EEUU busca en Guatemala estrategias para reunificar familias separadas por Trump

Una delegación de altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos viajó a Guatemala para "identificar y aplicar estrategias" y reunificar familias migrantes separadas forzosamente durante la Administración de Donald Trump.

Jorge Cancino
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Jorge Cancino.
No son de la Patrulla Fronteriza ni policías, se hacen llamar Milicias Patriotas por América y cuentan con 1,800 miembros en Texas. Sin embargo, organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) advierten que estos grupos fuertemente armados que vigilan la frontera sur de EEUU no tienen autoridad para hacer operativos. "No tienen entrenamiento en derechos civiles, en tomar una situación y hacerla menos peligrosa", explica la abogada Kate Huddleston. Más noticias aquí.
Video Civiles armados vigilando la frontera: organizaciones denuncian que es una violación a los derechos de los migrantes

Una delegación de altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos viajó a Guatemala para "identificar y aplicar estrategias" y reunificar familias migrantes separadas durante el gobierno de Donald Trump.

La misión está integrada por personeros del Grupo Interinstitucional nombrado en 2021 por el presidente Joe Biden para reunificar a miles de familias afectadas por la política de 'tolerancia cero' del gobierno anterior en la frontera con México.

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La comisión de cinco miembros la encabeza la directora del grupo, Michelle Brané y estará en Guatemala hasta el jueves, dijo la embajada en un comunicado de prensa. El grupo se reunirá se reunirá con representantes del Gobierno del país centroamericano “para identificar y aplicar estrategias para reunir a familias elegibles que fueron separadas en la frontera entre Estados Unidos y México bajo la política de tolerancia cero entre el 20 de enero de 2017 y el 20 de enero de 2021”, explico la embajada.

La delegación

El grupo también lo integra el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, un severo crítico de la política migratoria de Trump.

La Casa Blanca ha dicho que desde marzo del año pasado desarrolla una política para garantizar que las familias separadas forzosamente vuelvan a estar unidas.

Según documentos judiciales entregados por el gobierno de Trump a las cortes, las separaciones forzadas se llevaron a cabo entre principios de mayo y el 20 de junio de 2018 y afectaron a unas 2,654 familias. Pero informes posteriores elaborados por el Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (IGDHS), las separaciones comenzaron poco después de la llegada de Trump al poder y afectó a miles de personas, cuya cifra se desconoce.

En mayo del año pasado Mayorkas y el Grupo de Trabajo anunciaron el comienzo de las reunificaciones. El pasado mes de febrero Brané dijo que a esa fecha unas 500 familias ya estaban en proceso de ser reunificadas y que buscaban a unos 1,500 niños que fueron deportados solos o sus padres fueron expulsados solos a sus países de origen.

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Las separaciones forzadas ocurrieron luego que el Departamento de Justicia de Trump ordenó presentar cargos criminales a padres que llegaban a la frontera con sus hijos en busca de asilo, un recurso legal disponible.

Mientras el padre enfrentaba el proceso criminal los niños pasaron a control del Estado. Pero al término del enjuiciamiento y cuando los padres reclamaron a sus pequeños, el gobierno no diseñó un protocolo adecuado para reunificarlos.

La política fue duramente condenada dentro y fuera de Estados Unidos.

El trabajo

El grupo de trabajo está conformado por el DHS y los departamentos de Salud (HHS), Estado (DOS) y Justicia (DOJ).

La embajada estadounidense en Guatemala dijo además que la delegación abordará la relación bilateral entre ambos países y “las prioridades comunes en temas migratorios, y vías legales de acceso a Estados Unidos con representantes de asociaciones civiles y de otras instituciones internacionales”.

La sede diplomática advirtió además que “es importante enfatizar que la frontera de los Estados Unidos continúa cerrada para la migración irregular”.

Mayorkas ha dicho que el gobierno “reconoce la importancia de brindarles a estas familias la estabilidad y los recursos que necesitan para sanar” las heridas causadas por las separaciones forzadas.

En febrero del 2021 Biden firmó una Orden Ejecutiva que estableció el grupo de trabajo presidido por Brané. La orden instruyó la implementación de estrategias integrales que reúnan a las familias y aseguren que las familias reciban apoyo.

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Un informe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes publicado a principios de 2020 reveló que la revisión de documentos mostró “incompetencia y crueldad intencional” por parte del gobierno anterior, y que nunca se sabrá el numero total de separaciones forzadas que se llevaron a cabo en la frontera con México.

Los miembros del comité concluyeron además que “es posible que nunca sepamos el alcance total del daño infligido” por el gobierno de Trump con la implementación de la política de separación familiar, y que el programa fue “impulsado por una administración deliberadamente ciega a su crueldad y decidida a llegar a extremos impensables para cumplir las promesas políticas y detener a los migrantes que huyen de la violencia y vienen en busca de la protección de Estados Unidos”.

Ocho padres entrevistados por Univision Noticias que se encontraban en un campamento en la ciudad fronteriza de Matamoros, comenzaron a tomar medidas desesperadas, como pedirles a sus hijos pequeños que se entreguen en las garitas para que los dejaran entrar a Estados Unidos por ser menores no acompañados.
Lo vieron como la única opción para alejarlos de tantos peligros en México. Migrantes entrevistados por Univision Noticias relataron que fueron raptados, extorsionados y agredidos en ese país. Walter envió a su hija de 17 años a EEUU a finales de octubre con el deseo de que se la entreguen a su hermano que vive en Florida. Según su relato, ambos fueron víctimas de un secuestro en México.
Carolina mandó a su hijo solo con la idea de que se reúna con su hermana que lleva 19 años en EEUU. "Mi hijo no la conoce, pero ella se muere por él porque siempre llamaba por videollamada", dice.
Este fue el lugar en el que Damián vio por última vez a su hijo: "¿Sabes qué duro es ver que su hijo se va por ese puente y que probablemente no lo vuelvas a ver?".
Aurora huyó con su hijo de 16 años de El Salvador después de que las pandillas trataran de reclutarlo para vender droga. Después de meses esperando bajo MPP, el 4 de octubre mandó a su hijo solo para entregarse a Migración. Ella dice que está esperando a que lo envíen con un hermano suyo que vive en Texas para regresar a su país: "Yo prefiero salvarle la vida a mi hijo a que se la arrebaten. Es muy duro", dice.
Según los últimos datos disponibles, el gobierno de Trump ha mandado a México al menos a 55,000 migrantes por el programa MPP, en su mayoría centroamericanos, cubanos y venezolanos, a ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros.
A esta administración le tocó lidiar con el mayor arribo de menores no acompañados en la historia de este país: poco más de 76,000 durante el año fiscal 2019, sobrepasando el récord de 68,541 que fueron detenidos en 2014, en la crisis humanitaria que se generó durante el gobierno de Obama.
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Ocho padres entrevistados por Univision Noticias que se encontraban en un campamento en la ciudad fronteriza de Matamoros, comenzaron a tomar medidas desesperadas, como pedirles a sus hijos pequeños que se entreguen en las garitas para que los dejaran entrar a Estados Unidos por ser menores no acompañados.
Imagen Almudena Toral/ Univision
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