Sigue vigente la regla de carga pública que afecta trámites como la residencia

La cuestionada norma que Trump implementó el año pasado y que afecta los trámites migratorios sigue vigente sin ningún tipo de cambios.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Muchos de estos migrantes están perdiendo la paciencia porque llevan dos años esperando en México por una audiencia de asilo político en Estados Unidos y por ahora su situación no va a cambiar. Activistas y abogados que los apoyan están reclamando acciones inmediatas. Más información aquí.
Video Migrantes atrapados en la frontera se muestran incrédulos ante el plan de Biden de restaurar el programa de asilo

La regla de carga pública que Donald Trump implementó el año pasado y que afecta los trámites migratorios incluyendo la residencia legal permanente (Green Card o tarjeta verde), sigue vigente sin ningún tipo de cambios, advierten expertos consultados por Univision Noticias.

“Sigue todo en efecto, nada ha cambiado”, dice José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami (Florida). “El presidente (Biden) anunció una comisión que revisará la regla, pero por el momento los inmigrantes deben considerar las limitaciones al momento de solicitar un beneficio”, indicó.

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La nueva regla de carga pública entró en vigor el 24 de febrero del 2020, pero a finales de julio un juez federal de Nueva York la detuvo bajo el argumento de que la política “disuade a los inmigrantes de buscar hacerse la prueba del covid-19, situación que podría amenazar los esfuerzos para frenar la propagación del coronavirus”.

El gobierno apeló el fallo y el pasado 11 de septiembre la Corte de Apelaciones del 2º Circuito “emitió una decisión que permitió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reanudar su implementación.

El martes Biden firmó tres órdenes ejecutivas migratorias para revertir parte de la política que Trump impuesta por Trump en los últimos cuatro años. Una de ellas ordena integrar un grupo para que revise la regla y le presente un informe en un plazo de 60 días.

La revisión

El martes Biden firmó tres órdenes ejecutivas migratorias:


  • Una para restablecer el sistema legal modificado por Trump;
  • Otra para abordar las causas de la migración indocumentada hacia Estados Unidos y recuperar el proceso de asilo; y
  • Una tercera que crea un grupo de trabajo para reunificar a las familias afectadas por la cuestionada política de separaciones forzadas que el gobierno de Trump implementó en la frontera, primero de forma secreta durante más de un año.

En el primer decreto ordenó una “revisión inmediata” de las acciones de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) “sobre la inadmisibilidad de la carga pública”.
La revisión estará a cargo de los secretarios de Estado y Seguridad Nacional, del Fiscal General y los jefes de otras agencias relevantes, según corresponda, quienes “revisarán todas las acciones relacionadas con la implementación del motivo de inadmisibilidad de carga pública”, señaló.

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La tarea

De acuerdo con el decreto, el grupo de trabajo deberá:

La orden establece un plazo de 60 días para que tanto el secretario de Estado, como el de Seguridad Nacional y el Fiscal General entreguen sus respectivos informes describiendo acciones y pasos que sus agencias pretendan tomar o hayan tomado al respecto.

Paciencia y cautela

“No sabemos cuál será el impacto que vaya a tener el proceso de revisión y las recomendaciones que los miembros de la comisión le entreguen al presidente en el plazo de los 60 días”, dijo Guerrero. “Habrá cambios, de eso podemos estar seguros, pero hay que tener paciencia y ser cauteloso”, agregó.

A la pregunta respecto a qué debe hacer un inmigrante infectado por el covid-19 y necesita pedir la ayuda del estado para curarse, Guerrero dijo que “inicialmente el servicio de inmigración dijo que no lo considerará como motivo de inadmisibilidad porque se trata de una emergencia. No creo que vaya a tomarlo en cuenta”.

Guerrero dijo además que “si bien las recomendaciones serán entregadas en un plazo de 60 días, aquellas personas que están planeando solicitar un beneficio migratorio y tienen poco tiempo para no quedar fuera de estatus, deben someter sus solicitudes para que no comience a correr el reloj que mide la permanencia indocumentada” en Estados Unidos.

“Si tiene dudas, lo mejor es hablar con su abogado para que revise su expediente y le brinde el mejor consejo legal posible. Pero por nada se arriesgue si en los próximos dos meses se quedara fuera de estatus”, apuntó.


Hay que cumplir con la ley

Para Jaime Barrón, un abogado de inmigración que ejerce en Dallas (Texas), “hasta que no haya un cambio oficial la regla de carga pública, todas las personas que están en proceso de residencia o de cualquier otro beneficio de inmigración deben cumplir con la ley tal y como está escrita”.

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“Se recomienda que continúe con su proceso por el momento”, añadió. Dijo además que “los cambios que (el presidente) Biden pueda crear en la regla de carga publica es probable que beneficie a los inmigrantes, el gobierno ha dado suficientes señales de que no será tan agresivo como lo fue Trump”.

En cuando a la necesidad que tienen algunos inmigrantes para combatir la pandemia y solicitar la asistencia del gobierno, Barrón dijo que “primero está la vida y después los papeles”.

La regla final de carga pública vigente modificó las regulaciones del DHS y describe la manera en la que esta dependencia federal determinará si una persona solicitando admisión a Estados Unidos o el ajuste de estatus (tarjeta verde) “es inadmisible”, sea porque se trata, o es probable que en cualquier momento “se convierta en una carga pública”.

Pero no todos los extranjeros se verán afectados, advierte el Defensor del Pueblo (Ombudsman) de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS). “La regla final exime a ciertas personas, como los titulares de visas "U" y "T", asilados, refugiados y otras categorías”.

Marco Pablo, padre de uno de los guatemaltecos que salió en el grupo de migrantes que iba hacia Estados Unidos a principios de enero. Su hijo se llama Anderson, tiene 16 años. La familia cree que él es 
<a href="https://www.univision.com/noticias/sucesos/hallan-19-cuerpos-tiroteados-calcinados-en-un-pueblo-a-millas-de-la-frontera-con-texas">una de las 19 personas que fallecieron</a> en la masacre en Camargo, a 40 millas de la frontera con México.
Aunque las familias en Comitancillo, Guatemala, no han recibido la confirmación sobre la muerte de sus allegados, muchos ya han levantado panteones y han realizado actos funerarios para despedir a sus hijos, esposos o padres.
María Mauricio es la madre de Anderson. En el pueblo de Comitancillo han dado por hecho el fallecimiento de 13 de sus habitantes en la masacre de Camargo y no porque las autoridades les hayan informado oficialmente. Lo suponen 
<b>por lo que escuchan en las noticias, porque algunos de ellos recibieron una llamada anónima </b>de alguien que les informaba de las muertes, o porque desde el jueves 21 de enero 
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/una-comunidad-de-guatemala-llora-sus-familiares-sin-tener-la-certeza-de-que-murieron-en-mexico">sus familiares no los llamaron más</a>.
Vista de una carretera que lleva a Nueva Esperanza, el pueblo de donde salieron los migrantes guatemaltecos.
Entre los 13 guatemaltecos que viajaron a Estados Unidos había 
<b>algunos que se dedicaban a actividades del campo para poder sobrevivir,</b> una era contadora y también había un joven futbolista muy reconocido en el pueblo. La mayoría de las familias cuenta que dejaron Guatemala para buscar mejores condiciones de vida. Algunos también querían producir dólares con los que poder sustentar tratamientos médicos para sus familiares.
El 22 de enero pasado, la Fiscalía General del estado de Tamaulipas informó que habían hallado 19 cuerpos baleados y quemados en un pueblo de México, a 40 millas de la frontera con Texas. En Comitancillo, Guatemala, comenzó un calvario para 13 familias que creían que sus padres, hijos y tíos estaban entre los fallecidos porque habían viajado hacia Estados Unidos en días anteriores. Así que decidieron ir a la Cancillería en la capital para buscar más información.
Viajaron unas 
<b>seis horas desde Comitancillo a Ciudad de Guatemala. </b>Cuando llegaron a la Cancillería, las autoridades no pudieron confirmarles la muerte de sus familiares, pero algunos sí permitieron que se les tomaran muestras de sangre para hacer pruebas de ADN con los restos hallados en Camargo.
El 30 de enero, la Fiscalía de Tamaulipas confirmó la nacionalidad de cuatro de los 19 fallecidos en Camargo: 
<b>dos eran mexicanos y dos guatemaltecos. </b>
Otro de los jóvenes que se presume murieron en la masacre es Rivaldo Danilo, de 18 años. En la imagen tres niños de su familia.
Una niña que es familiar de Ribaldo Danilo. El padre de este joven, Rodolfo Jiménez, dijo a Univision Noticias que 
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/una-comunidad-de-guatemala-llora-sus-familiares-sin-tener-la-certeza-de-que-murieron-en-mexico">no tenían esperanzas de hallarlo</a> con vida. 
<b>La última llamada que les hizo fue el 21 de enero.</b> Ese día les dijo que iba por México. Desde entonces no se ha vuelto a comunicar.
Los últimos días de enero, las familias de los 13 guatemaltecos 
<b>recibieron numerosos visitantes en sus casas que los acompañaron a orar </b>por sus hijos, esposos y tíos. En la imagen una allegada de Rivaldo Danilo.
Dos retratos de Ribaldo Danilo en el altar que improvisó la familia para orar por el joven, a quien dan por muerto.
A Anderson también le realizaron una especie de funeral con su foto y flores.
La 
<a href="https://www.univision.com/noticias/sucesos/hallan-19-cuerpos-tiroteados-calcinados-en-un-pueblo-a-millas-de-la-frontera-con-texas">desinformación de las familias</a> sobre la posible de sus familiares se vio alimentada por 
<b>autoridades que dieron por fallecidos a los guatemaltecos cuando aún ni siquiera el gobierno de México había anunciado las identidades</b>. Uno de ellos fue el gobernador departamental de San Marcos, Luis Carlos Velásquez, quien se reunió con las familias y se ofreció a ayudarlos con la repatriación. O el diputado Enrique García, quien publicó una lista con los nombres de los presuntos fallecidos.
Aunque en Comitancillo ya han dado por muertos a sus familiares, la Cancillería de Guatemala ha asegurado que la confirmación de todos los nombres de los fallecidos podría tomar meses porque 
<b>en algunos casos los restos hallados son casi cenizas.</b> La Fiscalía de Tamaulipas no ha informado a Guatemala los nombres de los dos ciudadanos de ese país que ya pudieron ser identificados.
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Marco Pablo, padre de uno de los guatemaltecos que salió en el grupo de migrantes que iba hacia Estados Unidos a principios de enero. Su hijo se llama Anderson, tiene 16 años. La familia cree que él es una de las 19 personas que fallecieron en la masacre en Camargo, a 40 millas de la frontera con México.
Imagen Johan Ordonez/AFP vía Getty Images
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