Golpe a la estrategia de ICE: un juez prohíbe al gobierno pedir a la policía que retenga detenidos que deben ser liberados

Para una corte federal de California, las información contenida en las bases de datos que utiliza el gobierno para ubicar y detener a inmigrantes con fines de deportación no son seguras.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Un revelador informe de Human Rights Watch revela que desde 2013 han sido asesinados 138 salvadoreños que volvieron deportados a su país, y otros tantos han sido víctimas de varios delitos. En muchos casos, las personas enfrentaron a los mismos verdugos de quienes habían intentado escapar.
Video La deportación se ha convertido para decenas de salvadoreños en una sentencia de muerte

Un juez de California prohibió al gobierno federal el uso de bases de datos consideradas deficientes para pedirle a las agencias de policía que mantenga detenidas a personas bajo custodia.

El dictamen, emitido el viernes, le amarra las manos a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para continuar implementando una parte clave de la política de tolerancia cero, que consiste en la detención de extranjeros que se encuentran en manos de las autoridades de policía por la comisión de delitos, y que ahora deberán ser puestos en libertad.

PUBLICIDAD

Una unidad especial de ICE revisa permanentemente bases de datos en busca de extranjeros que han cometido crímenes o tienen una orden de deportación vigente. Cuando son hallados, la agencia emite una orden de retención (‘detainers’) para que la agencia local que custodia al individuo reporte primero a las autoridades federales antes de proceder a la liberación del extranjero.

La colaboración, sin embargo, no ocurre en todos los estados ni en todas las ciudades. Aquellos que se han declarado jurisdicciones santuario, como California, no colaboran con el gobierno en materia migratoria, situación que ha llevado a un enfrentamiento abierto con la Casa Blanca.

ICE dijo en septiembre del año pasado que estas jurisdicciones “optan por liberar voluntariamente a los delincuentes criminales a sus comunidades locales, donde son libres de delinquir”.

El fallo

El dictamen, emitido por el juez federal de distrito Andre Birotte Jr., en Los Ángeles, indica que las bases de datos no son confiables para personas que no han sido deportadas ya, ni en procesos de deportación ante un juez de inmigración.

La mejor forma de confirmar si alguien cuenta con autorización legal para estar en Estados Unidos es a través de una entrevista, registros de inmigración u otros documentos, escribió Birotte.

Si bien la orden judicial sólo se aplica en el Distrito Central de California, donde la ley estatal limita drásticamente la manera en que las agencias policiales estatales y locales pueden cumplir con los ‘detainers’ de ICE, en ese distrito opera el Centro de Respuesta Policial del Pacífico de ICE en Laguna Niguel, que emite solicitudes las 24 horas del día a las agencias de aplicación de la ley en 42 estados y dos territorios de Estados Unidos.

PUBLICIDAD

Por tanto, la decisión del juez Birotte le ata las manos a ICE y frena el envío de los pedidos de retención.

¿Qué dice la Casa Blanca?

La Casa Blanca refutó el dictamen emitido por el juez Birotte.

“Un solo juez no electo en el Distrito Central de California emitió una orden judicial legalmente infundada que, si no se levanta de inmediato, garantizará la liberación de innumerables criminales extranjeros ilegales en nuestras comunidades, poniendo a los ciudadanos en grave riesgo”, dijo la oficina de prensa de la presidencia de Donald Trump en un comunicado.

“Este fallo socava los pilares de la aplicación de la ley de inmigración y bloquea la cooperación tradicional y vital para la aplicación de la ley que ha tenido lugar durante décadas”, agrega la nota publicada en la página web de la Casa Blanca.

Además añade: “Este mandato pone en peligro la salud y la vida de estadounidenses inocentes. Nuestros vecindarios son menos seguros hoy como resultado de este peligroso fallo de la corte de distrito”.

Estado de la Unión

El martes, durante la rendición del Tercer Informe sobre el Estado de la Unión, Trump cuestionó las jurisdicciones santuario y dijo que “políticos radicales han optado por proporcionar refugio a criminales extranjeros ilegales”.

“En las ciudades santuario los funcionarios locales le ordenan a la policía que libere a peligrosos criminales extranjeros para que se aprovechen del público, en lugar de entregarlos a ICE para que sean retirados (deportados) de manera segura”, agregó.

PUBLICIDAD

En su discurso, donde volvió a criminalizar la estadía indocumentada, el mandatario se refirió al reciente caso protagonizado por un inmigrante indocumentado con cargos criminales que había sido liberado “por la ciudad santuario de Nueva York”.

El individuo “fue acusado de la brutal violación y asesinato de una mujer de 92 años. El asesino había sido arrestado previamente por asalto, pero bajo las políticas de santuario de Nueva York fue puesto en libertad. Si la ciudad hubiera cumplido la solicitud de detención de ICE, su víctima estaría hoy viva”, dijo Trump.

El mandatario también criticó al estado de California por haberse convertido en santuario para los inmigrantes “ilegales criminales con resultados catastróficos”. Y citó el caso de un indocumentado que en 2018 fue detenido por la policía, liberado y que luego cometió varios delitos para culpar a las ciudades santuario de fomentar la criminalidad, y responsabilizar a los indocumentados de cometerla.

El decreto de 2017

El 25 de enero de 2017, cinco días después de llegar a la Casa Blanca, Trump emitió una orden ejecutiva sobre las jurisdicciones santuario en la que amplió las prioridades de deportación establecidas por su antecesor, Barack Obama.

Bajo el actual gobierno, la presencia indocumentada constituye una amenaza a la seguridad pública y nacional, pero ICE prioriza en aquellos indocumentados que tienen cargos criminales. Sin embargo, durante operativos o redadas la agencia federal detiene y coloca en proceso de deportación a cualquier extranjero sin autorización para permanecer en el país.

PUBLICIDAD

ICE dice que, de acuerdo con la ley federal, sus socios (policías locales), “tienen la autoridad” para detener y presentar detenidos”, incluso aquellos que tienen “una causa probable para creer que se trata de extranjeros deportables”.

Prioridades de Trump

La orden ejecutiva sobre las ciudades santuario estableció nuevas prioridades de deportación y afectan a extranjeros que:


  • Hayan sido condenados de cualquier delito.
  • Hayan sido acusados de cualquier delito, cuando dicho cargo no haya sido resuelto.
  • Hayan cometido actos que constituyen un delito penal imputable.
  • Hayan incurrido en fraude o tergiversación deliberada en relación con cualquier asunto oficial o solicitud ante un organismo gubernamental.
  • Hayan abusado de cualquier programa relacionado con la recepción de beneficios públicos.
  • Estén sujetos a una orden final de expulsión, pero que no han cumplido con su obligación legal de abandonar Estados Unidos.
  • A juicio de un funcionario de inmigración supongan un riesgo para la seguridad pública o la seguridad nacional.

La demanda

El fallo del juez Birotte fue en respuesta a una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en nombre de Gerardo González, un ciudadano estadounidense que fue sujeto a una orden de retención de ICE (‘detainers’) cuando se hallaba detenido en el Departamento de Policía del condado Los Ángeles.

PUBLICIDAD

Entre mayo de 2015 y febrero de 2016, 6% de las 12,797 peticiones que emitió el ICE fueron para ciudadanos estadounidenses o para personas que no estaban sujetas a deportación, de acuerdo con expedientes presentados para el juicio el año pasado, reportó The Associated Press.

Birotte falló en septiembre del año pasado que las bases de datos que usa el ICE “con frecuencia tienen datos incompletos, errores significativos o no estaban diseñadas para proveer información que fuera usada para determinar la posibilidad de remoción de una persona”, agregó la agencia.

Los ‘detainers’ fueron incrementados bajo el gobierno de Obama para mantener privados de libertad por 48 horas adicionales a personas si había sospecha razonable que se encontraban ilegalmente en Estados Unidos.

En los ocho años de mandato, Obama deportó a más de 2.5 millones de indocumentados, una cifra récord que supera las deportaciones hechas por Trump en sus tres años de gobierno.

Para Juan José Gutiérrez, director ejecutivo del Movimiento Latino USA de Los Ángeles, California, el fallo del juez Birotte “es una gran noticia que debemos celebrarla todos los que creemos que se deben respetar los procesos legales”.

“Después de la andanada de ataques lanzados por el presidente en el Tercer Informe sobre el Estado de la Unión, que causó una gran depresión colectiva, la decisión de la corte es una gran noticia que nos llena de aliento. Y no pararemos hasta que el Congreso debata y apruebe una amplia reforma migratoria”, concluyó.

<b>Silvia Gómez, de 25 años, sentada junto a su hija de 9 años</b> en el autobús en el que harán el primer trayecto hasta Tapachula. Se marcha porque su familia en Guatemala se lo pidió. Le dijeron que esperar hasta el 15 de enero de 2020 por su primera corte era un tiempo excesivo para andar con una niña en un albergue. Sus planes no están claros aún: cree que dejará a su hija en Guatemala y regresará a México cuando se aproxime su fecha de entrada a Estados Unidos para presentarse ante el juez de inmigración.
Un grupo de migrantes bajo el programa de 'Retorno a México' 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/inmigracion/en-buses-o-en-vuelos-pagados-por-trump-la-angustia-lleva-a-los-centroamericanos-que-esperan-en-mexico-a-devolverse-a-sus-paises">espera para subirse al autobús que les llevará de regreso a su país</a></b>, Guatemala. Un número creciente de centroamericanos están regresando a sus lugares de origen exhaustos por las largas esperas en México como consecuencia de este plan implementado por la administración Trump desde enero. Para sus primeras cortes, 
<b>los últimos que retornaron a Tijuana contaron que tienen que quedarse en México entre seis y nueve meses más.</b>
Una migrante muestra los documentos de la política Protocolo de Protección de Migrantes recibidos de manos de las autoridades estadounidenses antes de ser devuelta a Tijuana. Más de 20,000 migrantes ya forman parte de este programa, por el cual tienen que 
<b>esperar el resto de su proceso migratorio en ciudades fronterizas en las que corren riesgos de seguridad,</b> como Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros. 
<br> 
<br>
Personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) brinda información a una migrante sobre el programa de Retorno Voluntario Asistido en el albergue Ágape en Tijuana, México. 
<b>La OIM está proporcionando billetes de avión pagados con fondos del gobierno de Estados Unidos </b>a los migrantes que quieran regresarse a Honduras, El Salvador y Guatemala. Un funcionario de la OIM explicó a Univision Noticias que, aunque son muchos los que sí se regresan, al menos 50% de los que se anotan en las listas pueden cambiar de opinión en el lapso de una semana.
Iván Vargas, coordinador de la línea de autobuses privada Transporte Turístico Ejecutivo, revisa la lista de pasajeros de una unidad que tiene como destino Tapachula, Chiapas. La imagen fue tomada a las afueras del albergue Ágape en Tijuana, México.
Diana Cruz, de 16 años, dice adiós a sus amigos del albergue Ágape antes de subirse al autobús que llevará a su familia de Tijuana a Tapachula. Esta familia decidió emprender el viaje de regreso a su país de origen, Guatemala, después de ver que el proceso de petición de asilo estaba muy demorado y les obligaba a esperar en México. La hermana pequeña, Atziry, de 7 años, empezó a decirle a la mamá que echaba de menos a su abuela y quería regresarse y 
<b>la madre tomó la decisión de volver para no someter a sus niñas a más sufrimiento.</b>
La frontera entre México y Estados Unidos en El Chaparral, el cruce fronterizo en Tijuana. Decenas de inmigrantes llegan a este punto cada mañana para esperar su turno para entrar y ser entrevistados por la Patrulla Fronteriza. La espera promedio para que llamen un número ahora está en al menos cuatro meses. La mayoría de los migrantes son retornados a México con una fecha para su primera corte con un juez de inmigración. Pero, al final, el caso puede tomarles hasta un año, entre otras cosas, porque sin un abogado el juez los devuelve a México —o a los centros de detención si tienen la suerte de ser admitidos en Estados Unidos— hasta que vuelvan con alguien que los represente.
<br> 
<br>
Una adolescente guatemalteca que prefirió no ser identificada sale del albergue Embajadores de Jesús, antes de subirse a un autobús cuyo destino es Tapachula. Se regresa porque teme que en su corte el juez de inmigración la devuelva a la hielera de la Patrulla Fronteriza y tenga que vivir de nuevo el frío que caracteriza a estos lugares, la mala alimentaci´on y los maltratos de funcionarios que les reiteran que no son bienvenidos en Estados Unidos, según denuncia.
El pastor Gustavo Banda, encargado del albergue Embajadores de Jesús, en el patio trasero de su casa donde organizan cada día donaciones que reciben para los migrantes. "Les están dando una esperanza muy pequeña para que se queden", dice Banda. "Los quieren desanimar porque su cita es hasta enero del año próximo", agrega. Él cree además que la falta de permisos de trabajo y la poca asistencia que les da el gobierno mexicano para regularizarse es lo que los desalienta a esperar hasta su primera fecha de corte.
<br>
Francisco, de 34 años, quiere regresar a su país por su hijo Andy Javier, de 9 años. “Está sufriendo, mejor le regreso para Guatemala”, explica minutos antes de que parta el autobús del albergue Ágape en Tijuana.
Dos hermanos guatemaltecos de 6 años y 8 años juegan antes de subirse al autobús que les llevará de Tijuana a Tapachula rumbo a Guatemala.
<b>Ileidy Díaz, de Guatemala, es la madre de esos niños.</b> Ella explica que su plan era que su esposo en Estados Unidos los pidiera, entre otras cosas porque ella y su hijo están enfermos: ella quería recibir tratamiento para su vitiligo y esperaba que su hijo pudiera ser tratado por una enfermedad en sus ojos. Por ahora, nada de eso ocurrirá. Díaz asegura que ya no quiere que sus hijos sufran más mientras esperan hasta el 14 de enero, cuando le tocará su fecha de corte. Cuenta que en la hielera les maltrataron, que a ella los funcionarios de la Patrulla Fronteriza la obligaron a la fuerza a firmar su regreso a México mientras sus hijos lloraban. "El miedo que eso me generó me hace devolverme a mi país", dice.
José Mario Sarmiento, de Honduras, en un autobús que viaja de Tijuana a Tapachula rumbo a Guatemala. “La vi muy difícil,” dice José Mario sobre la razón por la que ha decidido regresarse a su país. Llegó a Tijuana hace mes y medio. Quería cruzar ilegalmente ya que tiene una deportación previa, pero le dio mucho miedo la situación en la frontera y la posibilidad de ser arrestado y tener que pasar mucho tiempo en la cárcel.
Bolsas de basura cargadas de pertenencias de migrantes que se regresan a sus países de origen en un autobús privado con trayecto Tijuana-Tapachula.
<b>José María García, conocido como 'Chema', </b>encargado del albergue para migrantes Juventud 2000, parado frente a la casa ubicada en la zona norte de Tijuana, México, una de las áreas más inseguras de la ciudad. Según él, una parte de los centroamericanos que llegan al recinto deciden cruzar de forma ilegal a Estados Unidos "ya que ven que las posibilidades son cada vez más cerradas para poderse quedar o recibir el asilo", cuenta. Lo hacen, explica "porque cada vez ven más lejano (el fin de sus procesos) o cada vez ven menos las posibilidades de quedarse en los Estados Unidos". En sus estimaciones, 30% de los que llegan a su albergue se marchan o a su país o a la frontera para cruzar sin ser vistos.
1 / 15
Silvia Gómez, de 25 años, sentada junto a su hija de 9 años en el autobús en el que harán el primer trayecto hasta Tapachula. Se marcha porque su familia en Guatemala se lo pidió. Le dijeron que esperar hasta el 15 de enero de 2020 por su primera corte era un tiempo excesivo para andar con una niña en un albergue. Sus planes no están claros aún: cree que dejará a su hija en Guatemala y regresará a México cuando se aproxime su fecha de entrada a Estados Unidos para presentarse ante el juez de inmigración.
Imagen Almudena Toral/Univision
En alianza con
civicScienceLogo