Centro Pew: la mayoría de los estadounidenses dice que el gobierno está manejando mal la crisis en la frontera sur

Un nuevo informe del Centro Pew revela que el público en general es muy crítico por la forma en que el gobierno federal ha tratado la crisis en la frontera entre México y Estados Unidos. La gran mayoría dice que el gobierno debería aumentar el número de jueces que manejan los casos de asilo y proporcionar condiciones sanitarias y seguras para los solicitantes de asilo.

Por:
Univision
Un grupo de madres con hijos en brazos es detenida por agentes federales en un tramo de la frontera entre Texas y México.
Un grupo de madres con hijos en brazos es detenida por agentes federales en un tramo de la frontera entre Texas y México.
Imagen Getty Images

Casi dos tercios de los estadounidenses (65%) dice que el gobierno federal está haciendo un mal trabajo lidiando con el aumento del número de personas que buscan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México, según la nueva encuesta del Centro de Investigación Pew, realizada del 22 de julio al 4 de agosto entre 4,175 adultos.

PUBLICIDAD

Con respecto a la frontera entre Estados Unidos y México, una gran mayoría de las personas consultadas (86%) dice que la acumulación de casos de asilo debe abordarse mediante la contratación de más jueces para manejar los casos de asilo, así como la mejora de las condiciones para los solicitantes.

Al mismo tiempo, la encuesta encontró que el 74% dice que es importante detener el flujo de personas en la frontera que buscan asilo y el 69% dice que es importante proporcionar más asistencia a países de Centroamérica, de donde vienen la gran mayoría de los solicitantes de asilo.

La encuesta revela que el público está profundamente dividido en términos políticos sobre hacerlo más fácil (60%) o más difícil (53%) para que los solicitantes de asilo reciban estatus legal en EEUU. Según la encuesta, 77% de los republicanos dijeron que es importante hacerlo más difícil para los solicitantes de asilo y una mayoría similar de demócratas (79%) dice que es importante facilitar este proceso.

Camino a la regularización

La encuesta también encontró un amplio apoyo público para crear un camino hacia el estatus legal para inmigrantes indocumentados. Casi las tres cuartas partes de los estadounidenses (72%) dicen que a los inmigrantes indocumentados se les debe permitir permanecer legalmente en EEUU si se cumplen ciertas condiciones. Esta es una ligera disminución del 77% en marzo de 2017, y la mayoría del cambio se produce entre los republicanos.

La mayoría de los estadounidenses (69%) dice que las personas que se encuentran ilegalmente en EEUU no tienen más probabilidades que los ciudadanos de cometer delitos graves. Las grandes mayorías también dicen que los inmigrantes indocumentados ocupan principalmente los trabajos que los ciudadanos estadounidenses no quieren (77%) y que son tan honestos y trabajadores como los ciudadanos estadounidenses (73%).

PUBLICIDAD

En términos generales, la opinión del público esta igualmente dividida entre los dos grandes partidos. El 40% dice estar de acuerdo con las políticas del Partido Demócrata sobre inmigración ilegal y el 39% está de acuerdo con las posiciones del Partido Republicano. El 19% no está de acuerdo con ninguna de las partes en este tema.

Juan Carlos y su pequeño Elkin Javier, de 7 años de edad, permanecen alojados en un albergue para varones de la organización Ejército de Salvación. Ambos salieron de su país natal, Honduras, huyendo de la pobreza y la violencia. El menor sueña con ir a la escuela y tener una mejor calidad de vida.
Video Así pasan los días este padre y su hijo migrante en un albergue en Tijuana
El Hotel Migrante Ángeles Sin Fronteras en Tijuana, México, sirve como hogar temporal para unos 30 de los centroamericanos que han llegado en grandes caravanas. El refugio alberga principalmente familias con niños que buscan asilo en EEUU.
Grevy Marisela Jiménez Martínez, de 28 años, es una migrante de Honduras. Ha estado viviendo en el refugio durante los últimos cuatro meses y está embarazada de gemelos desde hace cinco meses. “Espero que nazcan en EEUU. Quiero un futuro mejor para ellos ", dijo. Huyó de su país junto a su esposo porque, según ella, no pudieron encontrar un trabajo estable y se enfrentaron al hostigamiento constante de las pandillas locales en su ciudad natal, Tegucigalpa.
Jiménez contó que esperó durante tres semanas en una fila en la frontera entre México y EEUU junto lo que a lo que le parecían "miles de personas" para poder solicitar asilo. Ahora pasa sus días esperando que llegue el turno de un número que le asignaron, para que un funcionario de estadounidense vea su caso.
El refugio ayudó a Jiménez a que una clínica local le hiciera ultrasonido y le diera vitaminas. No puede permitirse ningún otro cuidado. El embarazo la alentó a hacer el viaje de un mes desde Honduras a México porque quería una vida mejor para sus hijos, contó. “Viajamos con una caravana de unas 1,300 personas. O caminamos o viajamos en el tren ", agregó. Planean quedarse en Tijuana reciben asilo en EEUU.
Jiménez comparte el nivel inferior de una litera con su esposo en el refugio. "Es difícil dormir porque los bebés se mueven mucho y me mantienen despierta toda la noche", dijo. La comida no está garantizada en el refugio, por lo que su esposo trabaja cortando cabello para poder comprar un poco más. "Tengo antojos, pero no tenemos dinero para una nutrición adecuada", agregó.
El refugio Camino de Salvación, dirigido por la iglesia Embajadores de Jesús, se encuentra en Cañón del Alacrán, en las afueras de Tijuana. El refugio, que alberga a unos 75 migrantes, comenzó a aceptar refugiados hace dos años en respuesta a un fuerte aumento en el número de solicitantes de asilo provenientes de Haití. También ha abierto sus puertas a los centroamericanos.
La ropa para bebés extendida al sol para secarse en el refugio Camino de Salvación, que alberga familias con niños. Está ubicado a unos 20 minutos de la frontera con EEUU en el barrio El Pipila de Tijuana, al final de un largo camino de tierra. Allí el acceso al agua y la electricidad es limitado, y todos migrantes deben compartir dos baños.
Daniela Pierre mira a su esposo cuando se lleva la ropa para lavarla. Huyó de Haití a Venezuela hace cuatro años después de que la economía colapsó pero la agitación política en el país suramericano la obligó a seguir moviéndose. Contó que pasó cuatro meses viajando en autobús y caminando hasta que llegó a la frontera de EEUU. Ha estado viviendo en el refugio de Tijuana durante tres meses, mientras evalúan su solicitud de asilo.
Pierre, de 26 años, tiene un hijo de dos años y cuatro meses embarazo. "Como mujer embarazada nunca te sientes bien", dijo. Ha sido examinada por médicos voluntarios que visitan el refugio y le recetaron un medicamento para aumentar su apetito. A diferencia de Jiménez, a ella no le importa si su hijo nace en EEUU o México. "No importa dónde nazca, siempre y cuando esté sano", aseguró.
Adrian, el hijo de dos años de Pierre, quien lo mira desde el fondo. "Cuando tienes hijos, tienes que buscar un futuro mejor para ellos", dijo. Comparte una carpa con su familia y contó que dormir en un piso duro con algunas mantas es incómodo para ella. "Cuando eres un inmigrante y no estás trabajando es difícil comprar las cosas que necesitas" agregó. Cree que esperará en el refugio por al menos dos meses más antes de poder comparecer ante las autoridades de EEUU. "Nuestro número es 2,716".
1 / 10
El Hotel Migrante Ángeles Sin Fronteras en Tijuana, México, sirve como hogar temporal para unos 30 de los centroamericanos que han llegado en grandes caravanas. El refugio alberga principalmente familias con niños que buscan asilo en EEUU.
Imagen Heidi de Marco/KHN (@heidi_demarco)
En alianza con
civicScienceLogo