Programa para venezolanos podría servir de modelo para otros países con alta migración a EEUU

El plan migratorio para Venezuela anunciado por el gobierno el 12 de octubre, podría servir de modelo para otras naciones con alto número de migrantes que llegan a la frontera sur en busca de asilo.

De ser así, la Casa Blanca de Joe Biden no solo acallaría las críticas internas sobre todo provenientes de los republicanos, sino que además comenzaría un proceso para bajar los altos números de detenciones en la frontera con México, que en los primeros 11 meses del año fiscal 2022 superaban los 2.1 millones de detenciones (hallazgos).

De acuerdo con el plan, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) aceptará hasta 24,000 venezolanos que estaban fuera de Estados Unidos en la fecha del anuncio y tienen un patrocinador que resida legalmente en territorio estadounidense, como por ejemplo un ciudadano, residente legal permanente y protegido por un Estatus de Protección Temporal (TPS).

Este patrocinador, además de ser un familiar inmediato, deberá someterse a un riguroso control y verificación de antecedentes criminales y asegurar que, durante la permanencia del inmigrante en Estados Unidos, se hará cargo de su manutención y cualquier tipo de gasto que incurra.

El propio reglamento publicado en el Registro Federal señala que el nuevo proceso “responde al deseo del Gobierno de México de ver más vías legales para entrar a Estados Unidos” que abarquen toda la región. “Será un incentivo significativo para buscar una solución legal y ordenada”, advierte, y asegura que seguirá trabajando con los países de origen para mejorar las condiciones de vida,“y crear más vías de inmigración y refugiados en el Istmo”, refiriéndose a Centroamérica.

El programa de refugio temporal, que tendrá una duración de dos años, otorga además una autorización temporal de empleo (EAD) por el mismo período de tiempo del permiso de estadía.

Críticas en medio de aplausos

Si bien el programa estrecha el camino del asilo para los venezolanos, defensores de los derechos de los inmigrantes, “aunque indignados por las restricciones fronterizas” que el DHS anunció, “elogiaron en gran medida el enfoque basado en patrocinadores y pidieron una rápida expansión a otras comunidades”, se lee en un reporte de Bloomberg esta semana.

“Aplaudimos y damos la bienvenida a la protección que se brinda a los venezolanos que huyen de penurias extremas, pero al mismo tiempo, se supone que el programa que sirvió de guía (otorgado en abril para los ucranianos que huyen de la invasión rusa) es un modelo para todas las personas que huyen de la persecución”, dijo Guerline Jozef, presidenta de Haitian Bridge Alliance.

No solo Ucrania y Venezuela registran la huida de miles de connacionales en busca de asilo en Estados Unidos. “La verdad, sería bueno que este programa de refugio temporal también sea extendido a otros países porque la verdad es que Honduras tiene tantos o más problemas que Venezuela”, dice a Univision Noticias Orlando López, presidente de la Organización Hondureña Francisco Morazán, en Miami, Florida.

“Y los problemas se agrandaron ahora tras el paso del huracán Julia, que dejó desastre, pobreza extrema y muerte”, agregó. Y debido a esto otros miles de hondureños que ya no tienen trabajo, que lo pobreza los tiene atrapados, pues huyen y vienen a Estados Unidos buscando asilo, pero a muchos los están deportando”.

“Un programa de asilo que permita la llegada legal y un permiso de trabajo, imagínese la ayuda que tendría para nuestra gente”, dijo López.

El programa fue demorado

El diario Los Ángeles Times dijo que el gobierno de Biden venía considerando la implementación del programa desde hace un tiempo. El modelo iba a ser implementado para ordenar la migración proveniente de Cuba, Haití y Venezuela, que en los últimos meses registró un incremento notorio y alarmante para la Casa Blanca.

En septiembre la Oficina de Inmigración y Control Fronterizo (CBP) informó que el número de arrestos de inmigrantes indocumentados en la frontera suroeste de Estados Unidos había superado los 2 millones en lo que iba del año fiscal 2022.

Los registros mostraron además que, 1,300,467 migrantes fueron deportados y muchos otros detenidas en la frontera serán removidas o expulsadas este año más que en cualquier año anterior, aseguró la agencia federal.

Otro dato revelado en el informe del CBP indica que el 22% de los detenidos en agosto involucró a personas que tuvieron al menos una detención previa en los 12 meses anteriores. Es decir, ya habían intentado ingresar al país, pero fueron detenidos y deportados o expulsados ya sea bajo el Título 42 por la pandemia, el Título 8 de la Ley de Inmigración (por motivos de inadmisibilidad) o regresados por decisión discrecional de los agentes federales.

Cuatro países en la mira

Bloomberg señala que al menos cuatro países en estos momentos están experimentando una terrible agitación política y económica, siendo ellos Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ucrania (este último por loa guerra desatada tras la invasión rusa en febrero del año pasado).

“No debería sorprender a nadie que los ciudadanos, las víctimas de esos estados fallidos, se vayan”, dijo. “Si les damos una vía legal, la tomarán”, dijo Ben Johnson, director ejecutivo de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA).

El programa migratorio para Venezuela establece la primera vez que Biden utiliza el mismo camino empleado con Ucrania para personas del continente americano.

“Este es un caso de prueba” para unir a los patrocinadores estadounidenses con otros inmigrantes sudamericanos que necesitan refugio, dice Tyler Moran, exasesor de inmigración de Biden.

En el último año los venezolanos se han acercado en números históricos a la frontera con México y muchos de ellos ya tenían estatus de asilo o refugio en otros países como Perú, Chile o Brasil. Pero debido a la pandemia de COVID-19, perdieron sus empleos y comenzaron a mirar hacia Estados Unidos en busca de una mejor vida.

“Muchos venezolanos que piden asilo afirmativo están teniendo éxito en sus solicitudes más que centroamericanos”, dice Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California. “Argumentan motivo de persecución política y se los otorgan. Pero hay que demostrar con evidencias”, agrega.

Cifras en aumento

El CBP dice que sus agentes se han encontrado con más de 15,000 venezolanos en la frontera sur en promedio por mes durante el año pasado, frente a los 127 por mes en los cinco años anteriores a la pandemia.

La cantidad de detenciones y casos referidos a la Corte de Inmigración (EOIR) aumenta la presión sobre un sistema colapsado que ya tiene más de 2.1 millones de casos acumulados para un promedio d 600 jueces activos.

En promedio los casos demoran unos 4.9 años en ser resueltos y, mientras tanto, millones de extranjeros deben aguardar sus citas para que un juez de inmigración decida sus futuros en Estados Unidos.

Abogados consultados por Univision Noticias advierten que, de seguir refiriendo casos a la Corte de Inmigración, el sistema podría colapsar. Al final del gobierno de Barack Obama, la EOIR tenía unos 520,000 casos acumulados. El expresidente Donald Trump entregó a Biden una corte con 1.2 millones de casos acumulados y el atasco tenía en septiembre más de 2.1 millones de expedientes en cola.

El plan migratorio de Biden para Venezuela ayudará no solo a detener el flujo de migrantes indocumentados en la frontera, sino también reducir significativamente el número mensual de casos referidos a los tribunales de inmigración.

En el reglamento del plan publicado este miércoles en el Registro Federal, se advierte que, si después de los dos años de permiso temporal en Estados Unidos el inmigrante venezolano no ha conseguido regularizar su estatus bajo cualquier programa legal vigente, como el asilo, podría ser deportado del país.