¿Qué pasa si me entrego a inmigración en la frontera? Respondemos tus preguntas

Abogados consultados por Univision Noticias no aconsejan burlar los sistemas de control porque se convierte en una prioridad de deportación. En esta serie de artículos con respuestas a nuestros usuarios sobre temas de inmigración te recomendamos el Examen para la Ciudadanía en inglés y español. Practica aquí las 100 preguntas.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Sin importar si eres indocumentado o si tienes la residencia desde hace varios años, cometer una falta o crimen puede afectar tu estatus migratorio. Alex Gálvez, abogado experto en temas migratorios, nos explica en qué casos podrías llegar a un proceso de deportación.
Video Cuatro claves para saber qué pasa con tu caso migratorio si eres indocumentado y tienes faltas o crímenes

Desde principios de 2013 la frontera sur de Estados Unidos experimenta un éxodo de migrantes, principalmente centroamericanos y caribeños, que llegan en busca de asilo, un recurso legal disponible.

“Qué pasa si me entrego a inmigración en la frontera?”, se lee en correos electrónicos enviados a nuestra redacción. “¿Y qué pasa si no me entrego y entro indocumentado?”, preguntan otros.

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Hablamos con abogados de inmigración y les llevamos las preguntas. Ellos reiteraron, como en todo escenario, que cada caso de inmigración es único y que la respuesta o solución para uno, no necesariamente le sirve a otro.

Respondemos a estas y otras consultas sobre inmigración que nos llegan a la redacción de Univision Noticias. Puedes enviarnos la tuya a: jcancino@univision.net .

Entregarse, la mejor opción

Si de asilo se trata, “la mejor recomendación es entregarse a las autoridades de inmigración y pedir protección argumentando que su vida está en peligro”, dice Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Dallas, Texas.

“Ningún abogado le recomendará a un extranjero que trate de cruzar indocumentado a Estados Unidos, eso no es legal", advierte.

Barrón dijo además que “si alguien huye de su país, tiene un miedo creíble y teme por su vida, la mejor opción es entregarse a las autoridades federales de inmigración”.

“Pero debe tener en cuenta que entregarse no garantiza su permanencia definitiva en Estados Unidos. Debe ganar un proceso, una batalla que en muchos casos se libra en una corte de inmigración”, precisó.

El proceso para entregarse

La Patrulla Fronteriza explica que los indocumentados que llegan a la frontera sur y se entregan a las autoridades, son colocadas “en procedimientos” de inmigración, es decir, deportación.

Y en este punto hay varios caminos:


  • Pueden ser devueltos a México bajo el Programa de protección del Migrante (MPP);
  • Deportados de manera acelerada bajo el Título 42 del Código de Estados Unidos;
  • Deportado bajo la Sección 8 de la Ley de Inmigración (INA); y/o
  • Detenido y puesto en detención en Estados Unidos mientras se encuentra en proceso de deportación.

Barrón dice que, si una persona tiene una causa de asilo y demuestra miedo creíble al momento de presentarse y ser entrevistado por un agente de inmigración, “le iniciarán un proceso” y un juez de inmigración decidirá su futuro en Estados Unidos. Es así como lo señala la ley”.
Abogados advierten que el proceso es lento y hay que tener paciencia porque la Corte de Inmigración tiene acumulados 1.7 millones de casos.

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El gobierno, por su parte, dice que todo el proceso del MPP en la frontera no debe durar más de 180 días.

Las expulsiones bajo la Sección 8 incluyen a extranjeros inadmisibles y/o personas que previamente habían sido deportadas, entre otros.

Quédate en México

Si es procesado dentro del MPP, será enviado a México a esperar la resolución de su caso de asilo en un tribunal de inmigración estadounidense.

“Recibirá un paquete con información sobre recursos legales y podrá utilizar teléfonos y video conferencias para llamar y consultar con su representante legal antes de ser regresado a México”, explica la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).

Ahora bien. Si tiene miedo creíble, “debe de declarar este temor a cualquier funcionario estadounidense mientras esté en territorio estadounidense”, advierte la agencia federal.

“La declaración de temor o miedo debe hacerla “en cualquier momento durante el procesamiento inicial o más adelante, durante las audiencias judiciales”.

El reglamento indica que “si tiene claro temor de regresar a México, el gobierno estadounidense le coordinará una entrevista con un oficial de asilo”. En esta entrevista al inmigrante “se le brindará la oportunidad de explicar en detalle por qué tiene miedo de regresar a México y por qué no es posible esperar hasta su próxima audiencia en México”.

El proceso entonces se llevará a cabo dentro de Estados Unidos. Y si calificó para el MPP, pero no demostró miedo creíble, entonces será enviado a México a esperar sus citas en el tribunal para pelear su caso.

Ármese de paciencia

Los abogados consultados por Univision Noticias reiteraron que el proceso de asilo y las reglas vigentes en la frontera han demorado los juicios y las sentencias pueden demorar incluso más allá de los 180 días fijados por el gobierno de Biden.

Advierten además que mientras espera, “no falte a ninguna cita, porque si lo hace perderá su caso y recibirá una orden de deportación en ausencia”.

La CBP, por su parte, dice que “si mientras aguarda su cita regresa a su país de origen o regulariza su estado migratorio en México y no tiene la intención de continuar con su caso de asilo, debe notificar al juez de inmigración”.

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“Si no está presente en una de sus audiencias y la ausencia no está justificada, el juez de inmigración puede ordenar su expulsión (deportación en ausencia) y no se le permitirá ingresar legalmente a Estados Unidos en el futuro”.

Agrega que “también es posible que no sea elegible para una visa u otra vía legal para vivir en Estados Unidos”.

1 de noviembre de 2020

Esta fecha es clave y determinante. Cuando Biden tomó el control de la Casa Blanca, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estipuló nuevas prioridades de deportación enfocadas en aquellos extranjeros que han cometido delitos graves y constituyen una amenaza a la seguridad pública y nacional de Estados Unidos.

“Y también advirtió que todos aquellos extranjeros que ingresaron indocumentados al país el 1 de noviembre de 2020 o después, también son prioridad de deportación”, puntualiza Barrón.

“No importa si no tienen delitos graves o antecedentes criminales. Las prioridades del gobierno de Biden son claras en este punto: los extranjeros indocumentados que entraron después del 1 de noviembre del 2020 constituyen una prioridad de deportación”, aseveró.

En octubre del año pasado, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, emitió un memorando donde advierte que no ciudadano (extranjero indocumentado) es una amenaza para la seguridad fronteriza si:


  • Son detenidos en la frontera o puerto de entrada mientras intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
  • Son detenidos en Estados Unidos tras haber ingresado ilegalmente después del 1 de noviembre de 2020.

Sin embargo, la guía de Mayorkas anota que, en algunos casos, se requerirá una evaluación más a fondo y se tendrá en cuenta “la totalidad de los hechos y circunstancias” para decidir la deportación.

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Barrón dijo que ante cualquier duda, “busque consejo legal para defender sus derechos de permanencia en Estados Unidos”.

Ocho padres entrevistados por Univision Noticias que se encontraban en un campamento en la ciudad fronteriza de Matamoros, comenzaron a tomar medidas desesperadas, como pedirles a sus hijos pequeños que se entreguen en las garitas para que los dejaran entrar a Estados Unidos por ser menores no acompañados.
Lo vieron como la única opción para alejarlos de tantos peligros en México. Migrantes entrevistados por Univision Noticias relataron que fueron raptados, extorsionados y agredidos en ese país. Walter envió a su hija de 17 años a EEUU a finales de octubre con el deseo de que se la entreguen a su hermano que vive en Florida. Según su relato, ambos fueron víctimas de un secuestro en México.
Carolina mandó a su hijo solo con la idea de que se reúna con su hermana que lleva 19 años en EEUU. "Mi hijo no la conoce, pero ella se muere por él porque siempre llamaba por videollamada", dice.
Este fue el lugar en el que Damián vio por última vez a su hijo: "¿Sabes qué duro es ver que su hijo se va por ese puente y que probablemente no lo vuelvas a ver?".
Aurora huyó con su hijo de 16 años de El Salvador después de que las pandillas trataran de reclutarlo para vender droga. Después de meses esperando bajo MPP, el 4 de octubre mandó a su hijo solo para entregarse a Migración. Ella dice que está esperando a que lo envíen con un hermano suyo que vive en Texas para regresar a su país: "Yo prefiero salvarle la vida a mi hijo a que se la arrebaten. Es muy duro", dice.
Según los últimos datos disponibles, el gobierno de Trump ha mandado a México al menos a 55,000 migrantes por el programa MPP, en su mayoría centroamericanos, cubanos y venezolanos, a ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros.
A esta administración le tocó lidiar con el mayor arribo de menores no acompañados en la historia de este país: poco más de 76,000 durante el año fiscal 2019, sobrepasando el récord de 68,541 que fueron detenidos en 2014, en la crisis humanitaria que se generó durante el gobierno de Obama.
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Ocho padres entrevistados por Univision Noticias que se encontraban en un campamento en la ciudad fronteriza de Matamoros, comenzaron a tomar medidas desesperadas, como pedirles a sus hijos pequeños que se entreguen en las garitas para que los dejaran entrar a Estados Unidos por ser menores no acompañados.
Imagen Almudena Toral/ Univision
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