El Palacio de Buckingham informó el miércoles que el príncipe Harry asistirá a la ceremonia de coronación de su padre, el rey Carlos III, en la Abadía de Westminster el próximo 6 de mayo. El anuncio puso fin a meses de conjeturas sobre su presencia o no en el histórico evento.
Coronación del Rey Carlos III: el príncipe Harry asistirá a la ceremonia, pero Meghan no
La confirmación de la presencia de Harry en la coronación de su padre se conoció después de semanas de versiones y especulaciones de los medios sobre su asistencia a la ceremonia. Meghan, en cambio, se quedará en California con los niños.
En cambio, la esposa de Harry, Meghan, la duquesa de Sussex, permanecerá en California con los dos hijos de la pareja, el príncipe Archie y la princesa Lilibet, detalló el palacio. Casualmente, el día de la coronación de su abuelo coincide con el cuarto cumpleaños de Archie.
La confirmación de la presencia de Harry en la coronación de su padre se conoció después de semanas de versiones que indicaban que la oficina real había estado en contacto con Harry sobre el evento.
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La asistencia del príncipe se producirá a pesar de las desavenencias en el seno de la Casa de Windsor provocadas por su decisión de revelar secretos familiares en su libro 'Spare', que ha resultado un éxito de ventas.
Las revelaciones, que incluyen detalles de conversaciones privadas con su padre y su hermano, el príncipe Guillermo, agudizaron las tensiones entre Harry y su familia, que salieron a la luz cuando él y su esposa se mudaron a Norteamérica en 2020.
El libro también incluyó acusaciones de que miembros de la familia real entregan regularmente a la prensa información poco halagadora sobre otros miembros de la Casa de Windsor a cambio de una cobertura positiva de ellos mismos.
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La mayor joya de la corona sobre el féretro de la reina Isabel II
La corona reposó durante el funeral de Estado sobre el ataúd de la reina Isabel. Con ella fue coronada la monarca en 1953 y es la pieza más importante de las joyas reales. Entre sus numerosas gemas destaca, en la parte delantera, un gigantesco diamante de 317 kilates. En la parte de atrás de la corona se encuentra el ‘zafiro de Estuardo’. Tras la ceremonia final en Windsor, fue retirada del féretro.
Está montada sobre un marco en oro, en terciopelo púrpura. Pesa 2.3 libras (1.06 kg) y lleva casi 3,000 piedras, incluidos 2,868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas y cinco rubíes. La corona, que inicialmente fue fabricada en 1937, retoma el modelo de la que llevaba la reina Victoria. Se la llama "corona imperial de Estado", nombre que se remonta al siglo XV.