la abandonan porque no han salido del closet y asumen que sus padres no los ayudarán por ser como son”.

Zaldívar contó que una usuaria transgénero de los servicios de apoyo de su organización se suicidó “porque pensó que sus padres que estaban de vacaciones en Londres no aceptarían su cambio”.

En efecto, Andrew Martínez, de 19 años, fue hospitalizado por una sobredosis de drogas antes que quitarse la vida, en septiembre de 2019.

En California se estima una población de casi 120,000 personas que viven en las calles. A pesar de que el año pasado la ciudad de Los Ángeles creó espacios habitacionales para dar cabida a 9,000 indigentes, el número de personas sin techo en este condado tuvo un repunte en 2017.
James Harris, de 54 años, veterano de guerra que durante las últimas trés décadas ha padecido sida. Luego de que su medicamento dejó de surtir efecto, cayó en depresión y fue desalojado. Dice sentirse como una persona insignificante, vulnerable, pero que lucha por sobrevivir.
Skid Row, en el centro de Los Ángeles, es la zona de mayor concentración de indigentes en Estados Unidos. Ahí habitan casi la mitad de los más de 34,000 que hay en la ciudad.
Moi Williams, de 59 años, desde hace cuatro años vive en las calles de la ciudad, las cuales, dice, son cómodas para dormir. "No molesto a nadie, nadie me molesta".
James Williams, de 50 años, quien ha sido ‘homeless’ por las últimas dos décadas, fue dejado por un taxi en este túnel del centro de Los Ángeles luego de que fue dado de alta del hospital en el que estuvo internado durante la última semana de agosto debido a problemas respiratorios. Dice que no quiere ir a un refugio porque hay demasiadas personas.
Jorge Ortega, de 40 años, empezó a vivir en las calles hace 10 años, cuando perdió su trabajo en el Aeropuerto de Los Ángeles (LAX). Tiene un hijo que vive en Washington, quien no sabe que su padre es un indigente que vive en Skid Row.
Portando una gorra con el lema presidencial de Donald Trump 'Make America Great Again', Nathanael Baisley, de 38 años, viaja en un autobús de Los Ángeles a Santa Mónica para pasar la noche en la playa.
Indigentes hacen fila para el desayuno que ofrece la Iglesia de Nuestra Señora Reina de los Ángeles en la Placita Olvera de Los Ángeles.
Bernadette Ortiz, de 34 años, recientemente dio a luz a su quinto hijo, del cual se embarazó en la carpa donde vive con su prometido en San José, California.
Una joven mujer que vive en las calles de Skid Row se tambalea sobre una caja luego de haberse inyectado una dósis de heroína.
Dolores Epps, de 41 años, es madre de una niña de 9 y un adolescente de 15, con quienes ha vivido en refugios para desamparados durante cinco años tras perder su trabajo en una estética, y dice que aún sigue cortando el pelo. "Pero no se los corto a todos, solo a las personas que están limpias".
Un hombre con enfermedad mental habla consigo mismo mientras se acurruca en una acera de Skid Row. Se estima que el 40% de los indigentes padece algún tipo de trastorno mental severo o es adicto a las drogas.
John Ruiz, de 9 años, vive con sus papás y cuatro hermanos en una casa rodante en Mountain View pues sus padres ya no pudieron pagar la renta de un apartamento. El censo de indigentes en el condado de Los Ángeles indica que hay 5,091 menores de edad viviendo en las calles.
Un indigente duerme frente a una estación de la Policía de Los Ángeles (LAPD) en Skid Row.
Bennie Sayee Koffa, de 66 años, es originario de Liberia y llegó a Estados Unidos en 1990 debido a la guerra civil en ese país africano. Terminó en la indigencia en las calles de Seattle, Washington.
Un hombre pasa frente al mural 'Africa Wings' (alas de África) que pintó la artista Colette Miller en Skid Row tras la muerte de un indigente baleado por agentes del LAPD.
Un paramédico examina a un drogadicto que estaba inconsciente en una acera de Skid Row junto a una jeringa con la que aparentemente se inyectó heroína.
"La vivienda aquí está fuera de control, por eso tenemos muchas personas en las calles. No hay a dónde ir", dice Tammy Stephen, de 54 años, quien vive en el Camp Second Chance, un campamento para indigentes en Seattle.
Dos drogadictos alucinan en una acera de Skid Row apestosa a orines.
En medio de una acera de Skid Row, D. J. Meek, de 40 años, se inyecta una dosis de heroína luego de haber fumado 'crystal meth'.
Una mujer con trastorno mental se coloca frente a la cámara mientras detrás de ella un hombre pide limosna en Skid Row.
Indigentes hacen fila para recibir comida en uno de los tantos albergues que hay en Skid Row.
La sobrepoblación de indigentes en Skid Row obliga a dormir hasta en el patio del refugio Midnight Mission.
Una pieza de pan en el suelo frente a Korey Epps, de 44 años, quien tiene una pierna amputada debido a una infección que contrajo al estar encerrado en una cárcel de Seattle.
Daniel Shawn, de 48 años, instala su carpa en una calle, al frente con la panorámica de uno de los rascacielos de Los Ángeles.
Una mujer come un caldo de pollo mientras otros indigentes hacen fila para recibir alimento.
Un indigente de Skid Row camina cargando bolsas de plástico con sus pertencias.
Una carpa de indigentes fue levantada sobre una acera de Skid Row frente a la tienda Lucky Ave en el centro de Los Ángeles.
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En California se estima una población de casi 120,000 personas que viven en las calles. A pesar de que el año pasado la ciudad de Los Ángeles creó espacios habitacionales para dar cabida a 9,000 indigentes, el número de personas sin techo en este condado tuvo un repunte en 2017.
Imagen AP Photo/Jae C. Hong
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