Arrancados de sus familias y convertidos en conejillos de indias: los internados para niños indígenas en Canadá

El maltrato, el desarraigo, el daño físico e incluso la muerte no fueron los únicos padecimientos que sufrieron muchos niños indígenas en internados en Canadá, también fueron ratas de laboratorio para doctores que experimentaron con su nutrición.

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Por:
Grettel Reinoso .
Los restos de 215 niños fueron encontrados en el terreno del Colegio Residencial Indio de Kamloops, en Canadá. Para honrarlos, miembros de la comunidad realizaron un evento con música tradicional y colocaron zapatos de niños en las escaleras de una galería de arte de Vancouver.
Video "Mi corazón está roto": dan más detalles tras el hallazgo de restos de 215 niños en una antigua escuela indígena de Canadá

Durante unos 150 años, niños indígenas de Canadá fueron arrancados de sus comunidades y llevados a estudiar a lejanos internados, en su mayoría regidos por la Iglesia Católica, Anglicana y otras, y apoyados por gobiernos locales y otras organizaciones. Allí se reportaron casos de maltratos, malnutrición, agresiones sexuales, explotación y muerte.

El objetivo era arrancarlos de su seno familiar, desnaturalizarlos de sus escencias e integrarlos a la sociedad canadiense y blanca. La Comisión de Verdad y Reconciliación (TRC), que investigó este pasaje de la historia canadiense, lo catalogó como un "genocidio cultural".

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En mayo de este año, una fosa común con los restos de 215 niños nativos fue descubierta en un internado cerca de la ciudad de Kamloops, en la provincia canadiense de Columbia Británica, conmocionando al país. Algunos de los niños enterrados apenas tenían 3 años de edad.

Este jueves el grupo indígena tk'emlúps te secwépemc dio a conocer un informe que confirmó la existencia de esas tumbas y señaló que "es muy probable" que se encuentren más en otras partes.

Imagen del internado de Kamloops.
Imagen del internado de Kamloops.
Imagen National Centre for Truth and Reconciliation

También, en el mes de junio, el grupo indígena cowessess, en la provincia de Saskatchewan, en el oeste del país, anunció el descubrimiento de cientos de tumbas sin identificar de niños y adolescentes en los terrenos de la escuela residencial Marieval, que estuvo en funcionamiento entre 1899 y 1997, a unas 1,500 millas (2,500 kilómetros) al noroeste de Toronto.

En general, se han descubierto por el momento 1,275 tumbas sin identificar en todo el país, gracias al uso de un radar de penetración, informó EFE.

Ratas de laboratorio

Pero el maltrato, el desarraigo e incluso el daño físico, no fueron los únicos padecimientos que sufrieron muchos de estos niños, también fueron ratas de laboratorio para doctores que experimentaron con su nutrición, con una motivación racial.

Si bien investigadores dieron a conocer sobre estas prácticas desde hace casi una década no es hasta ahora, cuando el tema de los internados ha captado la atención de la comunidad internacional tras el hallazgo de centenares de cuerpos de niños indígenas, que este asunto está siendo divulgado de forma masiva.

En 2013, Ian Mosby, un historiador de la alimentación y becario postdoctoral de la Universidad de Guelph, en Ontario, reveló detalles de experimentos de nutrición realizados en unos 1,300 indígenas, de los cuales unos 1,000 niños, en seis internados entre 1942 y 1952.

Niñas en el internado de Kamloops, Columbia Británica.
Niñas en el internado de Kamloops, Columbia Británica.
Imagen National Centre for Truth and Reconciliation


Esos experimentos, carentes de toda ética médica, fueron llevados a cabo con apoyo del Departamento de Asuntos Indígenas de Canadá y conducidos por dos prominentes médicos: el doctor Percy Moore, superintendente de servicios médicos de la rama de Asuntos Indígenas y el célebre nutricionista Frederick Tisdall, expresidente de la Sociedad Canadiense de Pediatría y uno de los tres pediatras que desarrolló el cereal infantil Pablum en los años '30.

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"En estos experimentos no se informó a los padres ni se obtuvieron los consentimientos. Incluso cuando niños murieron, los experimentos continuaron", asegura un artículo de Noni E. MacDonald, Richard Stanwick y Andrew Lynk, publicado en 2014 en Paediatric Child Health.

Según estas publicaciones, como parte de los experimentos, a los grupos de control y tratamiento de niños desnutridos se les negó una nutrición adecuada.


"En un experimento, el grupo de tratamiento recibió suplementos de riboflavina, tiamina y / o suplementos de ácido ascórbico para determinar si estos mitigaban los problemas; no fue así. En otro, a los niños se les dio una mezcla de harina que contenía tiamina, riboflavina, niacina y harina de huesos. En lugar de mejorar la nutrición, los niños se volvieron más anémicos, lo que probablemente contribuyó a más muertes y ciertamente tuvo un impacto en el desarrollo", continúa el artículo, que explica cómo, por ejemplo, a algunos grupos se les negó la atención dental para observar el estado de las caries y la gingivitis ante la desnutrición.

Según el artículo de Mosby, estos experimentos se efectuaron con la idea de que, entre una dieta adecuada y la educación recibida, se podía convertir a los pueblos indígenas en "activos más rentables" para Canadá.

Niños del internado de Kamloops.
Niños del internado de Kamloops.
Imagen National Centre for Truth and Reconciliation.

Los efectos de la desnutrición

En un artículo publicada en el medio The Conversation, la investigadora y candidata doctoral en temas de nutrición, Allison Daniel, analiza el impacto a corto y largo plazo que tuvo la desnutrición para estos niños indígenas, empezando por haber sido una de las principales causas de muerte de estos menores en los internados, junto a los daños físicos, las enfermedades y el abandono, según un informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.

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Pero para los sobrevivientes la denutrición también tiene efectos importantes a largo plazo. Un ejemplo es el mayor riesgo a padecer enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. También puede provocar "cambios epigenéticos" que se transmiten luego de generación en generación.

"Los experimentos en las escuelas residenciales y en las comunidades han hecho que los entornos de atención médica sean lugares precarios y traumáticos para muchos pueblos indígenas y han llevado a un grado de escepticismo frente a las vacunas durante la pandemia de covid-19", concluyó Daniel. "Al mismo tiempo, persiste el estigma, la violencia y el racismo hacia los pueblos indígenas en estos contextos", añadió.

Mira también:

Según la organización no gubernamental Save the Children 
<a href="https://www.savethechildren.es/actualidad/desnutricion-y-guerra-en-yemen">cerca de 85,000 niños menores de cinco años podrían haber muerto de hambre en Yemen</a> desde que una coalición liderada por Arabia Saudita intervino en la guerra civil en 2015. En la fotografía, las manos de Saleh Hassan al-Faqe y su hija Hajar, quien murió en la sala de desnutrición del hospital al-Sabeen en Sanaa, Yemen, el 15 de noviembre de 2018.
Estas fotografías pueden herir su sensibilidad.
Según Fouad al-Reme, enfermera en el hospital de al-Sabeen, la pequeña Hajar estaba consciente cuando llegó al hospital, pero tenía bajos niveles de oxígeno. "Ella era solo piel sobre los huesos, su cuerpo estaba demacrado", aseguró. "El difícil acceso a los hospitales, la falta de alimentos, la escasez de medicamentos hace que
<b> </b>la guerra en Yemen esté desencadenando un preocupante número de casos de desnutrición en niños y niñas", advirtió Save the Children.
"Haciendo una estimación conservadora, sabemos que 
<b>84,701 niños con desnutrición aguda grave podrían haber muerto </b>entre abril de 2015 y octubre de 2018", se lee en el comunicado publicado por la ONG. En esta fotografía del 1 de octubre de 2018, un niño gravemente desnutrido descansa en una cama de hospital en el Centro de Salud de Aslam, Hajjah, en Yemen.
Una mujer yemení sostiene a un niño desnutrido en un hospital de Taez, en el sudoeste del país de Yemen, el 21 de noviembre de 2018. "Nos sentimos horrorizados de que unos 85,000 niños en Yemen puedan haber muerto como consecuencia del hambre extrema desde que comenzó la guerra”, continúa el comunicado de la ONG.
Yemen es uno de los países más pobres del Medio Oriente y desde marzo de 2015 se enfrentan las fuerzas su presidente Abd Rabbu Mansour Hadi, apoyado por Arabia Saudita, 
<a href="https://www.univision.com/noticias/ataques/decenas-de-ninos-muertos-y-heridos-las-dramaticas-imagenes-de-un-ataque-contra-un-autobus-escolar-en-yemen-fotos">contra los combatientes y aliados del movimiento rebelde de los hutíes, supuestamente apoyados por Irán.</a>
Un médico mide el brazo de una niña desnutrida en un hospital de Hajjah, Yemen, el 1 de octubre de 2018. “Por cada niño muerto por bombas y balas, decenas están muriendo de hambre y enfermedades y es completamente evitable", asegura la organización Save the Children.
Ghazi Saleh, de 10 años, solo pesa 17 libras (unos 8 kilogramos) y está hospitalizado en Taez, en el suroeste de Yemen. Apenas puede respirar, está demasiado débil para moverse o incluso llorar. La ONU considera que desde que comenzó 
<a href="https://news.un.org/es/story/2018/09/1442262">este conflicto han sido asesinadas al menos 16,000 personas.</a>
Una madre yemení sostiene a su hijo desnutrido mientras una enfermera trata de alimentarlo en un hospital de Taez el 19 de noviembre de 2018. “Los niños que mueren de esta manera sufren enormemente a medida que las funciones de sus órganos vitales disminuyen la velocidad y finalmente se detienen”, explicó la ONG.
La organización Save the Children ha proporcionado alimentos a 
<b>140,000 niños y tratado a más de 78,000 con desnutrición</b>, lo que no ha sido suficiente para detener la tragedia. Los pequeños además se han visto afectados por enfermedades como el cólera y la difteria.
Cerca de 14 millones de personas corren el riesgo de sufrir una hambruna. Según Save the Children, "esta cifra ha aumentado drásticamente desde que la coalición liderada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos 
<i>—</i>quienes apoyan al presidente Abd Rabbu Mansour Hadi contra los rebeldes
<i>—</i> impuso un bloqueo a Yemen hace poco más de un año".
Desde el bloqueo “las importaciones comerciales de alimentos a través del puerto de Hodeidah se han reducido en más de 55,000 toneladas métricas por mes. Eso es suficiente para satisfacer las necesidades de 4.4 millones de personas, incluidos 2.2 millones de niños”, asegura la organización Save the Children.
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Según la organización no gubernamental Save the Children cerca de 85,000 niños menores de cinco años podrían haber muerto de hambre en Yemen desde que una coalición liderada por Arabia Saudita intervino en la guerra civil en 2015. En la fotografía, las manos de Saleh Hassan al-Faqe y su hija Hajar, quien murió en la sala de desnutrición del hospital al-Sabeen en Sanaa, Yemen, el 15 de noviembre de 2018.
Imagen MOHAMED AL-SAYAGHI/Reuters
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