KIEV, Ucrania.- La escena es dantesca. Un edificio de varias plantas envuelto por las llamas y por el humo denso blanco que se forma al contacto con el agua. Los bomberos de Kiev intentan apagar, sin descanso, la gran masa de fuego que devora varias plantas.
Estuvo en Siria y ahora en Ucrania: este periodista explica cómo Putin sigue la 'estrategia siria' de bombardeos, asesinatos y secuestros
El periodista Ricardo García Vilanova, que vivió la guerra en Siria y se encuentra en Kiev, analiza la estrategia que está implementando Putin para someter Ucrania aplicando los mismos pasos que se siguieron en Siria.
En el suelo, escombros por todas partes, gente corriendo arriba y abajo, una treintena de bomberos agotados se recuperan sentados en el suelo con la mirada perdida. Otros, toman el relevo y siguen con la ingente tarea. Alrededor, varios periodistas y vecinos de las viviendas del barrio observan la escena sin perder detalle, con la impotencia de no poder hacer nada.
Ya hace una semana que los bombardeos en Kiev se suceden de forma diaria. Todo empezó con un mal presagio en uno de los múltiples check points cercanos a donde nos encontramos.
Tras una fuerte detonación, las miradas de los soldados del Ejército ucraniano y de los miembros de las fuerzas civiles de la Defensa Territorial se dirigieron al cielo en busca del origen de tal estruendo. Una gran masa de humo flotante, con varios tentáculos, resultaba aún visible. Permaneció suspendida a poca altura durante unos segundos. “Es un dron”, dijo un oficial que se encontraba al mando de esa posición.
“Un dron de vigilancia ruso, no va armado”. Mal preludio. Un día después del incidente, el lunes 14, tuvo lugar el primer bombardeo hasta el día de hoy.
En qué consiste la estrategia siria en Ucrania
"Yo era profesora de dibujo", nos dice Valeria. “Ya no duermo aquí desde hace días, tengo una pequeña casita fuera de Kiev”, explica entre lágrimas. Recoge las pocas pertenencias que no han sido dañadas. Su padre, de origen ruso, le ayuda, mientras muestra unos dibujos de su nieto. “¿Qué están haciendo?”, se pregunta.
La estrategia siria es la respuesta a su pregunta. El primer objetivo es crear miedo, la política del terror y eso se consigue sembrando la incertidumbre de la posibilidad de la muerte en cualquier instante. Nunca sabes cuándo va a caer el próximo misil y, con esa angustia de ver que a todos las personas de tu entorno les puede llegar, incluido a ti, se consigue que la gente emprenda el éxodo.
La estrategia siria incluye bombardear a panaderías, supermercados, hospitales, escuelas, ambulancias, coches particulares y el temido 'double tap', que consiste en bombardear por segunda vez un objetivo cuando están en el lugar de los hechos los servicios médicos y de extinción para acabar con ellos y herir al máximo número de personas posibles.

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Todo esto ya es presente en la capital de Ucrania. Hasta la fecha se han contabilizado más de 31 ataques a centros de salud, además de ambulancias, autos de civiles, panaderías, escuelas…
Y esta madrugada, en un centro comercial en Kiev y tres bombardeos double tap en diferentes partes del país.
El ejemplo sirio: secuestros y asesinatos
El segundo objetivo es crear terror en forma de asesinatos y secuestros. En Siria solían secuestrar a personas cuyos cuerpos dejaban tirados después en la calle para que se viesen cómo los habían destrozado con las torturas. Era una advertencia. Esa práctica ya existe aquí.
En Cherhiniv, por ejemplo, estos últimos días se han encontrado asesinadas tres familias en distintos días. Fueron apresadas cuando trataban de huir de la ciudad sitiada por carreteras secundarias.
En Kiev cada día es posible escuchar combates en corta distancia. Sobre todo por la noche, cuando se intensifican, pero también durante el día. Junto a uno de los hospitales que reciben heridos, cada día se dan enfrentamientos con equipos de infiltrados rusos. Son emboscadas que duran apenas cinco minutos.
Asesinan al máximo de civiles posibles o siembran el miedo y después desaparecen. Lo realmente sorprendente es cómo consiguen salvar los checkpoints, ya que la ciudad está plagada de ellos.
La política del secuestro también está a la orden del día: secuestran líderes comunitarios (políticos o religiosos) y a civiles para emplearlos como escudos humanos.
Ese es el principal objetivo de esa agenda: crear miedo para que todo el mundo se vaya. Porque aunque se tenga la imagen de que Putin es un loco porque alguien que ordena matar civiles debe serlo, no lo es. Solo es un criminal, pero no un loco.
Si lo fuera, ya habría arrasado con toda la ciudad porque tiene la capacidad y los medios para hacerlo. En eso precisamente consiste la doctrina siria. Tensar cada vez más la cuerda, pero sin romperla.
La famosa línea roja que puso el presidente Barack Obama –cuando advirtió que si el régimen de Assad atacaba a la población siria con armas químicas, intervendría– se traspasó sin consecuencias y esa impunidad dio vía libre para que el régimen sirio arrasase manzanas y ciudades enteras. Como ahora se está haciendo con Mariupol o en Járkov.
Mariupol será la ciudad mártir, como en Siria lo fue Homs. Kiev será Alepo. Pero para Kiev, de momento, hay otros planes. Si se estudian el perfil de los edificios bombardeados en la capital, hasta la fecha, en realidad, son 'daños controlados'.
Los impactos no han sido directos y la carga utilizada no los redujo a la nada o bien son objetivos selectivos muy acotados. Es la repetición de Siria, pero en Europa.
Primero empezar con pequeñas destrucciones y, finalmente, arrasar con ciudades enteras. Cuando determinadas líneas se superan y no hay respuesta, la impunidad del que se siente con el poder se desata. Los lugares en los que han impactado los misiles en estos días y el punto donde fue destruido el dron coinciden, inquietantemente, en una misma zona.
No es casualidad, las casualidades no existen, y menos en las guerras. El no-loco no quiere una masacre total de civiles en Kiev. Ya la tendría si quisiera, aún no se lo puede permitir, aunque ya son 231 muertos hasta la fecha de hoy.
Su plan es más sibilino: está despejando una ruta de entrada a Kiev. Porque la única forma de tomar Kiev es arrasarla, y una vía de entrada arrasada sin civiles es la llave de entrada. No se puede tomar una ciudad como esta de ninguna otra forma.
En este contexto, la guerra asimétrica pasa a ser convencional con las armas adecuadas, lo que significa que si entramos en ese contexto de guerra convencional el asedio de Kiev se dilatara en meses de contienda.
Guerra Rusia-Ucriana: ataque a los periodistas
Lo que marca la diferencia en una guerra es el tiempo, y al no-loco se le esta acabando, así que lo que necesita es una demostración de fuerza y una victoria simbólica, esas dos son las herramientas para negociar desde una posición de fuerza.
El segundo objetivo no se libra en el terreno, sino con el Cuarto Poder. Para conseguir la opacidad informativa necesita conseguir que haya menos periodistas en el terreno. Tener cinco periodistas muertos y un herido en dos semanas tampoco es casualidad.
Es más, es algo inaudito en una guerra. Un ataque a la torre de la televisión de Kiev que causó la muerte de un periodista, entre otras víctimas. Un equipo de Sky News, un equipo de Voxpot, un periodista suizo, un equipo de Al Araby TV, y una periodista ucraniana. Además, un periodista estonio, un conductor ucraniano y yo mismo fuimos objeto de un ataque deliberado a las puertas de Chernihiv.
No fue algo casual, fue premeditado. Y habrá muchos más. Secuestrar y controlar la información es otra forma de ganar la guerra, porque la guerras no solo se ganan en el campo de batalla.










