Comey afirma que fue despedido para cambiar la marcha de la investigación del 'Rusiagate'

El exdirector del FBI dijo al Senado que la Casa Blanca "mintió" al explicar las razones de su despido. Sin embargo, dejó en manos de los investigadores determinar si el presidente Trump trató de obstruir la justicia con sus presiones.

Carlos Chirinos
Por:
Carlos Chirinos.
James Comey aseguró en su primera comparecencia ante el Senado luego de su despido que el gobierno de Trump mintió al justificar su despido.
Video El exdirector del FBI afirma que la administración de Trump lo difamó

WASHINGTON DC. - Como si se tratara del lanzamiento de un revolucionario producto de Apple o de las ofertas del Día de Acción de Gracias, desde las 3 de la mañana del jueves empezó a formarse la fila frente a la sala de audiencia del edificio adyacente al Capitolio de Washington donde funciona el Comité de Inteligencia del Senado para escuchar el testimonio del exdirector del FBI James Comey.

Así fue la comparecencia de James Comey ante el Comité de Inteligencia del Senado

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La estrella de la interpelación entró a la sala con dos minutos de retraso, a las 10:02 am, se sentó con rostro inescrutable frente al panel de senadores, se sometió al acoso de los fotógrafos con la mirada más allá de ellos como si no tuviera sus flashes al frente. En realidad parecía estar viendo más lejos de la sala, como los atletas profesionales que ignoran al público para concentrarse en su juego.

Comey escuchó imperturbable las declaraciones iniciales de los jefes del comité y luego arrancó con dureza su intervención acusando a la Casa Blanca de haber mentido sobre su despido, por usar como argumento el supuesto rechazo de sus subordinados en el FBI y que había actuado mal al presentar públicamente las conclusiones de su investigación sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado.

"La Casa Blanca optó por difamarme y, más importante, diciendo sobre el FBI que la organización estaba en el caos. Fueron mentiras, simple y llanamente ", comentó Comey, quien detalló que quedó “confundido” por las diferentes versiones sobre la razón de su abrupta salida del cargo.

El exdirector del FBI fue más allá, al decir que no tiene dudas de que el ‘Rusiagate’ es el único motivo por el que fue sacado de su puesto siete años antes de cumplir su mandato, y no sólo porque el propio presidente lo dijera en una entrevista con NBC.

“Fui despedido de alguna manera con la intención de cambiar la investigación sobre Rusia”, dijo Comey.

En un comunicado, el Departamento de Justicia señala que, tras recusarse de la investigación sobre el 'Rusiagate', el fiscal general Jeff Sessions advirtióque su institución y el propio FBI deben seguir políticas apropiadas sobre los contactos que se mantienen con la Casa Blanca. "A pesar de algunos reportes inexactos de medios, el señor Comey no mencionó que haya pedido al Departamento de Justicia más recursos sobre esta investigación", se lee en el texto.

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Trump se defiende atacando

Unas horas después, vino la reacción de Trump en voz de su abogado personal Marc Kasowitz, quien ratificó lo que dijo ayer en el sentido de que el presidente está "reivindicado" al quedar claro que no está siendo investigado por el FBI, pero asomó la posibilidad de una acción contra Comey por filtrar a la prensa lo que calificó como "conversaciones privilegiadas".

Comey dijo a los senadores que entregó notas de sus conversaciones con el presidente a un amigo, quien a su vez las dio a un periodista, para presionar por un fiscal especial que manejara el ‘Rusiagate’, algo que sucedió tras su salida de la agencia con el nombramiento de Robert Muller.

“El presidente ademas nunca le dijo a Comey ‘necesito lealtad, yo espero lealtad’ de ninguna forma o manera”, aseguró Kasowitz en una declaración leída a los medios, al final de cual no aceptó preguntas.

¿Obstrucción de justicia?

Sin embargo, Comey no llegó a describir la conducta de Trump como obstrucción de la justicia, porque dijo no estar calificado para hacer esa evaluación que dejó a la justicia estadounidense.

Y eso era lo que muchos esperaban que saliera de esta interpelación, la 'prueba' de que el presidente trató de interferir en la investigación del ‘Rusiagate’.

Las preguntas de los senadores estuvieron centradas en la declaración de siete páginas que había presentado al comité y que, en una acción inusual, como si se tratara de la previa del espectáculo, fue publicada la víspera.

Tanto republicanos como demócratas trataron con respeto a Comey, a quien reconocieron sus servicios al país a lo largo de su carrera dentro del sistema de justicia. Es notable que ninguno puso en duda la versión que Comey presentó en su declaración escrita. Ni siquiera le rebatieron que calificara como "mentiroso" al presidente.

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Pero hubo algunas diferencias a la hora de manejar los temas. Mientras los opositores querían hallar la 'prueba' de que la Casa Blanca trató de obstruir una investigación federal, los republicanos se enfocaron en destacar que el presidente no está siendo investigado y que no hay evidencias de colusión con Rusia.

Solo el republicano John McCain, quien estuvo como invitado especial porque no pertenece al comité, puso una nota diferente al insistir en que las investigaciones sobre Clinton y el 'Rusiagate' habían sido manejadas con un "doble estándard".

La estrategia republicana

Del lado del partido de gobierno el foco siempre estuvo en el hecho de que Trump no estaba siendo investigado por el FBI, ni en una pesquisa criminal ni en una de contra inteligencia, lo que sirve a la narrativa oficial de distanciar al presidente del ‘Rusiagate’.

Republicano tras republicano dirigieron sus preguntas a Comey de manera que quedara claro que solo una vez el presidente o funcionarios de la Casa Blanca hicieron referencia a “dejar ir” a su exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn.

También hicieron énfasis en que si el presidente quisiera terminar con una investigación del FBI tendría maneras legales de hacerlo sin que necesariamente sea considerado sobrepasar su poder.

Con eso se demostraría que bien pudo haber un descuido o hasta una impropiedad por parte del presidente, no podría hablarse de una intención de influir en la investigación.

Además, los republicanos subrayaron por qué Comey no denunció en su momento las "presiones" que ejercía el mandatario con los frecuentes contactos que estableció con él (3 reuniones personas y 6 llamadas telefónicas en cuatro meses).

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La senadora Susan Collins, republicana de Maine, le dijo: "El presidente nunca debería haber despejado la habitación y él nunca debería haberle pedido, como usted informó, dejarlo ir, dejar pasar la investigación" –en referencia a un encuentro en la Oficina Oval tras una reunión con la comunidad de inteligencia el 14 de febrero.

Pero luego le preguntó por qué no se quejó sobre esto al Departamento de Justicia. Comey dijo que no quería "alertar a la Casa Blanca" sobre el tema específico porque "era de interés investigativo para nosotros tratar de averiguar lo que acaba de suceder".

Sin embargo, eso hace pensar que Comey estaba considerando que Trump podría haber cometido obstrucción de la justicia desde ese momento.

¿Y el presidente?

La idea republicana es reducir los señalamientos hechos sobre el presidente, dando a entender que el mismo Comey puede al principio no haberlos considerado tan “preocupantes” como ha terminado describiéndolos en sus declaraciones.

Comey dijo que no anunció que el presidente Donald Trump no estaba bajo investigación personal porque eso "crea un deber de corregir" si hubiera hecho ese anuncio en público.

"Ya lo he vivido antes", señaló Comey en referencia a la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton, cuando el entonces director del FBI dijo a finales de la campaña presidencial de 2016 que la agencia estaba investigando el caso.

Para el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, el problema entre Comey y Trump es una malinterpretación porque el presidente no está familiarizado con el protocolo. “(Trump) es nuevo en esto", aseguró el representante republicano por Wisconsin en un encuentro con la prensa mientras se desarrollaba la comparecencia de Comey.

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Desconfianza en Trump

En las casi tres horas que duró la parte pública de la interpelación, Comey dejó claro que desde el principio sintió desconfianza en el presidente Trump.

Comey respondió al senador demócrata Mark Warner, vicepresidente del comité, que sintió la necesidad de registrar sus conversaciones con Trump porque temía que el presidente podía mentir sobre la naturaleza de sus encuentros.

Aunque puede haber de fondo una evaluación personal en la declaración de Comey –al fin y al cabo fue despedido y según él "difamado"– es grave que el director del FBI sienta que no puede confiar en el presidente de la nación.

Sobre todo considerando que Comey trabajó como director del FBI con Barack Obama y antes, como funcionario del Departamento de Justicia con George W. Bush, y asegura que nunca sintió que fuera necesario protegerse a él y a la institución que representaba.

Bajo la lupa

Lo dicho por Comey en esta comparecencia será escudriñado al máximo. Unos querrán fundamentar el caso de obstrucción de la justicia e interferencia en una investigación federal que quieren endilgarle al presidente, algo que podría conducir a un juicio político.

Del otro lado, los republicanos destacan el hecho de que Trump no es parte de la investigación sobre los contactos de la campaña con Rusia. La 'exoneración' que entienden que le hizo en tres ocasiones el exdirector del FBI limpiaría el nombre del mandatario de toda sospecha de colusión y por tanto no habría colusión que investigar.

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El problema es que en lo legal hay demasiados vericuetos. Hay muchas interpretaciones posibles. Es lógico que lo que se dijo en el Comité de Inteligencia del Senado sea tomado con pinzas y analizado bajo diferentes focos, porque el enjuiciamiento de un presidente no es algo que pueda tomarse a la ligera.

Al fin de la parte pública de la interpelación, Burr, el presidente del comité, dijo a los periodistas que tras escuchar a Comey estaba claro que la investigación senatorial estaba lejos de llegar a su final.

Y con eso, los senadores dieron paso a la sesión a puertas cerradas en la que el interpelado hablaría de esas cosas que dijo que no podía decir en público. Seguramente las partes más jugosas que podrían explicar muchas cosas que siguen sin aclararse.

James Comey se pronunció por primera vez sobre los motivos dados por la Casa Blanca para su despido, entre ellos el supuesto rechazo de sus subordinados en el FBI: 
<b>"La Casa Blanca optó por difamarme</b> y más importante diciendo sobre el FBI que la organización estaba en el caos. 
<b>Fueron mentiras, simple y llanamente".</b>
El senador Demócrata Mark Warner al dirigirse a James Comey al comienzo de la presentación.
El ex director del FBI comentó que que se sorprendió al escuchar que la Casa Blanca afirmó que fue despedido por su manejo de la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton. Portavoces de la Casa Blanca también alegaron que los trabajadores del FBI cuestionaban a su líder.
James Comey: "La administración Trump decidió difamarme y al FBI". La senadora estadounidense Dianne Feinstein (D-CA) en su intervención en la comparecencia del ex director del FBI.
James Comey aseguró que no tiene dudas de la intervención de Rusia en las elecciones.
El ex director afirmó: "tomé las palabras de Trump como un mandato".
Marco Rubio (D), Susan Collins (R), Dianne Feinstein (D) y otros senadores antes del comienzo de la sesión. El exdirector del FBi también envió un mensaje a sus antiguos compañeros que siguen ocupándose de la investigación del Rusiagate: "Sigan haciendo el bien por cuanto tiempo puedan".
"Donald Trump mintió sobre mí y sobre el FBI", aseguro Comey en su comparecencia.
"Quiero que el pueblo estadounidense conozca esta verdad: El FBI es honesto, el FBI es fuerte, y el FBI es y siempre será independiente ", aseguró James Comey.
"(Dijeron) que estaba mal dirigido. Que la fuerza de trabajo había perdido la confianza en su líder. Esas eran mentiras, simple y llanamente", agregó Comey.
El saludo de James Comey al senador Republicano Richard Burr, presidente del comite de inteligencia del Senado.
Los senadores Richard Burr y Mark Warner, Presidente y Vicepresidente del Comité de Inteligencia, antes de la presentación de James Comey.
La llegada de James Comey a la presentación ante el comité de Inteligencia.
Minutos antes del comienzo de la sesión.
James Comey toma asiento antes de ser interrogado por los senadores.
El comité de inteligencia del Senado interroga al exjefe del FBI sobre las posibles conexiones entre la campaña republicana y Rusia para interferir en las elecciones que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca.
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James Comey se pronunció por primera vez sobre los motivos dados por la Casa Blanca para su despido, entre ellos el supuesto rechazo de sus subordinados en el FBI: "La Casa Blanca optó por difamarme y más importante diciendo sobre el FBI que la organización estaba en el caos. Fueron mentiras, simple y llanamente".
Imagen Reuters
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