La inteligencia de Estados Unidos había informado al mundo que Rusia no se detendría y que una invasión real a Ucrania estaba en curso. Sin embargo, a muchos ucranianos el violento movimiento de tropas rusas que comenzó el 23 de febrero y los bombardeos pareció haberlos tomado por sorpresa.
El metro como refugio: un drama que se repite en Europa después de 80 años
Cuando la invasión rusa a Ucrania llevó bombardeos hasta las cercanías de la capital, algunas familias huyeron a las estaciones del metro de Kiev para resguardarse. Estas dramáticas imágenes recuerdan cuando en la Segunda Guerra Mundial miles de británicos sobrevivieron a los ataques aéreos nazis escondidos en las estaciones del metro de Londres. Vea aquí nuestra cobertura de la invasión rusa a Ucrania


La entrada de Rusia no se limitó a los territorios donde había estado apoyando movimientos separatistas rebeldes. A pocas horas del comienzo de la invasión de militares y maquinarias, los bombardeos rusos comenzaron a verse en todas partes del país, incluso muy cerca de Kiev, la capital.
Finalmente la cruda realidad de la invasión hizo que miles de ucranianos buscaran salir del país por las fronteras del oeste, mientras que otros se vieron haciendo largas filas en las estaciones de gasolina y en los bancos para tomar efectivo. Cuando los bombardeos llegaron a las afueras de la capital y ya no había tiempo para huir algunos optaron por irse al metro para buscar resguardo.
Las dramáticas imágenes de familias esperando ansiosamente bajo tierra recuerdan un dramático episodio de la Segunda Guerra Mundial: la maniobra militar nazi conocida como ‘the blitz’, o ‘el ataque relámpago’.
El 7 de septiembre de 1940 comenzó una campaña de bombardeos de la aviación alemana contra Reino Unido, especialmente contra su capital, Londres.
Luego de un sorpresivo ataque aéreo británico a Berlín, Adolfo Hitler autorizó personalmente la respuesta sobre varios puntos estratégicos de Reino Unido, una acometida duró ocho meses.
‘El ataque relámpago’ se recuerda especialmente porque miles de residentes de Londres tuvieron que resguardarse en las estaciones del metro durante semanas.
Cuando las alarmas de la ciudad indicaban el movimiento de los aviones hacia la capital británica, las familias londinenses eran guiadas por las autoridades al interior de las estaciones, donde muchas veces debían apiñarse para intentar dormir durante horas.
La estrategia funcionó. El transporte ferroviario bajo tierra más antiguo del mundo, que había comenzado a operar en 1890, se convirtió en la salvación de muchos civiles británicos en la Segunda Guerra Mundial.
Hasta el momento no se sabe si Rusia tomará Kiev para instalar un gobierno aliado o si resultará destruida completamente esta antigua ciudad. Sin embargo, a juzgar la velocidad como las fuerzas rusas se acercan a la capital es probable que este aprendizaje de la Segunda Guerra Mundial también salve miles de vidas.
























