De la 'esperanza' de Obama a la 'revancha' de Trump

Una transicion histórica en Washington que lleva el poder de un presidente que promovió 'cambio' para enfrentar el futuro a otro que propone recuperar la 'grandeza' perdida con un dejo nostálgico.

Carlos Chirinos
Por:
Carlos Chirinos.
Protestas en la jornada de toma de posesión de Donal Trump como presidente de EEUU.
Protestas en la jornada de toma de posesión de Donal Trump como presidente de EEUU.
Imagen Reuters

Cuando a las 11:30 de la mañana de este viernes 20 de enero Donald Trump pose su mano sobre la biblia de Abraham Lincoln y repita el breve juramento que creó en su momento George Washington, se habrá completado la salida de Barack Obama del poder y una transición histórica como pocas en Washington.

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El primer presidente negro de la historia del país dará paso al primer presidente sin experiencia política, alguien que ganó las elecciones literalmente contra todo pronóstico, un veradero ‘outsider’ que dice venir a “secar el pantano” de la política nacional.

Ambos líderes, aparentemente tan distintos, representan las mismas expectativas, aunque desde lados opuestos y a veces enfrentados de la sociedad.

Siga aquí: minuto a minuto de la toma posesión de DonaldTrump

De alguna manera Trump puede ser visto como una reacción a la era Obama, cuando muchos hablaron de un país que se desprendía de lastres más conservadores y al mismo tiempo buscaba superar las taras del racismo. El propio presidente saliente reconoció en su discurso de despedida en Chicago que ese “Estados Unidos post racial” nunca se concretó.

Se ha dicho que el éxito de Trump se debió a la clase media depauperada, mayoritariamente blanca, afectada por años de cambios en la economía y resentida por años de usos ‘políticamente correctos’ que ha llevado a muchos a sentirse como los nuevos marginados. Para ellos Trump es el cambio esperado, como para lo fue para los liberales y algunas minorías la llegada de Obama.

Este jueves por la tarde, en sus palabras en el concierto de bienvenida que le ofrecieron en las escalinatas del Monumento a Lincoln, el todavía presidente electo dejó un mensaje hacia ese sector.

"Sabíamos que algo especial estaba pasando (...) No serán olvidados más", dijo con unas palabras que algunos pueden entender como de revancha.

Y las palabras –como sus tuits-, ahora desde la Casa Blanca, tienen cada vez más importancia.

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El discurso filosófico

Despúes de que ofrezca ese breve juramento que le tomará el presidente de la Corte Suprema de Justicia, John Roberts, Trump se dirigirá a la nación desde el palco erigido en la escalinata de la fachada oeste del Capitolio a una multitud reunida en la explanada de los monumentos de la ciudad, el Mall.

Se espera que unas 500,000 personas se congreguen a lo largo de las casi 2 millas (3 kilómetros) del Mall a escuchar las primeras palabras del republicano ya como presidente en ejercicio.

Hasta la noche del jueves no había trascendido nada concreto sobre el discurso, más allá de una foto que el presidente electo colocó días atrás en su cuenta Twitter y que identificó como un momento en el que estaba escribiendo el texto en su residencia de Mar-a-Lago, Florida.

Vea también: Del caballo a 'La bestia', el desfile donde se estrena el nuevo vehículo presidencial

El desfile por la Avenida Pensilvania el día inaugural de Teodoro Roosevelt el 4 de marzo de 1905, en una carreta tirada por caballos.
William Howard Talf y su esposa Helen atravesaron en carreta la Avenida Pensilvania el 4 de marzo de 1909. La ruta había sido despejada la noche anterior despues de una tormenta de nieve.
Woodrow Wilson hizo el último paseo inaugural en una carreta de caballos, el 4 de marzo 1913.
El 4 de marzo de 1921 Warren G. Harding es el primero en utilizar un automóvil en el desfile del nuevo presidente. En la foto el recién juramentado presidente viaja en un Packard Twin Six proporcionado por el comité nacional republicano junto a su predecesor Woodrow Wilson.
Franklin Delano Roosevelt saluda desde una limusina en su desfile inaugural de 1933. Roosevelt fue el primer presidente en tener un vehículo presidencial oficial modificado, cuando encargó en 1939 la fabricación de un auto adaptado a su silla de ruedas y con ventanas y ruedas blindadas.
La caravana presidencial de Harry S. Truman, el 12 de abril de 1945. Truman utilizó la misma limusina fabricada para Roosevelt hasta 1950, cuando recibió su propio carro oficial que se mantuvo en uso en la casa blanca hasta 1967.
El 20 de enero de 1953 el presidente saliante Harry S. Truman acompaña al recién inaugurado Dwight D. Einsenhower en el desfile inaugural a bordo de una limusina Lincoln Cosmopolitan1950.
John Fitzgerald Kennedy y su esposa Jackie en la caravana presidencial de la Avenida Pensilvania, el 20 de enero de 1961. La pareja presidencial Kennedy pasea en la limusina Lincoln Cosmopolitan que en 1950 recibió Harry S. Truman. En 1961 recibió su propio vehículo, también Lincoln.
Richard Nixon y su esposa saludan desde el techo de su limusina en el desfile inaugural del 20 de enero de 1969. Viajan en el carro para desfiles de la Casa Blanca, el mismo donde viajaba John Fitzgeral Kennedy cuando fue asesinado 6 años atrás. Era un Lincoln Continental 1960 que fue reacondicionado despues de la tragedia y estuvo en la flota de la Casa Blanca hasta 1978.
Jimmy Carter y su esposa decidieron andar delante del vehículo presidencial en el desfile del 20 de enero de 1977 y convirtieron esta caminata en parte de la tradición. A Jimmy Carter le correspondió utilizar una Limusina Lincoln Continental 1967, fabricada para Lyndon B. Jhonson. Fue el primer carro construido como una fortaleza luego del asesinato de Kennedy, y fue utilizado por Johnson, Nixon, Ford y Carter.
Ronald Reagan y su esposa Nancy saludan desde el vehículo en el desfile inaugural del 20 de enero de 1981. La casa Blanca renovó un Lincoln Continental que había recibido en 1974 para la llegada de Ronald Reagan. El auto, que había servido a a los presidentes Ford, Carter y ahora a Reagan, también sería utilizado por George H. W. Bush.
George H. W. Bush y su esposa Bárbara en la nueva limusina oficial en la Avenida Pensilvania, más adelante salieron del vehículo para saludar a la multitud el 20 de enero de 1989. Ese año se incorporó en la flota de la Casa Blanca un Lincoln Town Car, modificado con los accesorios de seguridad y defensa, el último de los vehículos Lincoln adquiridos para el transporte del presidente.
Bill y Hillary Clinton caminan delante de la limusina presidencial, el 20 de enero de 1993. A Bill Clinton le correspondió la primera limusina presidencial fabricada desde el principio como un vehículo blindado, ahora de marca Cadillac.
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George W. Bush y su esposa Laura caminan delante de la primera versión de 'La Bestia' en el desfile inaugural del 20 de enero de 2005. Esta limusina Cadillac diseñada especialmente para transportar al presidente fue la primera en ser apodada 
<i>The Beast, </i>un pesado vehículo construido sobre la plataforma de la SUV Cadillac Escalade, con aplicaciones de seguridad y defensa que son información clasificada del Servicio Secreto.
El presidente Barack Obama y su esposa Michelle desfilan por la Avenida Pensilvania el 20 de enero de 2009 escoltados por la segunda versión de ‘La Bestia’. Nadie fuera del Servicio Secreto conoce los dispositivos de seguridad y defensa de esta fortaleza de ventanas anti-balas de cinco centímetros de espesor, y que no tiene ranura para llaves.
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El desfile por la Avenida Pensilvania el día inaugural de Teodoro Roosevelt el 4 de marzo de 1905, en una carreta tirada por caballos.
Imagen WIkicommons

Algo notable, por el hecho de que sea él mismo quien lo escriba, cuando los presidentes tienen redactores para esa labor, y además porque el magnate prefiere improvisar sus discursos.

Su futuro portavoz, Sean Spicer, explicó el jueves que el discurso sería, “más que una agenda, un documento filosófico”, un mensaje “muy personal sobre su visión del país” y los retos que tiene por delante su gobierno.

Con todo y lo “filosófico”, a juzgar por el tono que ha mantenido desde que ganó las elecciones y por el que usó la noche del jueves en una cena con donantes republicanos, se puede esperar que Trump mantenga un tono desafiante en su primer mensaje como presidente o al menos uno no tan políticamente correcto o incluyente como suele suceder con los nuevos mandatorios.

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De las palabras a los hechos

En el mall, en el país y en el mundo, todos estarán pendientes de ese discurso inaugural, para ver si arroja más luces sobre las intenciones del nuevo presidente, quien no ha sido muy específico sobre puntos polémicos que ha planteado; desde el muro con México o la derogación de Obamacare hasta la relación con China, Rusia o la OTAN.

Muchas cosas que se creían garantizadas con el advenimiento de la era Obama están ahora en cuestión. Derechos reproductivos y femeninos pueden ver un retroceso si se impone la agenda religiosa más conservadora del Partido Republicano, ahora en control de dos de las tres ramas del poder. Igual puede pasar con derechos ciudadanos básicos al voto o el acceso a la salud.

Hasta el equilibrio internacional está sacudido con las declaraciones de Trump sobre armas nucleares, su no muy bien entendida simpatía con Rusia y la voluntad de enfrentarse con China o México, dos los principales socios comerciales de EEUU.

Por eso hay una gran expectativa, franco nerviosismo entre algunos, por lo que vaya a hacer en su primer día en la Oficina Oval, y en qué tipo de decisiones vaya a tomar.

Vea también: Las calles de Washington se dividen entre la nostalgia por Obama y la expectativa por Trump

Seguidores de 
<b><a href="http://www.univision.com/temas/donald-trump" target="_blank">Trump</a></b> 
<a href="http://www.univision.com/noticias/elecciones-2016/deplorables-y-orgullosos-los-seguidores-de-trump-usan-el-insulto-de-hillary-clinton-contra-ella" target="_blank">con las gorras rojas que se volvieron un símbolo de la campaña del republicano</a> que dicen "Hacer a EEUU grandioso otra vez" caminan a lo largo del National Mall de Washington DC, el 19 de enero de 2017.
Seguidores de Donald Trump asisten al concierto de inauguración en el Lincoln Memorial de DC.
Un vendedor de banderas de Donald Trump en el centro de Washington DC.
Mucha gente, residentes de Washington y alrededores o de más lejos, viajaron a Washington para decirle "gracias" al presidente demócrata saliente, 
<b><a href="http://www.univision.com/temas/barack-obama" target="_blank">Barack Obama</a></b>.
"Gracias presidente Obama", dice la bandera de estas seguidoras del demócrata. Obama se va del poder con una imagen altamente positiva: según una encuesta de CNN, 
<b><a href="http://www.univision.com/noticias/politica/obama-deja-el-poder-con-una-aprobacion-del-60-la-mas-alta-desde-su-primer-ano-de-gobierno" target="_blank">el 65% cree que su gestión fue positiva</a></b>.
Las calles de DC están invadidas de artículos con el rostro del presidente electo.
Muñecos, vajilla, prendedores, tazas... y no solo de Donald Trump sino de la excandidata demócrata Hillary Clinton y de Obama.
Muñecos de Trump, al lado de uno de Abraham Lincoln -y con otra de Hillary Clinton en su caja-, en una de las muchas tiendas que venden parafernalia política en la capital estadounidense.
También hay tiendas callejeras montadas por estos días en la ciudad aprovechando la afluencia de personas que asisten a la ceremonia.
Los artículos con el rostro del nuevo presidente son omnipresentes en las tiendas, aunque algunos aseguran que hay menos producción y demanda que en 2009 con la llegada de Obama al poder.
Una vista de la cúpula del Capitolio de EEUU en Washington DC.
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Seguidores de Trump con las gorras rojas que se volvieron un símbolo de la campaña del republicano que dicen "Hacer a EEUU grandioso otra vez" caminan a lo largo del National Mall de Washington DC, el 19 de enero de 2017.
Imagen JOSHUA LOTT / AFP / Getty Images

Por lo general los nuevos mandatarios toman acciones ejecutivas o decretos con los que buscan dejar sentado de entrada el carácter reformista de sus gestiones. Así hizo Obama cuando firmó el decreto para la clausura de la prisión militar en la base de Guantánamo, Cuba, algo que ocho años después no pudo cumplirse.

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Trump dijo durante la campaña, y ya como presidente electo, que derogaría acciones ejecutivas de Obama, como la que protege a hijos de indocumentados conocida como DACA o regulaciones ambientales que considera que afectan la competitividad de la economía estadounidense.

Justamente por esas cosas que podría hacer Trump si cumple algunas de las promesas –amenazas para otros-, que hizo durante la campaña es que se han solicitado permisos para unas 30 manifestaciones de protesta contra el nuevo gobierno.

Aunque no es inusual pequeñas protestas en cada nueva juramentación, este año se espera que alcancen unas dimensiones y una virulencia mayores de las acostumbradas. Incluso la Marcha de las Mujeres planificada para el sábado, se produce justo al día siguiente de la toma de posesión, lo que indica que la acostumbrada luna de miel con los recién llegados a Washington esta vez no se va a cumplir.

Sin equipo

Mientras Trump cumple después de su discurso con el almuerzo en el Congreso, despide luego a los Obama -quienes abordarán el helicóptero presidencial-, y pone rumbo a la Casa Blanca para encabezar el desfile inaugural que marca el final de los actos oficiales en Washington, en el Senado seguirán debatiendo sobre los nominados para integrar el gabinete del nuevo gobierno.

Hasta ahora no es seguro que Trump pueda tomar juramento a más que un par de ellos en el primer día de su gobierno, los otros están recibiendo un escrutinio más intenso del que algunos habrían esperado

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Solo cargos relacionados con seguridad nacional recibirán el visto bueno del senado a tiempo para unirse a Trump en la Casa Blanca: los generales James Mattis, para Defensa, y John Kelly, para Seguridad Nacional.

El clima puede que tampoco acompañe las celebraciones, si se cumple el pronóstico de lluvias que hay para este viernes en la zona. Pero a Trump, como a los carteros, parece no importarle mucho si sale o no sale el sol, aunque signifique aguarle la fiesta, literalmente.

“No me importa, francamente, si estará hermoso o si va a llover a cántaros”, dijo Trump en ese tono desafiante, en este caso contra los elementos, característico de su retórica de campaña y se despidió de esa audiencia sin invocar la protección de Dios para EEUU, como suelen hacer todos los presidentes.

Un posible signo de los tiempos por venir, cuando las tradiciones políticas más acendradas en Washington pueden verse alteradas por los nuevos administradores del poder.

Algunas calles del centro de Washington DC están bloqueadas por la policía. Los visitantes prefieren desplazarse caminando.
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El escuadrón anti bombas fue llamado para tomar un bolso sospechoso abandonado cerca del hotel Hilton Gardens del centro de la capital de EEUU, lo que complicó aún más el tráfico.
Decenas de policías en motocicletas recorren el centro de la ciudad el día antes del juramento del nuevo Presidente.
Una vista aérea de la Avenida Pensilvania, por donde desfilará mañana el nuevo presidente, Donald Trump.
Cientos de policías custodian el recorrido del desfile inaugural por la Avenida Pensilvania.
Algunos curiosos se acercaron al hotel Trump International, donde el Presidente electo asistió a un almuerzo.
Los turistas caminan por la Avenida Pensilvania, cerrada al tráfico de vehículos.
Los vendedores de parafernalia de Donald Trump están distribuidos por el centro de la capital y en los monumentos históricos.
Unos pocos manifestantes contra Donald Trump se acercaron a la entrada del concierto inaugural, en el monumento a Abraham Lincoln.
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Algunas calles del centro de Washington DC están bloqueadas por la policía. Los visitantes prefieren desplazarse caminando.
Imagen David Maris
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